Por primera vez [+18] (priv. Yuki y Aiwe)

((Esto es anterior a la batalla qeu se esta a puntito de librar. Aún no se ha dado la voz de alarma y Aiwe esta perfectamente, lo tendríamos que haber abierto antes, pero ni Lis ni yo hemos podido, así que lo hacemos ahora ^^))


Aiwe cogió la marioneta que la simbolizaba a ella y Yuki le dio a Yuki la de él mismo. Estaban los dos sentados encima de la cama de la chica hablando, ese día no tenían trabajo y como era final de mes, no se podían permitir ir a Mondphase a tomarse algo por lo que habían decidido quedarse tranquilos en la academia.
Le encantaba pasar el rato con Yuki, des de que habían empezado a trabajar era tradición para ellos quedar cada domingo para explicarse como había ido la semana, sus preocupaciones, sus alegrías, en definitiva, a hablar. Esa tarde, Yuki le había pedido a Aiwe que le enseñara su colección de marionetas ya que no la conocía (la verdad es qeu era un secreto entre ella y Geel, porque la colección aún estaba incompleta, faltaban algunos alumnos para tener a toda la academia en marioneta).
Llevaban haciendo el tonto un buen rato, cuando Aiwe se fijó en su amigo. Tenía una sonrisa muy tierna, siempre se lo había parecido, y después de lo sucedido entre ella y Ayashi siempre había tenido la espinita clavada de Yuki, pero debido a la abstinencia del chico, no le había dicho nunca nada. Por eso se sorprendió cuando él hizo que su marioneta besara a la suya. Lo miró incrédula. - Yuki, ¿qué..? - No pudo seguir porque el chico se le acercó y la besó. Fue un beso corto en los labios, pero a la vez muy tierno, cuando se separaron a Aiwe no le salían las palabras, se colocó la mano en los labios mientras se sonrojaba, como si acabaran de darle su primer beso y miró fijamente a Yuki, que le sonreía.

Yukis se separó de Aiwe después de besar suavemente los finos y suaves labios de su amiga. No sabía muy bien porque lo había echo, pero no se arrepentía. Miró a Aiwe con la cara sonriente. Pudo ver como la chica se sonrojaba. Yuki acarició la mejilla de Aiwe con suma delicadeza y ternura. Sin ni siquiera pronunciar palabra alguna, Yuki se acercó de nuevo a Aiwe y la besó de nuevo, pero esta vez con más entusiasmo por su parte, ya que el primer beso fue como una especie de pedir permiso. Recostó a Aiwe sobre el colchón y él se tumbó a su lado, con el pecho sobre el de la chica, aún con los labios pegados en un beso apasionado. Yuki enredaba sus dedos en la fina y larga melena de Aiwe. Mientras su boca recorría el cuello de la chica y regresaba a la boca. Cuando acabó Yuki lamió el labio superior de Aiwe. Ese era por así decirlo su firma sentimental. Se separó un poco de Aiwe y le dejó que esta recobrara el aliento.

Aiwe notó la mano de Yuki en su mejilla, dulce y tierna como él, miró los ojos marrones de Yuki y como por arte de magia solo pudo verlo a él. Abrió la boca al ver que él se volvía a acercar y esta vez, como era sin ser sorpresa, cerró los ojos y disfrutó ese beso, un beso que sabía a dulzura; un beso divertido, lleno de deseo, de pasión.
La recostó sobre el colchón, tumbándose a su lado. Yuki paró el beso para seguir besandole el cuello, ella tiró la cabeza atrás cerrando los ojos para intentar controlar su corazón qeu se estaba acelerando. Volvió la cabeza en su sitio buscando nuevamente esos labios tan tiernos.
Antes de separarse Yuki le lamió el labio, Aiwe dejó cogió aire y y se mordió el labio superior, para acabar a saborear a su amigo. Se le escapó una pequeña sonrisa bobalicona, típica de una niña adolescente cuando ve a su amor, pero Yuki no era su amor. Solo era su amigo y aunque le tuviera muchas ganas eso estaba mal. Le acarició el pelo, estaba despeinado pero le quedaba genial.
Y aunque su cabeza y, sobretodo, su corazón el decían que se tenía que quedar quieta, su cuerpo no la obedeció y se colocó encima de él. Le besó la punta de la nariz, como él no se quejó siguió bajando, se paró en sus labios, en su barbilla y en su nuez. Le quitó un botón y paro.

