Ecos inaudibles (priv.)

((Este thread se ubica después de la guerra. Como no tiene relación directa con la batalla, sino más bien es un tema privado, Adri me dio permiso para abrirlo. Y como todavía no se sabe qué pasará con la guerra, abrimos el tema en territorio neutro y sólo mencionaremos que muchas personas salieron heridas, sin entrar en tanto detalle sobre los resultados de la batalla en sí))

Nadie podía negar que la lluvia le daba un aspecto más tétrico a aquel horrible bosque del que siempre había tenido, pero el corazón de la chica que se disponía a cruzarlo no se inmutó en absoluto frente a semejante panorama. Tal vez porque no era la primera vez que lo visitaba, o porque conservaba bonitos recuerdos de él, o simplemente porque había visto cosas peores en los últimos días, durante aquella batalla que aún no terminaba de comprender.
Abrió su paraguas y comenzó a correr sin detenerse; no sabía si el frío escalofriante se debía a la lluvia o a que, después de la invasión que había habido en la zona, la cantidad de sombras, demonios y demás seres oscuros había incrementado en el lugar. De cualquier forma no podía detenerse a pensar en eso; su tarea allí era corta, buscar al orejón o al menos algún indicio suyo, algo que le indicara que el elfo había pasado por allí. Que estaba vivo.

[[Si papá se entera de que me escapé de casa para venir a este sitio...]] pensó Marien, mientras sus piernas se manchaban con gotas de barro que salpicaban a cada pisada de su carrera. Echó un vistazo en dirección a la Academia, a la que no había visitado por varios días, ya que después de la guerra, su padre y sus hermanos la habían casi obligado a volver a su casa por un tiempo, para recuperarse de sus heridas y descansar.
[[...¡Pero no puedo quedarme de brazos cruzados!... ¡Tengo que verlo!...]] aceleró sus pasos y continuó corriendo hasta recorrer distintos puntos del bosque. La fuerte lluvia no ayudaba a visualizar bien el camino, por lo que tuvo que tomarse tiempo extra para estudiar cada detalle.

Finalmente, la lluvia se transformó en diluvio, y sólo entonces se dio cuenta de que tal vez no era el mejor momento para buscar a Hugue. Se apoyó contra el tronco de un árbol, mirando a todos lados (como si eso le ayudara en algo) y cerró su paraguas, para prevenir ser atacada desde arriba (algo que tampoco había logrado deducir antes). Se quedó esperando por unos minutos, esperando quién sabe qué, pero esperando al fin, con el cuerpo quieto y peligrosamente sumergida en sus propios pensamientos.

((lalalal como siempre yo me emociono escribiendo =3=))

((*leyendo repetidas veces el post* *3* me encantaaaaaa!!!))

Hugue se pasaba caminando por el bosque negro, aun con unas cuantas eridas.
No le dolia para nada, no le importaba nada, y la guerra que paso, mucho menos, solo tenia ahora la intencion de buscar a hija y a su familiar.
Estaba lloviendo, pero ya estaba diluviando un poco. -.....-, en silencio caminaba por el bosque, el no buscaba ni esperaba a nadie, pero, se encontro con alguien que ya habia conocido desde hace tiempo. El elfo detuvo un poco la caminata. -....parece que... Ach si te pudo cuidar...-, murmuro en voz baja, mientras miraba a la chica apoyada sobre el arbol.

Los ojos se le abrieron de par en par al escuchar aquella voz tan familiar, y aunque por culpa de eso le había entrado agua de lluvia en los ojos, pestañeó rápidamente y reguló su vista mientras se giraba a ver al hombre que había hablado.

-......................an...ciano.......- quería pronunciar su nombre, pero sintió que si lo hacía, su voz sonaría temblorosa, así que tragó saliva, sin perder de vista al elfo, que venía hacia ella, y dibujó la mejor sonrisa que pudo antes de llenar sus pulmones de aire.

