Al fin, algo de felicidad (libre)

Tomas miró aquella pequeña nota por enésima vez, y ahogó su cuarta o quinta risita. Si cualquiera de sus conocidos -escasos, todo había que decirlo- lo encontraba riendo y tumbado en el suelo boca arriba, en esa postura, sin duda no tardaría demasiado en considerar que el muchacho acababa de enloquecer.
Pero no, Tomas no había salido loco. Si había alguna locura que podía haberse apoderado de su cuerpo, esa era la locura de la felicidad. La alegría. Su optimismo renovado al leer y releer esa nota, al haber dejado la enfermería con una noticia que... sin duda, no se solía recibir todos los días.
Sin embargo, para eso estaba esa nota, que lo citaba bajo el mismo árbol en el que estaba en ese momento... solo que unos cuantos días después. Para aclararse, y para terminar de colmar esa felicidad que no era normal en él.

Miró la piruleta alrededor de la que... ella, la enfermera, le había enroscado y disimulado esa nota, sin saber muy bien qué hacer con ella. Irguiéndose, y encontrándose contento como se encontraba, se planteó hacer lo que la gente normal haría con esas piruletas. A lo mejor estaba deliciosa, ¿él qué sabía? No recordaba haber comido nunca ninguna.
Entonces, le quitó el papel que la envolvía y, al introducírsela en la boca, la arrancó del palo para comérsela de una vez. No le disgustaba, era dulce.
Todavía sonriendo, saboreó aquella especie de caramelo con tranquilidad... y ni siquiera se percató cuando escuchó pasos a sus espalda.

(Tema libre ^^ Quien quiera conocer a este muchacho, ahora está contento, asi que se puede mantener una conversacion con él, y no os va a contar por qué está contento, así que escuchará cualquier vida que querais contarle jajaja!)
(Para entender mejor el tema; este viene de "Bruscas noticias", en la enfermería)

Sofi iba de regreso a Mondphase despues de haber entregado un encargo de libros que Ayashi le había pedido llevar.... Siempre era grato regresar a aque sitio, a pesar que se había marchado por voluntad propia, ese no era motivo para no recordarlo con cariño...

Tenía permiso de regresar a su hogar una vez hecha la entrega, por lo que no tenía mucha prisa.. asi que dió un breve paseo por el parque... iba muy campante mirando el cielo, cuando de pronto, pisó algo mullido....

Bajó la vista rapidamente para encontrarce con el rostro de un muchacho que tenía una mueca de dolor... para luego notar que su pie estaba en su estómago... instintivamente dió un paso atras totalmente roja y tomando su falda....

- no mires!!!!!- fue lo primero que se le ocurrió decir... auqnue luego reflecciono... -.... lo siento, no te viii!!!.. estas bien??-

Tomas pegó un brusco sobresalto cuando notó que un pie se clavaba en su estómago. Lo primero que pasó por su mente era que sería alguien buscando pelea...
- no mires!!!!
Tomas no entendió a qué se refería la muchacha que acababa de pisarlo hasta que no miró hacia arriba... y vio, precisamente, lo que ella no quería que mirara.
Todavía con la boca llena de esa piruleta que se había metido, toda a la vez, Tomas notó como tragaba de golpe -mitad sorprendido por el pisotón, mitad avergonzado, también- Antes de poder afirmar que sí se encontraba bien, se atragantó y comenzó a toser.

El joven se puso rojo como el cabello de Sofi, lo cual ella atribuyó al hecho que había sido espectador sin querer de sus ropas intimas, pero al escucharlo toser se dió cuenta que algo andaba mal.. quiza el muchacho estaba comeindo algo.... de inmediato Sofi se colocó a sus espaldas rodeandolo con ambos brazos como si fuese un abrazo y presino con fuerza su plexo solar.... -... escupelo!!!!-... fue lo único que atino a decir auque no estaba del todo segura si había algo en su garganta...
Un trozo de caramelo salio despedido y eso la alivió.... -... acaso nunca te dijeron que comer dulces acostado es peligroso???- le reprocho sin ser cociente de que su pisoton quizá había tenido algo de cuelpa, mientras áun lo abrazaba con fuerza....

