Separación de almas (+18) (priv. Rune y Scott)

Esta noche... una noche cubierta por la inmensa niebla y una ténue luz lunar, he secuestrado a Rune con un gran propósito... servir a una voluntad que promete mucho más que la maldita magia de aire que durante todo este tiempo he poseído, y a lo largo de mis diferentes vidas... iba encapuchado y con una gruesa capa negra con tramado de cota de malla.

Arrastraba a Rune con una cadena de castigo en su cuello, además lo mantenía encadenado con grilletes gruesos y pesados por los densos árboles secos del bosque, mientras llegaba al Zigurat, Rune parecía estar profundamente triste...

-Deja de mascullar Rune, estoy harto de tu estúpida nobleza y tus sentimientos afeminados... solo un tonto como tu se enamora y le teme a la primer chica que ve ¿sabes qué patético es eso? ¡tu existencia no me ha servido para nada, ni siquiera para protección!- me quité la capucha súbitamente y lo amenacé al cuello con una daga torcida, mirándole a los ojos con mi deficiencia de retina, la cual el ritual que había hecho recientemente me había dejado, por lo que tengo ahora mis ojos en un blanco completo. Por alguna razón que no comprendía, y ahora mismo... me gustó aterrarle, me fascinó ver su rostro empalidecido por el miedo de ver al ser que tenía que proteger, ahora como una metamorfosis demoniaca... -Lo sabía, no eres mas que un cobarde... espero que después de esto puedas proteger a tu ninfa ¿cómo se llamaba? siempre se me olvida su nombre, pero da igual porque mataré a tantos como pueda para alcanzarla y verla agonizar... un día de estos lo lamentarás-

Me dí media vuelta y jalé a Rune quedando a unos pocos pasos de llegar al Zigurat, ese enorme edificio cubierto de ladrillo negro carbonizado y maltratado por las eras, cubierto por esculturas aludiendo a diferentes entidades desconocidas para el ser humano... muchas de ellas asesinas de pueblos en vida, vencidas por "heroes" -ya casi llegamos angelito...-

Movía la cabeza, intentando contenerme. ¿Qué le pasaba a Scott? No era... no era la persona a la que yo apreciaba y por la que daría mi vida, siendo su hamingja. - Scott, por favor, recapacita. ¡Amo a Mitsuki! Es... es algo que jamás entenderías... no... - " Déjame salir, Rune... salvemos nuestras vidas, no dejes que te roben a Yuki de nuevo... no" La voz hablaba, moví la cabeza. Yo podía contra Scott, y si me mataba... y si me mataba no me importaba, era su hamingja... haría lo que el me pidiese. - ¿No te ha servido de nada? ¿No... no he sido útil? Scott... ¡nos hemos divertido tantos años! No... no soy un cobarde... ¡hazme lo que quieras! Pero no metas a Mitsuki en esto... no le hagas daño... te lo ruego. - Bajé lentamente la mirada. No sé qué me esperaba, pero... sabía que no era nada bueno.

Entrando al Zigurat abandonado desde hace muchos años, encontré todo lo que necesitaba para emprender aquel ritual... donde necesitaría de Rune ahí para librarme.

-¡Calla miserable! eres un estorbo ¡un estorbo! ¿¡comprendes!?- le grité al ángel intentando destruir no solo un pacto, sino su moral -¿quieres saber un secretito?- le amenacé nuevamente con la daga y acercándome amenazante a su rostro -conservo los recuerdos, y parte de su mente... y lo que sé es que te ha rechazado durante todos estos años porque no servías mas que para hacer desastres y para echar abajo los planes que tanto trabajo, le había costado emprender ¡solo servías para eso!- me alejé de el súbitamente sosteniendo la cadena que colgaba de los grilletes de sus manos mientras entraba a la cámara principal del Zigurat, poniendo vasijas y pintando el piso con sangre, iluminado únicamente con velas y la escasa luz lunar que provenía del hueco en el techo -si te mueves te haré sangrar...-

