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Un secreto entre tú y yo (priv.)
2 participantes
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Re: Un secreto entre tú y yo (priv.)
Jarpër negó las palabras de Moses mientras bajaba la cabeza, ya le había dicho que no había besado a nadie, ¿qué más quería? No podía hacerle más y la situación se estaba volviendo un pelín vergonzosa, ¿acaso era malo que no hubiera besado a nadie? Simplemente no había encontrado esa persona especial con la que compartirlo todo. Bueno, ahora ya sí, la tenía delante y se estaba burlando de él (Bonita manera de empezar una relación o cualquier cosa).
Vio como Moses se cruzaba de piernas, pero siguió con la mirada baja, no quería que el limníade viese que estaba sonrojado. Pero de pronto notó su mano en el brazo y ese gesto le hizo levantar la cabeza de golpe, por instinto, y lo vio muy cerca de él (en realidad no lo estaba tanto pero su mente le jugó una mala pasada) y de pronto esas palabras “¿Quieres que te bese yo?”
La boca de Jar dibujaba una pequeña “o” y sus ojos pestañeaban demasiado, el resto de él estaba inmóvil, no reaccionaba, nada de nada. Poco a poco, dejó de pestañar tanto y cerró la boca, todo su cuerpo se giró para Moses y preguntó (por si acaso todo eso era una broma, ya que no se lo creía) - ¿Me besarías?
Vio como Moses se cruzaba de piernas, pero siguió con la mirada baja, no quería que el limníade viese que estaba sonrojado. Pero de pronto notó su mano en el brazo y ese gesto le hizo levantar la cabeza de golpe, por instinto, y lo vio muy cerca de él (en realidad no lo estaba tanto pero su mente le jugó una mala pasada) y de pronto esas palabras “¿Quieres que te bese yo?”
La boca de Jar dibujaba una pequeña “o” y sus ojos pestañeaban demasiado, el resto de él estaba inmóvil, no reaccionaba, nada de nada. Poco a poco, dejó de pestañar tanto y cerró la boca, todo su cuerpo se giró para Moses y preguntó (por si acaso todo eso era una broma, ya que no se lo creía) - ¿Me besarías?
Jarpër- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 21/04/2011
Re: Un secreto entre tú y yo (priv.)
¿Me besarías? Pese a lo directo de la pregunta (cosa que tampoco era de extrañar, porque él había sido igual de directo unos segundos antes), Moses no se amilanó y no apartó la mano del brazo de Jarpër. Tragó saliva con disimulo y levantó la mirada hacia los labios de la serpiente, que seguían levemente curbados en forma de "o", y trató de sonreírle con el mismo gesto burlón y seguro que antes aunque en realidad no le salió.
"Claro", le aseguró, deslizando la mano por su brazo hasta que esta cayó otra vez sobre su regazo, aunque mantuvo la mirada firme en él. "Si tú quieres, si"
Ladeó un poco la cabeza y no perdió tiempo, incorporándose sobre la camilla y dándose la vuelta para erguirse sobre las rodillas y quedar prácticamente a la misma altura que Jarpër, pudiendo conectar sus ojos con los ojos amarillentos de él, sumergirse en ellos y perderse. Trató que su mirada no mostrase lo poco seguro que estaba en realidad de lo que estaba a punto de hacer, porque la verdad era que ni él mismo lo tenía muy claro. ¡Pero si en la vida había dado un mísero beso! Hasta Geel (¡Geel!) había besado a Fidel, mientras él se comía los mocos... ¿Qué clase de mosca extraña le había picado ahora? No lo tenía muy claro... Pero el caso era que, miraba a los ojos a Jarpër, y no le importaba.
"Pero tienes que mantenerlo en secreto, ¿vale?", matizó, alzando de nuevo ambas manos para apoyarlas sobre los hombros de Jarpër. "No puedes decírselo a nadie,nadie debe saberlo...". Tragó saliva y le acarició.