Tomas notó con alivio cómo podía respirar de nuevo, después de que esa chica que acababa de pisarlo le ayudase a escupir el trozo de piruleta que se había tragado de golpe. Una mala experiencia para ser la primera vez que se le ocurría comer una.
-... acaso nunca te dijeron que comer dulces acostado es peligroso??? -le espetó ella, todavía con sus brazos enroscados alrededor de su pecho. Tomas apenas se percató de ello, ocupado como estaba en volver a respirar... y en responder a aquella pregunta retórica que, por otro lado, era bastante lógica.
- Sí, sí... pero acababa de tumbarme, y pensaba levantarme otra vez, y ,además... -entonces, el muchacho al fin reparó en que los brazos de la chica continuaban abrazándolo, y en que le estaba dando unas explicaciones que, quizá, no venían a cuento. Se separó de ella, nervioso- P-pero, ¡¿y eso qué más da?! ¡¿Y... y por qué me has pisado?!

Sí, sí... pero acababa de tumbarme, y pensaba levantarme otra vez, y ,además... ... el joven comenzó con su explicación y Sofi se quedó quietita alli para escucharlo, sin reparar en que continuaba sobre su espalda... el muchacho dio un giro para separarce de ella y quedar frente a frente....P-pero, ¡¿y eso qué más da?! ¡¿Y... y por qué me has pisado?!

-no lo he hecho a prosito!!!....- dijo un poco a la defenciva ya que sabía que en el fondo había sido su culpa por andar abriendo la boca en vez de mirar por dónde iba... -...es que no te he visto... hacía tiempo que no andaba por aqui y quice dar un pasea, no usarte de tapete....-.....

(Q_Q perdon por la demora, per el hotel no tiene wifi y las maquinas estan llenas siempre!!...de a poco ire contestando!!!)

Tomas arqueó levemente una ceja mientras la chica le daba sus explicaciones, pero su mente no pretendía darle muchas más vueltas a ese imprevisto. En realidad, tampoco esperaba que lo hubiese hecho con intención cuando ni siquiera lo conocía.
- Bueno... da lo mismo -de cualquier manera, Tomas tampoco la disculpó. Encogió un poco sus hombros y le tendió la mano, dando a entender que iba a presentarse- Soy Tomas, alumno de aire -dijo, suponiendo que ella también sería una alumna, y dedicándole una pequeña sonrisa.

(No te preocupes!! XD Espero que te vaya todo bien por aquí -claro, ahora por aqui jeje!- y ya nos contarás! ^^)

Sofi tomo la mano de tomas para devolverle el saludo... -Mi nombre es Sofi...y soy... bueno, era alumna de aire....- dijo encogiendo los hombros.. la verdad es que la magia no era lo suyo y apenas si había aprendido a hacer un par de cosas en lo que a la magia de aire se referia.. ni siquiera podía volar demasiado bien y eso era lo basico....

Solo cuando observo a Tomas con detalle, pudo notar sus alas...-... y esas de donde han salido?... de seguro debe ser más facil volar con alas que sin ella ^_^... -

Tomas entreabrió los labios cuando Sofi concluyó su presentación, intentando, o bien disculparse por haber creído que era una alumna de la academia, o bien alegrarse por compartir su elemento con ella.
Sin embargo, finalmente el muchacho no tuvo tiempo de pronunciar nada antes de que Sofi señalase sus alas con una sonrisa. Tomas se la devolvió, encogiendo un poco sus hombros.
- Bueno... no lo sé, porque nunca he volado sin alas -bromeó, queriendo agregar al final un sincero "y con ellas tampoco" Pero no podía mostrarse tan pesimista. Al fin y al cabo, estaba progresando... un poquito- pero no es tan sencillo manejarlas... o eso, o yo soy muy torpe y no... sé. Ya me he caído muchas veces intentándolo.
Soltó una risita al final, recordando su bochornosa caída en mitad del mar.

