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Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
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Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Tomas revoloteó como buenamente pudo hasta alcanzar la ventana de una habitación. Ya había dejado varias atrás, sin dar con la que buscaba, pero, al asomarse al interior de aquel cuarto, casi no le quedó la más mínima duda de que esa tenía que ser la habitación de su amiga.
Había dos camas, una de ellas, plagada de peluches, de todas clases. Grandes y pequeños, de todo tipo de animales y colores... Al abrir la ventana y adentrarse en la habitación, se atrevió a dedicarle una ojeada al regalo que él llevaba, y ahogó un pequeño suspiro.
- Bien, Tomas -se dijo a sí mismo, en voz alta- Quizá habría sido mejor comprarle un simple peluche...
Pero se había prometido que, si llegaba hasta allí, era para darle el regalo que le había hecho por el día blanco, fuese o no especial, o le hiciese o no más ilusión que un peluche decorando su cama.
Al fin y al cabo, había pasado la mitad de su tarde del día anterior haciendo aquella pequeña figurita de barro con lo poco que había aprendido de la clase de alquimia... y se atrevió a considerar que le había quedado algo medianamente aceptable, después de darle unas cuantas vueltas entre las manos. Se intuía un árbol de grandes y frondosas ramas... y a una chica sentada en una de ellas, la chica en la que había estado pensando mientras la hacía, unas horas antes de hacerla, y... quizá, todos los días anteriores que no la había visto.
Sin embargo, no era capaz de atreverse a darle el regalo en persona; no sería capaz de recibir una mirada extrañada o imaginar de nuevo esa mueca sorprendida que la niña le había dedicado esa tarde, en el bosque, cuando había estado a punto de...
Sin pararse a pensar por más tiempo, sacudió la cabeza y dejó la figurita sobre la cama de Nerine, saliendo de nuevo por la ventana, y esperando a que llegase para, al menos, contemplar su reacción desde fuera.
Había dos camas, una de ellas, plagada de peluches, de todas clases. Grandes y pequeños, de todo tipo de animales y colores... Al abrir la ventana y adentrarse en la habitación, se atrevió a dedicarle una ojeada al regalo que él llevaba, y ahogó un pequeño suspiro.
- Bien, Tomas -se dijo a sí mismo, en voz alta- Quizá habría sido mejor comprarle un simple peluche...
Pero se había prometido que, si llegaba hasta allí, era para darle el regalo que le había hecho por el día blanco, fuese o no especial, o le hiciese o no más ilusión que un peluche decorando su cama.
Al fin y al cabo, había pasado la mitad de su tarde del día anterior haciendo aquella pequeña figurita de barro con lo poco que había aprendido de la clase de alquimia... y se atrevió a considerar que le había quedado algo medianamente aceptable, después de darle unas cuantas vueltas entre las manos. Se intuía un árbol de grandes y frondosas ramas... y a una chica sentada en una de ellas, la chica en la que había estado pensando mientras la hacía, unas horas antes de hacerla, y... quizá, todos los días anteriores que no la había visto.
Sin embargo, no era capaz de atreverse a darle el regalo en persona; no sería capaz de recibir una mirada extrañada o imaginar de nuevo esa mueca sorprendida que la niña le había dedicado esa tarde, en el bosque, cuando había estado a punto de...
Sin pararse a pensar por más tiempo, sacudió la cabeza y dejó la figurita sobre la cama de Nerine, saliendo de nuevo por la ventana, y esperando a que llegase para, al menos, contemplar su reacción desde fuera.
Tomas- Mensajes : 773
Fecha de nacimiento : 20/06/1993
Fecha de inscripción : 23/01/2011
Edad : 31
Humor : Puedo forzarlo
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Nerine abrió la puerta de su habitación con una sonrisa de oreja a oreja, abrazando al muñeco que su hermano Ayashi acababa de mandarle y que había pasado a formar parte de su ya más que extensa colección. El cuarto estaba vacío, y durante un segundo la niña se preguntó dónde podría estar Paige, pues no la había visto desde la noche anterior al acostarse, pero entonces se encogió de hombros y le restó importancia. Pasó sobre la cama de su compañera dando un saltito y se acercó a la suya propia para dejar su nuevo muñeco en algún puesto de honor (por ejemplo, al lado de la almohada, o junto a sus congéneres oseznos), pero entonces se dio cuenta de algo que llamó su atención.
- ¿Qué es esto?... - se preguntó en voz alta. Soltó el muñeco de Ayashi sobre los demás peluches y se arrodilló en el suelo, sobre la alfombra, observando la extraña figurita de barro que estaba sobre su cama y que ella no había dejado allí. Ladeó la cabeza con curiosidad. De hecho, ni siquiera recordaba haberla visto nunca.
Le echó un vistazo a la habitación, que seguía vacía, tal vez preguntándose (de un modo algo tonto, pues era obvio que no) si se había equivocado de cuarto. Después se preguntó si aquello era de Paige, pero tampoco recordaba habérselo visto a ella antes, y al fin y al cabo estaba sobre su cama. Se mordió los labios y no reprimió la sonrisa que empezaba a formarse en ellos mientras alargaba las manos y, con toda la delicadeza que pudo, tomó la figurita. Acarició las hojas rugosas de lo que parecía un árbol de barro y se maravilló al ver lo detallado de este, diciéndose a sí misma que no le importaría dormir sobre sus ramas. Lo acercó a sus ojos para verlo más de cerca y observó la diminuta figura que estaba haciendo precisamente eso, y todavía se maravilló más. ¿De dónde había salido?
- ¿Qué es esto?... - se preguntó en voz alta. Soltó el muñeco de Ayashi sobre los demás peluches y se arrodilló en el suelo, sobre la alfombra, observando la extraña figurita de barro que estaba sobre su cama y que ella no había dejado allí. Ladeó la cabeza con curiosidad. De hecho, ni siquiera recordaba haberla visto nunca.
Le echó un vistazo a la habitación, que seguía vacía, tal vez preguntándose (de un modo algo tonto, pues era obvio que no) si se había equivocado de cuarto. Después se preguntó si aquello era de Paige, pero tampoco recordaba habérselo visto a ella antes, y al fin y al cabo estaba sobre su cama. Se mordió los labios y no reprimió la sonrisa que empezaba a formarse en ellos mientras alargaba las manos y, con toda la delicadeza que pudo, tomó la figurita. Acarició las hojas rugosas de lo que parecía un árbol de barro y se maravilló al ver lo detallado de este, diciéndose a sí misma que no le importaría dormir sobre sus ramas. Lo acercó a sus ojos para verlo más de cerca y observó la diminuta figura que estaba haciendo precisamente eso, y todavía se maravilló más. ¿De dónde había salido?
Nerine- Mensajes : 739
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Tomas no pudo evitar sonreír levemente cuando vio entrar a Nerine en la habitación, abrazando un muñeco con su felicidad habitual. Se aseguró de apartarse lo suficiente de la ventana como para asegurarse de que la niña no lo veía, pero continuó asomándose con cuidado.
- ¿Qué es esto?...
Al parecer, Nerine había soltado su muñeco y se había agachado a mirar su figurita. Parecía algo confusa, pero su mueca sorprendida no duró demasiado. No tardó en volver a forjar su habitual sonrisita, mientras acariciaba el relieve del árbol y detenía su mirada en todos los detalles. Tomas amplió de manera inconsciente su sonrisa. Bueno, al menos su regalo le había gustado, aunque no fuese otro peluche ni muñeco que decorar su abarrotada cama.
Y esa sonrisa... Tomas adoraba esa sonrisa. No parecía ser su constante mueca de felicidad que llevaba tatuada a todas partes, sino que parecía una sonrisa más tranquila, casi más... adulta.
