Heridas de guerra (priv. Arsi - Fred)

Fred esperó a que Arsi abriera la puerta, pues él tenía los brazos llenos de pequeñas heridas, pero una en concreto estaba peor a momentos y le dolía. "Maldito el momento que decidí estamparme con esa maldita pared" Pensó, cosa que no había hecho mientras peleaban, aunque tampoco había tenido muchas otras posibilidades.

Una vez dentro se sentó, a regañadientes, en la camilla. Y estiró los brazos para que Arsi los examinara, aunque él también lo estaba haciendo. - No tengo nada grave, es solo limpiar las heridas. - anunció aunque Arsi no le hizo el menor caso. No quería que le tocara la herida grave, no quería quejarse delante de ella.

Arsi arqueó una ceja, sonriendo irónicamente cuando Fred aseguró que no tenía nada grave en sus brazos. La mujer incluso los estaba viendo bastante peor que cuando habían concluido su pequeño entrenamiento. Pero, claro, el enfermero no iba a reconocer algo así.
Corrió hasta su almacén, y trajo todo lo que iba a hacerle falta para desinfectar sus heridas.
- Ah, bueno, pues si no es grave podemos ir rápido, ¿no te parece? -mostró una sonrisita perversa- ¿Por cuál te apetece que empiece? ¿Por esta? -palpó alrededor de una pequeña heridita, con lo cual Fred aguantó sin emitir ningún quejido.
Pero fue aumentando el tamaño de las heridas que palpaba conforme hablaba.
- ¿O esta mejor? ¿O... esta?
Hasta, finalmente, tocar un poco alrededor de la herida que parecía más grande de todas. Palpar ahí le dolió hasta ella. Era imposible que Fred siguiese negándose a reconocer que sus brazos estaban mal... después de aquel recorrido.

(Arsi es un poco borde, pero es que es así la pobre jajaja!)

Arsi ignoró el comentario que había hecho y empezó a examinar las heridas palpándolas. Por suerte para Fred empezó por las más superficiales y pudo aguantarse bien el dolor, pero cuando llegó a la más grave no lo pudo evitar y apartó el brazo. Con los ojos lagrimosos se cogió el brazo con la otra mano, como si se tratara de un niño. - Te he dicho que no me duele, lava y me voy a dormir. Ya verás como mañana me encuentro mucho mejor. De verdad. - Dijo con una de sus sonrisas de galán. Por dentro le dolía de verdad pero sabía que con una buena limpieza y una venda sanaría de seguida.

Dejando atrás cualquier resquicio de su sonrisa irónica y su ánimo conforme, Arsi ahogó un bufido cuando Fred continuó negándose a reconocer que aquello no era algo tan insignificante como él estaba creyendo. Le agarró el brazo que había escondido -para que no lo tocase, temiendo el dolor, claro-, y se vio sumida por sus pensamientos. Unos pensamientos que tenían una figura clave en su centro. Alguien a quien Fred le recordaba, cada vez que se hacía el duro o el insensible.
Arsi comenzó a murmurar algo entre dientes, mientras iba al almacén. Al regresar, pronunció en voz más alta, pero todavía entre susurros:
- Eres igual que él.
Esperando que Fred no la hubiese escuchado, dejó lo que había tomado del almacén en una mesita y, todavía muy seria, comenzó a pasar un algodón mojado por uno de los brazos del enfermero, lleno de heridas.

Arsi le volvió a coger el brazo y el gruñó, aunque Arsi no lo escuchó estaba como ausente. Fred se la quedó mirando, pero no dijo nada más. Solo puso mala cara cuando se fue al almacén aunque tenía ganas de saber que pasaba por su cabeza.
Arsi volvió susurrando, Fred afinó su oreja para intentar oír lo que decía. - Eres igual que él. - Le pareció oír. No pudo evitar sonreír, estaba pensando en él. Esperó a ver si decía algo más, pero en el momento en que empezó a pasar un algodón mojado por su brazo, habló para no tener que quejarse delante de ella. - ¿Me parezco a quién?

Arsi alzó la mirada y dejó su algodón quieto por unos momentos, cuando Fred pronunció aquella interrogación. Por lo visto, había pillado uno de sus susurros. La mujer volvió a centrarse en su tarea, pensando en algo ingenioso para no responder de manera completamente sincera a esa cuestión.
Pero tenía su mente tan nublada por el recuerdo de aquel hombre... aquello había sido hacía bastante tiempo, y sin embargo, todavía lo recordaba a la perfección.
- A todos -acabó determinando finalmente, intercalando un suspiro entre sus palabras y sonando algo distraída- Si sois todos iguales.
Arsi se dio cuenta de que llevaba un buen rato frotando la misma herida.

Fred se la quedó mirando. Otra vez volvía a esquivar las preguntas con alguna respuesta que no tocaba. - Si, claro. Todos se estampan contra una pared siempre que pueden. - Le dijo para que sonriera un poco - Por cierto, creo que esta herida ya esta suficientemente limpia. - dijo con el mayor tacto posible.

Arsi no sonrió ante su comentario, sumida como estaba, todavía, en sus propios pensamientos. Sin embargo, tampoco pudo oponer ninguna queja ante su siguiente frase. Rápidamente, dejó de frotar la herida con un quejido entre dientes y se rascó la cabeza.
- Perdona, es que... me he distraído un poco -determinó al fin, intuyendo que habría estado mejor sin decir nada y apresurándose a volver a por ese líquido en el que había impregnado el algodón. No entendía por qué narices tenía que estar pensando en eso ahora, con la de heridas del brazo de Fred que tenía que curar...
Entonces, todavía mostrando aquella distracción que había asegurado poseer, Arsi notó como el bote que contenía aquel líquido resbalaba de su mano, al no haberlo podido sujetar bien. Rápidamente, agachó la mano que lo sujetaba para pararlo antes de que cayese al suelo...
Pero ella no fue la única que lo intentó alcanzar.
La mano de Fred también estaba allí, puesta en la pequeña botella, encima de la suya.

