Canto para ti

Evan recibió el abrazo de Blau con una sonrisa. Se sentía tan cálido como los abrazos que ella le había dado días antes. Sin embargo, cuando Blau comenzó a hablar, sus ojos se abrieron un poco más, y la sonrisa se le transformó en una expresión atenta. Ella comenzó a describir su aroma de una manera muy especial, nombrando detalladamente cada uno de los componentes, y a Evan le sorprendió aquella apreciación. Fugazmente se le volvió a cruzar la idea de que Blau sintiera algo especial por él, pero la hizo a un lado inexplicablemente al sentir cómo ella sujetaba suavemente su ropa.

Los minutos pasaron y sintió cómo el pequeño puño de Blau iba perdiendo fuerza y liberando su camisa de a poco. Se estaba quedando dormida.
Permaneció en su posición, intentando no despertarla y observando el cielo estrellado; no parecía una mala noche para dormir al aire libre. La abrazó un poco mejor y se perdió en sus pensamientos. Permanecería así hasta que el sueño lo venciera.