El canto de las aves

por **Phyro** Miér Mayo 11, 2011 12:57 am

(( Este tema comienza con Sigmund y Phyro un rato. Ya después se puede meter quién quiera nwn))

Había hablado con Kenneth antes. En verdad, quería ser más fuerte... no quería decepcionar a nadie más, era... doloroso. Había prometido ayudarme a mejorar. - Sigmund-chan.... ¿por qué aquí? - Lo miré fijamente. - En verdad, espero.... tarde o temprano, ser un gran... gran familiar... - Me encogí de hombros, sonrojado. - ... ¿podré serlo?

por **Sigmund** Miér Mayo 11, 2011 1:32 am

Le revolví el cabello al muchacho. - Porque aqui hay paz, Phyro-chan.... no podrás quemar nada... - Saqué una poción y se la di. - pero tómate esto por si las moscas... - Se la tomó lentamente. - Eso aplacará tu fuego interior un rato, podremos practicar bien... ¿sabes lo que yo hacía para practicar con mi magia? - Me acomodé los guantes y lo vi. - Cantaba... - Levanté las manos, mientras dos ráfagas se formaban lentamente, mientras abría la boca.

por **Phyro** Miér Mayo 11, 2011 1:43 am

((decidí cambiarle el nombre! Y... oh, Roro, Cassis!!!! >w<))

Me sonrojé un poco mientras lo veía. - ... Sigmund-chan... - Ladeé la cabeza. ¿Cantar? Yo... no se cantar. - Me... me siento raro con esta poción, pyo... - Mi voz se endulzaba de tal forma. Sigmund tomó mis manos y me vio a los ojos. Asentí mientras lo soltaba y las envolvía en fuego. Cantar... cantar... - Re-recuerdo una canción, pyo... - Cerré los ojos mientras dejaba que el fuego se extendiera un poco.

por **Sigmund** Miér Mayo 11, 2011 1:51 am

((espero no haber spoilereado con tu "chica numero 2"!))

Me quedé callado viendo al rubio. Las lagrimas recorrían sus mejillas. No entendía nada de lo que sucedía... ¿la lluvia, decía? Moví la cabeza y me acerqué a él. - Phyro... tienes más poder del que crees... sólo que no confías en ti... - Lo solté y asentí. - Si me equivoco, te daré muchos dulces... y sino... haré lo que quieras... - Sonreí de oreja a oreja.

por **Phyro** Miér Mayo 11, 2011 1:57 am

((XDU si no sospechaban nada, acabas de dar una pista!))

Me sonrojé con los ojos llorosos. - Soy un desagradable mocoso llorón... - El fuego desapareció mientras tragaba saliva. - No sé si sea poderoso, no sé si pueda ser un halcón infernal... siempre hago cosas patéticas... - Moví la cabeza. - Si no te equivocas... matame... - Empuñé las manos mientras lo veía fijamente... pero me quedé helado al sentir unos pasos tras de mi.

((y aquí es cuando nos pueden interrumpir =w= ))

por **Evan** Vie Mayo 27, 2011 6:04 am

Evan caminaba en dirección a los jóvenes, a unos pocos metros de distancia, con los ojos entrecerrados por el desagrado que le producía cuando Phyro se ponía en actitud de perdedor.

-Realmente eres un llorón - dijo, y le robó una pluma justo antes de saludar al chico que no conocía. -Hola - sonrió - ¿interrumpo? -

por **Sigmund** Vie Mayo 27, 2011 6:39 am

Arqueé una ceja al ver al profesor arrancandole la pluma al pequeño. - Eeeh... ¡no sé si eso sea correcto! - Los ojos llorosos de Phyro casi me lo comprobaron. Me llevé las manos a la cintura y solté una risita. - Nada, nada... Phyro y yo solo... cantabamos... - Le revolví el cabello, era obvio que aquel sujeto había sentido lo mismo al escuchar esas lúgubres palabras. - ... las canciones tristes a veces ayudan a que el corazón se... deshagan... - Le sonreí ligeramente al muchacho y le di una paleta. - Soy Sigmund, el familiar de Kenneth... ¡Y si adivinas qué soy, te regalaré un cupón para su tienda de pociones! - Intenté desviar la tención mientras pavoneaba mis plumas. - ¿Quieres una pista?

por **Phyro** Vie Mayo 27, 2011 6:59 am

Me quedé callado mientras veía fijamente a Evan, a punto de soltarme a llorar y reclamarle... pero Sigmund interrumpió, dandome aquella paleta... - Pyo ~ - Moví la cabeza y tomé la paleta. El humor de Sigmund era un caso especial. - ¿Qué haces aquí? ~ - Dije destapando la paleta. - Deja mis plumas, pyo... ¡eres una lata! ¿No tienes otras cosas que hacer? ~ - Bajé la mirada de golpe, mordiendo la paleta. - ... en verdad, Sigmund y yo estabamos cantando alegremente... - Me di la vuelta mientras cruzaba los brazos, comiendo aquella paletas. ¿Alegremente? ... parecía más un funeral.

por **Evan** Vie Mayo 27, 2011 7:33 am

El profesor de arte se aguantó una sonrisa ante el desafío de Sigmund. El familiar no sabía que lo que le había llamado la atención a Evan desde lo lejos habían sido los colores y brillos de sus plumas. -Pavo real...- dijo, aunque lo volvió a pensar - ¿...o real pavo? ¬w¬ - bromeó. No lo conocía, pero si era amigo de Phyro, inconscientemente sintió la necesidad de molestarlo de igual manera que al rubio. Se relajó con una risa viéndolo a los ojos - Soy el profesor de arte, me llamo Evan ♥, mucho gusto -
Dirigió la vista al otro chico, ignorando el poco agradable saludo de bienvenida que le había dado. -Así que cantaban alegremente, ¿eh?~ se les nota en las caras o3o~~ ♥ - concluyó, esperando que su sarcasmo fuese obvio.

por **Sigmund** Vie Mayo 27, 2011 8:08 am

Miré de reojo al rubio. ¿Seria que no se llevaban bien? - ¡Es mi mejor repertorio! - Me di la vuelta y sonreí. - Y para ser la primera vez de Phyro-chan no estuvo mal... - Solté un suspiro mientras me llevaba una mano a la espalda. - Phyro... te digo que puedes hacer todo... todo lo que quieras... - Estiré mis brazos, provocando dos tornados de aire. - ¿Quieres atormentar a la gente? - Los tornados se transformaron en un par de siluetas femeninas que bailaron alrededor de los dos muchachos. - ¿Quieres divertirte un rato? Todo depende de ti, Phyro...

por **Phyro** Vie Mayo 27, 2011 8:30 am

¿Depende de mi? Sonreí mientras veía a las siluetas. Suspiré mientras cerraba los ojos. Mi poder estaba basado en el de Helio... debía... debía confiar en mi. Unas pequeñas llamas empezaron a envolverme. " Música, pyo..." Intenté recordar alguna otra melodía... algo que desperara mis sentimientos. - Pyo... - Susurré mientras me colocaba de puntitas y abría las alas. Estaba envuelto en fuego. No era lo mejor que esperaba, pero... ¡era un enorme avance! Miré fijamente a Sigmund mientras sonreía ligeramente. - ¡Ah! ¡Ah! Lo... no puede ser... ¡hice eso! - El fuego desapareció de golpe, cerré las alas y medio perdí el equilibrio. - ¡P-Pyiiii-! - Moví la cabeza mientras me mantenía de pie. - Waaah, tan cerca....

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