Yuki vio como Aiwe sonreía picaramente después de aquel beso tan caluroso. Sus sentimientos estaban mezclados y aumentados. Nunca había pensado en Aiwe en algo más que no fuese una amiga, pero sin saber porque necesitaba arrimarse un poco mas a ella.
Aiwe le acarició el pelo y él disfrutó con aquel roce de pieles. Le gustaba el tacto de la fina y suave piel de Aiwe sobre la suya.
Yuki se dejó hacer cuando Aiwe se le colocó encima y lo besaba suavemente por la nariz, boca, cuello... Y cuando Aiwe vajó a su pecho y desabrochó el primer botón de su camisa, el interior de Yuki se inundó de sentimientos contradictorios.
"Aiwe es mi amiga. Hacer esto con una amiga es correcto? Yo la quiero, pero no como quería a Janeth, no de ese modo. No quiero que Aiwe piense que soy un necesitado, o un aprovechado. Tuve la oportunidad de hacerlo con la que fue mi novia y me contuve. Porque ahora con Aiwe si? Porque con tan solo mirarla a los ojos quiero seguir?" Yuki estaba realmente echo un lío, pero no por eso paró los besos y caricias que Aiwe repartía por cada parte de su pecho. La chica ya había desabrochado todos los botones de la camisola de Yuki y había dejado el fino pero fuerte torso del chico al descubierto, y Aiwe lo acariciaba con sumo cuidado y ternura. La chica recorría las curvas de su tronco con el dedo indice, empezando por los huecos de la clavícula y acabando por las abdominales poco marcadas en el torso del muchacho. Yuki se estremecía al sentir el roce de las yemas de los dedos por su piel, por lo que soltó un ahogado pujido de placer.

La cabeza de Aiwe no paraba quieta, pensamientos arriba, imágenes abajo, pero su cuerpo no la escuchaba, se estaba dedicando al torso de Yuki. Delicadamente lo besó y lo acarició, mientras lo hacía no miraba en ningún lugar en concreto, al igual que su mente estaba muy lejos. Otra vez Caelan había aparecido en su mente, pero esta vez no estaba solo, su mente le recordó lo pasado entre Evan y ella, cosa que hizo que se pensara las cosas. Por un lado estaban sus ganas de seguir, hacía mucho que no se veía con Will y bueno… Era una chica, pero no era de piedra. Y por otro lado estaban sus sentimientos por el profesor de fuego y el motivo por el que no había podido seguir con Evan. No quería hacerle daño a Yuki, tenía que dejarle las cosas claras, como había hecho tiempo atrás con Ayashi y con William.
El chico soltó un pujido ahogado que la hizo volver a la realidad. Soltó una risilla divertida al ver como había reaccionado a sus caricias. Pero se puso seria. – Yuki, tú mejor que nadie conoce mis sentimientos. Quiero seguir con esto, pero necesito que sepas que esto se va a quedar aquí. Nadie lo va a saber nunca, y mis sentimientos hacía Cae no van a cambiar. ¿Estas de acuerdo? – Se mordió el labio inferior, esperando a que aceptara. Aunque una parte de su mente le decía que era una buscona (si acababa esto se habría tirado a sus dos mejores amigos) la calló rápidamente, no quería escuchar eso.

Yuki apoyó los codos en la cama para medio incorporarse para poder estar mas cerca de Aiwe mientras le hablaba. Entendía a la perfección lo que Ai le decía. Él sabía de sus sentimientos por Caelan, y no pretendía ni mucho menos interferir en ellos. Yuki no se había acercado a Aiwe con la intención de ser nada suyo, o de ocupar su corazón, simplemente Yuki necesitaba intimidar con alguien, y casualmente su corazón había escogido a Aiwe.
- Ai, nunca e pretendido hacer que te desenamores de Caelan. Se cuan grandes son y lo que te cuesta pensar en él como un simple compañero de trabajo. Pero yo no quiero nada de eso, simplemente mi interior anhelaba esto, y con quien mejor que contigo. Con mi mejor amiga, la que me comprende y respeta. Tu sabes de sobras lo mucho que me costó que Janeth no tomara mi virginidad. Pero no era porque no tubiera ganas, sino que no creía que ella fuera la mejor persona como para entregar lo mas bello que tenemos las personas. - Acarició el hombro de la chia haciendo deslizar uno de sus tirante hacia abajo.-Lo quiero hacer contigo, porque si, porque tu eres mi chica preferida, y con la que mayor afinidad y confianza tengo.
Yuki rodó por encima de Aiwe y se coloco sobre ella. Yuki besó con ternura la mejilla de Aiwe y depositó un cálido beso en la nariz de esta, como ella suele hacer con él mientras duerma.
- Sabiendo esto estas más tranquila no? Pues continuemos donde lo habíamos dejado.Yuki tan solo tubo que quitarle el vestido a Aiwe para dejarla con el cuerpo al desnudo. La chica bajo el vestido verde no llevaba ropa interior, tan solo unos cortos pololos, por lo que Yuki pudo ver en primer plano los finos pechos de Aiwe. Yuki se puso coloradísimo, pero no había marcha atrás, estaba deseando hace eso, y no lo echaría todo a perder. Por lo que puso una tímida mano sobre uno de los pechos de Aiwe y lo acarició como si de algo delicado se tratara. Y prosiguió con los besos, pero esta vez fueron unos besos mas aventurados, ya que Yuki recorría sus lávios por el pecho de Aiwe ansioso de tomarla entera.