"Es... Un secreto entre tu y yo"
"Claro", le aseguró, deslizando la mano por su brazo hasta que esta cayó otra vez sobre su regazo, aunque mantuvo la mirada firme en él. "Si tú quieres, si"
Ladeó un poco la cabeza y no perdió tiempo, incorporándose sobre la camilla y dándose la vuelta para erguirse sobre las rodillas y quedar prácticamente a la misma altura que Jarpër, pudiendo conectar sus ojos con los ojos amarillentos de él, sumergirse en ellos y perderse. Trató que su mirada no mostrase lo poco seguro que estaba en realidad de lo que estaba a punto de hacer, porque la verdad era que ni él mismo lo tenía muy claro. ¡Pero si en la vida había dado un mísero beso! Hasta Geel (¡Geel!) había besado a Fidel, mientras él se comía los mocos... ¿Qué clase de mosca extraña le había picado ahora? No lo tenía muy claro... Pero el caso era que, miraba a los ojos a Jarpër, y no le importaba.
"Pero tienes que mantenerlo en secreto, ¿vale?", matizó, alzando de nuevo ambas manos para apoyarlas sobre los hombros de Jarpër. "No puedes decírselo a nadie,nadie debe saberlo...". Tragó saliva y le acarició.
"Es... Un secreto entre tu y yo"
Moses- Mensajes : 156
Fecha de inscripción : 18/02/2011
Re: Un secreto entre tú y yo (priv.)
Jarpër aún estaba un poco en shock, pero se dio cuenta que la sonrisa de Moses era distinta a la de hacía un rato, aunque no le dio tiempo a averiguar porque ya que le contestó.
Inconscientemente, seseó a modo respuesta mientras con afirmaba con la cabeza, pues se le había hecho un nudo en al garganta por los nervios y la voz no le salía. Cuando Moses se incorporó, quedando a la misma altura que él con los ojos inmersos en los suyos ya se dio por vencido. La inteligencia no era el fuerte de Jar, pero nunca en su vida había estado tan confuso. Al entrar Moses le había dicho que quería que fuesen amigos y ahora eso… Aunque no le quiso dar más vueltas, porque él ansiaba ese beso, y si abría la boca estaba seguro de que la cagaría y Moses saldría huyendo otra vez.
Cerró un poco los ojos cuando el limniade lo acarició, meditando sus palabras, pero solo fue capaz de susurrar un - … secreto… - mientras le cogía un de las manos y se al apretaba un poco, para sentirlo allí, para comprobar que era realidad lo que estaba pasando.
Inconscientemente, seseó a modo respuesta mientras con afirmaba con la cabeza, pues se le había hecho un nudo en al garganta por los nervios y la voz no le salía. Cuando Moses se incorporó, quedando a la misma altura que él con los ojos inmersos en los suyos ya se dio por vencido. La inteligencia no era el fuerte de Jar, pero nunca en su vida había estado tan confuso. Al entrar Moses le había dicho que quería que fuesen amigos y ahora eso… Aunque no le quiso dar más vueltas, porque él ansiaba ese beso, y si abría la boca estaba seguro de que la cagaría y Moses saldría huyendo otra vez.
Cerró un poco los ojos cuando el limniade lo acarició, meditando sus palabras, pero solo fue capaz de susurrar un - … secreto… - mientras le cogía un de las manos y se al apretaba un poco, para sentirlo allí, para comprobar que era realidad lo que estaba pasando.
Jarpër- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 21/04/2011
Re: Un secreto entre tú y yo (priv.)
Mientras observaba a Jarpër, con las manos apoyadas mansamente sobre sus hombros, Moses trató de no pensar demasiado porque, si se ponía a pensar, se daría cuenta de que estaba a punto de cometer una estupidez y se arrepentiría antes de hacer nada. Y eso, estaba seguro, sería un error, porque, de algún modo que ni él mismo era capaz de imaginar, Moses tenía ganas de hacer eso, acercarse a Jarpër obedeciendo aquella especie de fuerza magnética que la serpiente ejercía sobre él sin que pudiera hacer ((o quisiera hacer)) nada por evitarlo, así que ladeó un poco la cabeza y la acercó más a él.
Sonrió cuando Jar abrió la boca de forma adorable y repitió aquello de “secreto” con voz ausente, apretando su mano imperceptiblemente como si no quisiera que se apartase de golpe de él, y definitivamente terminó de acercarse como sabiendo que… Que no podía hacer otra cosa.
“Cierra los ojos”, murmuró dentro de su cabeza, flojito, muy flojito, cuando ya casi estuvo pegado a él. Atisbó un segundo una chispa en los ojos de Jarpër antes de que los cerrara del todo, y él mismo cerró los ojos también y tragó saliva, percibiendo la calidez de los labios de Jarpër bajo los suyos y… Y luego lo besó.