-... hooo, no te preocupes.... de seguro lo haras mucho mejor que yo...- dijo mientras se ponía de pie y levitaba apenas unos centimetros sobre el suelo pero enseguida se tambaleó y regresó al suelo.... - eso es todo lo que he aprendido..... ojala pudiese volar como la profesora Aiwe... sería muy practico poder ir d eun lugar a otro rapidamente.... pero bueno... no soy buena con la magia... no se ni como estoy viva... una vez caí de la azotea intentando desmostrarle aun compañera que si podía volar... prometí no volver a hacerlo desde ese día, jejej-

Tomas forjó una mueca de dolor cuando Sofi le confesó aquella caída, recordando inmediatamente su primera clase de vuelo. Él también había estado a punto de caer desde esa altura. Debía ser horrible.
- Jo, desde la azotea nada menos... -murmuró, volviendo a forjar su mueca de dolor. Sin embargo, trató de borrar sus ojos apenados y dirigirle una sonrisa a la muchacha cuando reparó en que sería mejor animarla, no deprimirla aún más- Pero... pero no tienes que rendirte... el problema es que no se puede empezar desde el lugar más alto de la academia... yo... creo que es mejor empezar a ras de suelo, ¿no? E ir subiendo después...
Después, Tomas se rascó la cabeza, meditando que con aquellas palabras quizá no la hubiese convencido del todo.
- Bueno, si... te sirve de consuelo, yo no he caido desde tan alto, pero... -miró hacia el suelo, algo avergonzado por estar a punto de confesarle aquello a una chica que acababa de conocer- Me he caído dos veces. La segunda no fue muy grave, porque fue... en el mar. Pero la primera fue desde la ventana de mi habitación.
Al recordar aquella última, no pudo evitar echarse a reír. En realidad, a él también le había pasado algo parecido a lo que Sofi le contaba. Él había querido demostrarle a Nerine que sabía aletear... y habían acabado tirados encima de un árbol.

-hooo...en el mar!!.. jajaj.. bueno, el agua es mas blandita que el suelo....- rio pensando que quiza ella debería haber aceptado el desafío de su compañera frnte a una picina y no en una corniza...

-lo se.. hay que empezar desde bajo, pero aun asi... he preferido dedicarme a otra cosa, jejeje.. la magia no es lo mio, para nada ^_^- sonrio mientras miraba el trozo de dulce aún tirado en etre la hierba... -... que hacía comiendo una paleta en ese sitio?... celebrabas algo?-... en realidad un dulce no era gran cosa, pero su abuela sol se los daba en ocaciones especiales, por lo que la joven consideraba que comer dulces era motivo de buenas noticias.

A Tomas se le escapó una sonrisa cuando Sofi dijo aquello primero. En el fondo llevaba razón. En el mar por lo menos no se había roto la nariz...
- Sí, eso sí es verdad...
Cuando vio que la chica dirigía sus ojos a ese dulce que estaba tirado en el suelo, el muchacho también la imitó, encogiendo un poco sus hombros ante esa pregunta. Sin embargo, no pudo evitar continuar sonriendo.
- Eh... no, bueno, en realidad... sólo la estaba probando, era la primera vez que me comía una... cosa de esas -se rió ante sus propias palabras, antes de seguir- Los dulces no me gustan mucho. Y ahora que he estado a punto de ahogarme... menos todavía.
Tomas dejó escapar una suave risa, de nuevo. Cualquier persona que lo conociese un poco no habría tardado en llegar a la conclusión de que sí tenía que estar celebrando algo, de que no era normal que estuviera tan contento. Pero... bueno, a esa chica la acababa de conocer. Razón de más para que pudiera mostrarse feliz ante ella sin tener que explicarle ningún porqué. Eso le resultaba muy cómodo.

Sofi abrio los ojos de par en par... le parecía casi loco que alguien no hubies e probado un dulce en toda su vida ... -...en serio lo dices?... es que tu madre no te compraba paletas cuando eras peque?-.... si bien Sofi nunca había conocido a su madre, su abuela se habia encargado de mimarla como si lo fuera.

Tomas se encogió un poco de hombros, como si Sofi, con su reacción, de algún modo le estuviera regañando. Pero él no creía que fuera para tanto... había tenido una infancia muy feliz sin piruletas.
Todavía un poco encogido, Tomas sacudió levemente la cabeza para luego apresurarse a matizar, antes de que a esa chica se le pasara por la mente pensar que su madre lo había obligado a no comer dulces desde siempre, o algo semejante:
- Pero... pero porque yo no quería... -y luego, la observó un poco extrañado- ¿Tan raro es que a alguien no le gusten los dulces?

