Baño bajo las estrellas ( abierto )

Era una noche clara, con luna llena. Layla salio a dar un paseo, como de costumbre y descubrio las termas, nunca antes havia estado alli, asi que decidio entrar y darse un baño. Entro en la sala, mirando que no ubiera nadie, y se desnudo, dejandose sobre la piel una fina toalla, que tapa sus partes, y la protegia un poco del viento, apesar que hacia un clima agradable. Entro en las termas, cojiendo su toalla, y se acerco a las duchas, cojio un cubo de madera , lo lleno y se lo hecho por encima. -Brrrrr que fria esta..- no pudo evitar decir, mientras temblaba y cerrando los ojos se abrazaba a si misma. Se acerco a las aguas caientes y puso un pie, suspirando -ah...esto es otra cosa- y suavemente introdujo su cuerpecillo desnudo en las calidas aguas de las termas. Puso la toalla a mano, ecima de una roca y mas relajada,cerrando los ojos, empezo a tararear una cancion mientras se avandonaba a esa sensacion de calma total.

Alex estaba caminando por los alrededores de la academia. Tenía algo de frío, no sabía que habría estado haciendo Lyan, pero se notaba algo débil... Entonces vio el edificio de las aguas termales... Sería el sitio perfecto para recuperar el calor.

Entró (no sabía en absoluto que esto funcionaba por turnos, y realmente le hubiese dado igual) y cogió una de las toallas. Se desnudó y se la puso alrededor de la cintura, dirigiéndose directamente a las termas de agua caliente... pasaba de echarse agua fría por encima, lo que le faltaba.

Cuando llegó, no reparó en la chica que ya estaba dentro del agua, sino que estaba centrando su atención simplemente en llegar lo antes posible al agua para entrar en calor. Pronto estuvo sumergido hasta la cintura y solo entonces se dio cuenta de que Layla estaba allí. Se llevó una grata sorpresa, porque la chica era muy mona.

¡Hey, hola! ¿Qué tal? Nunca te había vito antes por aquí, ¿eres alumna de la academia? Yo me llamo Alex. Espero que no te importe mi presencia - y le dedicó una sonrisa encantadora. De momento no hizo amago de moverse, no quería asustarla. Según la reacción que tuviese la chica, realizaría su siguiente movimiento.

((wii entro >w<!))

''Hola?'' pregunto una vez que entro en los vestuarios pero ninguna voz respondio; sin embargo era de esperarse, a aquella hora no estaba segura de quien se le ocurriria ir a bañarse.

Clio habia escuchado que las aguas termales eran excelentes reparadoras para aquellos que sufrieran de dolor,por lo que habia decidido ir; la batalla que se habia llevado acabo en las montañas gelidas no la habia dejado muy bien parada; y ahora que se rumoraba que talvez la academia tenia que levantarse en armas, no podia darse el lujod e encontrarse en aquel estado.

''Ah..aun no cierra por completo'' dijo pasando una de sus manos por la herida debajo de la clavicula,despues de quitarse los vendajes.

La chica se dispuso a lavar su cuerpo y una vez que salio al exterior pudo sentir un aire realmente helado ''Arg que frio >x<!'' exclamo hechandose a correr a las termas para reconfortarse con el calor de las aguas.
Dio un gran salto al llegar,dandose cuenta en el aire que bajo ella alguien se encontraba ahi. ''Waa..blup,blup''

''ah! lo siento!, no te hice daño?!'' pregunto tan pronto salio a la superficie,no sabiendo ni a quien se dirijia, pues todo su cabello mojado le caia sobre la cara tapandole la vista.

((fuck x.x! DE DOND E SALISTE LYAN XD??!!

Eso me pasa por tardar tanto escribiendo =_=!! ingoren el post XD PLEASE!! ))

((perdon! solo quería tocar un poco las narices con Lyan XDD o.o Entonces te metes o no, Clio? no puedes editar el post?))

