Habitación de Tomas (priv.)

Nerine se calmó y alegremente vio como Tomas le devolvía la sonrisa.
- Me gustas más cuando sonríes que cuando estás serio - se rió, aunque imaginó que en algunos momentos era mejor estar centrado como él. - No sé que os pasa a los chicos que os cuesta sonreír. A tí, a L, a Ren...

Tomas sopesó sus palabras, dejándose caer en su cama ahora que Nerine ya no le tocaba las alas. Se acarició la barbilla.
-Es que los chicos que has elegido... no creo que seamos muy de reír -calculó, todavía meditando sus palabras seriamente. Sin embargo, él también conocía a Helio, quien no solía reír muy a menudo. Seguramente, y por algún extraño motivo, Nerine llevaba razón- Quizá... quizá sea dificil sonreir cuando tu vida no es... perfecta. Pero bueno, aparte, ¿qué más da? -determinó finalmente, preguntándose por qué le estaba dando tantas vueltas a aquello.

](Nerine le ha pegado eso de liarse con sus propias palabras xDxD!!)

- ¿Tu crees? - preguntó ella con curiosidad, tumbándose junto a Tomas en la cama sin pedir permiso, panza abajo, acariciándose también la barbilla en actitud pensativa. Parpadeó y ladeó la cabeza hacia Tomas con una nueva pequeña sonrisa. - ¿Tu crees que mi vida es perfecta? - preguntó, divertida. Luego se puso un poco más seria y ladeó de nuevo la cabeza. - ¿Y cuál ha sido ese problema tuyo? - Supuso que si Tomas había mencionado aquello era porque la experiencia propia se lo había enseñado. Nerine se dio cuenta de que no sabía nada de su amigo, por eso preguntó.



(Nerine puede pegar muchas malas manías xD)

-Bueno, no perfecta del todo, supongo -rectificó, recordando el momento en el que Nerine le había confesado que solía dormir en los árboles para huir de sus padres. En esos instantes, a Tomas ya no le causaba tanto dolor hablar sobre ese tema... sin embargo, Nerine no le dio tiempo a preguntar nada cuando se le adelantó, con una pregunta que no sabía cómo responderle:
- ¿Y cuál ha sido ese problema tuyo?
Tomas la miró de reojo, tumbada boca abajo a su lado y, repentinamente, mostrándose más seria. Sus ojos dorados parecían cargados de una profunda preocupación. En ese momento, el chico se dio cuenta de que nunca se le había ocurrido mirar tan detenidamente hacia los ojos de Nerine, descubrir lo que se ocultaba en ellos... Y, ahora que la conocía más, no le extrañaba nada que tuviese tantos amigos; si se mostraba siempre tan simpática, tan entregada a ellos...
Tomas desvió sus pensamientos cuando se percató de que llevaba un buen rato mirando hacia los ojos de Nerine, que tan cerca de él tenía en ese instante. Había olvidado por completo su pregunta; ya no recordaba ni siquiera cuál era. El corazón, de repente, le latía más deprisa...

(Pobrecica, pero si en el fondo es un cielo xD! La mayoria son buenas manias!)

Nerine parpadeó una tercera vez, confundida. Tomas se mantuvo callado tras su pregunta, y su expresión, antes tranquila y relajada, se tornó de repente nerviosa. La niña se preguntó si su pregunta lo habría molestado de algún modo, haciéndole recordar aspectos de su vida que seguramente no eran agradables para él. Se sintió un poco culpable, y quiso decirle a Tomas que no hacía falta que le respondiera si no quería, pues ella no era ninguna cotilla y solo quería ayudarle, no hacerle sentir peor. Supuso que podría averiguar otras cosas de él que la ayudasen a comprenderle mejor y a meter menos la pata, en lugar de andar preguntándole por su pasado, y estiró la mano que había estado sobre su barbilla hasta posarla sobre el hombro del muchacho. Sin decirle nada ni apartar la mirada, pues él no lo había hecho, le sonrió.


(Ai... Pero que monos...)

