Solo una vez más (priv. Ayashi y Aurora)

Aunque la situación en Mondphase todavía no estaba controlada del todo y se suponía que era él quién tenía que controlarla, Ayashi ignoró cualquier remordimiento de consciencia que pudiera quedar en él y, confiando vagamente en que Yuki, Giled y los demás adultos se encargarían de todo, arrastró los pies hacia el camino que conducía a la academia.
Si lo que Yuki pe había dicho era cierto... Si de verdad no se estaba equivocando, o no le había engañado, entonces... Significaba que, en ese mismo instante, Aurora estaba allí, luchando junto a los demás profesores para proteger la academia. Y, aunque no tenía ningún derecho ni ninguna obligación, ni siquiera ningún motivo racional para hacerlo, Ayashi se estaba arrastrando hacia allí porque no podía no verla.

Apretó los dientes con fuerza y presionó un poquito en la herida que tenía en el pecho, que le estaba dando problemas desde hacía rato y que le había hecho uno de los demonios contra los que había peleado, a traición. Si no fuese por esa herida, ya habría llegado, y podría ayudarla. Porque él quería ayudarla, quería estar a su lado y asegurarse de que todo estaba bien, que nadie le hacía daño, que...

- Aurora... - murmuró, apretando los dientes y soltando un jadeo apagado.

Con un gruñido de dolor, Ayashi tropezó un poco y tuvo que apoyarse en uno de los cerezos en flor para no caerse. Dirigió una mirada hacia la academia y quiso avanzar hacia allí, pero en lugar de eso, cerró los ojos y respiró con dificultad.

Solo quería... Verla. Necesitaba verla. Solo... Una vez más.

Aurora abrió lentamene los ojos. Le llevó unos momentos darse cuenta de donde estaba y de como estaba. Intentó levantarce apoyando las manos sobre la superficie lodosa donde se encontraba, pero resvaló y volvió a caer. Un olor putrido trajo algunos flashes a su mente:.... la puerta, la abominación ingresando, ella bloquenado la puerta como podía y de pronto, varias docenas de esos repugnantes seres la rodeaban. Recordó haber cerrado los ojos, recordó haberse concentrado lo mas que pudo en crear una coraza gelida para no ser alacanzada... recordó algo blanco y frio que la cubria y luego... oscuridad y silencio...... y después... su rostro......Ayashi.
La elfa alzó la vista desde su posicisión, pues ese era (o había sido ) el campo de batalla y no era sitio para estar desprevenida. Nada se movia, y tampoco nada se escuchaba. Busco con la mirada a alguno de sus compañeros, pero solo encontró restos de zombies por todos lados. Se sentó poniendo sus manos contra la frente, tenia ganas de llorar pero nada salió de sus ojos.... entre todo lo qe estaba sucediendo, su mente había pensado en él, solo en él. Sabía que algunos profesores y familiares (Fidel incluido) estaban dando batalla en Mondphase. Los alumnos estaban, su hermano y Lone, quién había quedado a cargo de la defensa. De nuevo esa sensación de pesar y tristeza ... quería verlo... deseaba verlo..... decirle la verdad.... una verdad que se resumía en dos palabras "te amo".
Las cosas no parecían estar marchando bien, nada bien. Como pudo, se puso de pie y sin pensarlo dos veces sus piernas emprendieron el camino que la llevaba a la ciudad a travez del bosque. Un hilo de sangre comenzó a escurrir de su malherido hombro, intento curarlo pero fue inutil. Se apoyó en un arbol antes de continuar camino. Su mente y su corazón debatian sobre que era lo correcto... quedarce en aquel lugar e intentar averiguar que sucedía o ir en busca de la persona que amaba. Estaba agotada, herida y al limites de sus fuerzas.... quiza lo mejor hubiese sido buscar ayuda pero esa voz que se activaba de vez en cuando en lo más profundo de su ser lo impidió ..."quiero verlo"..... Avanzó unos pasos más... quiza debría busacar a sus compañeros... "quiero verlo".... o volver a la acadaemia... "quiero velo"..... ............... quiza...... "quiero verlo"..... continuó el camino sorteando arboles y restos como podía, con una sola idea fija en su mente, Ayashi. Atraveso el que puente cruzaba el arroyo , donde daba inicio el bosque de cerezos y se sentó unos momentos pues el cansancio era más fuerte que ella, pero pronto esa voz le ordenó seguir .... "quiero verlo".