Entonces, percibió cómo un poco de viento comenzaba a soplar y a alborotar su pelo. Tomas se preguntó si aquello lo estaba produciendo él, de igual manera que sus alas se estaban moviendo sin que él las controlase, ni estuviera pendiente de ellas. Sí, ese viento suave tenía que ser obra suya...
No pudo meditar más sobre ello cuando se percató de que el aire estaba haciendo que uno de sus mechones rubios rozase la ventana. Tomas ahogó una exclamación y se apresuró a recogerse el pelo, esperando que Nerine no lo hubiese visto... aunque era complicado.
- ¿Qué es esto?...
Al parecer, Nerine había soltado su muñeco y se había agachado a mirar su figurita. Parecía algo confusa, pero su mueca sorprendida no duró demasiado. No tardó en volver a forjar su habitual sonrisita, mientras acariciaba el relieve del árbol y detenía su mirada en todos los detalles. Tomas amplió de manera inconsciente su sonrisa. Bueno, al menos su regalo le había gustado, aunque no fuese otro peluche ni muñeco que decorar su abarrotada cama.
Y esa sonrisa... Tomas adoraba esa sonrisa. No parecía ser su constante mueca de felicidad que llevaba tatuada a todas partes, sino que parecía una sonrisa más tranquila, casi más... adulta.
Entonces, percibió cómo un poco de viento comenzaba a soplar y a alborotar su pelo. Tomas se preguntó si aquello lo estaba produciendo él, de igual manera que sus alas se estaban moviendo sin que él las controlase, ni estuviera pendiente de ellas. Sí, ese viento suave tenía que ser obra suya...
No pudo meditar más sobre ello cuando se percató de que el aire estaba haciendo que uno de sus mechones rubios rozase la ventana. Tomas ahogó una exclamación y se apresuró a recogerse el pelo, esperando que Nerine no lo hubiese visto... aunque era complicado.
Tomas- Mensajes : 773
Fecha de nacimiento : 20/06/1993
Fecha de inscripción : 23/01/2011
Edad : 31
Humor : Puedo forzarlo
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Nerine dejó de contemplar la figura en cuanto el viento silbó a través de la ventana y la distrajo, no porque ya hubiera terminado de admirarla, sino porque le había parecido ver algo asomándose entre los cristales. Durante un segundo aquello la confundió y hasta la hizo asustarse un poco, pero luego parpadeó, ladeó la cabeza y, con una ligera idea tomando forma en su cabeza, se acercó a la ventana.
Depositó la figurita del arbol sobre el escritorio y luego se giró hacia el exterior y sonrió. Entreabrió la ventana y una ráfaga de viento la golpeó en la cara con suavidad, alborotando su cabello y obligándola a cerrar los ojos a la vez que reía.
- ¿No estás un poco incómodo aquí? - dijo, a modo de saludo, a la vez que volvía a abrir los ojos y se asomaba un poco hacia fuera para descubrir, tal y como había presupuesto segundos antes, a Tomas escondido. Le regaló una sonrisa tranquila y apoyó los brazos en el marco para inclinarse un poco en su dirección. - Hola...
Depositó la figurita del arbol sobre el escritorio y luego se giró hacia el exterior y sonrió. Entreabrió la ventana y una ráfaga de viento la golpeó en la cara con suavidad, alborotando su cabello y obligándola a cerrar los ojos a la vez que reía.
- ¿No estás un poco incómodo aquí? - dijo, a modo de saludo, a la vez que volvía a abrir los ojos y se asomaba un poco hacia fuera para descubrir, tal y como había presupuesto segundos antes, a Tomas escondido. Le regaló una sonrisa tranquila y apoyó los brazos en el marco para inclinarse un poco en su dirección. - Hola...
Nerine- Mensajes : 739
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
El viento se hizo ligeramente más fuerte cuando Tomas vio a Nerine asomarse a la ventana... y, sobretodo, cuando le dedicó aquella sonrisa, la misma que le había visto forjar cuando había contemplado la figurita. Intentó acordarse de respirar y no ponerse nervioso, por lo menos, para poder lograr que sus alas siguiesen funcionando y poder saludar a la chica.
- Hola... -correspondió, apoyando una mano sobre la ventana de Nerine, sólo por si acaso.
No sabía qué más decir, ni se había planteado que la niña lo descubriese, así que se rascó la cabeza mientras percibía que el viento se iba apagando.
Pero no le quedó más remedio que hablar al estar seguro de que sus alas iban a traicionarlo por enésima vez. Y caer otra vez desde esa altura era algo que no quería que se volviese a repetir.
-¿Puedo... pasar? -inquirió, finalmente.
- Hola... -correspondió, apoyando una mano sobre la ventana de Nerine, sólo por si acaso.
No sabía qué más decir, ni se había planteado que la niña lo descubriese, así que se rascó la cabeza mientras percibía que el viento se iba apagando.
Pero no le quedó más remedio que hablar al estar seguro de que sus alas iban a traicionarlo por enésima vez. Y caer otra vez desde esa altura era algo que no quería que se volviese a repetir.
-¿Puedo... pasar? -inquirió, finalmente.
Tomas- Mensajes : 773
Fecha de nacimiento : 20/06/1993
Fecha de inscripción : 23/01/2011
Edad : 31
Humor : Puedo forzarlo
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Nerine soltó una risa divertida que duró poco al darse cuenta de que su amigo no parecía estar muy seguro de poder mantenerse allí en aquel momento. Se apresuró a apartarse de la ventana para dejarle un hueco amplio por el que entrar, y estiró sus manos hasta agarrar a Tomas por la muñeca y estirarle un poco para ayudarle.
- Uh... ¡Adentro! - dijo tras el esfuerzo, y luego volvió a soltar una risa. Una vez Tomas hubo entrado y apoyó los pies sobre el suelo de nuevo, a salvo, Nerine se permitió el lujo de mirarle con ojos brillantes y volver a sonreír con la misma emoción que antes.
- ¿Has sido tú? - questionó, emocionada, y ante la mirada ligeramente confundida de su amigo, avanzó rápidamente hasta pasar a su lado y llegar al escritorio de nuevo, tomando la figura del árbol entre sus manos. - ¿Tú la has dejado aquí?
- Uh... ¡Adentro! - dijo tras el esfuerzo, y luego volvió a soltar una risa. Una vez Tomas hubo entrado y apoyó los pies sobre el suelo de nuevo, a salvo, Nerine se permitió el lujo de mirarle con ojos brillantes y volver a sonreír con la misma emoción que antes.
- ¿Has sido tú? - questionó, emocionada, y ante la mirada ligeramente confundida de su amigo, avanzó rápidamente hasta pasar a su lado y llegar al escritorio de nuevo, tomando la figura del árbol entre sus manos. - ¿Tú la has dejado aquí?
Nerine- Mensajes : 739
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Tomas suspiró levemente, correspondiendo con un asentimiento de cabeza. Si ya le solía costar entablar conversación con esa chica, ahora su sentimiento de nerviosismo se había multiplicado de manera exagerada. Acariciándose la nuca, se obligó a agregar algo más, otra vez.
- S-sí... -sólo le faltaba que también le temblase la voz. Tomas cogió aire con fuerza y se convenció para poder hablar- Ya sé qué... no es mucha cosa, es por lo del... día blanco, ya sabes... tú me regalaste bombones, y yo... pues... a lo mejor te habría gustado más otra cosa... pero... pues... eso.
