Primera cita ( priv. Jem y Hiyako )

Después de que Jem le preguntara a donde ir en su primera cita, le cojió de la mano y le llevo asta el lago, sabía que Jem no sabía ir asta allí así que como quería estar mucho tiempo con el, le llevo por un camino que a ella le gustaba, era un camino lleno de arboles y con el suelo cubierto de flores moradas. Al rededor de ellos había muchas luciérnagas iluminándoles el camino. De vez en cuando miraba hacia atrás para ver si Jem seguía allí, aunque le llevara de la mano quería ver su expresión al pasar por aquél lugar. " ya queda poco " pensó para si misma mientras miraba hacia atrás. Parecía que Jem estaba contento. Al cabo de un rato andando a trabes de arboles y luciérnagas llegaron al lago.

-Aquí estamos...- Dijo mirando al cielo sin soltar a Jem.

La noche estaba estrellada y era luna llena. Todo el cielo y los arboles que rodeaban al lago se reflejaba en su superficie. Las estrellas fugaces cruzaban el cielo a gran velocidad haciendo que fueran difíciles de ver. A lo lejos, en una pequeña esquina del horizonte, se divisaba la gran academia.

Hiyako se giro para ponerse en frente de Jem, le cogió de la otra mano y se puso de puntillas para besar al chico

Jem, al ver el hermoso lugar que era el lago, se quedó fascinado. Había luciérnagas por todas partes, la luna brillaba en lo alto del cielo, iluminando el paisaje. Y mientras estaba contemplando todo aquello, sintió a Hiyako besarle. Cerró los ojos, mientras abría su boca y agarraba fuerte las manos de la chica. Después de ese beso, que duro su tiempo, se desplomó en el suelo, tumbándose boca arriba y mirando las estrellas.

-Vaya, este es un lugar muy bonito Hiyako... Me pregunto... ¿se podrá ver mi mundo desde aquí?

Su tono de voz de repente se volvió nostálgico, esperando que sus palabras fueran verdad, pero era complicado ver su mundo desde otro mundo, se dijo, razonando, aunque le gustaría volver a él.

Vio como Jem se tumbaba en el suelo lleno de hierva y flores. Escucho las palabras de aquel chico. Parecía que en sus palabras tenia un tono nostálgico, era como si Jem quisiese volver. Miro a Jem y pensó " ¿ Porque querrá volver a su mundo ? ". La chica no lo entendía demasiado; pero no se preocupo en eso y decidió animarle. No era buena idea que estuviera triste en su primera cita.

Se sentó en el suelo junto a Jem y miro al cielo estrellado.

-Cada una de esas estrellas que ves en el cielo... - dijo mirando a el y moviendo su mano de un lado a otro señalando al cielo- Son planetas apartes de este, y ademas de planetas hay estrellas... así que... seguramente... una de esas estrellas.... sera tu mundo...- Seguidamente miro la cara del chico -Recuerda que estamos en otro mundo totalmente distinto.... todos los mundo de este universo son distintos el uno al otro, y este.. es uno de aquellos de los que esta lleno de magia.

Paro durante unos segundos antes de seguir. Le miro con ojos dulces y le acaricio la cara suavemente con el dorso de la mano. Se sentía tan bien junto a aquel chico...

-Una de estas estrellas... sera una galaxia... y una de esas galaxias sera la tuya... . Puede haber muchos planetas y galaxias... pero todos compartimos el mismo cielo.... - concluyo Hiyako.

Jem escuchó a Hiyako mientras contemplaba el cielo nocturno. Notó como, cuando la chica terminó, un fuerte viento le acariciaba la cara, revolviéndole el pelo. Suspiró.

-Posiblemente sea así... La verdad es que añoro mi mundo por... por las cosas que tenía, aunque, en realidad, deseo quedarme aquí, en la Tierra. Hay unos paisajes preciosos, hay más oportunidades y... estás tú... Así que, ¿para qué ponerse nostálgico? -se rió un poco, incorporándose y mirando a Hiyako a los ojos, perforándola con esas esmeraldas que tenía como ojos- Pero bueno, como se suele decir... La vida son dos días, así que solo hay una noche, así que a disfrutarla al máximo.

En su cara se volvió a dibujar esa sonrisa burlona tan particular suya. No quería que esa noche se sintiera mal Hiyako por su culpa, tenía que exprimirla al máximo para estar con ella. Tal vez algún día tendría que volver a su mundo... pero ahora quería vivir en el presente; el presente en el que se incluía Hiyako.

(Awww... ¡Por fin de vuelta! Perdón por la tardanza, de verdad amore mio D: )

Le sonrío, le miro a los ojos, y alargo su mano y le acaricio el pelo hasta llegar a su mejilla y se paro allí, se acerco lentamente mientras el viento le venia de espalda como ayudándola a ir hacia el.
Sabía que la noche no era eterna por mucho que ella quisiera y que pronto tendrían que volver a clase y que no se podrían ver mucho asta la siguiente noche.
-Aprovechemos la noche, dentro de poco dejara de serlo y llegara un nuevo día y no sabemos que puede ocurrir - no estaba segura de que entendiera lo que quería decir. La noche y el día, El día... el mañana... -
No llegaba a alcanzar mas felicidad de la que ya tenia. Pensó, en aquel momento en el que se conocieron, y en lo arrogante que le había parecido aquel chico las primeras veces que hablo con el,... ¿ Quién se hubiese imaginado que fueran a estar juntos algún día ?
Se acercó a el y le abrazo, y le susurro como si no quisiera ni que el mas mínimo insecto se enterara :
-Los amores imposibles no existen.Si lo es, es que no lo has intentado con fuerza. - y lo abrazo como si el mundo fuera a acabarse en ese mismo momento