Arsi no pudo hacer otra cosa que quedarse bloqueada.

Arsi no había sonreído ante su comentario y eso lo preocupó. La siguió observando, des de qeu había vuelto del almacén estaba como rara. Fred se acabó de preocupar cuando se le resbaló de la mano, él fue a cogerlo pese a su brazo dolorido. No solo cogió cogió la botella sino que también cogió la mano de Arsi.
Los dos se quedaron mirándose y fue en ese momento que Fred se dio cuenta de que Arsi estaba un poco roja y ausente. Dejó el bote en la mesilla y colocó su mano en la frente de la chica. - Arsi, creo que tienes fiebre. ¿Te encuentras bien?


(Mi niño es tonto u.u')

(mi otro niño también xDxD! Arsi... no tanto jaja! Son cosas que pasan XD)

Arsi notó como el roce de la mano de Fred sobre su frente sólo la hacía sentir peor. Si, fiebre. Seguro que era por eso. Ahogando un gruñido, la mujer apartó la mano del enfermero de su frente, percibiendo un nuevo estremecimiento cuando acarició su brazo malherido con sus dos manos. Intentó simular una voz fría y despreocupada.
- Venga ya, Fred, ¿por qué iba a tener fiebre? ¿Es que te da pena estar mal tú y yo no...? -le espetó, volviendo a dejar pasear su algodón por el brazo que le acababa de sujetar. Trató de no volver a ensimismarse en sus ojos, o en sus rasgos, o en cualquier cosa otra vez. Se había prometido a sí misma que eso no iba a volver a pasar. No iba a tirarlo todo por la borda en ese instante.
- Se está haciendo tarde... voy a acelerar un poco -le informó, sólo por tener algún cambio de tema disponible. Dirigió su mirada a la herida más grande, y trató de moverse con más cuidado- Esto te dolerá.
Pasó con delicadeza el algodón húmedo por encima.

- Venga ya, Fred, ¿por qué iba a tener fiebre? ¿Es que te da pena estar mal tú y yo no...? - Fred sonrió, algo le pasaba a Arsi, pero al menos ya volvía a bromear. Se apuntó mentalmente sacarle que le ocurría, pero más tarde, le había cogido el brazo herido y tenía que tener todas sus fuerzas alerta para no quejarse mucho.
- Se está haciendo tarde... voy a acelerar un poco. Esto te dolerá. - Fred vio como el algodón se iba para la herida más grande y más fea. Tenía la esperanza de poder curarsela él mismo, pero visto lo visto apretó fuerte los dientes para no quejarse mucho y cogió fuerzas para no apartar el brazo. Aunque Arsi pasara el algodón con cuidado a él le escocía mucho, y para no quejarse empezó a poner caras cada vez más raras, hasta que no pudo más. - ¿Queda mucho? - dijo con un intento de sonrisa.

Arsi vio aquella especie de mueca extravagante que Fred acababa de forjar y no pudo evitar compadecerse un poco de él. Intentó ser más cautelosa con su herida, a pesar de que era casi imposible que aquello no doliese.
- No... no, tranquilo, ya casi está -frotó suavemente un par de veces más, para después separar el algodón de esa herida y continuar con las restantes, que ya eran menos- Pero... pero seguramente tendríamos que darle algún punto para que se cure mejor... ¿no te parece?

Fred miró a Arsi sin levantar la cabeza, solo con los ojos, como hacía cuando era niño y quería algo. Sabía que tenían que ponerle puntos para que cerrara mejor, pero eso significaba un poco más de dolor, y no quería eso. - ¿Tengo otra opción? - dijo como si no supiera nada y fuera un paciente más.

(Comentario soso, pero... no me sale nada mas u.u lo siento)

(no pasa nada A ver si se animan un poco...)

Arsi no pudo evitar echarse a reír cuando Fred le dirigió aquella mirada encogida, como si se tratase de un pequeño niño que temía a las agujas. Sin responderle, fue a coger la aguja y algo de hilo, alegando cuando regresó:
- No... creo que no la tienes... -amplió un poco su sonrisa, tornándola sin percatarse más amable que de costumbre- No te preocupes, te distraeré para que no estés pendiente del dolor, como suele hacerse, ¿no...?
Y, buscando esa distracción, antes de que Fred tuviese tiempo de decir nada, Arsi le cuestionó.
- ¿Te está gustando la Academia?

Fred iba a quejarse, pero Arsi era más rápida y no le dejó, así qeu se contentó con hacerle una mala cara. Cuando vio que ella se acercaba con aguja e hilo, cogió aire y mirando a otro lado (si miraba donde le cosía se pondría nervioso y acabaría quitándole la aguja para hacerlo él mismo) contestó la pregunta. - Me gustaba más antes quizá, a veces me arrepiento de haberme largado de aquí. Pero bueno, ahora no esta mal, ¿eh? - dijo mirándola y guiñándole el ojo. Fijó al vista en su brazo, ya había acabado de coserlo, por lo que se levantó. - Muchísimas gracias, y ahora.... No estaría mal que nos fuéramos a dar una ducha. - Dijo sonriente, pero al ver al cara qeu llevaba Arsi añadió - Nos vemos mañana en el primer turno.
Se acercó a la puerta y la abrió esperando a que ella pasase primero, como un buen caballero.


(Si quieres añadir algo añade, sino cierro ^^)

(¡Cierro! Y bueno... ahora se van a animar un poco xD)