-..Lone....- murmuro mientras la frase se apagaba en un sollozo, pues hubiese dado lo que fuera por tenerlo en frente y ver que estaba a salvo.
La elfa arrastró los pies un par de metros más pero se detuvo al notar un afigura humana apoyada en uno de los cerezos... una figura familiar..una figura que llevaba mucho tiempo sin ver... demasiado tiempo..... Ayashi. De haber podido, hubiese salido correindo hacia sus brazos, pero avanzó torpemente hasta donde él estaba. La felicidad de pronto se convirtió en panico al ver una gran mancha rojizas que cubria su pecho. Ahora si, sus pasos se volvieron ligeros y apenas tomo los hombres del muchacho con su manos, este se desplomó sobre ella.

-....LONE!!!!!!!........ N...NO....- Aurora se puso palida, y un temblor frio y siniestro recorrió su cuerpo... el no podía estar...no...no podía... -...Lone... soy yo....Aurora.... dime algo..... - dijo con temor a no escuchar respuesta alguna, mientras intentaba ver de donde provenia la sangre.

La verdad era que tenía sueño, y un poco de frío.

Ayashi era vagamente consciente de que tenía que hacer algo. Recostado contra un árbol, con los ojos cerrados y respirando con cierta dificultad, recordaba que se había arrastrado hasta allí porque estaba buscando algo (o a alguien) con muchas ganas, y supuestamente debía seguir avanzando pero los pies no le respondían y, de todos modos, ya no se acordaba. Tenía bastante frío, sobretodo en el pecho, y el cuerpo se le quedaba dormido, no hablar ya de la cabeza. Su mente estaba un poco lejos, revoloteando, no dejándole pensar con claridad.

Escuchó que alguien lo llamaba, pero su mente, de todos modos, no reaccionó. Ni siquiera fue consciente que, de golpe, sus piernas ya no podían mantenerlo de pie y caía, pero si fue consciente de que, de golpe, estaba mucho más cómodo. Sonrió un poco ido, y sus ganas de dormir aumentaron, porque ahora estaba muy bien, y solo tenía que dejarse ir y...
- ¡LONE!!!
¿Qué era eso? Alguien lo estaba llamando, ¿verdad? Pero él no tenía ganas de responder, porque estaba muy cansado y prefería quedarse ahí, dormido, tranquilo...
- ...Lone... soy yo... Aurora... dime algo...
¿Aurora? Si, era la voz de Aurora, delicada y musical como él la recordaba. ¿No era a Aurora a quién había ido a buscar? Creía recordar que sí. Tenía muchas ganas de verla, de encontrarla y volverla a abrazar. Un par de brazos temblorosos estaban enredados alrededor de su cuerpo, ¿eran los de ella? Tenía que ser así.

Intentó decirle algo, que estaba bien, que por fin la había encontrado. Quiso abrazarla y, tal vez, darle un beso. Intentó moverse pero no le salió nada y, entonces, cayó en la cuenta de que seguía a punto de dormirse, y eso no podía ser. Tenía que resistir un poquito más y despertarse, porque no se había pasado tanto tiempo esperándola para perder ahora la oportunidad de verla, ¿verdad?

- A... Auro...ra... - murmuró, con la voz pastosa. Parpadeó un poco y abrió los ojos, todavía con esa sonrisa estúpida en la cara que se le había acentuado al notarla a ella alí -. Aurora...



((¡Dramaaa!! (?)))