Sofi se le quedó mirando fijo y con una expreción entre seria, divertida y solmeneijo. Amodo sentencia o ley no escrita, pero que para ella era asi lo era, dijo: -... rarisimo....-

Observó como el muchacho la miraba sin saber muy bien como reaccionar a ese comentario... - jejeje... es que a mi me gustan mucho, pero siempre fui un poco.. inquieta, por eso no me permiten comer muchos dulces... - agregó para suavizar un poco el comentario. Es que estaba tan acostumbrada al trato con la clientela de la taberna que a veces se le olvidaba que era una señorita y debía ser más dulce y amable. Tendría que recordarlo si no quería que su jefe recibiera quejas en la librería. Despues de todo, quien regresaría a una tienda donde una mocosa mandona y prepotente (asi la habían llamdo una vez en uno de los sitios donde había estado en practicas) le dijera que leer o que comprar?...
Definitivamente, necesitaba una clase de buenos modales...

Tomas no pudo evitar quedarse callado por un buen rato (más largo que el anterior, y que cualquier otro anterior), tomando muy en serio las palabras de Sofi. Entonces, ¿a todo el mundo le gustaban los dulces? ¿A todos menos a él?
Finalmente, el chico acabó ladeando un poco la cabeza, reflexionando si de veras eso podía inquietarlo tanto. Más manías y gustos suyos eran raros, y nunca se había planteado cambiarlos ni se lo iba a plantear. ¿Qué mas daba añadir uno más?
- Bueno... -determinó, al fin- Tengo alas de murciélago, el pelo multicolor, soy más bajo de lo normal... -Sofi lo miró arqueando una ceja, sin, seguramente, saber a qué se podía estar refiriendo. Tras una breve pausa, Tomas prosiguió- No, definitivamente, por no gustarme los dulces no puedo ser más raro aún, por muy rarísimo que eso sea -y luego, rió.

Sofi no pudo evitar reir con Tomas.... depues de todo, ella tambien era algo rara, o eso es lo que la gente pensaba de ella, pero a la joven poco le importaba. Era feliz asi como estaba, incluso sin poder usar casi magia y supuso que Tomas tambien era feliz sin gustarle los dulces...

- No eres raro.. solo ligeramente peculiar XD... aunque, deberías probar los pasteles de mi abuela antes de confirmar que definitivamente no te gustan los dulces.... si algún día andas por Mondphase, sera un placer invitarte una rebanada ^_^...-

Sofi se recostó sobre el cesped... recordó las tardes en que ella, su padre y su abuela solian ir de picnic a lugares como aquel y pasaban el día riendo y jugando, hasta que los últimos rayos del sol les indicaban que era hora de regresar a casa... Tragó saliva para reprimir una lagrima que asomaba peligrosamente en sus ojos celestes, que habían tomado un brillo humedo.
Llevó su mano hasta el rostro como para limpiarce "algo" invicible y asi disimular el momento, aunque con poco exito.

Tomas rió con más ganas cuando escuchó aquello que dijo Sofi de: "No eres raro.. solo ligeramente peculiar", pensando que, aunque ambas cosas venían a significar lo mismo, le gustaba más la manera como sonaba la segunda. Se tumbó en el césped de nuevo, cuando Sofi también lo hizo, y luego asintió con un ligero cabeceo, mirando hacia el cielo.
- Con que los pasteles de tu abuela, ¿eh? De acuerdo. Supongo que algo de dulce no me hará daño
Entonces, Tomas se decidió a girar la cabeza para observar a la chica... y comprobó que sus ojos brillaban de forma característica, y que una de sus manos había subido a su mejilla, como si estuviera limpiando...
Tomas se quedó bloqueado por un momento. ¿Habría dicho algo malo...? ¿Y si su abuela ya no estaba? "Mal, mal, mal..." se repitió, poniéndose nervioso sólo de pensarlo.
- Eh... eh, ¿ocurre... algo? -se levantó un poco en sus brazos, sin dejar de mirar a Sofi- Lo siento, no... no quería decir nada que...
Ese tipo de situaciones, definitivamente, no se le daban bien.