Colgué a Rune de sus grilletes con un gancho de acero que oscilaba del techo para continuar con todo, levantándolo con una polea mientras le decía -Por cierto... esa niña llamada Mitsuki, si no fui por ella en estos momentos simplemente fue porque no tengo tiempo para ocuparme en una mocosa, es mucho más importante esto. Pero el día que nos volvamos a ver será diferente, la verás vivir y estar conciente forzadamente gracias a mis nuevas habilidades- alcé la mano llenándola de energías oscuras y frías, cosa que sé que inmediatamente Rune notó -mientras la descuartizo, hueso por hueso... órgano por órgano... sus ojos, sus orejas, su cabello, su lengua... sus brazos, sus piernas... la tendrás en pedazos despúes de todo, pequeño haminja-

Me quedé helado. - Scott... mírame a los ojos... ¿qué te pasó? Scott... yo... - Escuchar lo que decía avivaba a la voz " Desgraciado... no debí darte la mano... ¡no debí compadecerme de tu ahora putrefacta alma!" Moví la cabeza. - Scott... tu no le harías daño a nadie, te conozco... las bromas, todo, jamás te atreviste... por favor... no la toques... Mitsuki no tiene nada que ver.... Scott... ¡Scott, escúchame! - Grité molesto, las lágrimas desbordaban por mis mejillas. Era doloroso ver lo que hacía mi mejor amigo, a la persona que debía proteger... ahora debía protegerme de él

El ahora poseído de cabello blanco golpeo con una fuerza que nunca poseyó antes uno de los muros de la edificación haciendo un gran agujero, al tiempo que gritaba -¡Cierra el hocico insensato! es hora de empezar el ritual... y más vale que cooperes si no quieres que te haga cooperar a la fuerza, pues así tenga que partirte en dos el ritual se completará- se acercó a la polea y lo bajó violentamente haciéndolo azotar contra el piso -al fin... me libraré de ti, no tendremos más alma ligada... no habrá mas sellos de luz y espíritu dentro de ese miserable corazón humano, tómalo como el último acto de caridad de Scott... pues el pronto dejará de existir-

La luna enfocaba una mesa de sacrificios y rituales, iluminándola de acuerdo a las posiciones de esta por la noche por lo que Scott tenía toda la oscuridad a su favor, pues la noche estaba transcurriendo lentamente. El chico se descubrió todo el pecho mientras con su misma sangre, ahora blanca, hacía unos garabatos en su pecho... al parecer inscripciones de antiguos rituales de magia prohibida, los cuales se adherían tan solo con el pasar de su dedo. Rune había sido atado con gruesos grilletes a la mesa, donde le era imposible moverse.

-Es hora de empezar esto...- dijo mientras cerraba los ojos y canalizaba energía oscura con ambas manos, diciendo una oración de inicio en latín para el ritual.

Me quedé inmóvil. Scott se había ido... había fallado. " Scott... daría mi alma porque no hubiese sucedido esto..." Todo el dolor físico que me pudiese hacer... no se comparaba en nada. Una silueta borrosa se colocó a mi lado. " Rune... él está agradecido... has sido su hamingja durante todo este tiempo. Ese demonio se lo ha comido... sólo desea que puedas vivir a gusto..." Sollocé mientras lo veía. " ¿De qué sirve vivir sin una persona a la cuál proteger? Soy un hamingja... el hamingja de Scott Schiebinger... no cumplí con mi deber... no lo protegí... debo morir ahora..." Cerré los ojos, nunca había sentido un dolor así...