Tomas dudaba que alguna vez hubiese soltado tal cantidad de incoherencias delante de otra persona. Se estaba esforzando por relajarse, por convencerse de que, en realidad, no había ocurrido nada y todo seguía siendo como antes, pero... no podía.
- S-sí... -sólo le faltaba que también le temblase la voz. Tomas cogió aire con fuerza y se convenció para poder hablar- Ya sé qué... no es mucha cosa, es por lo del... día blanco, ya sabes... tú me regalaste bombones, y yo... pues... a lo mejor te habría gustado más otra cosa... pero... pues... eso.
Tomas dudaba que alguna vez hubiese soltado tal cantidad de incoherencias delante de otra persona. Se estaba esforzando por relajarse, por convencerse de que, en realidad, no había ocurrido nada y todo seguía siendo como antes, pero... no podía.
Tomas- Mensajes : 773
Fecha de nacimiento : 20/06/1993
Fecha de inscripción : 23/01/2011
Edad : 31
Humor : Puedo forzarlo
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Nerine alternó la mirada entre la figurita del árbol y el mismo Tomas durante unos segundos, preguntándose por qué le parecía que el muchacho estaba extraño, y finalmente decidió que él le interesaba más que el regalo en sí. Le dio la espalda y volvió a pasar a su lado corriendo, hasta llegar a su mesilla de noche. Apartó una cajita que tenía junto a la lámpara y colocó allí el regalo de Tomas, observándo satisfecha el efecto, y luego se volvetó de nuevo hacia él.
- Gracias - le dijo sinceramente. La verdad era que no esperaba que nadie (salvo, quizá, su hermano) le devolviera el regalo de San Valentín, porque ella había repartido chocolate solo porque le gustaba hacerlo. - Me gusta mucho, de verdad. ¿Por qué pensabas que no me gustaría? ¿Y por qué... Estás nervioso? - preguntó, divertida.
- Gracias - le dijo sinceramente. La verdad era que no esperaba que nadie (salvo, quizá, su hermano) le devolviera el regalo de San Valentín, porque ella había repartido chocolate solo porque le gustaba hacerlo. - Me gusta mucho, de verdad. ¿Por qué pensabas que no me gustaría? ¿Y por qué... Estás nervioso? - preguntó, divertida.
Nerine- Mensajes : 739
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Lugat iba rápido y sigiloso por los pasillos del dormitorio femenino en dirección al cuarto de Nerine y su amiga Paige. Llegó al tercer piso y se paro frente a una puerta grande de robusta madera oscura. Al lado de esta estaba el cartel donde Lugat como muchas otras veces leyó Ayashi y Glenn. Nº 117. Cuando estaba a punto de entrar desde el interior escuchó dos voces, una de ellas demasiado desagradablemente familiar.
- S-sí..Ya sé qué... no es mucha cosa, es por lo del... día blanco, ya sabes... tú me regalaste bombones, y yo... pues... a lo mejor te habría gustado más otra cosa... pero... pues... eso.
- Gracias! Me gusta mucho, de verdad. ¿Por qué pensabas que no me gustaría? ¿Y por qué... Estás nervioso?
Lugat maldijo por lo bajo unos segundos antes de travesar el marco de la puerta.
- Godter, pequeña! Traigo una cosita para ti!!! Lugat con una rápida y fugaz mirada a todo el cuarto pudo analizar la situación. Reconoció el rojo rostro de Tomas frente a Nerine. También pudo reconocer el regalo del pequeñajo. Lo vió sobre la mesita de noche. Un árbol de arcilla.
- Que pasa pequeñín. Divertiéndote haciendo trabajos manuales.Se acercó a la mesilla y observó un poco más de cerca la pequeña obra de arte de su "amigo".Eiii! Estas mejorando considerablemente, vas aprendiendo a que tus figuras se parezcan a algo de la realidad.Y cogió con mucha rapidez la escultura de arcilla echa por Tomas, para observarla mas cerca.
- S-sí..Ya sé qué... no es mucha cosa, es por lo del... día blanco, ya sabes... tú me regalaste bombones, y yo... pues... a lo mejor te habría gustado más otra cosa... pero... pues... eso.
- Gracias! Me gusta mucho, de verdad. ¿Por qué pensabas que no me gustaría? ¿Y por qué... Estás nervioso?
Lugat maldijo por lo bajo unos segundos antes de travesar el marco de la puerta.
- Godter, pequeña! Traigo una cosita para ti!!! Lugat con una rápida y fugaz mirada a todo el cuarto pudo analizar la situación. Reconoció el rojo rostro de Tomas frente a Nerine. También pudo reconocer el regalo del pequeñajo. Lo vió sobre la mesita de noche. Un árbol de arcilla.
- Que pasa pequeñín. Divertiéndote haciendo trabajos manuales.Se acercó a la mesilla y observó un poco más de cerca la pequeña obra de arte de su "amigo".Eiii! Estas mejorando considerablemente, vas aprendiendo a que tus figuras se parezcan a algo de la realidad.Y cogió con mucha rapidez la escultura de arcilla echa por Tomas, para observarla mas cerca.
Lugat- Mensajes : 118
Fecha de inscripción : 29/01/2011
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
- Me gusta mucho, de verdad. ¿Por qué pensabas que no me gustaría? ¿Y por qué... Estás nervioso?
Tomas bajó su mirada hacia el suelo, sin saber muy bien qué responderle.
Por ello, durante una deliciosa décima de segundo, se alegró de oir cómo la puerta de la habitación se abría. Sólo durante una estúpida décima de segundo.
- Godter, pequeña! Traigo una cosita para ti!!!
Tomas se quedó de piedra. El maldito vampiro acababa de colarse en la habitación con total descaro, o él no lo había escuchado ni saludar, ni llamar a la puerta, ni nada. Ademas, ¿por qué llamaba a Nerine así? ¿Se le habían cruzado aún más los cables, o qué?
Notó como sus nervios se transformaban en un abrir y cerrar de ojos en pura rabia. Una rabia que se iba incrementando conforme el vampiro hablaba... y que llegó a un extremo cuando tomó su figura. Tomas respiró hondo, tratando de armarse de paciencia, aunque sólo fuese por Nerine. Por algún motivo en especial, ella soportaba a ese idiota engreído, así que no le haría mucha gracia que el muchacho le siguiese el juego.
Extendió una mano hacia el vampiro y, dándole a entender su disgusto con una brusca espiración, le gruñó.
-Dámela. Eso no es tuyo
Tomas bajó su mirada hacia el suelo, sin saber muy bien qué responderle.
Por ello, durante una deliciosa décima de segundo, se alegró de oir cómo la puerta de la habitación se abría. Sólo durante una estúpida décima de segundo.
- Godter, pequeña! Traigo una cosita para ti!!!
Tomas se quedó de piedra. El maldito vampiro acababa de colarse en la habitación con total descaro, o él no lo había escuchado ni saludar, ni llamar a la puerta, ni nada. Ademas, ¿por qué llamaba a Nerine así? ¿Se le habían cruzado aún más los cables, o qué?
Notó como sus nervios se transformaban en un abrir y cerrar de ojos en pura rabia. Una rabia que se iba incrementando conforme el vampiro hablaba... y que llegó a un extremo cuando tomó su figura. Tomas respiró hondo, tratando de armarse de paciencia, aunque sólo fuese por Nerine. Por algún motivo en especial, ella soportaba a ese idiota engreído, así que no le haría mucha gracia que el muchacho le siguiese el juego.
Extendió una mano hacia el vampiro y, dándole a entender su disgusto con una brusca espiración, le gruñó.