Layla estaba tan relajada y abosrta en sus pensamientos que no se percato que un muchacho havia entrado en la sala, hasta que no oyo su voz.

"¡Hey, hola! ¿Qué tal? Nunca te había vito antes por aquí, ¿eres alumna de la academia? Yo me llamo Alex. Espero que no te importe mi presencia"

Abrio los ojos y empalecio, eso le parecia una voz de hombre, pero no podia ser.... no ese dia....., giro su cabeza lentamente y vio al chico nuevo mirandola con una sonrrisilla. La sangre de layla se helo (apesar de estar hirbiendo) y durante unos segundos se miraron, sin mediar palabra hasta que layla reacciono. -¡¡¡¡¡¡¡¡¡AHHH!!!!!!!! ¡¡¡¡UN PERVERTIDOOOOOOO!!!!-
con los nervios y sin separar los ojos del chico intento cojer la toalla, pero no alcanza a cojerla, porque para eso, tendria que levantarse y mostrar sus escasos encantos a el chico desconocido , asi que se quedo muy quieta agachada y sacando solo la cabeza.
Cuando de repente algo cayo encima de ella, arrastrandola hacia el fondo y ahogandola.

Alex observó atentamente los movimientos de Layla y cuando esta gritó, no le extrañó en absoluto. A Alex aquella situación le parecía muy graciosa y le gustaba. Siguió observando a la pelirroja, sin inmutarse, y vio cómo intentaba llegar a una toalla que estaba en una roca, sin éxito, pero sin dejar de vigilarlo. El chico comprendió la situación de la chica y no puedo evitar una sonrisa pícara.

Mientras observaba divertido a Layla, algo le cogió desprevenido. Un cuerpo, no estaba seguro si de hombre o mujer, se tiró a las aguas termales, procedente de ningún sitio. Cayó encima de Layla, sumergiéndola en el agua. Segundos después, una cabeza asomó, tenía todo pelo castaño en la cara, tapándole la visión, y preguntaba a ciegas:

ah! lo siento!, no te hice daño?! - era una voz de mujer. Perfecto.

A Alex cada vez le gustaba más la situación. Ahora tenía una excusa para acercarse, y encima, había más compañía. Sin más demora, se dirigió hacia las chicas, rápido y con cuidado de no perder la toalla (no porque a él le importara, sino porque no había que asustar antes de tiempo) y metió la mano en el lugar donde antes había estado la chica pelirroja. Identificó un brazo y tiró de él hacia fuera, pero de momento solo la sacó hasta el cuello. Iba por buen camino y no podía cagarla, menos cuando ellas eran dos. Apoyó la cabeza pelirroja de la chica en una de las rocas y le cogió las mejillas, dándole pequeños golpecitos.

Eh, eh, ¿estás bien? ¿te has hecho daño? - dijo, mientras intentaba que Layla reaccionara.

Ni si quiera se quito el pelo del rostro,solo viendo por dos ligras aberturas, pues al no escuchar respuesta a su pregunta supuso que era mala señal.

Comenzo a buscar a tientas debajo del agua,pero se sintio mucho mas aliviada al notar como la otra 'chica' de pelo negro sacaba a la pelirroja de debajo del agua para llebarla a la orilla.

''Se encuentra bien?'' pregunto acercandose a ellos mientras se quitaba el cabello del rostro para ver a su 'victima'.
''De verdad lo siento, no fue mi intencion,pensaba que no habia nadieeeee....'' alargo aquella letra al ver con detenimiento qie aquella 'chica' de cabello negro no tenia pecho.

''waa!'' exclamo alejandose de un lijero salto para undir su cuerpo hasta la nariz, aun cuando no habia mostrado nada realmente.

''Querr hacerss aquirr?'' pregunto con su voz distorcionada por el agua,haciendo burbujas.

