Una chaqueta y algo más (priv. Arsi - Fred)

Fred se dirigía para la enfermería aunque no le tocaba turno hasta más tarde. Lucía una sonrisa algo bobalicona y debajo de las pecas se podía adivinar un sonrojo, solo llamaba la atención una bolsa de color morado con unas flores estampadas que llevaba felizmente de una mano.
Paró delante de la puerta de la enfermería, en principio Arsi tenía que estar sola. Antes de entrar echó la vista a la bolsa, dentro había una chaqueta de punto verde claro perfectamente plegada. En la batalla, la enfermera había perdido esa chaqueta que la acompañaba a todos lados y que (aunque ella no le había dicho nada) Fred suponía que tenía algún valor sentimental. Por lo que había decidido comprarle otra nueva y darle otro significado especial porque aunque su cabeza le decía que no, su corazón quería decirle todo lo que hacái poco había descubierto que sentía.
Así que cogió aire, y mientras abría la puerta lo soltó para dejar su ancha sonrisa a la vista – Buenas tardes, ¿cómo está mi enfermera favorita?

La verdad era que Arsi se encontraba algo aburrida esa tarde.
Pocos alumnos habían pasado por allí para comunicarle algún percance, y los escasos que habían pasado se habían ido demasiado pronto. A la mujer tampoco le gustaba estar hasta arriba de trabajo y no tener tiempo ni para respirar, pero... bueno, ahora estaba aburrida. Así que algo de trabajo no le habría ido mal.
Se encontraba tomando el tercer café de esa tarde leyendo una revista que ya se sabía de memoria, cuando escuchó cómo la puerta se abría. Arsi forjó una ligera sonrisa y se giró, esperando encontrar algún alumno echando sangre o quejándose de un dolor de garganta.
Pero no. Era Fred.
Aunque ella no lo reconoció e incluso borró ligeramente la sonrisa, que fuese él era mejor que cualquier alumno malherido.
– Buenas tardes -la saludó- ¿cómo está mi enfermera favorita?

- Aburrida -fue lo primero que respondió, mirandolo y cruzando los brazos con una ligera sonrisita- Ah, ¿es ya tu turno? Habrás traído pasatiempos, porque por aqui hoy no pasa un alma... - se rió de su propia broma, pero despues le bastó con dirigirle una leve ojeada al reloj de la pared para darse cuenta de que Fred no venía porque fuese su turno.

Y se sintió un poco nerviosa, sin saber por qué. Un poquito.
- Espera... -se detuvo, mirándolo de nuevo, a esos ojos azules que por un momento la bloquearon- No es tu turno. ¿Qué haces aquí, entonces?

Fred se rió cuando vio que Arsi creía que era el cambio de turno, realmente tenía que estar aburrida por no haber notado que le quedaba aún un buen rato de turno. Tenía una risa contagiosa, y estaba preciosa con esa sonrisa en los labios y su posición de brazos cruzados. Pero aún estaba más guapa con esa cara de sorpresa. ¿Qué le estaba pasando? No podía apartar la vista de ella… Y no sabía si eso era bueno o no.

- No, no es mi turno – le confirmó con su habitual sonrisa, aunque estaba un poco nervioso – Vengo a hacer una misión de reconocimiento, y veo que bien, bien no estas – intentando esconder la bolsa y mientras hablaba, dio la vuelta a la mesa y se colocó detrás de ella. Le apartó cuidadosamente el pelo para los lados (tenía el cabello muy fino, y bonito, pero intentó pensar en otras cosas para no ponerse a balbucear cosas sin sentido) – Así que estas aburridilla... – dejó la bolsa suspendida en el aire mientras colocaba las manos en sus pequeños hombros y empezaba a hacerle un masaje.

Tenía claro lo que iba ido a hacer, el problema era que no sabía muy bien como lo haría, así que de momento siguió con el masaje mirando de reojo la bolsa. - ¿Lo hago bien?

Arsi no pudo evitar reír más fuerte cuando escuchó las palabras de Fred, y esa gran sonrisa que… en el fondo, aunque ella no reconociese, aunque ella no fuera a reconocer nunca… tanto le gustaba.
- ¿Misión de reconocimiento? –repitió, todavía sonriendo. Iba a soltar una de sus bromas poco agradables, cuando Fred se le acercó y se le colocó detrás. Estuvo a punto de girarse y soltar otra risotada, y preguntar con sarna algo así como “¿A qué juegas, Fred?”, pero… notó sus manos acariciando su pelo y no se movió. No pudo moverse.
Y lo peor de todo, se olvidó de esa bolsa que llevaba tras él y que le había visto al poco de entrar.
- Así que estas aburridilla...
- Si, aburridilla… -corroboró, con voz medio ausente, sonriendo cuando notó el masaje y carraspeando después, percatándose de lo idiota que había sonado su voz. Por Dios, ¡ella no era así! – Muy aburrida. Espero cobrar más por esto, ¿eh?
Comentó aquello porque fue lo primero que pasó por su mente y porque, además, quería arreglar un poco el “desastre” de su voz boba y su sonrisa más boba aún. A Arsi no le gustaba mostrarse así. Y mucho menos delante de un hombre.
- No lo haces mal, no – rió, ante la pregunta de Fred- Pero, ¿esto a qué viene? ¿No tenías cosas que hacer y has pensado en hacerme una visita? –se giró tranquilamente y clavó su mirada en la de él- ¿Y… qué escondes ahí? – al ver la mirada algo sorprendida del muchacho, Arsi rió más fuerte- Oh, vamos. A mis ojos no se les escapa nada, Freddy. Ya deberías saberlo.
Le gustaba aquello de llamarlo así. Le parecía un apodo divertido.
Pero era, a fin de cuentas, una manera cariñosa de llamarlo.

Fred se sorprendió de esa vocecilla con la que habló Arsi y se quedó un poco abobado con esa sonrisilla que puso, aunque le duró poco, al igual que al vocecilla, que volvió a ser la de siempre, aunque él siguió abobado. – Es tu turno, no te puedo dar más, lo siento.
De momento todo estaba saliendo según lo planeado (bueno planeado… pensado, porque no había hecho ningún plan), pero entonces ella se giró antes de lo que había previsto, algo iba mal. - ¿es… esconder? ¡No escondo nada! – se intentó excusar, aunque ya sabía que no la engañaría, nunca lo hacía, como ella misma había dicho, no se le escapaba nada. Así que tragó saliva y cogió la bolsa con la mano.

- No es nada, es un detalle. – miró dentro de la bolsa otra vez, como si la chaqueta fuese a decirle algo, pero como el silencio se estaba apoderando de la enfermería, simplemente le dio la bolsa. – Espero que te guste… - Dijo algo sonrojado.