Buscando pareja (priv. Aiwe y Yuki)

Aiwe jugueteaba con el lazo de su vestido mientras observaba las chicas qeu paseaban por allí. Apartó un momento la vista de la plaza para mirar a Yuki, que estaba sentado a su lado. Miraba la plaza, pero a nadie en general. Suspiró, cuando estudiaban había empezado a salir con una chica, estaba muy enamorado y cuando se graduaron esa chica desapareció sin más. Eso dejó al pobre chico destrozado y no había tenido ninguna otra novia ni nada parecido, y eso era una cosa que preocupaba a Aiwe. Por eso esa mañana había decidido encontrarle novia a su amigo. A parte así no tendría tiempo de pensar en ella y en sus sentimientos.

Dejó ir otro suspiro y fijó la vista en las chicas. Se fijó en una chica morena de ojos azules, muy claros, vestía bien y tenía un buen cuerpo. Elevó la mano e hizo que el viento elevara un poco el cabello de la muchacha - ¿Qué te parece? - dijo sin apartar al vista de la chica, imaginándose como sería con Yuki a su lado.

Yuki no sabia muy bien como se había dejado engatusar tan fácilmente por su amiga para hacer eso. Ella debía saber que después de lo sucedido con Janeth él no quería saber nada respecto al sexo femenino.

Él y Janeth estuvieron saliendo durante la escolarización en la academia de magia. Janeth poseía el poder del agua. Era una chica guapisima de largos cabellos dorados y ojos agua marina.
Al principio ella pasaba de Yuki, porque ella era de buena familia y el aparentaba ser de la plebe. Pero, llámalo capricho del destino, pasado el primer año de estancia en Radium Alba, Janeth empezó a encapricharse del muchacho. Y poco a poco empezaron a pasar largos momentos juntos. La chica era por así decirlo, algo insaciable, ya que no se conformaba tan solo con los besos y caricias que ellos dos intercambiaban, sino que ella quería dar un paso más en su relación. Paso que Yukiaún no estaba mentalizado para dar. Por lo que Janeth, agotada de Yuki, y de su insistente oposición a desvirgarse, Janeth una vez hubo acabado los estudios y abandonado la academia, también abandonó al muchacho, como el que abandona a un animal. No hubo ni despedida, ni explicación alguna para Yuki, que nunca llegó a comprender porque su único amor lo había dejado.

Por todo esto él no estaba dispuesto a pasarlo mal de nuevo por culpa del amor. Por esto había colocado una enorme barrera en su débil y maltrecho corazón, para que nada ni nadie pudiera hacerlo sufrir de nuevo.
- ¿Qué te parece?-Yuki ni se molestó en mirar hacía donde Aiwe le señalaba. Únicamente se limitó a añadir muy fría y cortantemente, para evitar regateos ni insistencias de su amiga.
- No me interesa.

- Si tienes razón, demasiado alta para ti. - soltó Aiwe para ver si Yuki reaccionaba.

Era plenamente consciente que esa chica... Janeth le había hecho mucho daño. Aiwe lo había consolado después de la ruptura, o lo había intentado porque su amigo no la había olvidado. Cada noche que Yuki llegaba borracho a su habitación, mencionaba el nombre de la muchacha en sueños. Nunca le había caído bien esa chica, aunque cuando empezaron a salir juntos le ponía buena cara a Yuki, pero estaba muy atenta a los movimientos de esa víbora.

Suspiró mirando nuevamente a Yuki, seguía mirando al vacío sin darse cuenta del comentario ofensivo qeu le había lanzado. Sin señalar a nadie y mirándolo preguntó - ¿Y esa otra?

Esta vez se molestó en mirar hacía donde Aiwe le indicaba con el dedo. Pero Yuki se limitó a negar con la cabeza.
- Aiwe, déjame de buscar una novia, porque no me interesan. No quiero tener ninguna relación sentimental con féminas. No crees que ya tube suficiente. Todas las chicas son frías, mezquinas y calculadoras.- Yuki miró a su amiga porque sabía de más que se había ofendido un poco con sus palabras. - No me mires con esa cara, sabes que es verdad. Haber quien me obliga a hacerle la mayor parte del papeleo, o me soborna...o...- Miró los grandes ojos de Aiwe que poco a poco se iban haciendo mas brillantes por las lágrimas que estaban a punto de recorrer sus mejillas. - Pero sabes de sobra que no me refiero a ti. Tu eres mio amiga y nunca me has echo sufrir. Es mas siempre te preocupas por mi. Como ahora, que miras por mi felicidad e intentas buscarme pareja.

- Aiwe, déjame de buscar una novia, porque no me interesan. No quiero tener ninguna relación sentimental con féminas. No crees que ya tube suficiente. Todas las chicas son frías, mezquinas y calculadoras. - Abrió la boca y los ojos, muy ofendida por las palabras de su amigo, iba a contraatacar cuando él siguió - No me mires con esa cara, sabes que es verdad. A ver, quien me obliga a hacerle la mayor parte del papeleo, o me soborna... o... - La boca de la chica seguía abierta pero lo ojos se le habían cerrado y estaban a punto de llorar. Todo lo que había dicho era verdad, pero ella no era ni mezquina ni fría ni calculadora. Estaba intentando no llorar para no montar el espectáculo allí delante cuando Yuki continuó - Pero sabes de sobra que no me refiero a ti. Tu eres mio amiga y nunca me has echo sufrir. Es mas siempre te preocupas por mi. Como ahora, que miras por mi felicidad e intentas buscarme pareja. - Aiwe no pudo evitarlo y le saltó a los brazos para abrazarlo. El chico realmente la conocía y sabía dominarla.

