Clases con Scott-sempai (priv. Ikki y Scott)

Ikki terminó de desayunar camino del campo de entrenamiento. Mientras caminaba por el sendero, comía unas galletas. Había estado toda la noche impaciente porque quería aprender muchos ataques con aire, solo sabía hacer ráfagas de aire caliente y poco más, aunque el día anterior Scott le había enseñado a hacer "sonic boom", unas pequeñas bolas de aire instantáneas que se hacían sin acumular energía. Ikki había estado entrenando por la noche hasta muy tarde, pero no tenía sueño, es más, estaba muy animado. Scott se había ofrecido a hacer de su profesor, y estaba muy contento puto que nunca había tenido uno. Apareció en el campo de entrenamiento, divisando a un chico rubio allí de pie.

-¡Hola Scott-sempai!-dijo el lobo con la boca llena de galletas.

Ikki fue corriendo al lado de Scott. Como en su país, Japón, se le daba esos sobrenombres a los cercanos, decidió llamarlo "sempai" puesto que era su maestro. Estuvo mucho tiempo pensó si decírselo o no, pero al final decidió llamarle así.

-¿Qué tal estás?

Scott llegó temprano a aquel lugar, no había desayunado nada pues se encontraba algo deprimido. Muy en el fondo podría verse esa profunda depresión, pero el cascarón reflejaba una personalidad alegre y que buscaba descansar mirando a donde sea, buscando paz y conformidad con su vida.

El chico había dormido bien, aunque si estuvo meditando en las técnicas que le enseñaría al licántropo con el que había hablado recientemente. Todas estas técnicas las había aprendido de Boden mientras estuvo en su bando y le han servido para aprender a mejorar su permanencia en la canalización de la energía del aire aprovechando el potencial alto de explosión de energía que posee.

Vió llegar al chico con la boca llena de galletas y feliz como no lo había visto hasta ahora -Hola, pues todo bien aquí ¿y tu? o.o... ¿sempai? jejeje no me digas así, solo dime Scott... sé solo algunas cosas más que tu pero ambos seguimos siendo alumnos- dijo Scott mientras contemplaba las galletas de Ikki con algo de antojo, pues no había desayunado.

-Esto... antes de iniciar el entrenamiento ¿me compartes alguna de tus galletas? si no es mucha molestia, es que no tengo nada en el estómago-

Ikki rió alegre al oír a Scott decir que se encontraba bien. Aun comiendo galletas, el lobo decidió responder a las preguntas de su profesor.

-Sí, yo también estoy bien, aunque he dormido poco, estuve practicando con mis poderes toda la noche para no quedar demasiado mal hoy, aunque estoy bastante despierto-le dedicó una sonrisa-¿No has desayunado? Eso no esta bien pequeño, hay que desayunar fuerte antes de hacer esfuerzos.

Ikki le tendió unas cuantas galletas y vio reírse a Scott. Tal vez se riera de la palabra que le había dicho Ikki, "pequeño", puesto que, aunque Ikki tenía dos años más que Scott, media menos que él, tal vez casi unos 6 o 7 centímetros menos que él, o tal vez se riera de la vitalidad del licántropo. Sea cual fuese la causa, el lobo se rió de la misma forma.

-Da igual que los dos seamos alumnos, ahora eres mi maestro y en mi país es costumbre decir sempai a los maestro que se consideran dignos de respeto, y para que yo aprenda se hace falta mucha paciencia, así que tienes mi respeto-sonrió feliz-¿Y bien? ¿Cuando empezamos?

-Bueno, la paciencia en estas lecciones será importante para ambos- señaló Scott quien se había sentado a disfrutar las galletas que Ikki le había obsequiado por unos momentos -en fin... no importa como me llames por ahora, lo que importa es que aprendas lo que te voy a enseñar y lo perfecciones con tu propia técnica... enseguida empezamos, solo permite que me hagan unos 5 minutos de digestión sino me voy a acalambrar- se estiró para atrás mirando al cielo mientras comía un poco.

Pensó un poco la actividad y miró el campo junto con su extensión, aquel lugar tenía una pista para correr y utilizarla para carreras de relevos -mira, te noto algo impaciente... como es la primera vez que realizas estas técnicas de aire, mientras si gustas para ir calentando un poco y que no se te acalambre el cuerpo con la técnica da unas 10 vueltas de trote alrededor de la pista en lo que termino de comer las galletas... espero que no lo veas injusto, pero es que ya sé realizar las técnicas- dijo Scott notando que su petición sonaba algo abusiva para un maestro, pero no vaciló en pedirlo pues sabía que decía la verdad.

