Limpiando la sangre~

por Invitado Sáb Ene 22, 2011 4:10 am

Era un dia calido y soleado, pocas nubes podian ver en el cielo, y sopabla una suave brisa entre los arboles. PUAG... No podia ser mas asqueroso el dia a mi parecer personal, pero bueno, no podia controlar el clima, no aun por ahora jeje. Aquella ciudad tan asquerosamente poblada, la gente se la pasaba vagando de aqui para haya, sin hacer nada productivo en mi opinion, pero almenos, en aquella pequeña trosito del cielo (iuck) habia un lugar oscuro y tranquilo en el cual se la podia pasar un buen rato los seres como lo era yo. Obviamente no iba a estar por como era en realidad, en plena luz del dia, traia una capa negra, la cual en si molestaba ya que contraia bastante el calor del sol, y junto con la herramienta pesada que traia entre forros en la espalda cada paso que daba era un verdadero martirio.

- Anyany bukure, bukure, bukure, anyany bokure, my fair lady... -

Iba cantando al azar una tonada que traia en la cabeza desde hace tiempo, mientras esto poco a poco fui llegando a una zona menos poblada, donde en si hasta las nubes comenzaban a tapar el sol, lo cual alijeraba mi carga. En poco menos de unos 10 minutos llegue a donde queria, la unica persona que aceptaria un trabajo de limpieza como el que traia.

Limpiando la sangre~ The_Undertaker%27s_Shop-ep4

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por Invitado Sáb Ene 22, 2011 5:23 am

Ahhh... Penumbra provocada por la poca iluminación que entraba al cuarto de nosotros. Los cuervos emitían esos chillidos molestos despertándome tempranamente, mas dándome felicidad pues dormir no era algo que necesitara y que me gustase, era algo que más bien, hacía por obligación. Como de costumbre me desperté, y busqué a abrazar lo que se suponía que representaba a mi hermana. Es decir, sábanas vacías.

Raro, yo solía despertarme primero, pero quizás ella tenía cosas que hacer, se nos ponían difíciles las ordenanzas sin sirvientes, quizás deberíamos cazar algunos magos de esa academia de segunda para hacerlos hacer nuestras tareas domésticas. Pero no habíamos armado pelotón de a dos la noche pasada, ¿Qué mierda estaría haciendo ella despierta a estas horas? Me dispondría a averiguarlo, odiaba que ella se separara de mí, aunque yo lo hiciera algunas veces de ella.

En mi pijama de neko, bajé las horrorosas escaleras sin rozarlas con mis pies, pues solo imitaba camina mientras flotaba por el aire. Bajando, en el living, no pude ver a mi hermana, y el silencio me indicaba que algo andaba mal. Recurrí a seguir, dirigiéndome a la sala de estar y encontrándome con una sorpresa: “Eh salido a limpiar armas”. Estaba escrito en la pared con un tono carmesí perteneciente a la sangre de algún ser vivo. Al verlo, entrecerré mis ojos con molestia y emití un prolongado suspiro.

-Rubia zorra, mató al prisionero sin mi ayuda.-

Dije mordiendo el labio momentáneamente, para agachar la mirada pero luego levantarla con una sonrisa feliz. Seguidamente, comencé a levitar de un lugar a otro con una expresión típica de niño, emitiendo sonoras carcajadas que demostraban una locura sin igual. Subí arriba, entrando nuevamente a nuestra habitación y tomando mi motosierra de su lugar, justo en una esquina como de costumbre.

La encendí, escuchando su rugir malévolo y hermoso para luego salir directamente disparado hacia la ventana, atravesándola sin cuidado y tomando un vuelo rápido en dirección hacia el pueblo Mondphase sin siquiera tomarme la molestia de cambiarme el feo pijama. Ambos sabíamos quien limpiaba nuestras armas, y no era más que el sucio enterrador quien usualmente, hacía todo el trabajo gratis sin preguntar ni cobrar. El era de confianza, aunque en si le odiaba por conocer a mi hermosísima hermana.

-Soredemo hitotsu no, ai no katashi, wo sagasu~-

Entonaba imitando la tonalidad de la misma canción que usualmente escuchaba, sin cesar en ningún momento hasta comenzar a sentir el sol rozar mi piel blanca, tan distinto al paisaje en el cual vivíamos. Mostré una mueca al ver que ya me acercaba, pero el solo recordar que habían humanos débiles allí, hacía que me excitase y por ende mostrase una sonrisa que demostrara dicho sentimiento.

Es decir, era como un banquete para mi, era como “matar hasta aburrirte” y yo, ja! Nunca me aburría, eso era de bobos. Opté por sorprender a los seres inferiores, bajando desde el cielo al medio de la multitud, aterrando a muchos y recibiendo por ende constantes flashes fotográficos de los pocos que sorprendía en vez de asustar, a los que solo miraba con una sonrisa dedicando a mis fans dicha pose. Que decir, amaba ser acosado por esos estúpidos que en cualquier momento se harían mi carnada. Al acercarse a mis solo encendía mi motosierra alejándolos con ese sonido tétrico y desesperanzador.

Pero ya estaba llegando a mi objetivo, entre el camino que se me abría aún no divisaba a mi hermana, pero si el inmenso letrero que indicaba el nombre del excéntrico dueño de esa tienda de limpieza de herramientas. Al verlo, la sonrisa de mi rostro se hizo mas notoria, acomodé mis lentes con el dedo índice de mi mano derecha, y, acelerando mi cuerpo con el vuelo, me dirigí embistiendo a algunos puercos hasta llegar directamente con mi bella, bella, bella rubia.

-El que te vea morirá por mi guadaña...-

Le murmuré al oído abrazándola por la espalda, sosteniendo por delante la motosierra, apegando su cintura a la mía y lamiéndole la oreja de manera excéntrica pero a la vez, típica en mí. Era normal hacerle cosas así, es decir, habíamos sido criados solo teniéndonos el uno al otro, yo la amaba como lo único que podía amar, y creo que dicho sentimiento era mutuo e irrompible.

Había muchas cosas que hacer y decir, pero primeramente debía disponerme a terminar la limpieza que ella había querido.

Off: La canción es el Op de Kuroshitsuji xD

Limpiando la sangre~

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