Se veían salir las lágrimas de aquel ser alado desconsoladamente, lamentándose de haber fallado con su misión -¡Excelente! eso facilitará el ritual, una desconexión por frustración... caída inminente, por tanto ¡éste ritual terminará pronto! ¡te lo agradezco, es la única cosa útil que has hecho en tu patética vida!- el ahora demonio en proceso de metamorfosis reía con demencia, suponiendo a esto lo irónico del resultado -sufre... sufre pequeño haminja, que vivirás para sentir ese dolor de haber fallado por proteger a tu más querido amigo...-

El ahora poseído Scott se detuvo en medio de un círculo pintado en el piso con su sangre, similar a un pentagrama y con muchos signos en una lengua desconocida, probablemente muy antigua, pronunciando algunas palabras en latín...


Las lágrimas salieron involuntariamente de los ojos de aquel ser que albergaba el cuerpo de Scott, en grandes cantidades y con agonía -Mira que irónico... tu amigo llora por ti, suplica que no lo haga ¿debería de escucharlo? ¿o debería descuartizar sus pensamientos para que deje de llorar? ¿dónde quedo el valiente Scott que tanto apreciaba a su haminja y que daría la vida por el? tal sujeto no existió pero ¿ya te lo dije verdad?- dijo burlonamente mientras veía a Rune llorar de igual manera, y las lágrimas se aceleraban de los ojos de aquel nuevo Scott, que en ese momento mantenía un rostro deforme, mucho mas parecido al de un demonio que al del mismo Scott -eso es... el dolor alimenta, el sufrimiento... la angustía ¡el caos en una agonía incesante! ¡alzense y coman como nunca! ¡devoren este pestilente cuerpo y háganlo digno de un ente como yo! ¡un ser magnífico!-

La luna iluminó el cuerpo de Rune mientras inmóvil como oveja al matadero permanecía en aquella postura, no podía hacer nada más... a pesar de que la mente de Scott estuviera viva, ya no era el... el daño se volvió irreversible a final de cuentas. Scott se envolvió de energías oscuras que salían de los signos del piso injertándose en sus extremidades -es tiempo ya... de dar paso al nuevo yo- dijo pausadamente, mientras esas energías abrían el pecho de Scott dejándolo en canal, y expulsando sus vísceras completas: estómago, hígado, intestinos, riñones, todo lo mencionado y otros órganos más dejando el interior del chico completamente vacío. Rune se podía percatar de todo lo que sucedía, su amigo se encontraba frente a el siendo "asesinado" de una de las formas más crueles en las que un demonio podía poblar un ser: limpiando y constituyéndose dentro de si.

-Fal... falta lo más importante- dijo Scott expulsando sangre roja por la boca, al parecer aún quedaba parte de su humanidad sin ser dañada, donde aquellas energías rompieron los huesos de la caja toráxica de Scott y tirando junto con las demás menudencias aquellas piezas. Procedieron a retirar los pulmones de igual manera pero al momento de tocar el corazón, el cual aún latía con fuerza lo hicieron con cuidado... faltaba un proceso por completar...

En el momento que tocaron el corazón, una visión llegó a Rune... no pudiendo ver nada mas, tal y como si estuviera soñando. En un cielo teñido de rojo se veía un edificio contruido por finas piedras preciosas y oro en su interior, donde reside el alma de Scott que es el mismo y su conciencia, y el pacto que alberga su corazón... pronto el interior de ese lugar empezó a corromperse y a sangrar de los muros, expulsando las piedras preciosas al piso cual cristal frágil y corrompiendo el oro con una materia negra y pestilente. El alma de Scott se había aprisionado en su defensa pero fue alcanzada por esa oscuridad... mencionando unas últimas palabras del verdadero a Rune.