Fue un poco curioso. Teniendo en cuenta que él estaba formado, básicamente, de magia y fuego y que, por lo tanto, su temperatura corporal siempre era alta, y también que Jarpër era un familiar-serpiente y que, por lo tanto, tenía la sangre fría, Moses se sorprendió al comprobar lo caliente que le resultó aquello. Sus manos, actuando por voluntad propia, se apartaron de la cara de Jar y rodearon su cuello, buscando, tal vez, pegarse un poquito a él para que aquel beso no terminara nunca. Como no sabía muy bien qué tenía que hacer, tampoco se complicó demasiado la vida, pero de todos modos, le resultó bastante… Tierno. Si, tierno, como Jarpër, porque definitivamente Jarpër era la persona más tierna que nunca había conocido, incluso más que Geel y quizá por eso ahora notaba que le estaba gustando tanto.
En realidad… Tampoco le dio mucha importancia. Solo lo besó.
Sonrió cuando Jar abrió la boca de forma adorable y repitió aquello de “secreto” con voz ausente, apretando su mano imperceptiblemente como si no quisiera que se apartase de golpe de él, y definitivamente terminó de acercarse como sabiendo que… Que no podía hacer otra cosa.
“Cierra los ojos”, murmuró dentro de su cabeza, flojito, muy flojito, cuando ya casi estuvo pegado a él. Atisbó un segundo una chispa en los ojos de Jarpër antes de que los cerrara del todo, y él mismo cerró los ojos también y tragó saliva, percibiendo la calidez de los labios de Jarpër bajo los suyos y… Y luego lo besó.
Fue un poco curioso. Teniendo en cuenta que él estaba formado, básicamente, de magia y fuego y que, por lo tanto, su temperatura corporal siempre era alta, y también que Jarpër era un familiar-serpiente y que, por lo tanto, tenía la sangre fría, Moses se sorprendió al comprobar lo caliente que le resultó aquello. Sus manos, actuando por voluntad propia, se apartaron de la cara de Jar y rodearon su cuello, buscando, tal vez, pegarse un poquito a él para que aquel beso no terminara nunca. Como no sabía muy bien qué tenía que hacer, tampoco se complicó demasiado la vida, pero de todos modos, le resultó bastante… Tierno. Si, tierno, como Jarpër, porque definitivamente Jarpër era la persona más tierna que nunca había conocido, incluso más que Geel y quizá por eso ahora notaba que le estaba gustando tanto.
En realidad… Tampoco le dio mucha importancia. Solo lo besó.
Moses- Mensajes : 156
Fecha de inscripción : 18/02/2011
Re: Un secreto entre tú y yo (priv.)
Jarpër, más nervioso de lo que nunca había recordado estar, hizo caso a ese murmuro que oyó en su cabeza y cerró los ojos, aunque antes de eso miró una última vez a Moses que estaba cerca, muy cerca, para asegurarse de que eso estaba a punto de pasar y de que no sería una broma.
Y de pronto lo notó.
Moses lo estaba besando. No sabía exactamente que hacer así que hizo lo de siempre, dejar que su instinto lo guiara. Notaba a Moses muy cálido (si, era un ser de fuego, pero no quemaba, simplemente sus labios y sus manos que notaba en el cuello tenían una temperatura muy agradable que hacía que casi lo hacía estremecer) y mientras una mano se posaba en la cintura del muchacho, la otra, sin miedo ninguno, se fue a juguetear con su cabello. No tenía miedo de quemarse porque sabía que no lo haría, porque en ese momento sentía que eran uno y que sus cuerpos estaban sincronizados.
Poco a poco se separaron y volvieron a sus lugares iniciales. Jar se lamió el labio inferior, buscando el gusto de los labios de Moses mientras que, sonrojado, no apartaba al vista de él. Quería decir algo pero su mene estaba lejos, muy lejos, y le estaba costado volver a su sitio. Pues como más miraba a Moses, más pensaba en ese beso, y más pensaba en cuanto lo quería y en cuanto quería que fuera suyo y solo suyo, como lo había sido hacía unos instantes.
Y de pronto lo notó.
Moses lo estaba besando. No sabía exactamente que hacer así que hizo lo de siempre, dejar que su instinto lo guiara. Notaba a Moses muy cálido (si, era un ser de fuego, pero no quemaba, simplemente sus labios y sus manos que notaba en el cuello tenían una temperatura muy agradable que hacía que casi lo hacía estremecer) y mientras una mano se posaba en la cintura del muchacho, la otra, sin miedo ninguno, se fue a juguetear con su cabello. No tenía miedo de quemarse porque sabía que no lo haría, porque en ese momento sentía que eran uno y que sus cuerpos estaban sincronizados.