Aurora sacudió un poco el cuerpo de Ayashi intentando hacer que este reaccionara, sin dejar de mencionar su nombre una y otra vez, como si eso fuera a traerlo de vuelta. Ahora sí unas gruesas lagrimas se filtraron por sus ojos y fueron a dar de lleno en el rostro de él al tiempo que removía un poco la capa y esto le permitía llegar hasta su cuerpo, el cual había perdido esa calidez tan hermosa que ella recordaba. Ahora esta frio y casi no se movía. Buscó frenéticamente la herida, y un corte profundo en las vestiduras delato su presencia. Movió con cuidado las telas empapadas de sangre y su rostro se puso un poco más pálido (si eso era posible) al ver la herida honda de la cual aun manaba algo de sangre. De inmediato colocó su mano intentando hacer presión sobre ella y sai detener su hemorragia mientras tartaba de concentrarse en sacar lo que fuese que hubiese quedado de su magia para poder cerrar, pero fue inútil.
Una sensación de impotencia aguda le atravesó el pecho, Lone se estaba literalmente muriendo en sus brazos y ella no podía hacer nada…absolutamente nada. Instintivamente lo acerco más a su pecho y comenzó a tararear un canción, aquella que había surgido entre ambos aquella noche de San Valentín…. Porque Lone era su estrella… era su luz, una luz a la que se había resignado a perder, pero que sabía que en algún lugar continuaría brillando, (no para ella, sino para alguien más) viviendo una vida plena y feliz junto a alguna buena mujer que lo cuidara y lo amara como ella lo había hecho, y eso le bastaba. Pero la idea perderlo así, para siempre, eso no lo había contemplado.
-Lone….por favor reacciona!!.....- Ahora si sus palabras parecían haber tenido algún efecto, porque una voz lenta y suave murmuró su nombre en su oído. Se separo un poco de él y pudo ver eso ojos color miel que le parecían tan bonitos que le devolvían la mirada y una sonrisa, a la cual respondió con otra más amplia.
-si Lone.. soy yo… Aurora…. – acarició su rostro con una mano mientras la otra continuaba haciendo presión. –Tranquilo… no te muevas… debo..debo llevarte a algún sitio… estas herido… - pero no tenía ni idea de cómo haría aquello, además, la situación en la academia no era buena y por el estado de su amado, no creía que Mondphase estuviese mejor. -….me asustaste… creí… creí que no despertarías… -

Ayashi se dio cuenta enseguida que le costaba trabajo mantener los ojos abiertos, porque lo que más le apetecía del mundo era cerrarlos y echarse a dormir, pero no lo hacía porque todavía le apetecía más mirar a Aurora y ahora la tenía allí con él. Daba igual que fuera real o una ilusión. El caso es que estaba allí con él, y lo abrazaba, y le decía cosas, y le tocaba el pecho con unas manos extremadamente calentitas que lo hacían sonreír y sentirse muy bien.
- ….me asustaste… creí… creí que no despertarías…
El hombre sonrió, anonadado, y entreabrió los labios para hablar aunque la voz le salió muy debil y un poco rasposa aunque no tenía explicación para ello. Bueno, sí la tenía. Tenía un poquito de sed.
- Tranquila, estoy... despierto... - le aseguró -. ...Porque quiero... verte... Aunque... Tengo sueño...
Estubo a punto de cerrar los ojos en ese momento casi sin querer, pero después de parpadear volvió a abrirlos porque notó la expresión de terror de Aurora y eso le indicó que algo estaba terriblemente mal y no podía dormirse todavía.
Como pudo, movió el brazo y lo levantó, soltando una risa seca, y luego pasó la mano por encima del cabello de la mujer, acariciándolo, y sorprendiéndose porque, de repente, su pelo se había manchado de rojo.
- Te he... Ensuciado el pelo... Lo siento... - se disculpó, mirándose la mano con los ojos algo desenfocados y devolviendo la vista hacia ella inmediatamente después, porque era mucho más hermosa que cualquier otra cosa -. Aunque no importa mucho porque... Estás muy... sucia... ¿Por qué estás tan sucia? ¿Te has caído al... barro?

Soltó entonces un gemido de dolor, y se confundió, porque hasta entonces no se había dado cuenta de que le doliera nada. Estaba como adormecido pero ya no tenía ganas de dormir, porque algo caliente (más caliente que las manos de Aurora, que solo eran cálidas y eran gentiles y le gustaban mucho) como un hierro ardiente parecía haberse clavado en medio de su pecho. Y gimió otra vez.

Tranquila, estoy... despierto... ...Porque quiero... verte... Aunque... Tengo sueño...

La sonrisa y la exprecion de Lone de alguna manera comenzaban a deseperarla más, porque ese gesto implicaba que las cosas estaba peor de lo pensaba pues no parecía darce cuenta de la gravedad de la situación. Una mano ensangrentada se paso por su cabello pero Aurora la tomo y la llevó a hasta su propio rostro para transformarla en una caricia.

Te he... Ensuciado el pelo... Lo siento... Aunque no importa mucho porque... Estás muy... sucia... ¿Por qué estás tan sucia? ¿Te has caído al... barro?