Cuando se separaron lo miró, le puso bien el pelo (al abrazarlo lo había despeinado) y le sonrió - Sé perfectamente como estas, por eso mismo te estoy intentando ayudar, lo que de verdad necesitas es.. es... - se acercó y le susurró - Lo que necesitas es un buen polvo. - Se separó de él reprimiendo una sonrisa por la cara que se le había quedado.

El intento de Aiwe de peinar al chico se había quedado en eso, intento. Yuki se pudo en su sito los pelos y escuchó lo que Aiwe le decía.
- Sé perfectamente como estas, por eso mismo te estoy intentando ayudar, lo que de verdad necesitas es.. es... Aiwe se le acercó a su oreja y le susurró. -Lo que necesitas es un buen polvo La chica se separa de él y sonríe supuestamente al descubrir la cara que el chico tenía. Yuki se había sonrojado hasta las orejas.
-Emm...pero Aiwe, que dices!Miró a lado y lado para asegurarse de que no había nadie cerca que pudiera oírlos. - Heres una pervertida malpensada. Como se te ocurre decirme eso.!!! No necesito un buen....eso. Esoty perfectamente con mi...susurró virginidad. Osea que no intentes convencerme de lo contrario. No saldré con ninguna chica. Por lo menos por ahora. En estos momentos disfruto de mi libertad masculina.

Aiwe reprimió la risa que tenía dentro, Yuki estaba adorable cuando se enfadaba pero sabía que si reía en ese momento, el chico se levantaría y se iría de allí, cosa que no le interesaba. Se elevó un momento para sentarse mejor, de cara a él y suspiró. - No hay nada qeu hacer contigo, aunque.... - Aiwe sonrió pícaramente, había tenido una idea para alegrarle la vida un poco más a su amigo. - ¿Quién ha hablado de salir con alguien? Yo solo he tenido a Fred de novio, y te aseguro - se acercó a él para que no la escucharan mucho - te aseguro qeu por mi cama han pasado otros. - Se separó de él guiñándole el ojo y mordiéndose el labio para no reírse, ahora si que estaba para reírse.

Yuki se quedó estupefacto al escuchar las palabras de su amiga.
- Y tu te crees una chica fina y educada? Pero si eres una guarra.Yuki se pudo colorado. Su amiga Aiwe acababa de decirle una cosa muy vergonzosa para él. Y la chica se había quedado tan ancha. Mira hacía ambos lados y añade. Y puedo saber quienes son los aprovechados o desgraciados, según se mire, a los que has engatusado para que se acuesten contigo?

- Pero si eres una guarra – Aiwe abrió mucho los ojos y se puso las manos en la boca, de entre sus dedos se pudo oír a la chica sorprendida - ¡Has dicho guarra! – Aiwe no se dio cuenta ni de que se lo decía a ella, no le gustaban las palabrotas y estaba en contra de ellas. Quiso regañar a Yuki pero él siguió hablando.
Después de las palabras de su amigo Aiwe se quitó las manos de la boca pero ésta seguía abierta. – Primero de todo, no aprovechados ni desgraciados. Segundo, yo no engatuso a la gente. Y tercero… - Pensó en Ayashi y su pacto de silencio – Se dice el pecado, pero no el pecador. – Dicho esto se volvió a sentar bien en el banco con una sonrisa de oreja a oreja.

Yuki esbozó una amplia sonrisa y miró a su amiga para decirle:
- Anda pequeña. si sabes que lo digo de broma. Se acercó un poco más a Aiwe y besó suavemente su mejilla.Se acercó un poco más para poder decirle algo.No hace falta que me busques chica, yo con estar contigo me basta. Dicho esto se retiró de Aiwe y se pudo de nuevo en su sitio.

En ese momento fue Aiwe quien se sonrojó y puso una cara rara. - ¡Anda! No me vengas con esas ahora, el rojo me sienta fatal y lo sabes. - Yuki normalmente tenía salidas como esa, pero la había cogido por sorpresa, demasiado por sorpresa y no quería que se notara más. Se levantó y se puso enfrente de él. - Pues si conmigo te basta, invítame a tomar un helado. - le dijo sonriéndole.

Yuki susperia muy intensamente mirando hacía el suelo, pero luego piensa en el enorme esfuerzo que Aiwe había echo para ayudarlo y sonrió.
-Venga de acuerdo. Quieres que vallamos a tu heladería favorita? Yuki abre se mete la mano en el bolsillo del pantalón y toca su esqueletica cartera. y piensa Este mes tendré que quedarme todos los fines de semana en la Academia haciendo guardia, porque no me quedará ni una sola moneda para poder bajar al pueblo.
Yuki se puso en pié y cogió de la mano a Aiwe y la empujó para levantar-la del banco.
- Vamos Ai, que si no se acabará nuestro sabor preferido.