A consequencia del golpe y de haber tragado agua, layla se hallaba inconsiente, asi que no ofrecio resistencia cuando alex tiro de ella y le puso la cabeza en una piedra, ni siquiera se entero ni abrio los ojos, tampoco oyo la "conversacion" de Clio y alex.
Devido a los golpecitos de alex, recobrio la conciencia y sus pulmones volvieron a respirar. Tosio un poco expulsando agua y aturdida se abrazo a lo primero que tenia cerca, es decir, a Alex, lloriqueando un poco y asustada por el mal trago que habia pasado, sin darse cuenta que era él al que estaba abrazando.

((jajajajajajaja, me parto y me mondo XDDDDDDD))


Aquel movimiento le pilló por sorpresa, pero no le disgustó. Sintió los pequeños pechos de la chica pelirroja contra la parte alta de su barriga. Y no pudo evitar que una sonrisa satisfecha (y un poco malvada) se dibujara en su cara. En ese momento la apretó en un abrazo, colocando una mano detrás de su cabeza y la otra alrededor de su cintura. pero no quedaba claro si era para evitar que la chica se separara cuando se diera cuenta de a quién estaba abrazando o para fingir que la quería consolar.

Tenía a una chica bastante mona desnuda entre sus brazos. La situación había evolucionado rápidamente hacia donde él quería... Sin embargo, aún debía tener cuidado, y ver qué movimientos hacía la chica castaña. La miró, consciente de que, debido al repentino abrazo de Layla, había ignorado su pregunta.

Pues... estaba débil y frío y necesitaba recuperar algo de poder con calor... y se me ocurrió que este sería un buen sitio. - intentó sonar natural y desenfadado, para no levantar ninguna sospecha.

Ni si quiera pudo escuchar lo que Alex le decia pues su cabeza se encontraba cargurando sobre la situacion.

Su madre siempre habia sido muy clara sobre los clientes a los que 'no se debia molestar' por lo que al notar como Layla abrazaba al muchacho, en las aguas termales, bajo la luna llena y sumandole la poca ropa; no pudo mas que ponerse toda roja.

''ah! lamento haber interrumpido'' dijo confundiendo todo aquello ''en un momento me marcho >///<'' se apresuro a coger la toalla que estaba en una roca ( si Layla, te has quedado sin toalla XD!!)), envolverse en ella y salir a toda prisa hacia los vestuarios.

''Ouch'' se quejo una vez tras la puerta del vestibulo,recordando la herida -tendre que venir en otro momento =_=-

((Clio se ha marchado, solo vino a ponerselas negras a layla XD HAHAHA, sigan roleando, que seguire leyendo *W*!!))

(( ohhh jope x//D me apetecia rolear contigo que nunca lo he hecho! weno otro dia lo hacemos)

Layla sintio una enorme presion en su cuerpo, como si alguien la estrubiera abrazando o estrujando, despues de recomponer el aliento y de respirar con normalidad, abrio los ojos notando un olor extraño, al hacerlo pudo ver delante de ella piel humana, y un cuepro musculado, en cuanto levanto la vista se sonrrojo y ahogo un grito. El chico pervertido de antes la estaba abrazando y ellla estaba abrazada a el, su sangre se helo y empaledecio, al recordar que estaba desnuda y al comprobar que el chico que la apretaba contra el, tambien lo estaba.
- P-pero que..que...haces su..sueltame!!!!- medio grito, sin fuerzas, porque casi no podia respirar. Intento hacer fuerza para separase de el pero le fue imposible, cerro los ojos y empezo a lloriquear.
-porfavor...no...no me hagas nada...yo...no...- decia entre sollozos, pensado lo peor.