-...¡H-Hugueeeeeeeeeee! - se lanzó hacia él, dando un salto para colgarse de su cuello y abrazarlo con todas sus fuerzas. Su impulso fue tan fuerte que ambos terminaron cayendo al piso, pero ella apenas lo notó, porque estaba muy concentrada pensando que el cuerpo del elfo era tangible y no había sido una ilusión. Además, sus lágrimas se camuflaban perfectamente con la lluvia, y eso le quitaba una preocupación de encima.
Apenas se separó le revisó las heridas. -...Estás grave... ¡¿por qué estás aquí en un día como éste y con esas heridas?! - lo retó más por costumbre que por enfado, y luego se puso de pie de un salto y lo ayudó a hacer lo mismo. No sabía muy bien qué era lo que decía, porque sentía que tenía mucho que hablar con él sobre lo sucedido desde la última vez que se habían visto, pero creía que aquel no era el lugar ni el momento ideal para hacerlo.

-...Estás grave... ¡¿por qué estás aquí en un día como éste y con esas heridas?! - Hugue escucho el reto de Marien. Luego ella lo ayudo a reincorporarse. Las eridas... eso era lo que menos le importaba ahora, aunque sabia que en cualquier momento le bajaria el azucar en la sangre y que por eso quedaria debilitado, o en el peor de los casos, se desmayaria, a lo sumo.

El elfo se cruzo de brazos al estar de pie, -...eso mismo deveria decir yo...-, contesto el aun serio como si nada.
-este erido o no.... yo siempre paso por aqui... asi que no me molesta... -.-# -, paso unos silenciosos e incomodos minutos.

-¿y tu?.... ¿por que estas aqui?, este lugar es mas peligroso para ti que para mi... ¬¬-, le dijo mientras miraba para otro lado.

-....- Sin escuchar la respuesta de la chica Hugue prosiguio, -... estas... bien?... - Pregunto.

-¡Claro que estoy bien! He pasado por peores cosas últimamente...- Marien puso su mirada más orgullosa y tomó a Hugue de la mano, guiándolo para salir de ese horrible lugar. -Será peligroso, pero ya aprendí a volar como se debe, y siempre tengo la opción de huir... - Su corazón todavía latía a mil por las distintas emociones que había sentido al verlo, y al saber que lo que Achlys le había dicho aquella horrible noche era cierto. Él no había cometido ninguna estupidez, después de todo.
Sin embargo, por fuera de mostraba normal, enérgica como siempre. -¡Salgamos de este sitio! Hay que tratarte esas heridas...- giró la cabeza para verlo, con ojos entrecerrados y arqueando una ceja - Porque imagino que no dejarás esas heridas sin tratar....¿verdad?- aquello último había sonado más como una amenaza que como una pregunta normal.

Marien tomo a Hugue de la mano, decidida a salir del bosque.

-no es nada... ni que fuera tan grave.. ¬¬#-, le respondio ante su amenaza/pregunta.

-cheee... ¿estas segura por donde vamos? o nos vamos a terminar perdiendo como la otra vez.... ¬¬U-, le pregunto, como si supiera que eso sucederia.

-Para ti nunca es grave... - replicó. -¿Hace cuánto que no comes nada? Con la sangre que estás perdiendo y la cantidad de horas que debes llevar sin comer, pronto te desmayarás. Y eres muy pesado para que yo te cargue, ¿sabes ¬¬? - tomó un poco de aire, acelerando la velocidad, ya que la lluvia comenzaba a resultar muy molesta. - Y estoy siguiendo mis huellas, así que... n-no nos perderemos -.-''' -

No podía estar tan segura de eso.

-NO ME VOY A DESMAYAR!!- contesto el elfo, un poco irritado. No queria admitir que estaba algo mal. -ya te lo dije... no es nada...-, sin quereer apreto un poco la mano de Marien.

-...pendejo...-, ya todavia le quedaba un poco de costumbre al llamarla asi, -... Marien... al final no me respondiste... ¿por que estas aqui?-, se solto de la mano de la chica. Seguia algo serio, mas de lo acostumbrado.

Marien entrecerró los ojos, en parte por el grito del elfo, que sólo demostraba su necedad con semejante reacción, y también por repetir la pregunta de por qué ella estaba allí.
Ahora que tenía las dos manos libres, volvió a abrir el paraguas, sin quitarle la vista de encima. -...Tú.... ¡realmente eres lento!... - dio un suspiro, e infló las mejillas sonrojándose un poco - ...vine por ti. Y si no quieres que te lleve a casa con mi familia, dime en dónde vives. Haré que un médico te vea... - y antes de que Hugue pudiera quejarse, ella se adelantó - ¡aunque no te guste! -

-...Tú.... ¡realmente eres lento!... -, el elfo vio que la chica se puso un poco colorada. "y ahora que le pasa? ¬¬#", penso por un momento.