-Amigo... tu has cumplido tu misión, yo soy el que fallé... el que rompí el pacto, al dejarme aprisionar por este bicho y no defenderme. Fui engañado, no dejes que el te engañe más... yo siempre te aprecié por ser un amigo inseparable, siempre fuiste un gran amigo durante esta vida y las dos anteriores que me acompañaste, has cumplido con creces tu objetivo... es momento de que protejas a Mitsuki ya que con este cuerpo corre un gran peligro pues intenta accesar al poder que reside en el, y que yo nunca pude controlar por mi inmadurez. Se su haminja... y cuidala mucho ¿vale?- el alma de Scott, reflejada como lo que el era sonrió mientras era cubierta por esa densa oscuridad, diciendo una última cosa -recuerda... no he muerto, mi mente nunca será alcanzada por este ser... puede que nos volvamos a ver, al menos una vez más... huye en cuanto se complete el ritual y prepárate... eres libre ahora-

Un sonido como el de un cristal que se rompe sonó en ese lugar, convirtiéndose en tan solo oscuridad... una densa oscuridad. Rune corría peligro por lo que como última acción Scott regresó al ángel a su realidad... para que escapase.

Todo regresó del sueño mientras el corazón de Scott dejaba de latir y era arrancado, además de aplastado convirtiéndose únicamente en una masa de carne... sin forma alguna. El interior de lo que contenía los órganos vitales de Scott se rellenó súbitamente con otros órganos, de color verduzco y con formas diferentes a las de los expulsados... era repugnante, pues la sangre blanca que caracteriza a este ser empezó a brotar de todo lo que había quedado limpio, rellenando y cociendo el pecho de Scott nuevamente para sellar al nuevo demonio que se había formado.

Los ojos y extremidades del chico dejaron de iluminarse... el ritual se había completado. Las cadenas que sujetaban a Rune se rompieron sin cuenta del ahora transformado Scott y Rune quedó libre.

Me quedé inmóvil, sentí nauseas, me cubrí la boca. - Scott... - Miré al demonio. Tenía tantas ganas de acabar con él. Pero aquella silueta se apareció frente a mi.

- No seas tonto, Rune... vengarás a tu amigo en su debido tiempo... corre. - Dijo mientras desaparecía. El demonio me miró de reojo. Me estremecí y salí volando de ahí. Lo más lejos que pudiera.

Estaba agotado. No veía bien... ¿cuánto tiempo estuve llorando? - Scott... Scott... disculpame...

- No ha sido tu culpa... - La silueta se colocó a mi lado. Lo miré fijamente.

- ¿Quién eres? - Me cubrí la boca, las nauseas volvieron al recordar cómo se desfiguraba el cuerpo de mi amigo, bajé la cabeza mientras vomitaba, irremediablemente. - ¿Cuándo hizo ese pacto? Malditos demonios... Scott... - Me cubrí la cara.

- Soy Kenneth, Rune... soy tu... - Tomó mi rostro. - Tomé esa forma para buscar a Yuki, mi verdadera alma a la cual proteger, Mitsuki... ella es Yuki... - Sonrió mientras me veía.

Me quedé helado. - ¡¿Cómo dices eso?! Acaban de matar a mi mejor amigo... Scott... dos vidas... con él... - Guardé silencio. - Su último deseo... debo protegerla... sabía que Scott no haría algo así... - Sonreí mientras volvía la vista atrás. - Haré algo bien, capitán... ésta vez...

-Un cuerpo joven... tal vez demasiado joven- dijo el nuevo Scott, quien ahora mantenía al hablar una voz doble: la voz de Scott y una voz densa y robótica al tiempo. Cada vez se le veía mas cambiado, esta ocasión parte de sus venas y arterias en ciertas extremidades sobresalían, gracias a que el nuevo sistema de organismo del híbrido humano/demonio pemitía un desarrollo muscular mucho mayor -es mas que suficiente para lo que necesito vivir, unos cuantos miles de años... y con este ritual no se pudrirá-

Vió partir a una velocidad incalculable al ángel, volando a través de una de las ventanas que localizó con gran velocidad y aumentarla aún mas al salir del Zigurat... -creo que le subestimé... este chico es veloz, en unos minutos estará fuera del bosque negro así que será mejor que me empiece a entrenar consumiendo otros demonios... para reencontrarmelo un día de estos. Primero tengo que ir con el amo, lord Boden...-

(y aquí se termina el corto pero sádico post owoU)