-Dámela. Eso no es tuyo
Tomas- Mensajes : 773
Fecha de nacimiento : 20/06/1993
Fecha de inscripción : 23/01/2011
Edad : 31
Humor : Puedo forzarlo
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Nerine pasó de la curiosidad por saber qué le ocurría a Tomas a la molestia al escuchar que se abría la puerta y los interrumpían en menos de un segundo. Entonces, pero, vio quequien entraba era L y su enfado se convirtió en alegría en menos de un segundo más, y esa alegría en confusión otra vez al escuchar el modo en que el vampiro le habló a Tomas, como si fueran amigos (¡Y ella no se había enterado!). Tomas pareció enfadarse y la confusión de Nerine se hizo mayor.
- Hola L... - saludó con un susurro, justo al mismo tiempo que él cogía la figurita del arbol de su mesilla de noche y Tomas le decía que la soltase. La niña alternó la mirada entre los dos con cara de no entender. ¿Pero entonces se llevaban bien o no? ¿Por qué L sonreía y Tomas parecía molesto? ¿Y no había dicho que le traía un regalo?
- Hola L... - saludó con un susurro, justo al mismo tiempo que él cogía la figurita del arbol de su mesilla de noche y Tomas le decía que la soltase. La niña alternó la mirada entre los dos con cara de no entender. ¿Pero entonces se llevaban bien o no? ¿Por qué L sonreía y Tomas parecía molesto? ¿Y no había dicho que le traía un regalo?
Nerine- Mensajes : 739
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Lugat rió aún con mas efusión al poder comprobar que Tomas se estaba cabreando con su presencia.
- Dámela. Eso no es tuyo. Tomas intentaba alcanzar la figura que el vampiro sostenía en alto.
Lugat ignorando este pequeño echo se volvió en dirección donde su pequeña amiga la había saludado.
- Hola pequeña!Mirando otra vez hacia el pequeño bulto que tenia colgando de su brazo dijo. - Ei retaco, si sigues moviéndote con tanta brusquedad roperas tu obra maestra, y no queremos que esto suceda verdad? Pero Lugat como siempre teía lago terriblemente malvado planeado para Tomas.
En uno de sus pequeños saltitos Lugat dejó caer la figura de arcilla.
Esta caía sin remedio alguno hacía el suelo de piedra para destrozarse en mil pedazos. Pero como estaba planeado, Lugat con un ágil y rápido movimiento sostuvo, a pocos centímetros del suelo, el regalo de Tomas.
- Aixxx...!!! Te lo advertí pequeñín! Si te movías tanto podía pasar esto. Menos mal que estaba yo qui para evitar que esta "gran " obra maestra se desintegrara en pequeños pedazos al caerse.- Lugat miró a Tomas y pudo apreciar aun los restos de susto y horror. Por lo que Lugat sonrió aun más. Y le tendió la esculturilla a su maestro.
- Dámela. Eso no es tuyo. Tomas intentaba alcanzar la figura que el vampiro sostenía en alto.
Lugat ignorando este pequeño echo se volvió en dirección donde su pequeña amiga la había saludado.
- Hola pequeña!Mirando otra vez hacia el pequeño bulto que tenia colgando de su brazo dijo. - Ei retaco, si sigues moviéndote con tanta brusquedad roperas tu obra maestra, y no queremos que esto suceda verdad? Pero Lugat como siempre teía lago terriblemente malvado planeado para Tomas.
En uno de sus pequeños saltitos Lugat dejó caer la figura de arcilla.
Esta caía sin remedio alguno hacía el suelo de piedra para destrozarse en mil pedazos. Pero como estaba planeado, Lugat con un ágil y rápido movimiento sostuvo, a pocos centímetros del suelo, el regalo de Tomas.
- Aixxx...!!! Te lo advertí pequeñín! Si te movías tanto podía pasar esto. Menos mal que estaba yo qui para evitar que esta "gran " obra maestra se desintegrara en pequeños pedazos al caerse.- Lugat miró a Tomas y pudo apreciar aun los restos de susto y horror. Por lo que Lugat sonrió aun más. Y le tendió la esculturilla a su maestro.
Lugat- Mensajes : 118
Fecha de inscripción : 29/01/2011
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Tomas agarró su figura con las dos manos, sintiendo unos violentos empujones naciendo desde el centro de su estómago, que le obligaban a soltarle un puñetazo a ese idiota para bajarle todas sus ganas de jugar con él, como si fuese un crío de tres años al que se le engañaba con absoluta facilidad. Entonces, recordó las innumerables ocasiones en las que Helio lo había llamado "niño"
Quizá, porque a veces lo era. Porque en momentos como ese, lo estaba siendo.
Porque si le pegaba ahora a Lugat, el vampiro sabría que había logrado lo que quería. Si se marchaba, lo único que Tomas quería hacer, también saldría ganando él. Sólo quedaba pagarle con su misma moneda.
Tomas dejó de nuevo la figura sobre la mesita de noche de Nerine, pasando por el lado del vampiro... y forzándose para no empujarle, ni gritarle, ni nada. Se tragaría su rabia. Ya la descargaría luego.
Se sentó sobre la mesa de la habitación y miró a Lugat con una sonrisa que no podía ser más irónica.
- Bueno. Pues si, yo tenía ganas de hacer manualidades, ¿qué pasa? -ahí habría preferido añadir un "¿y a ti qué mierda te importa?", pero tenía que tragarse esa clase de pensamientos... por Nerine. Aunque sólo fuese por Nerine- ¿Y tú? ¿Qué le has comprado, un palacio en una isla desierta? ¿Un collar que valga más que yo? Vamos, suéltalo ya, que estamos intrigadísimos... no puedo aguantar la emoción
Y Tomas sabía, también, que sus dos interrogaciones retóricas no eran tan disparatadas. Ese tío se creería que la iba a comprar con peluches y collares.
El muchacho no intuía si en algún momento podría cumplir sus intenciones y lograr que Nerine fuese algo más que su simple amiga. Pero, desde luego, sabía que tampoco iba a tirarse a los brazos de Lugat porque le comprase el peluche más grande del mundo. O eso quería intuir.
Quizá, porque a veces lo era. Porque en momentos como ese, lo estaba siendo.
Porque si le pegaba ahora a Lugat, el vampiro sabría que había logrado lo que quería. Si se marchaba, lo único que Tomas quería hacer, también saldría ganando él. Sólo quedaba pagarle con su misma moneda.
Tomas dejó de nuevo la figura sobre la mesita de noche de Nerine, pasando por el lado del vampiro... y forzándose para no empujarle, ni gritarle, ni nada. Se tragaría su rabia. Ya la descargaría luego.
Se sentó sobre la mesa de la habitación y miró a Lugat con una sonrisa que no podía ser más irónica.
- Bueno. Pues si, yo tenía ganas de hacer manualidades, ¿qué pasa? -ahí habría preferido añadir un "¿y a ti qué mierda te importa?", pero tenía que tragarse esa clase de pensamientos... por Nerine. Aunque sólo fuese por Nerine- ¿Y tú? ¿Qué le has comprado, un palacio en una isla desierta? ¿Un collar que valga más que yo? Vamos, suéltalo ya, que estamos intrigadísimos... no puedo aguantar la emoción
Y Tomas sabía, también, que sus dos interrogaciones retóricas no eran tan disparatadas. Ese tío se creería que la iba a comprar con peluches y collares.
El muchacho no intuía si en algún momento podría cumplir sus intenciones y lograr que Nerine fuese algo más que su simple amiga. Pero, desde luego, sabía que tampoco iba a tirarse a los brazos de Lugat porque le comprase el peluche más grande del mundo. O eso quería intuir.
