Despacho de Clío~

Abrí la puerta de mi despacho con un par de cajas. - Uuuf, esto si que pesa. - Dije mientras las dejaba en una mesa y me sacudía el polvo. - Bien... abramos las cortinas - La mujer sonrió mientras abría las cortinas, dejando entrar un poco la luz a su despacho. - Bueno, bueno... será mejor que piense qué haré para mi primera clase... - Me senté y sonreí mientras tomaba lápiz y papel.

- Oh, pero que linda. - Dije mientras tomaba a la dragoncita en manos. - ¿Qué haces por aquí, eh? - La acaricié mientras veía alrededor. - Jiji... creo que debo tener dulces por aquí, ¿quieres unos?

Evan pasaba con unas cajas en mano, camino a estrenar su despacho, cuando se encontró con una puerta abierta.
Con la misma curiosidad de un gato, se asomó lentamente hasta comprobar quién o qué había dentro. Se encontró con una persona que conocía, pero no había podido visualizar a Blau aún.

- Oh, Clio-san! Hola ^^ ¿necesitas ayuda con esas cajas? ♥-

- ¡Hola, Evan! - Dije con Blau en manos. - Eh, es verdad, debo sacar las cosas de esas cajas. Tal vez ahí estén los dulces, pequeña. - Sonreí mientras veía las cajas. - Jiji, puedes ayudarme si quieres, Evan. - Sonreí mientras me encogía de hombros.

Evan dejó las cajas que venía cargando en el piso, para ayudar a Clio. Al acercarse a la profesora de cocina, se dio cuenta de que Blau estaba con ella.

Se detuvo en seco.

- (｡･_･｡)............. - casi automáticamente, la imagen de Blau como humana con ojos de pollito mojado que había visto en el recinto femenino se le vino a la cabeza, lo que le produjo un leve sonrojo en sus mejillas XD.

Volvió en sí después de un rato, sacudiendo la cabeza. Todavía se preguntaba si las palabras que la dragoncita había dicho sobre él iban en serio o si sólo era algún tipo de trampa.

Tomó una de las cajas de Clio y la cargó, aun mirando a Blau de reojo. -....No te haré nada, cambia esa cara de espanto.......- dijo, y siguió su camino intentando poner cara de indiferencia.

-Clio-san, ¿dónde debería poner esto?...-

- Eh... - Dije mientras sacaba una cajita decorada. - ¿Estás bien? - Dije mientras abría la cajita y se la colocaba a la dragoncita. - Evan... ¿esta dragoncita de quién es? - Sonreí mientras tomaba unas cosas de las cajas y las colocaba en el escritorio.

Evan observó de reojo hacia donde estaba Blau. La pobre dragoncita todavía tenía ojitos tristes.

Mientras sacaba las cosas de una de las cajas de Clio para ordenarlas, contestó. -Es el familiar de Medea-sama - hizo una pausa -... Pero no comprendo por qué sigue con esos ojos vidriosos...- completó.

Se acercó lentamente a Blau, con un aire de desconfianza pero también de curiosidad. Tomó suavemente una de sus alitas y la levantó. Luego hizo lo mismo con la otra, y repitió el procedimiento con casi todas sus extremidades.

- No parece que estuviera herida por algún lado... ' ~ ' - se cruzó de brazos. - ¿Crees que tenga hambre, Clio-san? -

Abrí la cajita, que estaba llena de dulces. - Pues... si tienes hambre, puedes comer los que quieras. - Sonreí. - Medea tiene una hermosa dragoncita. - Suspiré mientras me llevaba las manos a las mejillas, observándola.

-...¿Eso crees? - preguntó él, viendo como Clio sonreía al mirar a Blau.

[[A mí me parece que de humana se ve mejor...]] pensó. Si lo hubiese dicho en voz alta, habría puesto en evidencia su debilidad por las mejillas rosadas de la forma humana de Blau.

Terminó de acomodar los últimos detalles y se sacudió las manos. Sonrió feliz. -¡Muy bien, terminado! ^^ ♥-
Se acercó a Clio, con una sonrisa de galán y estirando los labios a modo de petición - ¿Qué me prepararás para el almuerzo, Clio-san? ♥♥♥ -

- Eh... déjame ayudarte, pequeñita. - Dije mientras abría un par de dulces. - Y puedo hacerte lo que quieras de almorzar, Evan, tu sólo dime ^v^

A Evan le comenzó a pesar la conciencia por cómo había tratado a Blau el día anterior. Realmente parecía inofensiva (y más en forma humana) Tal vez no era demasiado tarde para repararlo.
Estaba por desenvolverle el dulce a la dragoncita pero Clio se le adelantó. Enseguida devolvió las manos a su posición, sonrojándose levemente.

Cambió de tema. -Oh, ¿de verdad? ¡Eres genial, Clio-san! ♥ ♥ ♥ Ahora tengo que ordenar mi despacho, pero en cuanto termine pasaré por el comedor (*u*)b - dijo, feliz de saber que volvería a comer la comida de Clio. - ¡Nos vemos~! -

Comenzó a retirarse, pero se detuvo justo en la puerta. Puso una mano en uno de sus bolsillos y luego en el otro, hasta que encontró lo que buscaba.

-...Oye - llamó, refiriéndose a Blau.

Le arrojó el último dulce que le quedaba de los que había comprado ayer y se retiró más rápido que el viento.

Acaricié a la dragoncita. - Eh... ha sido muy amable al darte ese dulce. ¡Parece que te quiere! - Solté una risita, ¿cómo no querer a tan adorable familiar?

Blau me veía fijamente. Con los ojos casi llorosos. - Aw... ¿dije algo malo? ¿No te gustaron los dulces? Tal vez si Flo estuviese aquí, entendería mejor que te sucede, pequeñita. - Dije mientras me agachaba un poco para verla.