Ecos inaudibles (priv.)

-es verdad...-, le respondio, como si estuviera a punto de admitirlo, -jeje aunque se veria raro que una pendeja como vos sea amiga de un "viejo" como yo-, termino diciendo, aunque por dentro se sentia muy estupido como para decir eso, pero al menos lo habia dicho como para que no haya un silencio incomodo.
-por cierto... ¿no te retaran por no estar en tu casa?...- Pregunto el, tan solo para cambiar de tema.

Marien escuchó las palabras del elfo y bufó. Sacudió la cabeza varias veces para quitarse las ideas tontas que había estado pensando hasta el momento, y se centralizó en el hecho de que, mal que mal, era la primera vez que estaba con él en el interior de una casa y no en el bosque negro o en las afueras de la Academia.
Se terminó de secar en un abrir y cerrar de ojos y fue hacia la cocina. Todavía se sentía mal por la inaccesibilidad de Hugue de momentos atrás, pero ¿qué más podía esperar? Se trataba del ogro antisocial. Lo normal era que fuese así.

Apenas lo vio de espaldas, dio un saltito para jalarle las orejas, en silencio y sin explicaciones. No las soltó hasta contó 20 veces la palabra "estúpido", con la mirada clavada en su espalda. Y luego de eso, sólo recién después de haber hecho esa pequeña descarga, se sintió aliviada y vuelta a la normalidad.

-Waaahh....! - se desperezó, restableciendo su habitual tono animado. - No creí que tuvieras una cocina tan ordenada. ¿Eres de esos obsesivos con la limpieza y el orden? ouo - preguntó, pero antes de que él le pudiera contestar, abrió los ojos en grande - Es verdad, ¡me muero de hambre~~~! =n= - echó un rápido vistazo a las ollas y sartenes - hmm... no sirvo mucho para la cocina, pero puedo preparar algo sencillo. ¿Me das permiso? - preguntó finalmente, sonriendo como siempre y mirándolo a los ojos.

Cuando Marien le jalaba de las orejas a Hugue, era obvio que el se quejaria. "....tal parece que me tendre que acostumbrar a esto... ¬_¬", penso el un tanto rencoroso.
- "No creí que tuvieras una cocina tan ordenada. ¿Eres de esos obsesivos con la limpieza y el orden? ouo" -, pregunto ella, "claro que no!!", estaba a punto de responder, pero Marien se adelanto a hablar primero.
Luego, la chica le pidio permiso para cocinar algo, por lo cual el accedio -bueno.... pero eso si, tu misma te vas a hacer cargo del desorden que vayas a causar ¿esta claro?-, le dijo, mientras se apoyaba en una mesada.

-¿Eeehh? - se quejó, frunciendo el ceño - ¿Acaso no piensas ayudarme? - entonces levantó una olla en señal de protesta - ¡Si no ayudas, no comes! - y dicho esto, echó un vistazo a la alacena para ver qué tan equipada estaba y qué tanto había para preparar.

Tuvo que elevarse un poquito en el aire para alcanzar a ver con detalle. -...Esto realmente está hecho a tu medida, eh? ¬.¬ - reflexionó en voz alta. - ¡Pero da igual! ¿Qué quieres comer? ouo no pidas nada difícil, a menos que quieras comértelo quemado~ -

-mientras sea comestible... y no esplotes la cocina... creo que comere...-, dijo bromeando. Aunque al final, despues de haber escuchado la queja de Marien, decidio ayudarla.

-y bien?...- Le dijo, -¿que es lo que vas a cocinar?-, termino por preguntar, mientras se terminaba de lavar las manos. De lo que menos estaba acostumbrado el, era el simple echo de estar ahi, en la cocina, ayudando a la chica a preparar algo para comer, era raro, por que de la nada, despues de todo lo anteriormente sucedido, ambos comenzaban a cocinar. De repente, volando y bajando las escaleras, aparece Reo, el cuervo de Hugue, el cual se posa en el hombro de este, el cuervo ahora llevaba unas pequeñas vendas en una de sus alas.

Marien abrió los ojos en grande y dibujó una sonrisa al ver al cuervo. -...¡¡Reoooo!! ♥♥♥ Tanto tiempo sin verte~~ - dio un saltito de alegría, pero luego cambió la cara por una de enojo. -...Agh... ¡otra vez lastimado! Cuervo rebelde... - el animal sólo desvió la mirada; seguramente le daba muy poca importancia a sus heridas, justo como su dueño.