Ikki, al escuchar que tenía que correr, puso tiesa sus orejas y movió su cola, alegre. ¡Le encantaba correr!

-¡¿Correr 10 vueltas?!-dijo sorprendido-¡Eso son pocas vueltas! Pero si lo dice mi sempai será cierto-se rió y fue caminando hasta el principio de la pista de atletismo.

Se agachó en la línea, preparándose para correr con una sonrisa en la boca. "1... 2... 3... ¡YA!", pensó para sí, saliendo corriendo a gran velocidad. Aunque, la verdad era de suponer su velocidad puesto que era un licántropo, criaturas que pueden superar a los vampiros en velocidad. Dio las 10 vueltas en menos de 2 minutos, después, se acercó hasta Scott. No parecía nada cansado.

-Ya las dí, ¿te has terminado las galletas?

Mientras Scott veía al veloz licántropo moverse alrededor de la pista cual lobo persiguiendo a su presa continuaba comiendo las galletas tranquilamente. No había terminado la tercera de 8 cuando el chico había vuelto ya con el gritando anímicamente -Ya las dí, ¿te has terminado las galletas?- el canoso respondió tranquilamente mientras lo contemplaba -Umm... veamos...-

A continuación Scott se levantó y se puso enfrente del chico mientras con su dedo índice tallaba el cuello del licántropo, para posteriormente lamer su dedo "buscando" sudor -eres un caso distinto, necesitarás calentar un poco más así que te prestaré estas pesas- el chico sacó de un maletín cercano a el unas pesas de alrededor de 12 kilos para cada extremidad, un peso bastante alto considerando que el albino lo utiliza para entrenar esgrima y para ejercitarse -bueno, descálzate ycolócate esto en tus pantorrillas y en las muñecas, y darás 30 vueltas ahora... irás escuchando el dispositivo extraño de música que la señorita Medea "me obsequió" para que no te aburras mientras tanto- sacó algo similar a un mp3 con sus respectivos audífonos pero que el canoso dijo se acciona con la magia del usuario y reproduce una música bastante pesada, útil para evitar dormirse y para motivar el paso en ejercicios rudos.

-Necesito que calientes ya que los movimientos que vas a hacer con tu cuerpo pueden entumecerte y acalambrarte, y no porque sean muy complicados, sino porque utilizarás magia durante ello, y el manejar magia no se lleva del todo bien con el cuerpo...- le pega ligeramente en los hombros mirándolo de frente y le sonrie -así que ¡ánimo y a continuar!-

___________________
[Cuidado, es medio bisexual el monigote en realidad y lo digo por lo de probar el sudor XDU... por cierto si necesitas los diálogos de Scott en cualquier momento su código es #CC6666 por lo que al colocarlo iría (color=#CC6666) y (/color) entre corchetes]

(Aww Siento tardar tanto en contestar, pero necesito que me venga algo de inspiración Dx)

Ikki se sonrojó enormemente al sentir el dedo de Scott pasar por su cuello, para después lamérselo. Mientras veía a Scott sacar unas pesas de su maletín, el lobo puso su mano en donde le había tocado anteriormente y bajó la mirada, pensando algunas "cosas" que lo hicieron sonrojar un poco. Cogió las pesas y, aunque eran algo pesadas, a Ikki no le parecieron tanto, así que se las ató a los tobillos fuertemente para que no se le escaparan al correr. Empezó a colocarse las pesas en las muñecas mientras cogía el MP3 que le tendía el chico y lo miraba asombrado, y se ponía los auriculares, escuchando algo parecido a Heavy que, ciertamente le gustó y le arrancó una sonrisa.

-¡Woah! Esta música es muy animada, me gusta bastante-dijo mientras se terminaba de poner las pesas en las muñecas-Así que treinta vueltas... tardaré más, pero bueno, si tú dices que así después estaré en mejor forma lo intentaré al menos.

Ikki se movía con dificultad, así que decidió dar unos saltos para acostumbrarse al peso antes de empezar a correr. Saltó hasta que ya sintió como no le pesaban tanto las pesas y camino normal pero lento hasta la pista de atletismo nuevamente, parándose en la línea de salida. Contó hasta tres y empezó a correr rápido a pesar de las pesas, se acostumbró rápido a ellas. Y así estuvo durante diez minutos. Cuando dio las treinta vueltas, paró, cansado y con sudor sudor por la cara, haciendo que el pelo se le quedara pegado en la cara.