Los ojos de Aiwe se humedecieron al sentir las palabras de Yuki, le sonrió a su amigo incapaz de decir palabra y menos después de lo que le había soltado. De golpe, él la hizo rodar y se colocó encima, seguía sonriente, no conocía esa faceta de su amigo, y le gustaba. Notó sus besos cálidos, divertidos, y se dejó quitar el vestido. Miró la cara del chico y ensanchó su sonrisa, le acarició el cabello, como para calmarlo. Y funcionó porque empezó a acariciar y besas sus pechos, Aiwe cerró los ojos y tiró al cabeza para atrás para disfrutar del momento.
Volvió a abrir los ojos para mirar a Yuki, una mirada diferente a las que le había hecho hasta entonces, sonrío maliciosamente mientras de acababa de quitar la camisa. Una vez al camisa del chico aterrizaba en el suelo, Aiwe acarició le acarició la cara, obligándole a subir la cara y besarla otra vez. Recorrió la espalda de Yuki con las manos hasta que llegó hasta el pantalón que le molestaba, por lo que se incorporó y giró al chico, de manera que se quedó arrodillada encima de él. Le dedicó un momento mientras se lamía los labios, seguidamente, le desató los pantalones mientras se abandonaba en otro beso.
Una vez desabrochados los pantalones, se los fue quitando mientras iba repartiendo besos y lametones su torso. Se ayudó con la magia para acabar de quitárselos mientras ella se paraba en su pene ya erecto. Subió la mirada para guiñarle el ojo y le dedicó un beso delicado en la punta, como los que le daba normalmente a la nariz.

Yuki se estremeció cuando los labios de Aiwe rozaron su pene. Estaba desesperado, las ganas de penetrar a Aiwe se acentuaban cada vez más. Ahora la chica jugueteaba con su pene, y Yuki se encogía de placer cada vez que Aiwe le frotaba el miembro. El chico se había agarrado a los cojines y se estaba convulsionando de placer. Cuando ya no pudo más puso a Aiwe sobre el colchón y fué ahora él quien se situó sobre la chica. Aiwe todavía vestía los pololos verdes, y Yuki sonrió en la penumbra.
- No es justo que tan solo yo esté totalmente desnudo frente a ti.- Por lo que el chico con una ágil movimiento de mano (demasiado ágil para ser la primera vez que desnuda a una chica) le quita la única prenda que todavía cubría la parte mas intima de Aiwe. Yuki se colóco frente la cara de Aiwe y le susurró. - Ahora es tu turno de sentir placer.- Dicho esto Yuki prosiguió con su sesión de besos y caricias. Empezó por los huesos de la mandíbula en el cuello, y siguió su recorrido pervertido hacía abajo. Los pechos, ahora dedicándole poco tiempo, los acarició con ternura y besó sus pezones estirando uno con sus dedos. Continuó hasta que llegó a la altura de la ingle. Allí miró la cara de Aiwe que estaba terriblemente colorada y sofocada por el placer. Yuki sonrió de nuevo y siguió con su faena. Hera la primera vez que practicaba sexo oral, no era como se lo había imaginado, pero se lo estaba pasando genial, y estaba sintiendo una torrentada de sentimientos contradictorios. Su pene estaba apunto de reventar por lo que alzó la vista de entre las piernas de Aiwe y le dijo. - Ai ya no puedo mas, necesito... Diciendo esto Yuki acercó la punta de su pene a la entrada de la vagina de esta y la penetró. Con tan solo el roce de entrar Yuki se corrió y se quedó muy quieto aún con el pene dentro de Aiwe. El chico tenia una cara de placer increíble.