... punto sin retorno... ((priv))

Marien recibió los dibujos en mano, y volvió a mirarlos con el mismo interés de antes.

-Rose... es un bonito nombre - dijo sonriendo, muy concentrada en lo que veía. Ahora que prestaba más atención, cada uno de los dibujos era especial de alguna forma; parecía estar viendo un álbum de fotos.
Algo le llamó la atención - ¿hm?... estos dos dibujos parecen hechos por otra persona... tienen trazos más fuertes... - dijo a modo de reflexión en voz alta, y sin imaginarse que el autor de los mismos era el gruñón que tenía en frente.
Finalmente leyó cada una de las inscripciones que había detrás de las imágenes, y entonces el silencio se apoderó del salón por varios minutos. Realmente aquellos dibujos parecían pequeños tesoros, ya que encerraban diversos recuerdos entre Hugue y su hermana.

Marien le devolvió las ilustraciones, con la mirada un poco baja. -...Ahora entiendo por qué te enojaste. Esto debe ser lo más valioso de tu casa, ¿verdad? - lo miró a la cara, se sentía bien al saber que el elfo atesoraba aquellos dibujos - yo... lamento haber metido las narices donde no debía... - de verdad lo sentía, así que sonrió un poco triste. Le dolía el sólo hecho de ponerse en el lugar de él e imaginar que perdía a uno de sus hermanos; y por un momento se preguntó qué tan diferente hubiera sido la vida del elfo si su pequeña hermana no hubiese fallecido hace años. - aunque... soy feliz de haberlos visto. Dicen que no hay que llorar porque las cosas acaben, sino que es mejor sonreír porque sucedieron, ¿o no? -
No estaba muy acostumbrada a mostrar sonrisas tristes, ya que no le gustaba dar esa imagen frente a los demás. Por eso, en menos de un minuto y tras soltar un suspiro, se animó como siempre, y le dedicó una nueva sonrisa, ahora firme como su mirada.
Se acercó a él y le habló como quien desafía a duelo a un respetable rival. -¡Ya verás, viejo! ¡haré que esa cara de ogro que tienes vuelva a mostrar una bonita sonrisa como en aquellos dibujos, o dejaré de llamarme Marien! - "he dicho" le faltó decir, pero de todas formas quedó satisfecha con sus palabras.
Por supuesto que no pretendía ocupar el lugar de nadie, mucho menos con los sentimientos que tenía hacia él. Simplemente le parecía posible alcanzar su meta a través de otros medios, y el primer paso era decírselo en la cara.

((perdón por lo largo ._______.))

A Hugue le causo algo de gracia por como Marien habia dicho lo ultimo, -¿esa cara de ogro?-, le pregunto en tono burlesco, mientras guardaba los dibujos, -pendejo, es la cara que pongo casi siempre, asi que dudo mucho de que vayas a poder lograrlo..-, le dijo con intenciones de quitarle esperanzas a esas ideas, y tambien para hacerla enojar.
En cuanto guardo los dibujos se dirigio a la puerta, y espero a que la chica saliera de aquella habitacion para que luego la cerrara con llave, ya que si su hermana llegara a entrar ahi, de seguro ella lo terminaria molestando, y como consecuencia las cosas hiban a terminar algo mal XD.

Cuando bajo las escaleras, no tenia nada que decir o preguntar, asi que no se le ocurrio preguntar otra cosa mas que, -y bien?.. que es lo que vas a hacer ahora?...-, pregunto un tanto serio.

((al fin contesteeee... =v=U))

Marien ignoró la última pregunta del elfo. Desde que él había hecho el intento de desanimarla con sus palabras (sin lograrlo, claro está) hasta unos minutos después de que salieron de aquella habitación, la chica se había sumergido en sus propios pensamientos. Su mente trabajaba casi tan rápido como solía hablar, así que en ese corto tiempo se puso a pensar muchas cosas relacionadas con la felicidad de la persona que amaba. Se preguntó cuándo habría sido la última vez que él sonrió sinceramente ante algo, y eso la llevó a pensar, naturalmente, en la familia que había formado una vez con la madre de Hana, de quien poco y nada sabía. También pensó en sus otros hijos, y al recordar a Sora un escalofrío le recorrió la espalda inconscientemente, repitiendo mentalmente los pocos encuentros que había tenido con ella. Volviendo a lo anterior, se planteó que cualquier persona se siente feliz o realizada al formar una familia, y esa reflexión la asustó un poco, porque no sólo acentuaba la gran diferencia de edades y vivencias que existía entre ella y el elfo, sino que también le creaba algunas inseguridades. Sacudió la cabeza, no quería pensar en eso ahora.
Por último y sin darse cuenta, sus pensamientos volvieron a centrarse en la hija de él, y entonces las palabras le salieron solas.

-...Hugue... - se dio vuelta para mirarlo, con una sonrisa tranquila. -...te acercaste a la Academia en busca de Hana, y la encontraste.- desvió un poquito la mirada - ...¿qué piensas hacer con ella ahora? - preguntó, sin saber muy bien si estaba preparada para oír la respuesta.

Ante el silencio que se generó después de su pregunta, y previendo que el ogro le contestaría algo como "eso no te importa" o "no es asunto tuyo", decidió romper con la tensión y volver a hablar, sin dejar de sonreír. -...Ella es mi amiga. Me corresponde saber, ¿no crees? - se dio media vuelta y continuó caminando por un pasillo, dando unos saltitos - Si planeas algo estúpido, quiero estar preparada para intentar protegerla. Aunque ella ya sepa defenderse muy bien -

-no creo que sea algo estupido....-, dijo algo serio, cruzado de brazos, -aunque creo que con todo lo acontecido creo que devere cambiar de planes...-, comento un poco enojado.

-igual, por mas que ella sea tu amiga, no te metas en esto... lo digo enserio-, dijo mientras miraba de reojo a Marien, y no dijo nada mas. -....-