Ella terminó de lavarse las manos y tomó un frasco que se encontraba justo en la alacena. El recipiente contenía una buena cantidad de granos de arroz -...Bien, preparar arroz es algo que puedo hacer ouo - dijo, satisfecha - ¿qué tal si lo acompañamos con una salsa o estofado? Tengo tiempo de sobra, mi hermano mayor me cubre en casa ^^ - hizo una pausa - Ah, aunque necesitamos carne fresca... - y cayó en la cuenta de que afuera seguía diluviando, por lo que no era la mejor idea salir a comprar carne. Entonces volvió a mirar al pelinegro. - Bueno, al menos tienes unas verduras... algo se nos ocurrirá ' v ' -

Dicho esto, comenzó a ordenar toda verdura que veía con sus ojos y las dejó frente al elfo. Le alcanzó un cuchillo, como si ella fuese la dueña de aquella cocina, y se lo puso en la mano junto a unos tomates. - Haz tu trabajo. Sé que tienes talento para cortar ¬u¬ -

Por último, se dio media vuelta y comenzó a preparar un poco de agua para hervir el arroz, tarareando una canción por lo bajo. Parecía feliz de repente.

Hugue por un momento miro feo a Marien por lo que ella habia dicho, -.....bueno.... esta bien... ¬¬#- le contesto, mientras hiba a agarrar una tabla para picar la verdura, el cuchillo, y comenzo a cortar el vegetal sin decir nada.

Por un momento dejo de cortar, y miro a Marien, -che, pendejo...-, no podia evitar llamarla asi, y por eso, rio un poco, -Marien... al final...jeje te habias olvidado de decirme cuales vegetales tenia que cortar-, dicho esto, le entrego un pedazo de tomate a Reo.

Ella le echó una fugaz mirada asesina cuando escuchó que la había vuelto a llamar por cualquier cosa menos su nombre, pero antes de que pudiera quejarse, él se corrigió y hasta rió un poco, y eso la terminó de callar.

- pff... ¿no sabes cuáles debes cortar!? - preguntó, burlonamente y aguantándose la risa. -Jajajaja~ ¡el elfo milenario no sabe preparar una salsa~! - claro que ella tampoco sabía; después de todo, sólo estaba imitando lo que le había visto hacer a su padre varias veces mientras cocinaba, pero eso no venía al caso, le gustaban las muecas que hacía Hugue cuando se enfadaba, y ahora sólo quería volver a verlas.
-Uhmm... sólo corta de todo un poco - resolvió, pensando que siempre es mejor que sobre y no que falte.

Al ver comer a Reo, se entusiasmó con la idea de alimentarlo, así que tomó un trozo de tomate y se lo entregó, justo como había hecho su dueño minutos atrás. Rió un poco ante la imagen del animal comiendo tomate bajo el techo de una cocina, y luego miró al elfo. - ¿Sólo viven tú y él en esta casa? - echó un rápido vistazo general - Es bastante grande para una sola persona y un cuervo... -

-agh.. no jodas con eso.... ¬¬ -, le dijo enojado. Le costaba admitir a el mismo que no sabia mucho de cocina, puesto a que normalmente cuando tenia que comer, siempre comia comida recien hecha, aunque el recordaba la receta de varios platos.
-"Uhmm... sólo corta de todo un poco"- , escucho, y entonces, el se calmo un poco y suspiro, -...de acuerdo....-, dijo finalmente mientras seguia cortando.

-mh?... ¿la casa?-, comenzo a decir despues de la pregunta que le hizo Marien sobre el lugar. Miro por unos momentos hacia arriba, -la verdad no... .__. -, le contesto de manera tranquila, como si eso no le sorprendiera, -la casa en donde habia vivido antes era mucho mas grande, y encima, no solo vivimos Reo y yo, Achlys tambien se mudo para aca...-, dijo esto ultimo un poco mas resignado, ya que a el le cae horriblemente mal a ella. Cuando termino de cortar los vegetales, Hugue le dio otro pedacito de tomate mas pequeño a Reo. Luego, le entrego eso a Marien para que pudiera hacer la salsa, entonces, ahora, se fue a sentarce en la silla. Reo volo con un poco de dificultades hacia el hombro de Marien.
Luego de un tiempo aburrido ahora por no hacer nada, se levanto de la silla y se fue al living, y desde alli, se comenzo a tocar el cello.