((meto un poco de historia de Lyan, que me pega mucho aquí XDDDD))


Escuchó los sollozos de Layla y le vinieron a la memoria recuerdos del pasado, de la primera vez que había violado a una chica. Por aquel entonces debía tener la misma edad que aparentaba esta chica ahora. Suplicó con esas mismas palabras, o unas muy parecidas, ya apenas se acordaba, también, porque en su memoria se mezclaba con otras veces, otras chicas, otros sollozos... Aquella primera vez lo había hecho por Lyan, porque a él le gustaba esa chica, aunque no se hubiera dado cuenta... solo hizo lo que Lyan, muy en el fondo, deseaba hacer. Pero el muy desagradecido se había enfadado con él y lo había intentado borrar de su mente para siempre... Desde entonces, nunca más volvió a hacer nada por él, si no para su propio disfrute, y para hacer sufrir a Lyan.

Sin embargo, esta vez aún no estaba en sus planes que echaran a Lyan de la academia por sus acciones. No, quería esperar un poco más, tenía muchas cosas que hacer aún y además quería esperar a que Lyan se encariñara un poco más de aquel lugar, que empezara a hacer amigos y, quien sabe... quizás que encontrara a alguien... Entonces haría que lo odiaran todos y que lo echaran. Es lo que siempre hacía y disfrutaba mucho con ello.

Se separó suavemente de la chica y le sonrió: - No haré nada que tu no quieras... si te abracé, fue porque tu me abrazaste primero... - cogió a la chica por los hombros y la giró hasta ver su espalda. Entonces se quitó la toalla y la puso alrededor del pequeño cuerpo de la chica.

- Voy a por una toalla, no te gires - Salió de las termas, y se dirigió, desnudo, al armario de las toallas. Ahora que Layla no le podía ver la cara, no siguió ocultando su sonrisa malévola. El primer paso para acercarse a una víctima, era ganarse su confianza con galanterías.

layla se kedo de piedra al escuchar las palabras de alex y se sorpendio cuando la giro sin mirar y le puso la toalla. Ella muy roja cojo la toalla y se la coloco bien, tapandose sus intimidades, cerro los ojos y se encojio. Sintio unas enormes ganas de salir corriendo, pero... una parte de ella.. quiso quedarse, quiza aquella curiosidad que tantas veces le habia metido en problemas.
-no... no me giro..- y puso sus manos en su cara, sin desear ver nada, porque nunca habia visto a un chico desnudo ni tenia ganas.
Por su cabeza pasaron muchas preguntas, el alex que habia conocido aqui era tan diferente al que conocio en el pasillo.... el mismo que la beso estando inconsciente... tal vez lo habia hecho, para ayudarla y practicarle el boca a boca... layla quiso darle una segunda oportunidad, despues de todo si algo pasaba siempre podia gritar, tambien penso que tan malo no podia ser, si en vez de aprobecharse de ella, le habia cedido su toalla.
-Y-ya?...puedo mirar?- y sin girarse separo un poco sus dedos y abrio medio ojo.

Alex fue a la estantería de las toallas, cogió una y se la lió alrededor de la cintura. Entonces volvió a donde había dejado a la pelirroja. Layla seguía allí, se había puesto bien la toalla y se había encogido un poco.... quizás de miedo. Pero no había huido. Alex sonrió y se quedó fuera del agua, para no intimidar más a la chica.

-Y-ya?...puedo mirar? - dijo Layla, aún sin girarse.

Alex soltó una risita, porque le parecía muy mona en aquella situación, y contestó - Sí, ya puedes girarte... me he puesto una toalla. - la miró un poco más y añadió - En verdad vine a recuperar un poco de calor, porque me sentía débil... pero si te molesta mi presencia, puedo marcharme...

La estaba poniéndo a prueba.

"pero si te molesta mi presencia, puedo marcharme..."