Poco a poco se separaron y volvieron a sus lugares iniciales. Jar se lamió el labio inferior, buscando el gusto de los labios de Moses mientras que, sonrojado, no apartaba al vista de él. Quería decir algo pero su mene estaba lejos, muy lejos, y le estaba costado volver a su sitio. Pues como más miraba a Moses, más pensaba en ese beso, y más pensaba en cuanto lo quería y en cuanto quería que fuera suyo y solo suyo, como lo había sido hacía unos instantes.
Jarpër- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 21/04/2011
Re: Un secreto entre tú y yo (priv.)
Después del beso, cuando Jarpër hundió la mano entre sus cabellos (y él se aseguró de que estos no quemaban, porque la mano de la serpiente ahí, grande y firme, le resultaba extrañamente agradable), Moses sonrió un poco más estúpidamente que antes y se sentó de nuevo sobre la camilla. Miró a su alrededor con aspecto abstraído, fingiendo que lo que acababa de ocurrir no le había sacudido por dentro como lo había hecho, y después ladeó la cabeza y volvió la mirada hacia Jarpër.
"No ha estado mal, ¿eh?", le dijo como el que no quiere la cosa, neutro, borrando de sus pensamientos cualquier rastro de emoción que pudiera delatarle. Se mordió el labio cuando vio que él se lo lamía, como saboreándolo, y reprimió las ganas de colgarse de su cuello otra vez y repetirlo porque aquello no habría sido nada propio de él.
Aunque, claro, tampoco era propio de él quedarse sin lo que le apetecía. Y le apetecía besarlo de nuevo. Si, exacto.
"¿Quieres otro?", cuestionó un poco burlonamente, aunque sin verdadera mala intención. Sin esperar ninguna respuesta por su parte, estiró el cuello de la camisa de Jar para obligarle a inclinarse (porque él ya se había levantado antes, y no pensaba volverlo a hacer) y, cuando lo tuvo cerca, sopló sobre su boca, soltó su ropa para rodearle de nuevo el cuello, y lo besó.
Se sorprendió a sí mismo haciendo aquello, que no era -para nada- propio de él, y se sorprendió todavía más al darse cuenta de lo muchísimo que le gustaba. Algo dentro de su estómago (aunque podía no ser exactamente su estómago. Era algo más inxplicable) se estremeció e hizo click.
Y, para ser sincero a la verdad, le importó muy poco. Le gustaba y estaba bien. Era suficiente.
"No ha estado mal, ¿eh?", le dijo como el que no quiere la cosa, neutro, borrando de sus pensamientos cualquier rastro de emoción que pudiera delatarle. Se mordió el labio cuando vio que él se lo lamía, como saboreándolo, y reprimió las ganas de colgarse de su cuello otra vez y repetirlo porque aquello no habría sido nada propio de él.
Aunque, claro, tampoco era propio de él quedarse sin lo que le apetecía. Y le apetecía besarlo de nuevo. Si, exacto.
"¿Quieres otro?", cuestionó un poco burlonamente, aunque sin verdadera mala intención. Sin esperar ninguna respuesta por su parte, estiró el cuello de la camisa de Jar para obligarle a inclinarse (porque él ya se había levantado antes, y no pensaba volverlo a hacer) y, cuando lo tuvo cerca, sopló sobre su boca, soltó su ropa para rodearle de nuevo el cuello, y lo besó.
Se sorprendió a sí mismo haciendo aquello, que no era -para nada- propio de él, y se sorprendió todavía más al darse cuenta de lo muchísimo que le gustaba. Algo dentro de su estómago (aunque podía no ser exactamente su estómago. Era algo más inxplicable) se estremeció e hizo click.
Y, para ser sincero a la verdad, le importó muy poco. Le gustaba y estaba bien. Era suficiente.
Moses- Mensajes : 156
Fecha de inscripción : 18/02/2011
Re: Un secreto entre tú y yo (priv.)
Jarpër, sin dejar de mirar a Moses ni apartar la mano de su pelo. Sonrió con él, saboreando el gusto que el limniade había dejado dentro suyo.