Hugue suspiro, y como si no le queda otra, camina adelante de Marien, -...por mi...eh...-, rio un poco.

Se dio media vuelta para ver a Marien, -y bien!?...¿a donde quieres que vayamos?-, le pregunto el.

-...Por mi...eh...- el elfo se adelantó en el camino.

-...Y por Reo.- respondió ella desviando la mirada, para balancear un poco las cosas.

-y bien!?...¿a donde quieres que vayamos?-

Marien devolvió la vista al frente. - A cualquier lugar donde pueda verte un médico. ¿Vives lejos de aquí? -

-no...-, contesto el.
Sigue caminando, y mirando al frente, -bueno... entonces te llevara a mi casa... -.-#-, le dijo mientras caminaba.
Pasaron 30 minutos, hasta que, llegaron a ver una casa, de dos pisos, las paredes eran de blanco. -....-.

Hugue se acerca a la casa, abre la puerta, e ingresa, ve que Marien se quedo quieta. -y?... ¿no piensas entrar? -.

Por alguna razón, al llegar a la entrada de la casa, sus piernas habían dejado de responder. No sabía por qué, pero al caer en la cuenta del lugar en donde estaba, los nervios habían empezado a invadirla. No era más que una reacción normal en una chica que no había visitado la casa de un hombre antes; aunque recordó que sí había estado en la habitación de Fala, y se imaginó que esto sería algo similar. O tal vez no.

-Ah.. sí - dio unos pasos algo rígidos y se quedó en la alfombra de entrada, esperando que Hugue cerrara la puerta. Se miró los pies y abrió los ojos al mismo tiempo que se cubría la boca. -...Ihhh... la alfombra se está empapando x///x...-

-...Ihhh... la alfombra se está empapando x///x...-, dijo ella, Hugue miro la alfombra. -mh?... no importa...-.

En eso el elfo sube al piso de arriba, y cuando baja, le lanza un toalla a Marien la cual cae sobre la cabeza de ella, -secate, o sino te vas a enfermar.. ¬¬ -, le dijo, mientras el se secaba con otra toalla.

-...voy a la cocina... ¿quieres tomar algo?-, le pregunto mas por cortesia que otra cosa, mientras se dirigia alli.

Marien permaneció inmóvil desde el momento que Hugue se alejó para subir al segundo piso hasta que volvió y le arrojó la toalla en la cara.

-secate, o sino te vas a enfermar.. ¬¬ -

Tan pronto como lo escuchó, se quitó la toalla de un saque, a punto de replicarle que no tenía ningún derecho a decir eso, cuando el que estaba peor de los dos era él, pero entonces Hugue volvió a hablar. Y lo hizo para ofrecer algo de tomar, cual cortés anfitrión a su huésped.

-...No me lo creo ._. ...... - susurró, más para sí misma que para él. Entonces fue hacia el elfo y lo arrastró hacia el segundo piso, imaginando que allí estaría la habitación. -...¡Estás lleno de heridas y ofreces cosas para tomar! Eso no lo haces ni cuando estás sano ¬¬. Y además necesitas que te vea un médico! No es momento de ser cortés Q_Q!! - comenzó a abrir las puertas con las que se fue encontrando, hasta dar con alguna habitación. -.... De todas formas.... - entrecerró los ojos y se giró para mirarlo, algo irritada y confusa por la situación. -... ¡No, pero te lo agradezco! >///>-

-aaagh... PERO QUE ESTOY BIEN!! ¬¬# -, le contesto mientras Marien lo arrastraba por el segundo piso.

Y antes de que la chica volviera a decir algo... -¡NO ES NADA GRAVE!-, le contesto casi gritando, sin darse cuenta de que habia subido un poco el tono, -.... Achlys curo de casi todas las eridas que tenia...-, le respondio algo mas calmado.

se separo de Marien, y se dirigio a las escaleras, -... me sorprende...-, murmuro en voz baja, -... me sorprende de que despues en esa pelea que casi te mato... sigas aqui...- le dijo, como si le costara admitirlo o creerlo.
Afuera de la casa, aun seguia lloviendo.

No esperaba esas palabras, por lo que no supo qué contestar en el momento. La respuesta a aquello era compleja, y no sentía que tuviese las palabras adecuadas para explicarlo. Sin embargo, infló el pecho de valor y le habló desde su lugar.