- Eh... eh, ¿ocurre... algo? ... Lo siento, no... no quería decir nada que...-

Sofi se sonrojó un poco, ya que le daba vergüenza que la vieran asi. No lloraba desde hacía tiempo, mucho tiempo, mas presisamanete desde la muerte de su padre, cuando ella y su abuela se habían quedado solas.

La joven respiró hondo, todo lo hondo que pudo, para que todo eso se quedara dentro suyo, mientras volvía a sentarce sobre el suelo para reponer las barrras sentimentales. Estaba icomodando a Tomas y eso era lo que menos quería.

-no ocurre nada... son solo .....recuerdos.. ejeje...- puso su mejor sonrisa intentando adornar los ojos vidriosos para que se vieran menos tristes y comenzaba a jugar nerviosamente con la punta de la trenza para distraerce un poco de sus propios pensamientos... -... no has dicho nada malo, en serio- intentó tranqulizar al muchacho.

-.. con mi padre solíamos salir de picnic a lugares como estos....- agregó intentando dar una explicación para convencer a Tomas que no era su culpa.

(Aw, estoy poco inspirada xD)

Tomas se quedó mirando el jugueteo de la muchacha con su trenza mientras ésta hablaba, escuchando su risa nerviosa y ese tono entrecortado de su voz.
-.. con mi padre solíamos salir de picnic a lugares como estos...
Con aquella frase, Tomas creyó comprender por qué entonces Sofi se mostraba de repente tan triste. Desvió su mirada hacia la hierba sobre la que se encontraban sentados, y luego ahogó un hondo suspiro, sin saber muy bien qué decir.
- Lo siento -murmuró, sin más. Pero él sabía por propia experiencia que ese "lo siento" no valía para nada. Quizá para hacerla sentir peor, en todo caso. Carraspeó un poco, y luego añadió, buscando un cambio de tema que hiciese a la chica olvidar esos recuerdos tristes- Yo... no recuerdo haber hecho ningún picnic. Bueno, vivíamos en el bosque, para salir de picnic nos bastaba con sentarnos en la puerta de casa. Si vale cenar al aire libre... -rió, un poco nervioso. No le gustaba recordar cosas de su pasado, pero no se le había ocurrido otro tema mejor de conversación.

- Lo siento -

Al parecer Tomas había interpretado muy bien sus sentimientos... estaba triste, triste porque su padre ya no estaba con ella... pero la vida seguía y ella debía continuar, por mucho que doliera.
Sujetó la trenza con algo más de fuerza, quería disculparce con Tomas por haberlo incomodado, pero el joven continuó hablando y Sofi no quizo interrumpirlo porque aún sentía en nudo en la garganta....

-...Yo... no recuerdo haber hecho ningún picnic. Bueno, vivíamos en el bosque, para salir de picnic nos bastaba con sentarnos en la puerta de casa. Si vale cenar al aire libre... -

Sofí abrió más los ojos por la sorpresa, mucho más de lo que los había abierto en el momento en que Tomas había confesado que aquella era la primera vez que probaba un dulce.... aquel chico era humano?????...

-... eso es increible!!!... bueno.. supongo que uno busca lugares como los bosuqes y cosas asi para un picnic ... pero la gracia es cambiar de ambiente!!!...- tan de repente como había llegado, la triteza de Sofi quedó olvidada, ya que ahora, se había concentrado en un objetivo... Tomas....

-.... creo que debería darte lecciones de "cosas buenas" en la vida...- Sofi hizo una lista mental de todas aquellas cosas que creia, eran lo mejor del mundo y nadie en este muenod debía partir sin haberlas probado al menos una vez... -... te animas?...- inquirió con una sonrisa picara...