Tomas- Mensajes : 773
Fecha de nacimiento : 20/06/1993
Fecha de inscripción : 23/01/2011
Edad : 31
Humor : Puedo forzarlo
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
- ¡Ai! - Nerine ahogó un grito y se tapó los ojos con las manos cuando vio que la figurita del arbol caía directamente hacia el suelo, sin querer ver como esta se rompía, pero al no escuchar ningún sonido parecido al de la cerámica impactando contra una superfície dura, se atrevió a mirar y observó la nueva pulla entre L y Tomas. Frunció los labios y se apresuró a pasar entre ambos para asegurarse que su figurita estaba bien.
"Parad de discutir", quiso decirles, aunque realmente no estuvieran discutiendo sino lanzándose miradas el uno al otro y llenando su habitación de malas vibraciones. Abrió la boca para pedirles a ambos que se callaran, pero...
- ¿Tengo otro regalo? - preguntó, ilusionada, al escuchar las palabras de Tomas, y recordando que aquello era lo que L había dicho al entrasr de improvisto en su habitación.
"Parad de discutir", quiso decirles, aunque realmente no estuvieran discutiendo sino lanzándose miradas el uno al otro y llenando su habitación de malas vibraciones. Abrió la boca para pedirles a ambos que se callaran, pero...
- ¿Tengo otro regalo? - preguntó, ilusionada, al escuchar las palabras de Tomas, y recordando que aquello era lo que L había dicho al entrasr de improvisto en su habitación.
Nerine- Mensajes : 739
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Lugat se reía tras ver la reacción de Tomas. Hata que el chico dijo casi temblando por la rabia.
- Bueno. Pues si, yo tenía ganas de hacer manualidades, ¿qué pasa? Lugat se lo miró y dijo.
- Absolutamente nada. Es mas te viene bien para desarrollar tu parte creativa que falta te hace. Dijo el vampiro refiriéndose a la figurita que este había creado.
- ¿Y tú? ¿Qué le has comprado, un palacio en una isla desierta? ¿Un collar que valga más que yo? Vamos, suéltalo ya, que estamos intrigadísimos... no puedo aguantar la emoción.
Lugat resoplo y puso por unos segundos los ojos en blanco en señal de pesadez.
- Aixxx!!! ¿Pero te crees que quiero comprarla a base de regalos absurdo y caros? Es más ¿Para que necesitaría Nerine esas cosas tan inútiles.? Aunque mira una idea si que me has dado, dime cuando es tu cumpleaños que te regalaré un palacio en una isla desierta para que te quedes allí sólito con tus intentos de sarcasmos.- Cuando huvo acabado se acercó a Nerine y le tendió un paquete envuelto en una papel plateado con un enorme lazo verde botella.- Godter esto es para tí!!! Espero de todo "corazón" que te guste y que sea de tu agrado.
- Bueno. Pues si, yo tenía ganas de hacer manualidades, ¿qué pasa? Lugat se lo miró y dijo.
- Absolutamente nada. Es mas te viene bien para desarrollar tu parte creativa que falta te hace. Dijo el vampiro refiriéndose a la figurita que este había creado.
- ¿Y tú? ¿Qué le has comprado, un palacio en una isla desierta? ¿Un collar que valga más que yo? Vamos, suéltalo ya, que estamos intrigadísimos... no puedo aguantar la emoción.
Lugat resoplo y puso por unos segundos los ojos en blanco en señal de pesadez.
- Aixxx!!! ¿Pero te crees que quiero comprarla a base de regalos absurdo y caros? Es más ¿Para que necesitaría Nerine esas cosas tan inútiles.? Aunque mira una idea si que me has dado, dime cuando es tu cumpleaños que te regalaré un palacio en una isla desierta para que te quedes allí sólito con tus intentos de sarcasmos.- Cuando huvo acabado se acercó a Nerine y le tendió un paquete envuelto en una papel plateado con un enorme lazo verde botella.- Godter esto es para tí!!! Espero de todo "corazón" que te guste y que sea de tu agrado.
Lugat- Mensajes : 118
Fecha de inscripción : 29/01/2011
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Tomas no pudo evitar soltar un bufido ante la contestación de Lugat, apresurándose a abrir la boca y volver a responderle... pero prefirió callarse. En realidad, no merecía la pena discutir con él. Se acomodó en la mesa de la habitación -allí estaba bien, lo más lejos posible de ese vampiro asqueroso- y sólo alcanzó a ver algo envuelto en papel de color plata.
Se entretuvo toqueteándose un ala, sin querer ver la emoción que se había formado en el rostro de Nerine al ver el regalo. Seguro que mayor que con su figurita, suponía. De todas formas, tampoco le importaba; lo importante era que ella estuviese bien, ¿no?
Se concentró en respirar más tranquilamente e ir digiriendo su rabia conforme iba entrando aire en sus pulmones, y, más o menos, lo logró.
(Bueno, no sé si viene al caso, pero tengo que hacer una confesión xD)
(Será porque soy medio tonta o lo que sea, pero yo no sé contestarle a la gente, ni sé dejarlos chafados ni simplemente evitar que me dejen chafada a mi, asi que Lugat está mareando a Tomas como le da la gana xD Asi que no, no esk no le conteste porque no me apetezca, es porque no me sale xD)
(Pero, eso si, aprenderé, que todo se aprende xD)
(Y dicho esto, prosigamos xDxD!)
Se entretuvo toqueteándose un ala, sin querer ver la emoción que se había formado en el rostro de Nerine al ver el regalo. Seguro que mayor que con su figurita, suponía. De todas formas, tampoco le importaba; lo importante era que ella estuviese bien, ¿no?
Se concentró en respirar más tranquilamente e ir digiriendo su rabia conforme iba entrando aire en sus pulmones, y, más o menos, lo logró.
(Bueno, no sé si viene al caso, pero tengo que hacer una confesión xD)
(Será porque soy medio tonta o lo que sea, pero yo no sé contestarle a la gente, ni sé dejarlos chafados ni simplemente evitar que me dejen chafada a mi, asi que Lugat está mareando a Tomas como le da la gana xD Asi que no, no esk no le conteste porque no me apetezca, es porque no me sale xD)
(Pero, eso si, aprenderé, que todo se aprende xD)
(Y dicho esto, prosigamos xDxD!)
Tomas- Mensajes : 773
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Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
La niña prácticamente arrebató el paquete de las manos de Lugat, sin apreciar apenas el hermoso papel plateado y apartando el lazo de un tirón. Había pocas cosas que la emocionaran más que recibir regalos, y era arrancar el papel que los envolvía para abrirlor (suponía que, por eso mismo, Lone siempre le daba sus regalos sin envolver, porque a veces, de la emoción, las cosas se le caían y las rompía). Una vez apartó el papel y descubrió su contenido, pero, se detuvo para poder así contemplarlo, calmada, con la misma sonrisa curiosa que había empleado minutos antes examinar la figurita que le había traído Tomas. Le tendió el papel a L sin apartar la mirada del objeto y se sentó en la cama.
Sobre su regazo había una cajita de madera labrada. Nerine abrió los ojos y la boca con curiosidad. La caja estaba cubierta de relieves, y con detalles pintados en dorado sobre su pulida superfície. Era delicada, elegante e incluso olía bien.
- Oh... - susurró, admirada. Una risita de L la animó a abrirla, para descubrir dos pequeños cajones y un espejito que le devolvió su reflejo desde la tapa... Y una música que comenzó a sonar suavemente. Los cajones se abrieron sobre sí mismos y se apartaron a los lados cuando la tapa se abrió completamente, y la figurita de una bailarina apareció entre ellos y los ojos de la niña, que no dijo nada aunque tenía ganas de hacerlo, porque estaba ocupada escuchando la canción.