Cuando habló, la serpiente primero se asustó, pero pronto negó con la cabeza. Aún no tenía palabras pero, definitivamente le había gustado eso que había sentido durante el beso y más aún la sensación que le había dejado después. Jarpër abrió la boca sin saber muy bien que decir, pero decir algo al fin y al cabo cuando Moses habló de nuevo en su cabeza. Lo miró con los ojos muy abiertos, ¿de verdad quería otro beso? Él encantado, pero no acababa de entender lo que pasaba. Iba a darle una respuesta pero no le dio tiempo, le cogió del cuello y le obligó a besarlo (también es verdad que opuso muy poca resistencia).
Esta vez, Jar reaccionó más rápido y le devolvió el segundo beso, torpemente, pero con mucho amor. Le parecía muy curioso como los labios de Moses, en principio ardientes como el fuego que lo formaba, eran más que dulces y tenían el punto justo de ardor para que le gustaran (¿gustar? ¡Encantar!). Y es que por muchas dudas que tuviera sobre lo que estaba pasando, sobre como besar o sobre si a Moses le estaba gustando tanto eso como a él, solamente tenía clara una cosa: Moses tenía que ser suyo sí o sí.
Con esa idea en la cabeza, se separó de Moses, depositando un último beso en sus labios, seguido de una sonrisa más bien boba. Y mientras delicadamente le acariciaba los labios, esos labios tan bonitos, tan buenos, tan… Habló – Si quería ese beso… - dijo como si tuviera que aclararlo – Moses… ¿en qué nos deja esto?
Cuando habló, la serpiente primero se asustó, pero pronto negó con la cabeza. Aún no tenía palabras pero, definitivamente le había gustado eso que había sentido durante el beso y más aún la sensación que le había dejado después. Jarpër abrió la boca sin saber muy bien que decir, pero decir algo al fin y al cabo cuando Moses habló de nuevo en su cabeza. Lo miró con los ojos muy abiertos, ¿de verdad quería otro beso? Él encantado, pero no acababa de entender lo que pasaba. Iba a darle una respuesta pero no le dio tiempo, le cogió del cuello y le obligó a besarlo (también es verdad que opuso muy poca resistencia).
Esta vez, Jar reaccionó más rápido y le devolvió el segundo beso, torpemente, pero con mucho amor. Le parecía muy curioso como los labios de Moses, en principio ardientes como el fuego que lo formaba, eran más que dulces y tenían el punto justo de ardor para que le gustaran (¿gustar? ¡Encantar!). Y es que por muchas dudas que tuviera sobre lo que estaba pasando, sobre como besar o sobre si a Moses le estaba gustando tanto eso como a él, solamente tenía clara una cosa: Moses tenía que ser suyo sí o sí.
Con esa idea en la cabeza, se separó de Moses, depositando un último beso en sus labios, seguido de una sonrisa más bien boba. Y mientras delicadamente le acariciaba los labios, esos labios tan bonitos, tan buenos, tan… Habló – Si quería ese beso… - dijo como si tuviera que aclararlo – Moses… ¿en qué nos deja esto?
Jarpër- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 21/04/2011
Re: Un secreto entre tú y yo (priv.)
- Moses... ¿En qué nos deja esto?
El limníade abrió un ojo con pereza y miró a Jarpër cuando le escuchó preguntarle aquello, porque él estaba muy bien como estaba ahora, colgado de su cuello sin tener que pensar en nada más, y ahora no le apetecía nada. Empujó un poco a la serpiente para que se apartara de él, con suavidad, y se dejó caer de espaldas sobre la camilla mientras pensaba, ladeando la cabeza en dirección contraria y lamiéndose los labios distraídamente.
"¿En qué nos deja esto?", repitió dentro de su cabeza, abstraído, todavía pensando que sus labios eran suaves y calentitos y que le gustaría volver a besarle otra vez aunque no pensaba incorporarse para hacerlo de nuevo.
Y lo meditó todo profundamente, en silencio, con los ojos entrecerrados y clavados en la pared contraria. Cuando había hablado con Fidel, este ya le había dicho que le parecía que aquella vez, con Jarpër, estaba actuando diferente a cuando se le declararon Hanabi o Nüse, que estaba portándose más como una colegiala enamorada, pero Moses no le había echado muchas cuentas pensando que se lo decía solo para burlarse un poco de él. Al principio, el limníade no se había sentido muy diferente a las otras veces, y había vuelto a la enfermería con la firme convicción de dejar las cosas claras y marcharse teniéndolo todo igual de claro, pero ahora…
“No lo sé”, admitió, porque se acababa de dar cuenta de que no podía deshacer solo y en tan poco tiempo el lío que se había formado en su cabeza. “No lo sé, pero… Bueno, me da igual”
Volvió la cabeza hacia él y asintió, porque si, porque le daba igual no tener ni idea de en qué situación los dejaba aquello, porque lo importante era que les había gustado y que aquello significaba que era bueno. Asintió.