((;A; perdoon, no pude evitarlo, hiba a poner otro tema y me tente a poner este))

((hasfjgsfghsjfgasjfdhj qué hermosa piezaaaaaaaaaa *A*. Pero te cavaste tu propia tumba XD, música + Izu = post largoo =w=))

-¿Achlys también vive aquí? - preguntó, algo sorprendida. Aunque no tardó mucho en dar un suspiro de alivio -...Qué bien... me alegra que no vivas solo -. No conocía mucho a su hermana, pero parecía una buena persona, y creía que ella y el elfo tenían ciertas cosas en común.
Marien recibió la tabla con verduras cortadas y se preguntó, seriamente, cómo seguir con lo que hacía. Estaba tan concentrada en lo suyo que no se dio cuenta en qué momento Hugue había huído de la cocina, y sólo cuando Reo se posó en su hombro lo notó. -Tsk... parece que el ogro no se lleva muy bien con la cocina... - pensó en voz alta, pero luego sonrió -Bueno, ¡da igual!. Algo inventaremos con estas verduras, ¿verdad Reo? ♥-
Por una parte se sentía ligeramente más tranquila, ahora que estaba sola. Con todo lo que había pasado no había tenido tiempo de pensar; y ahora que reinaba el silencio, podía relajarse un poco más.
Sin embargo, justo después de decidir en qué orden poner las verduras a cocinar, el silencio se vio interrumpido por la música de un violoncello. Con las primeras notas abrió un poco más los ojos, y se quedó escuchando, mientras veía el arroz cocinarse pero sin prestarle especial atención. Creía recordar que Hugue le había mencionado algo de aquel pasatiempo que tenía, así que no pudo evitar sonreír al comprobarlo. Reo ni siquiera reaccionó a la melodía; parecía acostumbrado.
La melodía continuó, era la primera vez que escuchaba con atención la música de un cello, y nunca había imaginado cómo el simple frotamiento de las cerdas del arco con las cuerdas del instrumento podían producir sonidos tan armónicos. Firmes, equilibrados y armónicos. Algo muy contrastante con el sujeto que ejecutaba la música.
La curiosidad la obligó a salir por unos momentos de la cocina y acercarse al living. No quiso interrumpir, así que dio unos pasitos sigiliosamente y se sentó en una esquina, abrazando sus piernas y apoyando la cara sobre sus rodiilas, con el cuervo todavía reposando en su hombro. Observó con detenimiento los gestos de Hugue mientras la música invadía sus oídos, y así permaneció inmóvil por un buen rato.
La pieza musical iba aumentando en ritmo conforme iba avanzando, lo que requería de unos movimientos más rápidos por parte del elfo, algo que parecía no costarle demasiado. Al cabo de unos minutos, sus ojos se acostumbraron a la imagen que veía, y así comenzó a perderse en sus pensamientos; volvió a preguntarse un centenar de cosas acerca de él, como siempre que lo tenía en frente y lo observaba sin que lo notara, y entonces se sintió más animada con respecto a sus sentimientos. El anciano enojón era un ejemplar único en el mundo, y no pensaba así porque le gustase, sino porque realmente su personalidad le parecía una mezcla extraña que solo podría haber adquirido luego de vivir por muchos años y pasar por distintas experiencias; la mayoría aparentemente malas, pero algunas buenas también. Y estaba segura de querer descubrirlas todas, aunque no supiera qué tanto llegase a lograr.
Al terminar la melodía suspiró con una sonrisa en la boca, todavía escuchando algunas notas en su mente por unos segundos.

Cuando habia terminado de tocar, Hugue se dio cuenta de que Marien lo estaba observando, alli, sentada en una esquina.
Por un momento el se pregunto que hacia ella alli, o mejor dicho desde cuando estaba sentada en ese lugar. El siguio tocando su instrumento como si nada,por algun motivo, siempre que tocaba el cello terminaba recordando el como habia aprendido, y el tiempo que le habia tomado, y le coste creer a si mismo que fue hace ya bastante tiempo.
Cuando termino, volvio a observar a la chica, -Marien.... ¿no deverias estar en la cocina?-, le pregunto el, mientras señalaba el lugar.
-jajaja mira que se te va a quemar la comida,eh?-, le dijo en tono burlon. Dicho esto, guardo el violoncello y esta vez, tal vez si hiba a ayudar a la chica a cocinar.
Ya guardado su instrumento se diriguio de nuevo a la cocina, esta vez, a poner los platos en la mesa que habia alli. -.....-