(No te preocupes Lolly xD Todas nos hemos encontrado en esas alguna vez)
(Y, a partir de las explicaciones de Lis, me he tomado la libertad de elegirlo todo... Espero que así esté bien =w=)
Sobre su regazo había una cajita de madera labrada. Nerine abrió los ojos y la boca con curiosidad. La caja estaba cubierta de relieves, y con detalles pintados en dorado sobre su pulida superfície. Era delicada, elegante e incluso olía bien.
- Oh... - susurró, admirada. Una risita de L la animó a abrirla, para descubrir dos pequeños cajones y un espejito que le devolvió su reflejo desde la tapa... Y una música que comenzó a sonar suavemente. Los cajones se abrieron sobre sí mismos y se apartaron a los lados cuando la tapa se abrió completamente, y la figurita de una bailarina apareció entre ellos y los ojos de la niña, que no dijo nada aunque tenía ganas de hacerlo, porque estaba ocupada escuchando la canción.
(No te preocupes Lolly xD Todas nos hemos encontrado en esas alguna vez)
(Y, a partir de las explicaciones de Lis, me he tomado la libertad de elegirlo todo... Espero que así esté bien =w=)
Nerine- Mensajes : 739
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine) por Lugat Hoy a las 9:43 pm
Lugat miró como Tomas se alejaba de él y se recostaba contra la mesa. Al vampiro eso le gustaba, sobretodo porque podía percibir cierto nerviosismo en Tomas que a él le daba una agradable sensación de dominio y poderío sobre su persona. Luego se percató de que su amiga le había arrebatado de entre sus manos el delicado paquete plateado.
Nerine abrió con mucho entusiasmo y nerviosismo lo que Lugat le había regalado.
- Pero Tomas!!! No decías que querías saber cual era mi regalo? Pues desde donde estas, no podrás observarlo con suficiente detenimiento.Nerine miró a Tomas y a Lugat con expresión de no entender.
Nerine abrió con mucho entusiasmo y nerviosismo lo que Lugat le había regalado.
- Pero Tomas!!! No decías que querías saber cual era mi regalo? Pues desde donde estas, no podrás observarlo con suficiente detenimiento.Nerine miró a Tomas y a Lugat con expresión de no entender.
Lugat- Mensajes : 118
Fecha de inscripción : 29/01/2011
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Tomas vio como Nerine le quitaba el regalo de las manos al vampiro y rompía el papel que lo envolvía a toda velocidad, dejando asomar una pequeña cajita de madera.
De no haber sido ese un regalo del vampiro al que tanto estaba comenzando a detestar, a Tomas casi le habría gustado. Parecía que estaba decorada hasta el más mínimo detalle y, cuando Nerine la abrió, una bailarina en su interior comenzó a dar vueltas y a dejar escapar una suave melodía.
Al igual que Nerine, Tomas también percibió que esa melodía lo invadía. No sabía por qué, pero su mente acababa de recordarle otra canción igual de serena que, muchos años atrás, él había sabido de memoria.
Recordaba que su madre tenía un joyero con música muy parecido a aquel, un joyero que ella adoraba y siempre tenía encima de su mesita de noche. El chico no sabía cómo había podido mantener olvidada su melodía hasta ese momento. Se olvidaba de tantas cosas... cada vez a velocidades que le provocaban aun más terror. Porque era como si estuviese olvidando a su familia.
Tomas no supo por qué se había abstraido en sus pensamientos de esa manera -cuando, en ese momento, debía estar sólo odiando a Lugat. Casi podía jurar que, de hecho, acababa de hablarle a él, ya que de sus palabras escuchó sólo su nombre, perdido entre ellas. Cuando vio los ojos del vampiro fijos en él, supo que estaba esperando su respuesta, pero los encontró demasiado regocijados en su situación como para atreverse a cuestionarle que qué le acababa de decir.
Así que, simplemente, encogió sus hombros y pronunció, de manera neutral.
- Lo que tú digas -y prosiguió escuchando esa melodía, dejando que esos recuerdos que no quería olvidar le invadiesen. Así, estaría entretenido hasta que el vampiro se largase.
De no haber sido ese un regalo del vampiro al que tanto estaba comenzando a detestar, a Tomas casi le habría gustado. Parecía que estaba decorada hasta el más mínimo detalle y, cuando Nerine la abrió, una bailarina en su interior comenzó a dar vueltas y a dejar escapar una suave melodía.
Al igual que Nerine, Tomas también percibió que esa melodía lo invadía. No sabía por qué, pero su mente acababa de recordarle otra canción igual de serena que, muchos años atrás, él había sabido de memoria.
Recordaba que su madre tenía un joyero con música muy parecido a aquel, un joyero que ella adoraba y siempre tenía encima de su mesita de noche. El chico no sabía cómo había podido mantener olvidada su melodía hasta ese momento. Se olvidaba de tantas cosas... cada vez a velocidades que le provocaban aun más terror. Porque era como si estuviese olvidando a su familia.
Tomas no supo por qué se había abstraido en sus pensamientos de esa manera -cuando, en ese momento, debía estar sólo odiando a Lugat. Casi podía jurar que, de hecho, acababa de hablarle a él, ya que de sus palabras escuchó sólo su nombre, perdido entre ellas. Cuando vio los ojos del vampiro fijos en él, supo que estaba esperando su respuesta, pero los encontró demasiado regocijados en su situación como para atreverse a cuestionarle que qué le acababa de decir.
Así que, simplemente, encogió sus hombros y pronunció, de manera neutral.
- Lo que tú digas -y prosiguió escuchando esa melodía, dejando que esos recuerdos que no quería olvidar le invadiesen. Así, estaría entretenido hasta que el vampiro se largase.
Tomas- Mensajes : 773
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Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Nerine alternó la mirada hasta los dos muchachos cuando la música terminó de sonar, confusa, porque no entendía por qué se hablaban el uno al otro de aquel modo si los dos eran tan dulces y agradables con ella. Observó la cajita de música y, con una sonrisa, la cerró antes de corretear hasta la mesilla de noche y dejarla cuidadosamente allí, al lado del regalo de Tomas. Observó ambos objetos con cariño y su sonrisa se hizo mayor un segundo antes de levantarse y darse la vuelta hacia ellos.
Los miró a ambos, primero a Tomas y luego a L. Tenía ganas de correr hacia ambos y darles un buen abrazo, pero cada uno estaba en una punta opuesta de la habitación y la niña no tenía ni idea de lo que tenía que hacer. En lugar de eso, supuso que podía decir algo.
- Muchas gracias por la caja, L - susurró, un poco avergonzada, recordando que aun no le había dicho nada. Levantó la cabeza y volvió a mirarles a los dos. - Gracias a ambos... Son unos regalos muy bonitos para unos simples chocolates...
Los miró a ambos, primero a Tomas y luego a L. Tenía ganas de correr hacia ambos y darles un buen abrazo, pero cada uno estaba en una punta opuesta de la habitación y la niña no tenía ni idea de lo que tenía que hacer. En lugar de eso, supuso que podía decir algo.
- Muchas gracias por la caja, L - susurró, un poco avergonzada, recordando que aun no le había dicho nada. Levantó la cabeza y volvió a mirarles a los dos. - Gracias a ambos... Son unos regalos muy bonitos para unos simples chocolates...
Nerine- Mensajes : 739
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Lugat estaba muy satisfecho, ya que había echo rabiar a Tomas tanto como él quiso. Miró en su dirección y le dedicó una risa burlona. Luego fue hacia donde estaba Nerien. Se sentó junto a ella y tomo sus manos, que estaban agarrando la cagita con la que el vampiro le había obsequiado.