“En lo que tú quieras”, decidió, sabiendo que aquella respuesta le agradaría a Jarpër y a él le vendría más o menos bien. Aceptable por el momento. “En lo que tú quieras, mientras lo mantengamos en secreto”
Sonrió, incorporándose un poco de nuevo y mirando a Jarpër con ojos brillantes, pícaros, divertidos.
“Es un secreto entre tú y yo”
El limníade abrió un ojo con pereza y miró a Jarpër cuando le escuchó preguntarle aquello, porque él estaba muy bien como estaba ahora, colgado de su cuello sin tener que pensar en nada más, y ahora no le apetecía nada. Empujó un poco a la serpiente para que se apartara de él, con suavidad, y se dejó caer de espaldas sobre la camilla mientras pensaba, ladeando la cabeza en dirección contraria y lamiéndose los labios distraídamente.
"¿En qué nos deja esto?", repitió dentro de su cabeza, abstraído, todavía pensando que sus labios eran suaves y calentitos y que le gustaría volver a besarle otra vez aunque no pensaba incorporarse para hacerlo de nuevo.
Y lo meditó todo profundamente, en silencio, con los ojos entrecerrados y clavados en la pared contraria. Cuando había hablado con Fidel, este ya le había dicho que le parecía que aquella vez, con Jarpër, estaba actuando diferente a cuando se le declararon Hanabi o Nüse, que estaba portándose más como una colegiala enamorada, pero Moses no le había echado muchas cuentas pensando que se lo decía solo para burlarse un poco de él. Al principio, el limníade no se había sentido muy diferente a las otras veces, y había vuelto a la enfermería con la firme convicción de dejar las cosas claras y marcharse teniéndolo todo igual de claro, pero ahora…
“No lo sé”, admitió, porque se acababa de dar cuenta de que no podía deshacer solo y en tan poco tiempo el lío que se había formado en su cabeza. “No lo sé, pero… Bueno, me da igual”
Volvió la cabeza hacia él y asintió, porque si, porque le daba igual no tener ni idea de en qué situación los dejaba aquello, porque lo importante era que les había gustado y que aquello significaba que era bueno. Asintió.
“En lo que tú quieras”, decidió, sabiendo que aquella respuesta le agradaría a Jarpër y a él le vendría más o menos bien. Aceptable por el momento. “En lo que tú quieras, mientras lo mantengamos en secreto”
Sonrió, incorporándose un poco de nuevo y mirando a Jarpër con ojos brillantes, pícaros, divertidos.
“Es un secreto entre tú y yo”
Moses- Mensajes : 156
Fecha de inscripción : 18/02/2011
Re: Un secreto entre tú y yo (priv.)
Jarpër se apartó un poquito (muy poquito) y se quedó abobado mirando como Moses se tumbaba y no pudo evitar sonreír cuando vio que se lamía los labios. Mientras él pensaba, la serpiente se volvió a pasarse un dedo por los labios, aún sin acabar de creerse lo que estaba pasando, si cuando se había despertado le hubieran jurado que le ocurriría todo eso, hubiera tomado ese alguien como un loco.
Volvió la vista hacia Moses, ahora un poco más suyo, porque él sabía que Moses era un poco de todos, pero que después de esos dos besos todo el mundo lo envidiaría y no se atreverían a tocar al limníade (a no ser que él no estuviera delante). Con esa carita pensativa aún estaba más adorable que normalmente, pero no lo dijo en voz alta, pendiente de lo que el pelirrojo le diría. No se hizo esperar mucho más y de pronto la voz de Moses sonó en su cabeza. ¿No lo sabía? Pues, si no lo sabía él, mal íbamos pues Jar aún lo sabía menos, pero la cosa no acabó allí.
Al incorporarse, Jarpër vio con más claridad esos ojos amarillos, brillantes, que le devolvían la mirada y junto su frente con la de él para verlos más de cerca. Y después de balbucear un poco (no se le daba muy bien decidir algo de golpe), al fin le salió la voz - ¿En lo que yo quiera? – dijo sin apartarse y cogiéndole la mano – Creo que está claro, seamos una pareja, en secreto. Solos tú y yo.