(jaja! Qué gracia ese "pero es que es humano?" con mil interrogaciones xDxD! Qué creía Sofi que era, un murciélago?! XD! -vale, eso no es tan disparatado jajaja!-)

Cuando vio esa sonrisa en los labios de Sofi, Tomas se sintió aliviado por haber podido cambiar el rumbo de sus pensamientos y hacer que, en cierto modo, ya no se sintiese tan triste. Le devolvió su sonrisa casi inconscientemente, y se le olvidó por un momento a qué tenía que animarse. Pensó por unos segundos.
- Ah -murmuró, al recordar lo que la chica había pronunciado de manera previa a esas palabras. Sonrió un poquito más- Pues claro... pero... bueno, en el bosque se vivía bien. Era un lugar muy tranquilo. Supongo que... no hacía falta cambiar de ambiente, pero íbamos al pueblo de vez en cuando. Y... y siempre que íbamos... me compraban un helado de vainilla -Tomas intentó no cargarse de demasiada melancolía al recordar aquello. Parpadeó un par de veces, y luego prosiguió, volviendo a forjar la sonrisa que había borrado al pronunciar aquello- ¿Eso no es una de las "cosas buenas" de la vida? Aunque por delante estén los pasteles de tu abuela, claro.
En cuanto reconoció aquello último, Tomas tuvo la impresión de que había hablado demasiado, para lo que él estaba acostumbrado. Sofi le estaba empezando a caer tremendamente bien.

"....helados..." eso se estaba poniendo interesante, pues a Sofi le gustaban mucho los dulces, y aunque ya fuese lo bastante mayor, aun sentí culpa si comía alguno a escondidas de su abuela.
La joven notó que la sonrisa de Tomas se desvanecía, para luego reaparecer. Quiza hacía mucho tiempo que no tomaba un helado, o que no veía a su familia (cosa que era comun al estar como pupilo en la academia), pero Sofi no quizo preguntar por miedo a meter la pata. Ya había que el muchacho se pusiera triste por su culpa hacía no más de 10 minutos y no quería romper su record arruinando las cosas en dos veces en menos de media hora.

-hooo.. si el helado definitivamente es una de las cosas buenas de la vida....- y no pudo evitar que su sonrisa se amplira más al escucharlo halagar los pasteles de su abuela (aunque tomas no los había probado aun, pero eso poco importaba).....

Sofi llevó su mano al bolsillo de su falda antes de seguir hablando para comprobar que las monedas que había alzado esa mañana continuaban alli.
Si Tomas extrañaba tanto el helado de vainilla, por que no ir por uno?....

-... oye Tomas.... te gustaría acompañarme a tomar un helado?...- sonrió timidamente. No estaba acostumbrada a invitar chicos. Siempre se le había dado muy mal eso de las relaciones con el sexo opuesto (porque quiza, nunca había encontrado a alguien que se pareciera a los heroes y galanes que apararecían en las novelas que tento le gustaba leer).... pero por algún motivo, se sentía comoda con Tomas.


((Aclaro, Sofi no tiene intencines romanticas con tomas, ... que no quiero que Nerine haga puchero... XD))

(jajajajaj!! Claro que no, claro que no, Sofi solo quiere a alguien para ir a comer helado (?) XD!
Y por cierto, estaría bonito un tema de Tomas y Sofi tomando un helado ! Pero me gustaría ambientarlo un poco después... ^^)

Tomas parpadeó un par de veces cuando escuchó las últimas palabras de Sofi, sin saber si la había escuchado bien o no. Estuvo a punto de pronunciar un entrecortado "¿él qué?", pero eso lo habría hecho quedar como un idiota, y tampoco pretendía eso. Juraría que esa chica lo acababa de invitar a tomar un helado. Parpadeó con fuerza otra vez, casi incrédulo.
- Eh... -murmuró, viendo como Sofi borraba un poco su sonrisa tímida, y apresurándose a agregar, sonriendo él también- ¡Claro! Claro que sí... lo que pasa es que... bueno, yo nunca... en fin, que sí. Pero tengo que ir a por dinero antes... ¿Me... esperas aquí?
Se puso en pie enérgicamente y miró a Sofi, esperando su respuesta. Aquella situación se le hacía un poco extraña... al fin y al cabo, había pasado mucho tiempo viviendo aislado en el bosque, sin hablar con nadie. El simple hecho de salir con alguien a tomar un helado, o sólo a pasear... ya se le antojaba extraño. Extraño, pero en cualquier caso, agradable.