Cuando escucho estas palabras, layla fue tentanda a contestarle que se fuera y que la dejara tranquila, pero no lo hizo, bajo la mirada y musito, con un hilo de voz.- no.. no importa, puedes quedarte, si quieres...- dijo hiendose hacia un ricon de las termas, para que el chico pudiera entrar tranquilamente dentro del agua hirviendo y no cojiera frio. Seguia muy roja, porque, aparte de con tomas, era la primera vez que se quedaba con un chico. Alzo un poco la vista y vio que el chico no se movia del sitio, asi que abrio la boca y le dijo.
- p-puedes... venir...y meterte en el agua... vas a cojer frio, o si lo prefieres...me voy yo....- y añadio- gracias por...haberme sacado del agua....antes...porque..¿fuiste tu verdad?- y dicho eso se hundio un poco hasta sacar solo la nariz, avergonzada de lo que habia dicho.

Alex sonrió satisfecho para sus adentros, pero exteriormente mantuvo aquella cara de amabilidad con la que le había propuesto marcharse si le molestaba. Layla había reaccionado exactamente como esperaba que lo hiciera... en el fondo, todas eran iguales.

Se moría de frío y estaba deseando meterse en el interior del agua hirviendo... Pero ahora mismo la chica se veía como un animalillo asustado, y como buen cazador, sabía que no podía hacer movimientos bruscos que pudieran espantarla. Por ello, esperó un poco hasta que Layla le dio permiso para meterse y, solo entonces, se dirigió al agua, muy lentamente, como si no tuviera prisa.

Con voz tranquila dijo: - No hace falta que te vayas, no me molestas en absoluto. Además, tu estabas aquí antes, no tengo ningún derecho a pedirte que te vayas... - Se sentó, apoyando los brazos en el borde exterior. El agua le llegaba hasta la mitad del pecho.

Dejó que pasaran unos segundos antes de seguir hablando, para que su cuerpo recuperara el calor perdido mientras esperaba fuera. Inclinó la cabeza hacia atrás.

- Y lo de antes, sí, fui yo, pero no te preocupes, no fue nada... Soy yo el que debe disculparse por haber entrado en las termas sin permiso y sin ver que estabas aquí... En esa situación, era lo mínimo que podía haber hecho. - Miró hacia la chica y la vio sumergida hasta la nariz, roja como su pelo. Alex rió divertido al ver aquella imagen y añadió: - En serio, no te preocupes más por eso y relájate, que parece que te estás cociendo como un mejillón.

layla observo detenidamente el chico, penso que visto con buenos ojos era lindo, y se sonrrojo aun mas pensando eso. "¿layla estas tonta? deja de pensar esas cosas" se dijo para si misma. De repente el chico se inclino y respondi a su pregunta. Sus palabras parecian sinceras, incluso se disculpo, a layla ya no le parecia tan malo.
En cuando escucho "En serio, no te preocupes más por eso y relájate, que parece que te estás cociendo como un mejillón." abrio sus ojos multicolor y se levanto un poco, kedando sus hombros al descubierto.
-perdona es que...es la primera vez.. que estoy a solas con un chico semidesnudo... pero me pareces buen chico- esbozo una pequeña sonrrisa y se relajo un poco. De pronto vio en su pecho una cicatriz, y otra vez sintio unas ganas de saber que habia ocurrido asi que pregunto.- disculpa.. esa cicatriz..¿como te la hiciste? ¿te dolio mucho?- despues de decir eso penso para ella " por supuesto que devia dolerle" bajo la cabeza y cerro un poco los ojos como castigandose a si misma, avergonzandose por su pregunta, pero en segudia volvio a levantar la vista y se quedo mirando al chico, curiosa.

El chico sintió cómo Layla lo observaba. Podía saber lo que pensaba por la expresión de su cara, por su sonrojo, pero no dejó ver que lo sabía.

Cuando, en respuesta a sus palabras, Layla salió un poco del agua y confesó a Alex la razón de su nerviosismo, este sonrió, intentando mostrar amabilidad en sus rasgos. Ciertamente para una chica tan joven (y aparentemente tan inocente) debía ser una situación algo vergonzosa. Aún así, pareció relajarse un poco y Alex no pudo evitar bromear:

- Bueno... mientras sea semidesnudo y no desnudo del todo... De todas formas ya te aseguré que no te haría nada que tu no quisieras - le había hecho gracia que la chica le dijera que le parecía buen chico. Él sabía bien cómo camelarse a la gente, habilidad de la que Lyan carecía. Es por ello que Alex tenía ventaja en el juego.