La elfa se mordió un poco el labio intentando reprimir el llanto porque ese no era momento de preocupar a Ayashi, sino de mantenerlo depierto y lo mas lucido posile. Apretó un poco mas la mano del joven contra su piel, como si eso le puedirera tranmitir su propia sangre y su propia vida para que se sientiera mejor.

-No te precupes...no es nada...ya lo limpiare luego... si..me..me he caido cuanod venía a buscarte Lone.... porque quería dercirte algo...algo muy importante.... pero necesit que estes depierto... no te duermas.... por nada del mundo lo hagas....- presionó un poco más la herida concentrandoce en que esta cerrara y al parecer algún efecto había causado, porque Ayashi soltó un gemido de dolor y se retorció un poco en su sitio.

-lone... quedate conmigo.... no te duermas.... esta... esta sera la ñultima vez que estemos separados....... lo prometo.....-

Aurora no sabía que efecto causarían esas palbras en Ayashi, pues el estado del joven no le permitia saber si sus actos eran producto de sus sentimientos o deliraba (o quiza un poco de ambas cosas). Pero fuera cual fuera el sentimeinto, de amor o rechazo, si lo mantenía con vida era lo verdaderamante importante.

((Bueno, ya sabes que ocurrió con la respuesta realmente bella... TT___TT))



Ayashi cerró los ojos otra vez pese a la fugaz expresión de horror que atisbó en el rostro de Aurora, solo porque sabía que aunque hiciera eso podría mantenerse despierto, y porque creyó que así se podría aferrar un poco mejor a su voz. Esa voz hermosa y arrulladora, que lo sanaba y lo calentaba por dentro aunque ahora raspara y sonara agotada. La mano que la elfa todavía mantenía fija sobre su mejilla se crispó un poco, pero Ayashi no la apartó, sino que la movió un poco para disfrutar de su calidez y su extrema suavidad.

- Tranquila... No tengas miedo... - murmuró, apretando los dientes acto seguido porque la herida de su pecho lanzó una punzada de dolor ardiente hacia su cerebro. Inspiró profundamente y se concentró entonces en respirar, porque sinó se le olvidaba de como hacerlo y se le escapaban gemidos descoordinados que seguramente, lo único que hacían, era asustar a Aurora.
Y Ayashi no quería asustar más a Aurora. No la quería asustar, ni hacerla infeliz, ni verla triste. Mucho menos ahora que la tenía al lado después de tantos días de echarla de menos y de sufrir por ella. Mucho meos ahora que había...
- No tengas miedo... - repitió, sonriéndole, y repitiendo luego también las palabras de ella (aunque estaba seguro de que no era consciente de quan ciertas eran y hasta que punto estaba él dispuesto a cumplirlas...) -. Esta será la última vez que estemos separados... Es una promesa...

(tranquila tranquila...lo se ....)

Aurora sornió un poco más ante ese "no tengas miedo", pues a pesar de lo mal que Lone se hallaba aun asi, deseaba consolarla, que no se sintiera mal ni tirste, y de alguna manera funcionaba.
Cuando la mano del joven se acomodó sobre su rostro, una sensación calida se instalo en su pecho. Él no la odiaba, ahora estaba casi completamante segura de eso, pués Lone era conciente al parecer del tiempo que habían pasado separados y aun asi le había hecho esa promesa, la de estar juntos, eta vez para siempre.
Las manos de la elfa continuaban escudriñando la herida que al parecer había dejado de sangrar (o eso parecía), pero si asi era, la curación iba demasiado lenta. Comenzó a sentir que cada sentímetro del cuerpo le dolia, especialmente el hombro y aflojo un poco el brazo que sostenía el cuerpo de Lone. El efecto de la adrenalina comenzaba a pasar y se daba cuanta que ella tampoco estaba en las mejores condiciones y eso no mejoraría si continuaba intentano usar magia; pero al parecer su intento algún minimo efecto estaba causando y no dejaría de hacerlo, porque no perdería a Lone, eso jamas.
Acomodó el cuerpo del joven sobre el suelo, cuebriendolo con las capas y se colocó juentó a él superponiendose apenas, de manera de darle algo de calor extra. Si lograba sacar un poco más de magia de ella, solo un poco. Intentó conecentrarce pero nuevamante fue inutil. Aurora se aferró más a él, frustrada. Alzó los ojos para mirar su rostro que aun mantenía la sonrisa suave en los labios y se sintió tentada. De haber tenido sangre sufiente, de seguro se hubiese sonrojado y a su vez se sintió algo culpable por aquello, pero recordaba los besos de Ayashi como algo tan agradable que en ese momento se le antojo uno (en realidad muchos, per con uno le bastaba).