- Es una cajita muy especial ya que yo mismo compuse la melodía pensando en ti. Esta caja de música es única en todo el mundo. Espero que cada vez que la escuches pienses en mi.- Lugat agarró la caja y le dio cuerda con la llavecita de detrás. Inmediatamente la bailarina empezó a girara y la hermosa melodía inundaba de nuevo la estancia de las chicas. Lugat miró a Nerine y tarareó la música con su dulce y seductora voz. Luego calló y se acercó aún mas a la chica. Este puso una mano sobre la suave y calentita mejilla de Nerine, y la acarició con ternura. El vampiro se fue acercando lentamente dejándose llevar por la magia del momento.
Lugat muy suavemente y con mucha ternura, besó los dulces labios de la chica. El chico enredo sus manos en el pelo de Nerine y lo acariciaba con infinito amor mientras sus labios se fundían en uno solo.
Cuando Lugat se separó de su amiga, acarició de nuevo la cara de esta y le sonrió. Y aprovechando la atmósfera del momento beso su pómulo derecho de modo aún mas tierno.
- Es una cajita muy especial ya que yo mismo compuse la melodía pensando en ti. Esta caja de música es única en todo el mundo. Espero que cada vez que la escuches pienses en mi.- Lugat agarró la caja y le dio cuerda con la llavecita de detrás. Inmediatamente la bailarina empezó a girara y la hermosa melodía inundaba de nuevo la estancia de las chicas. Lugat miró a Nerine y tarareó la música con su dulce y seductora voz. Luego calló y se acercó aún mas a la chica. Este puso una mano sobre la suave y calentita mejilla de Nerine, y la acarició con ternura. El vampiro se fue acercando lentamente dejándose llevar por la magia del momento.
Lugat muy suavemente y con mucha ternura, besó los dulces labios de la chica. El chico enredo sus manos en el pelo de Nerine y lo acariciaba con infinito amor mientras sus labios se fundían en uno solo.
Cuando Lugat se separó de su amiga, acarició de nuevo la cara de esta y le sonrió. Y aprovechando la atmósfera del momento beso su pómulo derecho de modo aún mas tierno.
Lugat- Mensajes : 118
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Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Tomas le dedicó una entrecortada sonrisa a la chica cuando agradeció sus regalos, tanto el suyo como el del vampiro, al fin, olvidando un poco aquel recuerdo del joyero con música y centrándose en la situación.
Tuvo la mala suerte de hacer aquello justo cuando no correspondía.
Nerine y Lugat continuaban apreciando el regalo de éste último tranquilamente, como si Tomas no estuviese allí. El muchacho se rascó con despreocupación la cabeza, armándose de paciencia para esperar a que el vampiro se largase...
Cuando, de repente, hizo algo que a Tomas nunca se le habría pasado por la cabeza tener que ver. Algo que él también había querido hacer, unos cuantos días atrás. Algo con lo que él había soñado todas las noches.
La había besado. Y no sólo la había besado. Le había robado su primer beso, y justo delante de él.
Tomas sintió como la rabia que tanto le había costado guardarse salía toda a la vez en ese momento, manando a oleadas desde su estómago, incontenible, haciendo que su cuerpo tomase las decisiones por él.
Ya no podía más.
Bajó de la mesa de un salto sordo, un salto del que el vampiro no se percató, sumido como estaba en un nuevo beso en la mejilla que Tomas apenas le dejó finalizar. Lo agarró por un brazo bruscamente y le dio media vuelta.
Y le soltó el puñetazo más poderoso que había podido soltarle a alguien en toda su vida, sin considerar que Nerine todavía estaba delante, sin que le importase absolutamente nada.
No quiso mirarla. Iba a ser incapaz de volver a mirarla, quizá, para siempre, después de haber respondido con tanta violencia ante un gesto que tal vez no le incumbía, y después de haber dejado que ese vampiro le ganase con tanta facilidad. Se miró el puño con el que había dado ese puñetazo, ese puñetazo que incluso lo había dejado tendido en el suelo, y se dirigió a la ventana, sin más.
- Cuando me largue, ya podéis seguir con lo que os dé la gana.
Y se puso en pie en la mesa para saltar.
Tuvo la mala suerte de hacer aquello justo cuando no correspondía.
Nerine y Lugat continuaban apreciando el regalo de éste último tranquilamente, como si Tomas no estuviese allí. El muchacho se rascó con despreocupación la cabeza, armándose de paciencia para esperar a que el vampiro se largase...
Cuando, de repente, hizo algo que a Tomas nunca se le habría pasado por la cabeza tener que ver. Algo que él también había querido hacer, unos cuantos días atrás. Algo con lo que él había soñado todas las noches.
La había besado. Y no sólo la había besado. Le había robado su primer beso, y justo delante de él.
Tomas sintió como la rabia que tanto le había costado guardarse salía toda a la vez en ese momento, manando a oleadas desde su estómago, incontenible, haciendo que su cuerpo tomase las decisiones por él.
Ya no podía más.
Bajó de la mesa de un salto sordo, un salto del que el vampiro no se percató, sumido como estaba en un nuevo beso en la mejilla que Tomas apenas le dejó finalizar. Lo agarró por un brazo bruscamente y le dio media vuelta.
Y le soltó el puñetazo más poderoso que había podido soltarle a alguien en toda su vida, sin considerar que Nerine todavía estaba delante, sin que le importase absolutamente nada.
No quiso mirarla. Iba a ser incapaz de volver a mirarla, quizá, para siempre, después de haber respondido con tanta violencia ante un gesto que tal vez no le incumbía, y después de haber dejado que ese vampiro le ganase con tanta facilidad. Se miró el puño con el que había dado ese puñetazo, ese puñetazo que incluso lo había dejado tendido en el suelo, y se dirigió a la ventana, sin más.
- Cuando me largue, ya podéis seguir con lo que os dé la gana.
Y se puso en pie en la mesa para saltar.
Tomas- Mensajes : 773
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Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Aquello no era lo acordado. Bueno, no era lo que Nerine se esperaba, para nada. No era nada de lo que habría imaginado nunca. En realidad, no sabía ni qué estaba pasando.
Solo sabía que estaba escuchando la música de la cajita de Lugat con emoción contenida, porque él le dijo que la había compuesto para ella y eso la hacía feliz. Nerine (no estaba muy segura de por qué) tenía ganas de que Tomas se acercase a ellos también, se sentara a su lado libre y escuchasen la canción los tres, porque entonces todo sería perfecto. Pero las cosas no salieron así.
L le acarició la mejilla y presionó con sus dedos sobre su cara para que Nerine lo mirase. Entonces, lentamente, se acercó a ella, y Neri abrió los ojos con sorpresa y estuvo a punto de preguntarle que qué estaba haciendo, pero no pudo porque él se inclinó un poco más sobre ella y la beso. Los ojos de Nerine se abrieron todavía más (porque aquello no era lo acordado, no era lo que ella se esperaba), y los labios de L acariciaron los suyos con suavidad y la distrajeron aunque no supiera muy bien por qué lo hacían. Fue vagamente consciente de que la estaban besando, ¡que estaba dando su primer beso!, porque algo tiró de ella y la sorprendió. La cajita estuvo a punto de deslizarse entre sus manos y caerse, pero pudo sujetarla a tiempo mientras saltaba hacia atrás y volvía a abrir los ojos hacia lo que ocurría frente a ella.
Tomas.