Vió que la chica había fijado la vista en su pecho, que se veía a medias por fuera del agua, y, como era natural, le había preguntado qué le había ocurrido para tener aquella cicatriz que casi le atravesaba de lado a lado.

Alex observó su pecho con nostalgia, recordando el pasado, e inconscientemente se llevó una mano a la cicatriz y se la acarició con las yemas de los dedos. Se quedó un rato callado, acordándose de aquella situación... Lyan había llegado a la ciudad de Alster cuando cumplió la mayoría de edad. Alex salía de vez en cuando, pero por aquella época, lo dejaba a menudo tranquilo, así que Lyan pudo, en la medida de lo posible, hacer una vida normal. Consiguió trabajo, e hizo algunos amigos. Pasado un año conoció a una chica, era de buena familia y algo más joven que él. Las cosas no le iban mal y Lyan empezaba a experimentar lo que otros conocían por felicidad. Cuando Alex se dio cuenta de aquello, decidió que era hora de hacer sufrir a su querido compañero de cuerpo. Una noche, entró en la casa de la chica, dispuesto a divertirse un rato con ella y, una vez acabara, mataría a todos los habitantes de la casa. Aparte de para hacerle la vida imposible a Lyan, Alex hacía todo esto por diversión. Se dirigió al cuarto de la chica, e intentó inmovilizarla, escuchando sus súplicas, disfrutando con el miedo y desprecio que expresaban aquellos ojos... pero desprecio no por él, sino por Lyan. Sin embargo no había esperado que a aquellas horas, alguien la escuchara y acudiera en su ayuda. El padre de la muchacha entró en la habitación, cuchillo en mano, y, después de un forcejeo, se lo clavó, atravesándole todo el pecho. Alex no se había esperado que su incursión nocturna tendría esa consecuencia, ni mucho menos. En un último momento de ira, quemó vivo a su agresor y huyó por la ventana, fijándose, por una última vez, en la expresión horrorizada de la enamorada de Lyan. Le hubiera gustado acabar la faena, pero con aquella herida le era imposible... Se dirigió a un lugar apartado y antes de perder el conocimiento por la pérdida de sangre, usó su poder para cerrar la herida. Dolió como mil demonios, pero era la única posibilidad que tenía de sobrevivir.

Perdido en sus pensamientos, no se dio cuenta de que había estado varios minutos acariciándose la cicatriz, con la mirada ausente, y que la chica pelirroja aún le observaba esperando una respuesta, así que decidió hablar:

- Hace unos años, mi pueblo fue atacado por unos bandidos... Saquearon las casas, mataron a hombres y niños y violaron a las mujeres... Todo lo que hicimos por defendernos fue en vano. Uno de ellos me hizo esta herida cuando intentaba defender a mi madre, pero impotente tuve que ver como la asesinaban... Podría haber muerto allí, quizás hubiera sido lo mejor. Pero finalmente, usé mi poder para cerrar la herida. Dolió tanto que me desmayé, así que no recuerdo más... Supongo que sobreviví porque pensaban que estaba muerto. - sabía que aquella historia horrorizaría a la chica, pero también sabía que le haría sentir pena por él, y puede que, incluso, algo de cariño.