Tomas no pudo evitar devolverle la sonrisa tímidamente, casi sin percatarse. Sentir esa sonrisa de Nerine tan cerca también era sumamente reconfornante. Incluso le pareció una sonrisa más adulta de lo que se le aparentaba la mayor parte del tiempo; ahora, Tomas percibió como si esa sonrisa fuese solo para él.
Aunque su corazón parecía ir a salirse de su pecho (¡era imposible que Nerine no lo oyera!), aunque notaba la mano de Nerine puesta en su hombro y aquello lo ponía aun más nervioso, si cabía... le gustaba estar a su lado en ese momento. Percibirla cerca de él.
Desvió su mirada por unos segundos, para atreverse a levantar una de sus manos y ponerla sobre la de Nerine, que seguía tocando su hombro. La acarició con suavidad, todavía sin atreverse a decir nada. No era necesario.

(Ainss de verdaaad! !)

Tomas desvió la mirada pero devolvió el gesto que ella había hecho, y aquello a Nerine le pareció tierno. Tenía ganas de preguntarle muchas cosas, de conocerle muchísimo más, porque quería entender a qué se debía aquel brillo en la mirada de Tomas, pero... El silencio se le antojó agradable. Bajó la cabeza hasta apoyarla sobre las sábanas, sin apartar la mirada de Tomas, aunque él tenía los ojos clavados en el techo de la habitación. Ninguno de los dos movió la mano de su sitio. Todo era tan bucólico y agradable...


(>////< ¿Qué hacemos? ¿Seguimos o lo dejamos aquí? Nerine se va a quedar dormida si siguen en silencio, aunque están tan cuquis...)

Tomas se detuvo por unos instantes a mirar hacia el techo, intentando apartar por unos segundos la mirada de Nerine, que también parecía cómoda entre aquel silencio que se había formado, sin que ninguno de los dos apenas se percatase de ello. Bajó la mirada hasta sus dos manos unidas y, cuando volvió a fijar sus ojos en Nerine, la niña estaba casi dormitando.
Suavemente, y sintiendo un ligero remordimiento de conciencia por ello, Tomas la llamó con flojedad.
-¿Nerine...? -susurró. No recibió respuesta- Nerine, no te duermas...

(Hmmm... puuues...me gusta eso de que Nerine se quede dormida jajaja!! Sé que no lo has dicho en serio pero me gusta xD)
(He puesto que se queda medio dormida, te dejo decidir; si la puede despertar Tomas, si la deja dormir, si se duermen los dos y la gente piensa mal a la mañana siguiente, ejem... XD!

(Si se queda dormida dime lo que quieres y yo cierro con Tomas ^^ Y si no, pues puedes cerrar tu, que terminar así es requeterequetebonito xD)

- ¿Nerine...? Nerine, no te duermas...
La niña frunció el ceño, atraída por la voz de Tomas, pero esta le llegó de muy lejos y no le apeteció contestar. Estaba cansada, las emociones de aquel día habían sido muchas y ella estaba débil, y aquella cama era tan cómoda y calentita... Soltó un suspiro que se pareció más a una respiración relajada, y automáticamente se acurrucó un poco contra aquella fuente de calor que era Tomas a su lado, apartando la mano en su hombro para rodear su brazo con un abrazo. Aunque sabía que no debía estar allí, y que ni siquiera tenía el permiso del dueño de la cama, Nerine se durmió.


(Si que quería decir esto ^^ Ahora cierra tu y ya esta el tema listo)

Al no escuchar ninguna respuesta por parte de Nerine, Tomas supuso que ya era tarde. Se había dormido. Y no quería despertarla... parecía tan cansada... supuso que no pasaría nada por compartir la cama esa noche, ¿no...?
Sacándolo de sus reflexiones, Nerine dio media vuelta y se acurrucó directamente sobre él, pasando su brazo por encima de todo su cuerpo.
Tomas retiró con cuidado la mano que había mantenido sobre la de Nerine todo ese tiempo, y la apoyó lenta y temblorosamente sobre su espalda. Total, ¿qué mas daba? Ya estaba dormida, y ella se le había echado encima. Dejó asomar una leve pero conforme sonrisa y apagó la luz de la habitación, lanzando un soplo de viento al interruptor, con tanta soltura como si hiciese eso todos los días.
Apoyó su cabeza sobre la de Nerine y cerró los ojos, sin más. Sin embargo, todavía mantenía esa frágil sonrisa sobre sus labios cerrados.

Podía asegurar, sin equivocarse, que en ese momento era completamente feliz. Con una felicidad que Tomas casi había llegado a olvidar.

(Me alegro entonces! Ainss adoro el final!! ^^)