-A mí me sorprende que le hayas pedido a tu hermana que me cuidara aquella noche. - mencionó, y el silencio se instaló entre ambos por unos segundos.

Marien volvió a caminar hacia él, un poco más calmada pero con la misma decisión de antes, y nuevamente lo arrastró del brazo hacia la habitación que había encontrado segundos atrás. - No desconfío de las habilidades de Achlys, pero algunas de tus heridas todavía están sangrando.- cerró la puerta y lo guió hasta la cama, casi dándole un empujón para que se sentara.

Junto al paraguas que había llevado al bosque negro para buscarlo, había traído también un pequeño y pobre botiquín que había robado de su casa. No tenía muchas cosas, pero sí lo necesario como para comenzar a trabajar en ese momento e impedir que el ogro se le escapara.

-En verdad.... no te entiendo, Hugue....-

Hugue, sentado en la cama, un poco enojado, casi refunfuñando. El queria mandarle una excusa, como para que ella lo dejara de curar, pero sabia que, aun asi, Marien no le haria caso a eso.
-En verdad.... no te entiendo, Hugue....-, no supo a que se referia ella con eso, -....¿a que te refieres con eso?....- le pregunto.
-si yo mismo le ordene a Ach que te cuidara, solo fue por el echo de que esa pelea no estaba dentro de lo que tenia planeado, y que ademas... no queria que Ach me siguiera o molestara en el camino...-, mentia, la realidad era que se habia preocupado un poco por ella, aunque tambien no queria que su hermana lo molestara.

-Ya veo...- susurró con una sonrisa forzada.

Continuó haciendo su trabajo, en silencio y por varios minutos. No sabía qué decir, y lo único que se le cruzaba por la mente era lo tonta que se sentía en esos momentos. La respuesta que Hugue le había dado tenía sentido; después de todo, él era ese tipo de personas que prefiere estar solo antes que acompañado.
Desvió la mirada, todavía fingiendo la sonrisa y con la voz ligeramente temblorosa -...Qué patético, ningún oponente me había tenido lástima antes...- y luego cerró los ojos, pensando que no debió haber dicho eso.
Terminó rápido con las vendas y guardó lo que correspondía de nuevo en el botiquín, se deshizo de las gasas y algodones que había utilizado para curarlo y se dirigió rápido a la puerta. En su mente rebotaban las palabras de Achlys al contarle sobre aquel inexplicable beso, pero su boca no quería pronunciar palabra alguna sobre aquello, por miedo a recibir una respuesta como la anterior.

Antes de salir le habló sin dar vuelta la cara para verlo. -Iré a secarme y luego regresaré a mi casa. Me llevaré la toalla y te la devolveré limpia y seca en otro momento - su voz sonaba como si estuviese sonriendo - No seas cabezota y descansa, te hará bien.-

Y sintiéndose más patética por haber hecho aquella escenita de niña inmadura frente a él, se marchó de la habitación a paso apresurado, con la toalla y el botiquín en mano.

Hugue, sentado en la cama, miro a travez de la ventana, se queda ahi, hundido en pensamientos.
-Marien!...-, llamo el elfo a la chica, diciendo esto, se paro y fue escaleras abajo para buscarla.
-en verdad... estoy bien, y ya eh descansado suficiente, creeme... >_>*-, le dijo. -...quiero saber... que fue lo que hablaste con la serpiente...- Dijo esto, refiriendose a Ach.

Marien se alarmó cuando escuchó su nombre y sintió los pasos del elfo, así que se giró hacia atrás rápidamente. Pero cuando lo vio con detenimiento y escuchó lo que él le había dicho, su preocupación se convirtió en sorpresa y algo de nervios.
Bajó la mano con la que sostenía la toalla, que había estado utilizando para cubrirse y secarse el rostro momentos atrás, y lo miró de pies a cabeza, como si con eso pudiera adivinar el estado exacto en el que se encontraba Hugue. Al finalizar, sólo suspiró.

-...Ella... me contó todo lo que ocurrió después de que me desmayé. - dijo, entonces desvió la mirada, recordando en particular el momento en el que la elfa le había hablado del beso; y aunque no estaba muy segura, comenzó a subir los escalones, lentamente.