El corazón de Nerine latió con fuerza en aquel momento, mezcla de sorpresa, emoción y susto, y pudo observar como su amigo (se sintió terriblemente culpable por haberse olvidado de él durante los últimos segundos) apartaba a L agarrándole por el brazo y lo tumbaba de un limpio puñetazo. Sinceramente, habría gritado, pero estaba tan aturdida que ni aquello pudo hacer.
- Cuando me largue, ya podéis seguir con lo que os dé la gana.
“No”, tuvo ganas de decirle. “No te vayas". Pero no pudo apartar la mirada, casi en shock como estaba, de sus manos y de la caja de música. Se apartó un poco sobre la cama, lejos del vampiro tumbado en el suelo y lejos de la ventana, se llevó la mano a los labios y casi se le olvidó de respirar.
(uaghsksñjhajaahj Casi se me olvida respirar a mi también o_O He escrito lo que se me estaba pasando a mi por la cabeza...)
Solo sabía que estaba escuchando la música de la cajita de Lugat con emoción contenida, porque él le dijo que la había compuesto para ella y eso la hacía feliz. Nerine (no estaba muy segura de por qué) tenía ganas de que Tomas se acercase a ellos también, se sentara a su lado libre y escuchasen la canción los tres, porque entonces todo sería perfecto. Pero las cosas no salieron así.
L le acarició la mejilla y presionó con sus dedos sobre su cara para que Nerine lo mirase. Entonces, lentamente, se acercó a ella, y Neri abrió los ojos con sorpresa y estuvo a punto de preguntarle que qué estaba haciendo, pero no pudo porque él se inclinó un poco más sobre ella y la beso. Los ojos de Nerine se abrieron todavía más (porque aquello no era lo acordado, no era lo que ella se esperaba), y los labios de L acariciaron los suyos con suavidad y la distrajeron aunque no supiera muy bien por qué lo hacían. Fue vagamente consciente de que la estaban besando, ¡que estaba dando su primer beso!, porque algo tiró de ella y la sorprendió. La cajita estuvo a punto de deslizarse entre sus manos y caerse, pero pudo sujetarla a tiempo mientras saltaba hacia atrás y volvía a abrir los ojos hacia lo que ocurría frente a ella.
Tomas.
El corazón de Nerine latió con fuerza en aquel momento, mezcla de sorpresa, emoción y susto, y pudo observar como su amigo (se sintió terriblemente culpable por haberse olvidado de él durante los últimos segundos) apartaba a L agarrándole por el brazo y lo tumbaba de un limpio puñetazo. Sinceramente, habría gritado, pero estaba tan aturdida que ni aquello pudo hacer.
- Cuando me largue, ya podéis seguir con lo que os dé la gana.
“No”, tuvo ganas de decirle. “No te vayas". Pero no pudo apartar la mirada, casi en shock como estaba, de sus manos y de la caja de música. Se apartó un poco sobre la cama, lejos del vampiro tumbado en el suelo y lejos de la ventana, se llevó la mano a los labios y casi se le olvidó de respirar.
(uaghsksñjhajaahj Casi se me olvida respirar a mi también o_O He escrito lo que se me estaba pasando a mi por la cabeza...)
Nerine- Mensajes : 739
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Lugat cayo sin problema alguno tras el golpe que Tomas le había propinado en toda su cara. Miró a Nerine y pudo ver como la chica se alejaba de la situación y se acurrucaba en un hueco de la cama entre sus cortas y aniñadas piernas. Sabía que el beso que habían compartido la había cogido por sorpresa, ja que el vampiro no se había podido contener al ver como Nerine se había quedado embelesada con su regalo y la había besado muy tiernamente. Lugat se levantó del suelo como si tal cosa, y miró a Tomas.
- Esto de antes qué ha sido? Tanto me quieres para acariciarme la cara? Que sepas que a mi estos royos raros no me gustan. Como has podido comprobar hace un rato, prefiero relacionarme con las mujeres. Lugat esbozó una risa burlona para Tomas, y añadióNo has aprendido que tú, ni ningún mortal, puede dañar a un vampiro. De verdad crees que tu machito puñetazo ha inmutado lo mas mínimo a mi cuero? De verdad crees que me has vencido, o qué me has echo daño?Lo mira un poco mas detenidamente.No, tonto no seres y sabes de sobra qué lo que acabas de hacer es un suicidio. Por eso prefieres salir por "alas" antes que asumir tus propias consecuencias como un hombre, bueno un hombre que intentas ser.
- Esto de antes qué ha sido? Tanto me quieres para acariciarme la cara? Que sepas que a mi estos royos raros no me gustan. Como has podido comprobar hace un rato, prefiero relacionarme con las mujeres. Lugat esbozó una risa burlona para Tomas, y añadióNo has aprendido que tú, ni ningún mortal, puede dañar a un vampiro. De verdad crees que tu machito puñetazo ha inmutado lo mas mínimo a mi cuero? De verdad crees que me has vencido, o qué me has echo daño?Lo mira un poco mas detenidamente.No, tonto no seres y sabes de sobra qué lo que acabas de hacer es un suicidio. Por eso prefieres salir por "alas" antes que asumir tus propias consecuencias como un hombre, bueno un hombre que intentas ser.
Lugat- Mensajes : 118
Fecha de inscripción : 29/01/2011
Re: Habitacion de Nerine (priv. Tomas y Nerine)
Tomas mantuvo una de sus manos apoyadas en el marco de la ventana, notando como sus ojos se llenaban con unas lágrimas que el chico no quería sentir ahí. Y no era que las palabras del vampiro le importasen lo más mínimo, ni que él no supiese que, por muy fuerte que lo hubiese golpeado, no podía haberle hecho tanto daño como él había querido hacerle en un principio.
No, lo que le dolía no era aquello. Lo que le seguía doliendo, y lo que seguía revoloteando por su mente, era ese beso que acababa de presenciar sin esperarlo.
Sin darse la vuelta, y sin dejar que Lugat prosiguiese metiéndose con él de aquella manera -cuando él no le había hecho nada, ni se lo habría intentado hacer si lo hubiese dejado en paz-, pronunció, en voz baja.
- Aquí, no. Si quieres que asuma mis consecuencias, me puedes buscar cuando te apetezca.
Y una vez aclarado aquello, sí que se atrevió a saltar y dar por finalizado su maldito día blanco.
(Liis... quiero abrir un tema con ellos dos... aquí no tenía sentido que se peleasen... lo abrimos? ^^ -si me prometes que no lo matas, que veo a Lugat capaz xD)
(Ale, y aqui os dejo a vosotros dos el que empezó siendo privado de Tomas y Nerine xDxD!)
No, lo que le dolía no era aquello. Lo que le seguía doliendo, y lo que seguía revoloteando por su mente, era ese beso que acababa de presenciar sin esperarlo.
Sin darse la vuelta, y sin dejar que Lugat prosiguiese metiéndose con él de aquella manera -cuando él no le había hecho nada, ni se lo habría intentado hacer si lo hubiese dejado en paz-, pronunció, en voz baja.
- Aquí, no. Si quieres que asuma mis consecuencias, me puedes buscar cuando te apetezca.
Y una vez aclarado aquello, sí que se atrevió a saltar y dar por finalizado su maldito día blanco.
(Liis... quiero abrir un tema con ellos dos... aquí no tenía sentido que se peleasen... lo abrimos? ^^ -si me prometes que no lo matas, que veo a Lugat capaz xD)
(Ale, y aqui os dejo a vosotros dos el que empezó siendo privado de Tomas y Nerine xDxD!)
Tomas- Mensajes : 773
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Dom Mayo 20, 2012 8:39 am por Theodoro
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Sáb Mayo 19, 2012 6:20 am por Axis