Noche de luciérnagas

Salgo a pasear recién iniciada la noche a las áreas verdes de la escuela, a final de cuentas está bien iluminado por las luciérnagas multicolores y el cielo estrellado que bien ilumina el colegio, además de algunas lámparas que solo dejan el lugar con la oscuridad tenue de la noche. No me fui muy retirado debido a que me da flojera caminar y por el peligro que ofrece el bosque al fondo aparte de su oscuridad, simplemente me quedé en un árbol cercano a una de las enormes fuentes que cruzan por los caminos empedrados de la academia.

Me recosté a ver el cielo y la luminosidad del agua acentuada con la luna mientras mi familiar se sentó a un lado mío en su forma de perro - Terracanis... espero que también te agrade este lugar, si te da frío nos regresamos - a lo que el respondió con la cabeza un no.

- Vaya, a veces no tienes ganas de hablar pero otras ocasiones ni quien te pare la boca - le mencioné al canino de arena que miraba fijamente el agua, contemplando la bella luz reflejada.

Caminé por las áreas verdes. La luz de la noche iluminaba bellamente todo el terreno fuera de la academia. - ¡Qué bello! - Vi al elfo castaño conversando con Terracanis cerca de donde yo estaba. - ¡Kris! Jijiji... ¡hola, Kris! - Dije mientras corría hacia el, moviendo mi mano y sonriendo.

Una chica se me apareció a unos cuantos metros de mi, ella caminaba tranquilamente - ¡Kris! Jijiji... ¡hola, Kris! - me dijo mientras venía hacia acá.

- ¡Hola Clio! no pensé que estuvieras aquí pero me alegro de que así sea... eh... ¿cómo te va? - le contesté mientras le hacía una seña para que se sentara a un lado. Me quedé viendo sus ojos multicolor, que son como los de las luciérnagas que volaban esa noche por encima de la fuente y a los lados de ella, resplandecían increíblemente aunque "espero no note que le estoy mirando a los ojos..."

Me senté al lado del chico. - ¡A mi me va bien! Creí que no te vería en todo el día. - Las luciérnagas seguían revoloteando alrededor de nosotros. Kris se veía más nervioso de lo normal. - Y a ti, ¿cómo te val?

- Bien, hace poco que conocí la academia y una de las primeras cosas que hago es explorar los sitios donde estoy por si cualquier cosa se requiere ubicar - le comenté a Clio, intentando tomar la calma y abrazando a Terracanis, que se había echado en el verde pasto que rodea la fuente.

Era increíble el panorama de la escuela de noche, muy iluminado y multicolores. La noche ya había llegado a la academia y rodeaba los pocos rincones tenuemente oscuros del lugar.

- Así que tu eres maestra de cocina ¿no? vi una retícula de materias y apareciste tu, pero... llegué a pensar que era un homónimo - solté una risa un poco avergonzado, y continué - ¿qué te parece la academia? como lugar de docencia es bastante cómoda, me agradaría saber si hay actividades extras... no sé si sepas al respecto -

Le di una sonrisa Kris. - No estoy segura, solo sé que Helio da jardinería, igual. ¡Debe de estar por ahí, escondiendo sus plantas de mi, jejeje! - Kris asintió mientras bajaba la mirada. - ¿Sabes... algo del baile, Kris? - Crucé los brazos mientras levantaba la vista, Kris me miró fijamente.

- ¿Baile? nooo apenas llegué hace poquito, no lo sabía... - respondí a Clio quien me miraba extrañada, después de ordenar mi despacho no sabía nada mas respecto a la academia que mi horario a impartir - tu sabes que soy distraído pero tal vez peco de exceso - reí avergonzadamente.

Pero Clio me miró luego de lo dicho esperando alguna respuesta más que si sabía al respecto, respondería algo diferente aunque al momento de contestar una sensación extraña me recorrió el cuerpo... - Yo... bueno si hay algo en que participar y... ehm, tu participas, yo... te acompañaría si no tienes objeción... -

Brinqué de gusto ante la respuesta. - ¡Sabía que irías, Kris! Jijiji, bueno, nos veremos ahí, ¡gracias! - Dije mientras tomaba sus manos, haciendo que se levantara, y lo abrazaba. Después, me di la vuelta y me fui corriendo.