-...Lone.... te extrañe demasiado...- susurró en su oido mientras estiraba un poco el cuello para que sus labios se rozaran suavemente mientras el corazón se aceleraba y eso la hacía sentirce un poco mareada.

Mentiría si dijera que en ese momento no era feliz.
Estaba herido, vale. Estaba cansado, sucio y hecho polvo, de acuerdo. El pueblo y la academia que debía proteger estaba plagado de mosntruos y demonios y no sabía si llevaban las de ganar o las de perder, si.
Pero Ayashi, en ese momento, era feliz.
Todo lo que les rodeaba en ese momento (la guerra, el suelo, los cerezos, el cielo nublado, todo), incluso la herida en su pecho, que todavía dolía aunque ya comenzaba a cicatrizar y molestar menos, desapareció. Lo único que existía en ese instante eran él y Aurora, que se había acomodado a su lado y lo acariciaba, encajada entre sus brazos como si hubiera nacido especialmente para estar allí. Su cuerpo desprendía calor, no demasiado, pero si el suficiente para mantenerlo consciente y despierto, y su mano paseaba arriba y abajo por su espalda y lo relajaba...

- ...Lone.... te extrañe demasiado... - escuchó que murmuraba la elfa, con la cara muy cerca de su oído, con su voz sonando casi como una caricia. Ayashi amplió un poco su sonrisa y quiso responderle. Quizá con unas palabras ("Yo también te he echado mucho de menos... No sabes cuanto..."), o tral vez con algún gesto. Tal vez le hubiera gustado responderle con un beso, o tal vez le hubiera gustado no hacerlo, por si acaso ya no podía despegarse de ella.
El caso fue que Aurora fue más veloz que él y, antes de que Ayashi fuera realmente consciente de lo que hacía, ella ya lo estaba besando. Él solo tuvo que dejarse arrastrar por ese beso y, Dios, lo hizo realmente gustoso. La mano que acariciaba su espalda, subió lentamente hasta la cabeza de Aurora, y siguió acariciándola, presionando ligeramente para que no se separara de él, tratando de transmitir con ese beso todo lo que sentía, lo que pensaba, lo mucho que la había hechado de menos y lo mucho que iba a amarla hasta el final de sus días.
No se separó ni siquiera cuando se le terminó el air, sino que se limitó a separarse una décima de segundo para seguir besándola... Y la besó.
Hasta que la herida de su pecho se cerró del todo, y Ayashi volvió a ser consciente de ella solo para darse cuenta de que ya no le dolía. Y para fijarse entonces, también, en lo débil que parecía estar Aurora entre sus brazos. Casi como si él se hubiera curado... A su costa.

Lentamente Lone correspondió su beso, al principio con un suave y lento movimiento de labios que se hizo algo más intenso y al cual se sumó una mano que pasaba suavemente por sus espalda, a lo que su cuerpo respondió pegándose más al suyo.
La sensación de mareo se intensificó, pero la elfa se limitó a cerrar los ojos concentrándose en la sensación tan agradable que le provocaban los dedos de Ayashi jugando con sus cabellos a trayéndola más a él y en ese momento (sin saber cómo) sintió que su propia esencia se mezclaba con la de él, haciéndose una sola, un solo respiro, un solo latido, un solo espíritu. Y de pronto la herida de Lone se había cerrado y así de rápido el cansancio que sentía se había duplicado. Ahora era ella la que luchaba por mantenerse consiente y fue el beso que ahora él había comenzado lo que la mantuvo asi. Entreabrió los ojos jadeando un poco, porque el beso se había prolongado tanto o más que el primero, observó los ojos de Lone que estaban fijos en los de ella y sonrió porque ahora si parecía verdaderamente consiente (porque ya no sonreía sino que la miraban preocupado). Arrastró (literalmente) una mano hasta su mejilla y hablo en un tono de voz que parecía mas un susurro que otra cosa.