Los ojos de la chica se abrieron como platos. -...¡L-LA COMIDA!........- partió corriendo hacia la cocina, aunque quedara a unos pocos pasos, y por poco tropezó con una maceta que había en el camino, por lo que Reo voló de su hombro hacia su cabeza en menos de un segundo.
-¡Es tu culpa! ¬¬ ¿cómo te pones a dar un concierto cuando cocino? - dijo, sólo por excusarse con algo y defenderse de la burla del orejón.
Cuando llegó a la cocina, el arroz se había pasado, y las cebollas en lugar de dorarse se habían se quemado casi por completo. -Agh... noooo Q__Q.... - acercó la nariz un poco, olfateando como un animal a quien no le convence mucho lo que está por comer. - Bueno... no huele taaaaaaaan mal... ._.;;; - dijo, por no mencionar que era la única comida que tenían y que afuera seguía lloviendo a cántaros.
Hizo lo que pudo para servir y maquillar el mal aspecto que tenía el pobre arroz, quemándose un poco y ensuciando la cocina más de la cuenta, pero finalmente dejó todo en una fuente y la llevó hasta la mesa, que ya estaba puesta. -Oh, bueno, al menos sabes colocar los platos en su lugar! XD - se rió, bromeando alegremente. Sirvió los dos platos con un poco de comida y se acomodó en su silla, mirando con ojos sospechosos al elfo. -Tú lo pruebas primero.- amenazó, como si la salsa tuviese algún tipo de veneno.

-"Tú lo pruebas primero."-, Hugue miro el plato, dudando de comer o no, -tengo que....?.... =____=#-.
Y sin chistar, comenzo a probar la comida, no estaba mal la comida, aun asi, sentia un sabor extraño, -...a ver... ahora es tu turno de que lo prueves... ¬¬ -, le dijo, como si la estuviera retando a comer.

-y?... a vos que parece?... .___. -, pregunto el, por algun motivo, le comenzo a doler un poco la panza, pero no hizo ningun gesto alguno, y ni dijo nada.

Marien se mantuvo seria y firme hasta que Hugue terminó de tragar el primer bocado. Si su hermana lo utilizaba de conejillo de indias, según lo que ella misma había dicho, ¿por qué la niña no podía hacerlo también, con una simple comida?
Lo malo fue la cara del pelinegro no le dijo absolutamente nada, parecía como si se quisiese reservar sus comentarios, y encima ahora era el turno de ella.
Se aguantó la respiración, para no dejarse llevar por el olor a quemado de la cebolla, y probó un poco. Tenía un gusto bastante raro... un tanto amargo, pero los tomates y otros vegetales salvaban ligeramente el sabor. El arroz, eso sí, parecía puré de lo pegoteado y blando que se encontraba.

Se limpió con una servilleta luego del primer bocado y miró a Hugue. -Pues.... podría estar peor..... ¿no? - y entonces rió, para rellenar el incómodo silencio - Aunque... creo que te pusiste un poco pálido ._____. ¿estás bien?-

-te parece que estoy bien?...-, le pregunto, como si fuese tan obvio. -pero no es nada... solo es un dolor de estomago-, sigue comiendo, esta vez, rapido, como para no sentir ese sabor raro. Por un motivo se pregunto por que a marien no le afectaba eso.

Cuando termino, se levanto para agarrar una botella, busco casi desesperado algo para tomar, pero lo unico que encontro fue el jugo de naranja de Ach, luego despues de tomar un poco, le dejo un poco a Marien.
En verdad no se sentia nada bien, pero por algun motivo no podia decirle a ella que no le gusto la comida, supuso que por eso al fin y al cabo termino de comer la comida que la chica preparo, -creo que... las galletas que me regalaste antes eran mejor...-, dijo finalmente.
El estaba a punto de apoyar la cabeza sobre la mesa por el dolor, pero se rehuso a hacer eso.

((pobreeee xDDDDDDDD Pero qué lindoooooo, se lo terminó comiendo todo Q___Q ♥♥♥))

-¿Dolor de estómago?... ¡E-espera! - Marien estiró un poco las manos, en un intento de quitarle el plato, pero Hugue se había puesto a comer tan rápidamente que ni siquiera se atrevió a tocarlo - ¡debiste haberme dicho que tenías dolor estómago, y nos evitábamos la salsa! - lo reprendió, asumiendo erróneamente que el dolor venía de antes y no que se debía precisamente a su comida. - ¡Ahora esta comida te caerá mal...! - sus brazos cayeron a su posición original en señal de queja.
Hugue se levantó para buscar un poco de jugo, y luego de beber lo dejó en la mesa. Ella lo siguió con la vista, algo preocupada.