((Tochacooo!!! XDD me he pasado escribiendo!!! XDDDDD Pero que sepas que tu pregunta me ha hecho pensar, que no tenía pensada la historia de la cicatriz ò_ó Ah, por cierto... Lyan no sabe como se la hizo XDDD Aunque supongo que se lo imagina :/ ))

(( jajaajjaa que hijo deeeee... joooo TAN previsible es layla? XD dios, ya te la has ganado! >__< k miedoooooo, weno no te quejes! si has podio contar muchas cosas de la vida de lyan! ))

Layla se quedo mirando al chico que, tras su pregunta, se havia quedado inmobil, mirando a la cicatriz y acariciandosela. Ella penso que tal vez lo que le havia preguntado era demasiado doloroso, y se sintio culpable por haber preguntando algo tan terrible, cuando abrio la boca para decirle que no hacia falta que contestara si no queria, el muchacho empezo a hablar y ella enmudecio. A medida que lyan/alex contaba su historia layla se iva encojiendo con una mano en el pecho, su cara fue tomando un sentimiendo de tristeza y culpabilidad, sus ojos empezaron a nublarse por las lagrimas y sus manos temblaban, definitivamente se arrepientio de haberle hecho esa pregunta. En cuanto lyan termino de hablar ( para ella solo exisitia lyan, no tenia ni idea de su segunda personalidad,alex) se llevo las manos a la cara y empezo a llorar amargamente, entre sollozos le dijo:
- Lo...lo siento..mucho... no...debi...-sollozo- no debi preguntarte..... soy una cotilla...perdoname..porfavor..- dicho esto siguio sollozando y se intento secar las lagrimas, mientras , avergonzada por su reaccion y su pregunta miraba al muchacho de reojo con la cabeza agachada y mordiendose el labio inferior. En ese momento no sabia que decir, solo podia disculparse mientras se abrazaba a si misma.

((xDDDDD Bueno, no sé si Layla es previsible ·___· Yo solo me meto en la cabeza de Alex y para él parece que sí lo es XD *me doy miedo*))

Alex comprobó cómo la historia había afectado de tal manera a Layla, que ahora la chica no era más que una bolita llorosa y avergonzada. La pelirroja no dejaba de sollozar y pedir disculpas.

El chico sonrió ampliamente para sus adentros, ante la inocencia de la chica. Se levantó lentamente, con una mirada de falsa amabilidad y comprensión (aunque para no ser real, le salía muy bien) y avanzó hacia Layla. Cuando llegó a donde estaba ella, se agachó a su lado y le acarició la cabeza.

- No te preocupes... No es algo que me guste recordar, pero he de reconocer que me he quitado un peso de encima - le cogió las mejillas con las manos, le levantó la cara con dulzura, para mirarla, y le limpió las lágrimas con los pulgares - Nunca se lo había contado a nadie... aunque, por raro que parezca, nunca antes nadie se había preocupado por preguntarme. - añadió, clavando sus ojos color verde oliva en los aun llorosos ojos de la chica.

(tranquila yo te entiendo xD)

Layla no se dio cuenta que alex se habia acercado a ella, hasta que le acacico el pelo, la chica pelirroja se sobresalto un poco, pero ni se fue ni se quejo, simplemente se dejo hacer. Se sonrrojo cuando el chico le cojio las mejillas y le seco las lagrimas con los pulgares, mirando fijamente esos ojos verdes tan bonitos que tenia delante. Su corazon se acelero y sintio un leve cosquilleo en el estomago. Él siguio hablando comentandole que era la primera vez que alguien le preguntaba eso... a ella le parecio un chico tan solitario, sintio una inmensa pena y sintio deseos de decirle que ella le entendia, que no estaba solo. Cerro los ojos y se abrazo al cuello del chico muy fuerte, como si le estubiera pidiendo que no se fuera, diciendole que ella estaba alli para lo que necesitara... para que no sintiera ese sentimiento de soledad. Apoyo su cabeza en el hombro del muchacho y siguio llorando un poco mas, mientras decia. - no estas solo.... yo...yo estoy contigo.....- quiza lo hizo para animarle a el, o tal vez para ella misma, ya que desde que su madre la abandono, se sentia terrriblemente sola. - Yo.. yo tambien .. perdi a mi madre... ella me abandono...diciendo que un monstruo......- y se quedo callada, abrazando a alex con todas sus fuerzas y hundiendo su cabeza en el pecho de alex .

