Gran Apertura: El baile de máscaras de Nerine, Paige y Abby

Abby se volvió a coger del brazo de Paige, aún no se había acostumbrado a los tacones. Se miró en uno de los espejos de la sala, estaba irreconocible. Nerine le había dejado ese vestido rosa oscuro y Paige la había maquillado y pintado. "No se como me han podido engañar" pensó. Miró a sus amigas, estaban preciosas y parecían disfrutar de ello. Se le escapó una leve sonrisa mientras sentía una nueva sensación de tranquilidad.

Nerine sonrió anchamente y dio un saltito que hizo repiquetear los cascabeles que llevaba en la cabeza. Hacía un buen rato que Abby la había soltado, alegando que se movía demasiado rápido para que ella pudiera seguirla, y se había aferrado al brazo de Paige, y a Nerine le hizo mucha gracia girarse a mirarlas. Ambas estaban preciosas, Paige con aquel vestido azul y celeste y Abby con el vestido más largo que habían podido sacar de su propio armario (ya que el de la castaña era más bien pobre y la ropa de Paige le iba estrecha).
Con otro salto, se colocó entre las dos y las estiró del bracito, haciéndolas pasar por la puerta para dar paso al enorme y elegante salón. Le brillaron los ojos.
- ¡Vamos a bailar!

Paige sonrió a su impaciente amiga. Estaban emocionadísimas con el baile, pero no tanto como lo estaba Neri, ella estaba eufórica.
- Sí a bailar!!!! Y empezaron a moverse con el ritmo de la música.

- ¿Bailar? - Miró a sus amigas moverse al son de la música, pero Abby no podía ni caminar sola con esos zapatos - ¿Cómo se supone que se hace eso?

Nerine dio una vuelta, prendada de los hombros de Paige, y luego ambas se miraron con picardía.
- ¡Ven aquí! - gritó Nerine, haciendo que la gente que bailaba cerca de ellas la mirara mal y arrancando en Paige una risotada. Ni corta ni perezosa agarró a Abby por las manos y las colocó sobre su hombro, tomándola ella por la cintura. Teniendo en cuenta que era bastante más bajita y que la parte de arriba de su colorido gorro de arlequín apenas alcanzaba la altura de Abby, parecían una especie de chiste andante, pero Nerine la tomó con fuerza y la guió con seguridad, impidiendo que Abby se cayera.

Paige miraba muy animada como las dos chicas daban torpes vueltas. Y al ritmo de la música daba palmadas para animar.
Cuando las dos chicas pararon Paige les dijo:
- Anda vallamos a coger algo de ponche, porque hace una calor...

Nerine al cogió y intentó bailar con ella. Abby estaba roja como un tomate, seguro que estaban haciendo el ridículo, ella parecía un pato y Nerine era demasiado bajita para ella. Solo le faltó a Paige dando palmadas. Pero las dos se parecían divertir, por lo que se relajó y se dejo hacer.

- ¡Ponche!!! - gritó, soltando a Abby en el mismo instante en que Paige lo propuso para poder correr hacia la mesa. Su amiga rubia la interceptó y le dijo que ella solo podía beber refresco, porque ya estaba lo suficientemente excitada. - ¡Pero quiero ponche!!

Paige se rió de su pequeña amiga. Sabia de sobra que si esta bebía lo más mínimo de ponche a la hora de irse tendrán que llevarla atada, para que no se intentara fugar, de lo excitada que estaba.
- Flor confórmate con el refresco, sabes lo mal que te sientan ese tipo de bebidas, acuérdate cuando Aya nos izo tomar un culillo de whisky como prueba de valentía. No había quien te parara.

Abby se imaginó al situación en su cabeza, se tapó la boca y sonrió. - Pues yo si que quiero algo de ponche, por fin algo que me suena familiar - Se sirvió un vaso para ella, otro para Paige y le dio un refresco a Neri mientras esta hacía pucheritos.

Nerine estuvo un rato haciendo pucheros mientras miraba con ojitos llorosos a sus amigas y los vasos de ponche, pero ninguna de las dos dio su brazo a torcer y acabó encogiéndose de hombros para beber de su zumo. Señaló con la mano un punto en la lejanía.
- ¿Es ese el profesor Yuki? - les preguntó a sus amigas, señalando al joven hombre que había entrado acompañando a Aiwe. - ¡Todavía no le he saludado!

Paige miró hacia donde Neri les señalaba. Sin duda era el profesor Yuki de la especialidad de tierra. Iba muy elegante, vestía un disfraz de príncipe del color que tan bien le sentaba, el marrón.

Las puertas se abrieron y entro con paso firme con Aiwe de su lado. Observó todo el gran salón y pudo contemplar lo hermosa que era la decoración y pensó "Medea ha echo un buen trabajo", pudo ver lo lleno que estaba, habían muchos alumnos y todos los profesores.
-Nos lo pasaremos muy bien Aiwe!! Donde dices que Aya nos esperaba? porque con tanta gente no lo veo.

Abby saludó con la cabeza a los profesores Yuki y Aiwe. Se acercó a Nerine, le quitó el zumo y le dijo en la oreja. - Venga, ve. Pásatelo bien y luego me lo cuentas.

- ¿Qué me lo pase bien? ¿A qué te...? - comenzó a preguntar Nerine, pero Abby le arrebató el vaso y le dio un empujón para que fuera hacia la puerta. Ella miró a sus amigas y las vio sonriendo en su dirección. "Seguro que no quieren que esté con ellas para pedir ponche", pensó, entre aturdida y dolida. Se ajustó la funda de la flauta a la espalda y se acercó hasta los profesores, justo a tiempo de ver cómo el profesor Caelan hablaba con ellos y se llevaba a Aiwe con él. El profesor Yuki se quedó mirando hacia ellos y parecía molesto por algo, así que Nerine titubeó un poco antes de saludarle.
- Hola... Profesor Yuki - saludó la niña, acercándose y esbozando una sonrisa. - ¿Vengo en mal momento?