Volvió la vista hacia Moses, ahora un poco más suyo, porque él sabía que Moses era un poco de todos, pero que después de esos dos besos todo el mundo lo envidiaría y no se atreverían a tocar al limníade (a no ser que él no estuviera delante). Con esa carita pensativa aún estaba más adorable que normalmente, pero no lo dijo en voz alta, pendiente de lo que el pelirrojo le diría. No se hizo esperar mucho más y de pronto la voz de Moses sonó en su cabeza. ¿No lo sabía? Pues, si no lo sabía él, mal íbamos pues Jar aún lo sabía menos, pero la cosa no acabó allí.
Al incorporarse, Jarpër vio con más claridad esos ojos amarillos, brillantes, que le devolvían la mirada y junto su frente con la de él para verlos más de cerca. Y después de balbucear un poco (no se le daba muy bien decidir algo de golpe), al fin le salió la voz - ¿En lo que yo quiera? – dijo sin apartarse y cogiéndole la mano – Creo que está claro, seamos una pareja, en secreto. Solos tú y yo.
Jarpër- Mensajes : 24
Fecha de inscripción : 21/04/2011
Re: Un secreto entre tú y yo (priv.)
Las mejillas de Moses parecieron quedar surcadas en ese momento, cuando Jarpër juntó su frente con la de él, por un sonrojo discreto que parecía colocado allí a posta para que conjuntase con su cabello. Su sonrisa traviesa y sus ojos pícaros, sin embargo, no flaquearon en ningún momento, ni cuando la serpiente le dijo que quería que fueran una pareja ((secreta)) porque, de algún modo, ya se lo esperaba y estaba preparado para ello.
“De acuerdo”, asintió sin moverse ni un ápice, estirando la mano para pasear las yemas de los dedos por su mejilla, comenzando en la suave y tibia piel de sus labios hasta hundirla en la raíz de su cabello verdoso como el muérdago. “Vale. Seamos eso, me parece bien”. Sonrió, sin pronunciar exactamente la palabra pareja o novios, porque todavía le resultaba extraño ((extrañísimo)) pero de todos modos le gustaba, y extinguió la brevísima distancia que lo separaba de sus labios para volverle a besar. Lo notó un poco diferente, más suyo y más agradable que antes incluso, y Moses sonrió como un bobo dentro del beso.
Al entrar, el liminíade había estado muy seguro de que entraba para arreglar las cosas con Jarpër y para dejarlo todo bien claro, y ahora, mientras lo besaba, supo que lo había hecho incluso mejor de lo esperado. Porque, aunque nada había sucedido tal y como él lo había planeado, ahora se daba cuenta que aquello era, si era posible, incluso mejor.
Por primera vez en mucho tiempo, Moses estuvo tranquilo.
“De acuerdo”, asintió sin moverse ni un ápice, estirando la mano para pasear las yemas de los dedos por su mejilla, comenzando en la suave y tibia piel de sus labios hasta hundirla en la raíz de su cabello verdoso como el muérdago. “Vale. Seamos eso, me parece bien”. Sonrió, sin pronunciar exactamente la palabra pareja o novios, porque todavía le resultaba extraño ((extrañísimo)) pero de todos modos le gustaba, y extinguió la brevísima distancia que lo separaba de sus labios para volverle a besar. Lo notó un poco diferente, más suyo y más agradable que antes incluso, y Moses sonrió como un bobo dentro del beso.
Al entrar, el liminíade había estado muy seguro de que entraba para arreglar las cosas con Jarpër y para dejarlo todo bien claro, y ahora, mientras lo besaba, supo que lo había hecho incluso mejor de lo esperado. Porque, aunque nada había sucedido tal y como él lo había planeado, ahora se daba cuenta que aquello era, si era posible, incluso mejor.
Por primera vez en mucho tiempo, Moses estuvo tranquilo.
Moses- Mensajes : 156
Fecha de inscripción : 18/02/2011
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Dom Mayo 20, 2012 8:47 am por Lina Broken
» Quiero un Aro (Libre~)
Dom Mayo 20, 2012 8:39 am por Theodoro
» Awakening (Priv/Inglés solamente)
Sáb Mayo 19, 2012 6:20 am por Axis