-creo que... las galletas que me regalaste antes eran mejor...-

Y tenía razón, a ella también le gustaban más las galletas de su padre que aquella comida mal preparada, así que por un momento se sintió mal de que hubiese salido así, ya que había querido cocinarle aquello a modo de agradecimiento por lo que él había hecho por ella en Mondphase. Pero, de todas formas, no se desanimó.
-Hehe ^^;;... lo siento, no salió como esperaba. ¡Pero...! - se levantó de su silla, con una mirada de confianza en sí misma - ¡sí que se preparar te digestivo! ¡lo he aprendido en casa! - y dicho esto, juntó algunas pocas hierbas que había visto antes en su cocina (o de otro modo no se habría ofrecido a prepararle el te) y, en un abrir y cerrar de ojos, una taza de te digestivo se encontraba frente a las manos del elfo.
Ella volvió a tomar asiento, la comida se había enfriado un poco, pero eso no era nada comparado al sabor raro de la misma, así que no le importó y siguió comiendo. -Vamos, quita esa cara y bébetelo - lo animó.

((*tratando de demostrar que hugue no es tan malo (?* por dios.. que cabeza dura es mi hijo))

Despues de haber comido aquello, dudaba de tomar ahora ese te, -bueh...-, le dio el primer sorbo al te digestivo.
El te no estaba mal, aun asi no dijo nada y siguio bebiendo.

-la proxima vez que cocines...... no te distraigas.... ¬¬ - le dijo, se cruzo de brazos y suspiro. -ademas, no es mi culpa que te hayas distraido solo por el simple echo de que estaba tocando el cello..- le comento mientras señalaba el plato.

-Hmpf! Te recuerdo que no eres el más indicado para darme consejos de cocina ¬w¬ - replicó ella, justo después de comer el último bocado. Dejó los cubiertos sobre el plato y bebió un poco de jugo - Pero debo reconocer que el talento que te falta en la cocina te sobra en la música. O al menos a mí me pareció que tocaste muy bien~ ouo -
Marien se levantó de la mesa, llevando su plato para lavarlo mientras veía cómo Hugue terminaba su te. -¿A qué edad aprendiste a tocar ese instrumento? - preguntó, con curiosidad. - Y ahora que lo pienso... - hizo una pequeña pausa - ¿...qué edad tienes exactamente? - al preguntar lo último se puso un poco más seria.

-"¿A qué edad aprendiste a tocar ese instrumento?"- Pregunto Marien, Hugue seguia aun sentado en la silla, -mh?... a los 13 años.. creo, la verdad no recuerdo muy bien a que edad aprendi...-, le respondio, mientras el, miraba la taza.

Al escuchar la otra pregunta sobre su edad, Hugue miro fijamente a Marien -¿y a vos que edad te parece que tengo?-, le pregunto, pero antes de que Marien contestara, el respondio, -tal vez con la edad que tengo es lo suficiente como para que sea tu tatarabuelo-, le termino por decir.

Marien se quedó unos segundos callada. Sabía que el anciano era viejo, pero nunca se había puesto a pensar seriamente cuántos años tendría, así que cuando escuchó la pista que le dio él para averiguar su edad, se quedó casi perpleja.
Sacudió la cabeza para salirse de sus propios pensamientos, y luego de secar y guardar su plato en donde correspondía, volvió a la mesa, se sentó frente a él y lo miró fija y seriamente, mientras sacaba cuentas. -...Hmm... veamos... mi abuelo tiene 73 años... así que si mi bisabuelo viviera tendría unos... ¿100 años? ¿110?... entonces... mi tatarabuelo... - se quedó pensando unos segundos más, y luego se quedó callada con los ojos bien abiertos. -......¿140 años, tal vez...? - preguntó con cierto miedo, aunque no fuese algo tan grave en realidad - Aunque... con lo amargado que eres, pareces tener casi 200.... =w= - bromeó. Entonces se levantó de la silla, con la curiosidad en las venas, y se acercó a él - ¿acerté? ¿cuántos años tienes? Dime, dime! ouo -

-no, no te lo voy a decir... - Le contesto, riendo un poco, -ya tengo suficiente con que me digas anciano.. ¬¬ si te diria mi edad me dirias algo como "anciano decrepito"-, le dijo con una mirada casi asesina.