-..... Ahora...si ...estas bien....... lo siento.....- un par de lagrimas se dejaron caer desde sus ojos, que ahora expresaban alegría y tristeza al mismo tiempo.
Hubiese quería poder decir mas cosas, pero esas dos última palabras contenían muchas cosas. Sentía haberle mentido, sentía haberse marcado, ........ sentía haberle roto el corazón de esa manera.

Con un suspiro derrotado, Ayashi pasó la mano libre (la que no estaba enredada en el pelo de Aurora, la que no pasaba nada si movía porque no la separaría del lugar más importante del mundo) por su cara y limpió el rastro de las dos lágrimas que la elfa acababa de verter, incorporándose un poco y dándose cuenta de que allí en medio estaban un poco en peligro.
Negó con la cabeza. No era el momento de disculpas, lo que tenía que hacer ahora era proteger a Aurora (de lo que fuera, de lo que pudiera pasar. Ahora que la había recuperado y estaba allí, entre sus brazos, no podía simplemente volver a perderla) y apartarla de allí, porque aunque en ese momento no hubiera ningun peligro (pues todos los demonios y combatientes en general se encontraban en el pueblo o en la academia), nada les aseguraba que no pudiera pasar por allí cualquier cosa en cualquier momento y, desde luego, ninguno de los dos estaba en condiciones de pelear otra vez.

- No lo sientas - murmuró cerca de su oído, pero sin dejar de escudriñar el cielo y mirar a su alrededor, reuniendo fuerzas para levantarse y cargar con la casi inconsciente elfa, que ni cuenta parecía estar dándose de los movimientos de él -. Ahora todo va a estar bien - la besó suavemente en la sien y, impulsándose un poco con el brazo libre, se levantó y la cargó con cuidado. Tragó saliva y recogió también las capas del suelo (la suya manchada de sangre y la de ella, de barro, todo muy siniestro. No pudo dejar de notar que esa capa no era la que él le había regalado y eso le provocó cierta congoja aunque no sabía por qué, porque después de haberlo dejado con él, que no la llevara era lo más normal del mundo), para dejar el mínimo rastro de su presencia allí, y se arrastró un poco hacia el interior del bosque de cerezos, alejándose del camino, donde estaban expuestos.
Aurora respiraba lentamente y Ayashi la miró, dejandose caer de nuevo al suelo con cierta lentitud y abrazándola con fuerza, pensando que lo que necesitaba era algunas curas y mucho descanso, pero que como no podía llevarla a ningún lado, entonces se quedaría con ella alí.

- Aurora... - murmuró, sin dejar de abrazarla y disfrutando, pese a todo, y pese a la situación, de su cercanía después de tanto tiempo. Inspiró profundamente porque no sabía cuanto duraría aquello y quería guardarlo en su corazón -. Descansa....

La mano de Lone pasando por su rostro y limpiando sus lagrimas fue para Aurora un balsamo que la alivió, no del dolor físico (que iba y venía tal como su nivel de conciencia), sino el de su corazón, porque sentía que aquel hombre la tomaba con el mismo cariño y cuidado que aquella noche y solo recostó su cabeza en el hombro de Ayashi cerrando los ojos porque asi le parecía que lo sentía mejor.
Volvió a abrilos y vió que ya no se contraban en el camino, sino rodeados por árboles y al respaldo de una roca, ocultos. La elfa se preguntó como habían llegado hasta ahi, pues solo recordaba haber abierto y cerrado los ojos como en un parpadeo. Todo se veía mas oscuro, como si estuviese a putno de llover, pero a ella poco le importaba, pues estaba tan comoda y calentita cubierta por una de las capas y rodeada de los brazos de Lone que el mundo se podía haber terminaod ahi mismo y ella moriría feliz..... pero no...no podía morir.... no podian morir.... por Ren, por Nerine... no podían....aunque las cosas se hubiesen salido de sus manos y solo quedara esperar que todo terminara de la mejor manera posible. Aurora alzó la mano aun con los ojos cerrados, la cual se depositó otra vez en el rostro de Lone y acomodó su cabeza en la curva que formaba el cuello y el hombro de su amado.
-....Lone..... no se como temrinara todo esto....- hizo una pausa -...pero pase lo que pase...quiero que sepas....que te amo....-

