Un pequeño "descanso" (Rayen y Tomas)

Tanto alumno como profesor tuvieron un periodo difícil con la teoría para ser armero y/o herrero.
En verdad, el profesor se dio cuenta que a su alumno no le gustaba leer , ni hacer resúmenes o cosas por el estilo asi que decidió "recompensarlo" por el gran esfuerzo que estuvo haciendo todo este tiempo.
lo cito a la entrada del bosque negro, con ropa cómoda y algunas cosas para estar preparados para la larga jornada que tendrían.
El joven profesor se despidió por un momento de su esposa y sus pequeñas hijas, la idea era estar por lo menos 5 dias aprendiendo sobre el uso de armas y algo de combate básico.
Asi pues, Rayen esperaba sentado en un tronco muerto la llegada de su alumno, mientras revisava todo el equipo que tenia disponible

(Siento la tardanza... y lo largo... TT__TT Tomas tiene muchas cosas en la cabeza (?) jajaja)

Tomas llevaba un buen rato dando vueltas por su habitación sin, realmente, preparar nada concreto.
Todo lo que se tenía que llevar para esos cuantos días que pasaría con Rayen ya estaba colocado a los pies de su cama, y había tomado nota de que todo estaba correcto por lo menos tres o cuatro veces. En realidad, no sabía por qué estaba haciendo tanto tiempo allí, cuando la noticia de que pasarían unos días en el bosque negro entrenando con algunas armas, verdaderamente, le había hecho ilusión. Tomas necesitaba distraerse, y la cantidad de libros que Rayen le había mandado leer ayudaba... pero... el muchacho no era demasiado amigo de la lectura, y se cansaba pronto. Prácticamente, entre las tareas de clase y las lecciones extras de Rayen, las últimas semanas Tomas había vivido a base de cafés, y libros, y resúmenes.
Y ni siquiera toda esa distraccion hacia que se quitase de la cabeza lo que de verdad se quería quitar.

En verdad, Tomas había hecho tiempo porque quería despedirse.
Quería que alguien supiera que iba a pasar cinco días fuera de la academia, y que le lanzase unas palabras de aliento o simplemente correspondiera a la despedida. Si bien últimamente no había pasado mucho tiempo con nadie, podía haber buscado a Ren para contárselo, o incluso al profesor Helio, pero... el chico donde de veras habia deseado ir era al recinto femenino. A una habitacion que sabía sin lugar a dudas donde se encontraba.
Una habitación a la que hacía mucho tiempo que no iba y a la que, seguramente, no volvería a ir en mucho tiempo más.

Por todos esos pensamientos que revoloteaban por su cabeza, Tomas llegó al bosque algo serio y distraido, y no habló hasta que no se hubo plantado frente a Rayen y dejó sus cosas en el suelo.
- Hola -musitó, en primer lugar- Siento si... llego tarde.

el profesor en verdad pensaba que su alumno no vendria que quizas, no estaba tan entusiasmado por ser su aprendiz.... en realidad sus pensamientos estaban siendo muy pesimistas desde hace algunos meses que los alumnos nuevos se interesaban menos en el antiguo arte de la Armeria y comenzaban a pedir cosas mas...complicadas y "modernas"... en realidad este descanso y entrenamiento lo ayudarian a reflexionar acerca de su trabajo para finalmente decidir si seguiria trabajando como armero o se volveria mercenario como muchos de sus parientes...
Cuando estaba dispuesto a marcharse escucha unas pisadas acercarse a el. cual fue su sorpresa al ver que su aprendiz se detenia de golpe en frente de el, dejando sus pertenencias a un lado y finalmente hablo:
-Hola. Siento si... llego tarde- su mirada estaba algo distante, pareciera que el chico tuviera mucho en que pensar.

-Descuida... aunque para serte sincero pensaba que no vendrias... ¿te encuentras bien? te ves algo agitado y no precisamente por que llegaste corriendo...- Poniendose de pie y dandole unas leves palmadas en el hombro al chico castaño , tomo su mochila junto con otro par de morrales con quien sabe cuantas cosas en ellas.
le dedico una leve sonrisa y lo invito a caminar, quizas su alumno no estaba de humor para hablar, pero esperaba a que si se decidia a hacerlo , el estaba dispuesto a escucharlo.

(y luego de casi dos meses contesto perdon TAT....pero me olvide del foro ._.UUU)

(No pasa nada xD)


Tomas no pudo evitar desplegar algo más sus ojos al escuchar las palabras de su profesor. Aunque estaba algo ausente, sumido en sus pensamientos y en su respiración agitada, aquello lo procesó perfectamente.
- ¿Qu-que no vendría? – musitó, entre respiración y respiración- ¿Cómo no iba a venir…? Fue… fue lo que acordamos, ¿no? –comentó, levantando algo una ceja. Podía ser que se hubiese sentido peor todavía, que le hubiese sucedido algo ya puestos, pero Tomas era un chico de palabra. Si había prometido que iría, iría. Faltar sin incluso avisar le parecía algo demasiado descortés como para ocurrírsele siquiera.
Bajó algo la cabeza cuando le hizo aquella pregunta pero después asintió, serio de todas maneras, y cuando Rayen le sonrió y le hizo una seña para comenzar a caminar, rápidamente lo siguió.
- Si, si, estoy… estoy bien – carraspeó, con la voz queda pero, igualmente, firme (al fin y al cabo, Tomas no quería preocupar a nadie con sus quebraderos de cabeza y ya había tomado la costumbre de soltar esas dos palabras de manera automática)- Solo estaba… pensando, y ya- Se frotó la nuca, y miró a su profesor- ¿Y…? –por un segundo dudó, sin saber cómo dirigirse a él. Pero le costaba demasiado tratar de usted a la gente (si algo destacaba en él, no era precisamente un exceso de educación. Tenía la justa). Rápidamente, Tomas parpadeó y concluyó- ¿Y tú…?