Se levanto de la silla y se fue a lavar la taza que contenia el te, -...¿y por que te interesa tanto saberlo?-, Le pregunto, mientras finalmente se terminaba de secar las manos.
Se cruzo de brazos mientras esperaba una respuesta, pero ni bien paso menos de 2 minutos, el contesto resignado, mirando a un costado, -214.... ¬¬ -, solo dijo eso, y nada mas. "y pensar que la serpiente tiene 30 años mas que yo.. y a pesar de eso se ve mas joven que yo >____>", penso un poco, con la cabeza baja.

((>XDD jaajajaja me estoy muriendo de la risaaa jajajaja))

((pobre... xD;;;;;; ))

Los ojos de Marien se abrieron, aunque pareciera imposible, todavía más que antes, y al escuchar la dichosa cifra dio un sobresalto en la silla que provocó que casi se cayera de espaldas. - HJDSFJH....!! - se atajó como pudo de la mesa, y luego se puso de pie de un salto - ¿¿....DOSCIENTOS CATORCE?! O_O......... - permaneció inmóvil viendo la cara de pocos amigos del elfo, quien seguramente, se había imaginado ese tipo de reacción. Y, finalmente, no pudo aguantarlo más y echó algunas carcajadas, llevándose las manos al estómago porque le empezaba a doler de tan fuerte y rápido que se reía. -JAJAJAJAJAJA yo había dicho 140.... ¡¡y me quedé cortísima!! -
Ella sabía que no era muy respetuoso reírse en su cara, pero vamos, era Hugue... ellos dos no se trataban con mucho respeto después de todo, al menos en situaciones cotidianas. Marien siguió riéndose hasta que el volumen de las carcajadas fue decreciendo de a poco - ahahah.... lo siento, aciano.... ;;; es que.... vaya... hahahah...-

Al cabo de unos minutos se calmó, y la risa se le transformó en una grande sonrisa, que mantuvo mientras le tomaba las manos a modo de disculpas y le seguía hablando, ahora con entusiasmo. - ¡Pero... oye! Que seas un anciano decrépito también debe tener sus ventajas, ¿o no? *A*~~ Has vivido muchas cosas, ¡y debes conocer muchas historias y lugares *______*...! - y entonces, sin darse cuenta pensó que seguramente él conocía la antigua historia de su familia, aunque no se atrevió a preguntar, ya que tenía prohibido hablar de aquello, y en definitiva, nunca le había dado mucha importancia. - Hmm... ahora sí que no me sorprende que reacciones tan poco frente a ciertas cosas... - dijo, frunciendo el ceño.

-mh?....-, dejo de estar en sus propios pensamientos. -y que?..-, se volvio a sentar en la silla, mientras pasaban unos largos e incomodos minutos -muy bien.. ya te e dicho mi edad, ahora dime la tuya.. >__> -, dijo, mientras el señalaba a ella.

-aunque no es que me importe....- explico aun con la cara de nada, que tenia el siempre. -....-

Marien pestañeó - si no te importa, entonces ¿por qué preguntas...? o.o - realmente no comprendía por qué Hugue había hecho la última aclaración, pero de todas formas no le dio tiempo a contestar, porque siguió hablando. Se señaló a sí misma con una sonrisa de oreja a oreja - ¡yo tengo 18! Por eso puedo portar libremente el estoque que me regalaste ouo-
No se había dado cuenta de cuándo la tensión entre los dos había desaparecido, pero ahora se sentía cómoda, y casi había olvidado el comienzo de aquella tarde. La niña volvió a sentarse, apoyando los codos en la mesa y la cara en sus manos; poco a poco iba sintiendo algo de sueño, aunque no quería demostrarlo.

Hugue miro por la ventana, -¿mh.... no es momento de que te vayas yendo?-, pregunto, mietras segia mirando fijamente a aquel lugar, -por que por lo que veo.... supongo que te retaran por llegar tarde... .____. -, le comento.

Aunque la verdad afuera, aun seguia lloviendo, asi que permanecio el callado durante un largo tiempo. -aagh.. todavia no entiendo como es que tu terminaste llegndo hasta aca... y en como carajo accedi para que vinieras... >A> -, se quejo, mientras se agarraba de la cabeza con la mano derecha.