Ayashi clavó los ojos en la mirada verde de Aurora y se murió de ganas de preguntarle muchas cosas. Notaba que, poco a poco, había ido recuperando la consciencia, como si esta hubiera vuelto ahora que su herida estaba sanada, y notaba que podía pensar las cosas con mayor claridad, pero... Aurora no parecía poder razonar como él lo hacía.
¿En serio estaba hablando con sinceridad? Ayashi no dudaba de los sentimientos que ella guardaba por él (nunca los había dudado, ni siquera cuando lo dejó, y eso era lo que más lo había hecho dudar de todo y confudnirse hasta el extremo), pero... ¿Hasta que punto era dueña de sus palabras? ¿Hasta que punto estaba dispuesta a estar con él?
Ayashi se moría de ganas de preguntarle muchas cosas. Muchos ¿por qué? (¿Por qué me dejaste entonces? ¿Por qué no confiaste en mi? ¿Por qué no me pediste ayuda?)... Pero la veía allí, entre sus brazos, acariciándole y mirándole a los ojos, completamente entregada... Y no podía dudar de ella. De nunguna manera. Aunque su corazón se estremeciera de temos y preocupación. Aunque no supiera qué podía pasar en un rato, o qué pasaría cuando ella supiera...

- Te quiero... - susurró, pegando su frente a la de ella y mirándola con seriedad -. Te... Amo - guardó silencio un momento, valorando lo que acababa de decir y sabiendo que lo había dicho con sinceridad -. Así que, por favor... No estés triste. Todo... Se arreglará, lo prometo. Descansa... Yo cuido de ti.

Evan todavía no lograba descifrar qué era lo que había ocurrido durante aquel lapso que permaneció inconsciente, a unos metros de las murallas, donde había estado peleando junto a otros profesores. Ni siquiera sabía por qué, cuando despertó, todo estaba vacío y no había ningún rastro de sus compañeros; sólo restos de gárgolas por todas partes. Lo único que supo fue que en el estado en el que se encontraba no podía hacer mucho, y que probablemente lo mejor sería ir al pueblo a ayudar con lo que pudiera (sin mencionar que en ese lugar debía estar Blau, y que en realidad esa era la razón principal por la que, de manera egoísta, había querido ir).
Decidió adentrarse en el bosque de cerezos, que aunque le alargara un poco el camino, le daba la ventaja de poder volar casi pegado a la superficie y ocultarse entre los árboles, pero se vio obligado a disminuír la densidad del aire con el fin de poder detectar más cantidad de sonidos, algo que lo debilitaba un poco más. Sin embargo, gracias a eso, pudo percibir la voz de un hombre a lo lejos; no sabía de quién se trataba, pero tampoco dudó en acercarse para averiguarlo.

Al llegar al lugar sus ojos se abrieron en grande. -Tú eres...- llegó a pronunciar mirando a Ayashi. Lo había visto una vez en la Academia, pero no podía recordar con claridad, y menos viendo lo grave que eran sus heridas. Sin embargo, luego de reconocer a la mujer que permanecía en brazos del pelinegro, se paralizó. -...¡¡Aurora san!! - se acercó más a ellos, sin pisar tierra, ya que las quemaduras en sus piernas no le permitían caminar. Nunca había visto a la elfa en ese estado, y el sólo hecho de pensar que una de las profesoras más fuertes de la Academia había terminado así le produjo un nuevo sobresalto. No tenía la mejor de las relaciones con ella, pero siempre la había considerado una buena persona, y al verla así se le formó un nudo en la garganta.

Pero no había tiempo que perder, así que tomó uno de los brazos de Ayashi y puso su cuello a la altura de él para poder cargarlo, mientras Aurora seguía en brazos de su pareja. - ¡rápido, larguémonos de aquí! - llegó a decir, y sin esperar respuesta, comenzó a andar nuevamente, preocupado por la responsabilidad que tenía ahora. Si alguien los atacaba, era muy probable que acabaran en peor estado del que ya estaban, pero valía la pena arriesgarse; cualquier cosa era mejor que quedarse allí sin hacer nada.
Ahora que no podía modificar la densidad del aire por miedo a perjudicar a la pareja, utilizó su magia para crear una barrera protectora que los rodeara durante el camino. Volvió a mirar a Aurora, y luego de eso, a Ayashi. Sin darse cuenta, pese a lo grave de la situación, llegó a sentirse un poco feliz por ellos. Era una mezcla de felicidad y envidia que terminó por darle más fuerzas para intentar llegar al pueblo.

((JKFSDAJKF perdón por extenderme QmQ))