En respuesta, Layla se le había tirado al cuello y lo había abrazado. Lo apretaba con fuerza y había hundido su cabeza en el hombro del chico. La chica seguía llorando, sollozando algunas palabras que a Alex le costaba entender.

Sin embargo, el chico no perdió el tiempo, y la correspondió: puso una de sus manos en su cabeza y la otra alrededor de su cintura (tal como la había abrazado la primera vez, y es que en esa posición podía hacer fuerza e inmovilizar a la chica, en caso de que lo necesitara, pero sin levantar sospechas). Alex apoyó los labios en el pelo de Layla, y aspiró su aroma. La chica era tan bajita, que solo alcanzaba a su cabeza, aunque le hubiera gustado poder oler y besar su piel desnuda.

Alex se quedó en aquella posición un rato más, abrazándo a la pelirroja y sintiendo su calor. Aprovechando que Layla no le veía la cara, fingió estar tan afligido como ella y, con una voz algo ahogada por la proximidad del pelo de Layla, y llena de falso agradecimiento dijo: Gracias.... Estoy tan feliz de poder contar con alguien...

Layla se soprendio un poco cuando lyan le olio el pelo, pero penso que tal vez era que solo la estaba consolando y estaba intentando respirar. Ella se pensaba que hacia bien, que le hacia un favor, para nada imaginaba las osuras intenciones de alex, alfojo un poco porque penso que tal vez le hacia daño, pero segia avergonzada, porque era la primera vez que un chico le abrazaba durante tanto rato, podia sentir la piel de el sobre su piel, y eso la hacia sentir un poco incomoda. Su cuerpo otra vez empezo a arder, mas cuando lyan le dio las gracias, se sentia feliz y extraña a la vez, sentia verguenza y alivio, se sentia..... extraña. -b-bueno-balbuceo- me..me alegro que eses mejor.- dijo con una dulce vocecita que salia de su interior, empezaba a estar incomoda y su piel cada vez quemaba mas.

Alex empezaba a sentirse muy cómodo abrazando a Layla, porque esta expulsaba calor. Es por ello que no se dio cuenta de que había estado varios minutos abrazándola, en aquella posición, y cuando cayó en la cuenta se separó de la chica y carraspeó. Exteriormente parecía un poco nervioso por la situación... Interiormente se culpaba porque casi había estropeado todo lo hecho hasta ahora, porque la pelirroja podía sentirse incómoda ante aquello. No quería que perdiera la confianza ganada y empezara a sospechar de sus acciones.

Tras todo aquello, a Alex le estaba resultando muy difícil aguantarse las ganas de forzar a Layla allí mismo, pero tenía que hacerlo. Tenía que seguir el plan y aún no debía hacer nada que lo pusiera en peligro. Aquel había sido el primer acto y era hora de salir de escena. Aprovechando que parecía algo nervioso, comentó:

-Eh.. bueno, yo... creo que debería irme. No-no quiero arriesgarme a que alguien nos vea aquí y te metas en líos por mi culpa... - se separó totalmente de Layla y se llevó una de sus manos detrás de la cabeza. - Es-espero que nos veamos en algún otro momento por la Academia... - y le dedicó una dulce sonrisa.

Salió del agua, satisfecho de si mismo. Había logrado bastante aquella noche, pero... En ese momento sintió algo de lo que no se había dado cuenta antes, quizás por la proximidad de la chica o por su concentración en que su plan saliera bien: le faltaba azúcar. Empezaba a sentirse mareado y entró un poco en pánico. No, Lyan no podía parecer ahora, lo estropearía todo... Intentó acelerar el paso, pero estaba muy débil... Aun no había llegado a la puerta y seguía a la vista de Layla, pero empezó a zigzaguear...

No, no podía más, él.... él....

Cayó redondo al suelo, inconsciente.