Por cada paso que daba se sonrojaba más; pero lo peor era saber que él la estaba mirando. Cuando llegó cerca suyo, lo rodeó con sus brazos y hundió la cara en su pecho, en un abrazo sincero. Esperó unos segundos para llenarse de valor, mientras sus mejillas y todo su rostro se sonrojaban infinitamente, y luego de unos segundos habló, aunque la camisa del elfo le dificultara el paso de su voz.

-....¿Por qué me besaste?...- estrechó un poco más el abrazo, aferrándose más a él para recibir la respuesta a su pregunta.

-...-, cuando escucho la respuesta, en lo unico que penso, fue en lo que le dijo antes su hermana dias atras, "....entonces.. Ach me conto la verdad....", penso por un momento.
Entonces, luengo, vio como Marien se hiba acercandose cada vez mas a el. Cuando la chica estaba cerca del elfo, ella lo abrazo y cuando hundio su cara en el pecho de el, Marien pregunto -....¿Por qué me besaste?...-, en voz baja.
Por algun motivo, sabia que ella le hiba a preguntar eso, lo que no sabia era que responderle.
-....-, el estaba en silencio, sin responderle nada. Y eso, dio paso a un silencio inquieto. -..... no lo se.....-, le respondio lentamente.
-al principio... tenia pensado que fuera a modo de disculpas.... por haberte lastimado, claro esta... pero....-, estaba a punto de decir algo mas, pero se quedo callado y no dijo nada mas, se quedo mirando para otro lado, y por raro que le pareciera a el mismo, podia escuchar asi mismo, los latidos de su propio corazon.
-...¿por que preguntas eso?...-, termino diciendo.

Ella sintió que el tiempo se detuvo justo en el momento en el que Hugue le dijo que no sabía por qué la había besado aquella noche. No porque le sorprendiera su respuesta (de alguna manera, le parecía coherente que no supiera por qué lo había hecho), sino porque, indirectamente, había quedado confirmado que ese beso había sido real, y aunque de alguna manera ella ya lo sabía, tener una confirmación verbal por parte del elfo lo hacía sentir todo más verdadero, más tangible, incluso aunque todavía no pudiese imaginarse a aquel hombre dándole un beso a ella.

-al principio... tenia pensado que fuera a modo de disculpas.... por haberte lastimado, claro esta... pero....- él no completó la frase. En lugar de eso, permaneció en silencio por unos segundos y luego cortó con una pregunta. -...¿por que preguntas eso?...-

Ella se sentía extraña. Había estado tanto tiempo intentando ocultar ciertos sentimientos y emociones frente a él (algo que no hacía con nadie más), que ahora, en un momento en el que ambos parecían estar siendo un poco más sinceros que de costumbre, no sabía cómo reaccionar. Sólo sabía que el nudo que sentía en la garganta le impedía hablar y respirar normalmente.

-...viejo tonto... ¿...cómo es que le pides disculpas a una persona inconsciente...? ...- dijo, burlándose, porque era lo más fácil de hacer en un momento tenso como ése.
Entonces respiró profundo, se armó de valor y levantó su mirada para buscar los ojos azules del elfo, que aún no la miraban directamente. Le apartó unos pocos cabellos que caían sobre su rostro y esperó a que la mirara.

-...¿De verdad... lamentas haberme lastimado?...-

No dijo nada ante la burla de marien. -...¿De verdad... lamentas haberme lastimado?...- , Hugue escucho la pregunta de Marien, aun mirando para otro lado.
-.....-, el silencio confirmaba que en verdad en parte lamentaba haberla lastimado.
-...no crei que te meterias en medio de mi camino en ese momento...-, dijo mientras se separaba de Marien y bajaba de las escaleras.
-jajaja y justo cuando en ese momento te estaba a punto de considerarte como una amiga...-, le comento, mientras se dirigia a la cocina por alguna que otra bebida alcoholica.
-....-

Ella permaneció en su lugar. Otra vez la había desconcertado, como solía hacer siempre, sólo que ésta vez no tenía ganas de continuar con el juego, o no sabía cómo. Así que cuando Hugue desapareció del lugar para dirigirse a la cocina, ella mencionó unas pocas palabras en voz alta, para que pudiera escucharla.

-Si no fuese tu amiga, no me dejarías estar cerca tuyo, ¿no crees? -

Había cerrado los puños con un poco de fuerza, como intentando convencerse a sí misma de lo que acababa de mencionar y para evitar sentirse más patética.