espero la respuesta de su alumno....que aun se veia muy pensativo
Solo estaba… pensando, y ya...¿y...? ...¿ Y tú?¨...
rio ligeramente, en verdad hacía tiempo que no le hablaban de tu, en verdad era algo incomodo que un chico que tuviera casi la misma edad que el lo llamara de "usted"...
Ando igual que tu, muy pensativo Tomas... desde lo del incidente en la academia... el nacimiento de mis hijas...y los nuevos alumnos e tenido demasiadas cosas que pensar... pero, al menos nos distraeremos un poco con el entrenamiento no crees?...- le dedico un aligera sonrisa mientras se ponía de pie.
Toma la otra bolsa, pesa bastante pero te ayudara a acostumbrarte al peso del material... anda caminaremos hasta encontrar un lugar despejado...
Tomó uno de los sacos, y se acomodo su espada.
Tendrian un viaje bastante interesante internandose lo mas que pudieran en el bosque oscuro.

En el fondo, a Tomas le gustó aquello de que su profesor no insistiese ni le preguntase nada más. No le gustaba hablar sobre sí mismo aunque se encontrase mal, porque no veía en qué podía ayudarle aquello. Así que se concentró en escuchar a Rayen, consiguiendo, al menos, distraerse cuando llegó a una parte concreta en sus palabras.
- ¿Hijas? -repitió, parpadeando con suavidad. A Tomas le encantaban (ni siquiera eso, le apasionaban) los niños pequeños. Quizá algo parecido a un instinto paternal había nacido en él, no lo sabía. Lo que sí sabía era que uno de sus mayores sueños era el de construir una familia, aunque con la marcha que llevaba...
Sacudió la cabeza, centrándose en la situación.
- Pero, al menos nos distraeremos un poco con el entrenamiento, ¿no crees?
- Ah, claro...
Lo cierto era que Tomas estaba bastante de acuerdo con esa afirmación. Era lo que él buscaba en ese preciso instante. Distraerse. Olvidarse de todo.
Cogió la bolsa que Rayen le tendía antes de escuchar que pesaba bastante, de manera que casi lo tiró hacia atrás. Avergonzado, bajó la cabeza y usó algo más de fuerza para cargarla.
Y después, tras asentir una vez más a lo que Rayen decía, se mantuvo algo callado mirando a su alrededor, entre la oscuridad abrumadora de ese bosque que, sin embargo, a Tomas no le causaba ninguna clase de pavor.

Al profesor tampoco le importaba mucho la oscuridad casi total del bosque, estaba acostumbrado a pasar los dias en lugares con poca luz, mas cuando ayudo a algunos amigos de su abuelo en las antiguas minas en Xanderia.
Continuaron caminando un poco mas , Rayen queria asegurarse de estar lo suficientemente alejado de la academia para poder concentrarse y quizas encontrar un poco de aventura en tan tenebroso bosque.

-Hace un momento parecías interesado en saber algo sobre mis hijas jeje... te agradan los niños eh?... para mi es una situación completamente nueva. Aun son pequeñas y lo que mas hacen es dormir y comer....en verdad nos e como me parecen las personitas mas hermosas de todo el mundo... quizás es eso que llaman instinto paterno o algo así... no lo se...-

El profesor siguió caminando hasta llegar a una parte muy cercana a un lago tan oscuro como el bosque, al parecer ya había anochecido o estaba a punto de anochecer porque la niebla comenzaba a cubrir aquella zona.



-Me parece un buen lugar a ti no?....aunque lo que me han recomendado algunas personas, sobre todo los viejos, que no debemos estar muy cerca del agua...porque hay criaturas extrañas que viven ahí...pero si hay criaturas extrañas...sera bueno para practicar el uso de algunas de las cosas que traigo en la mochila.... ¿suena divertido no lo crees?-
Bajo la mochila que el traía cargando y comenzó a desempacar, le indico a su alumno donde podria poner la otra maleta y comenzar a preparar las cosas.
ya era tarde pero al menos podrían planear como comenzarian el verdadero entrenamiento.
Por ahora prepararian todo lo necesario....

Tomas no pudo evitar dejar escapar una sonrisa al escuchar la pregunta de su profesor. Claro que le gustaban los niños. No comprendía muy bien desde cuando se había desarrollado ese cariño en su interior (al fin y al cabo, él nunca había tenido hermanos pequeños, y a pesar de tener ahora a Taruka ella era mayor y en cualquier caso no podía considerarla "niña" del todo). De cualquier forma, le gustaba esa sensación.
Y, por supuesto, le gustó escuchar lo que Rayen le contó acerca de sus hijas.
- Si, será eso, supongo -corroboró, asintiendo ligeramente con la cabeza y deteniéndose para ajustar mejor el material que llevaba y así poder seguirlo más deprisa.
Así, llegaron pronto hasta su destino; un lago oscuro y casi siniestro rodeado de una niebla que se iba haciendo cada vez más espesa. Tomas por un momento se quedó mirando hacia el lago sin ni siquiera soltar el material que llevaba, porque detestaba el agua (para empezar, no sabía nadar) y aquello de estar al lado de un lago no le agradaba lo más mínimo. Pero no diría nada, por descontado. No iba a "mostrar sus debilidades".
- ¿Buen lugar? Si, claro... -musitó, sin demasiado entusiasmo, dando un respingo y andando hacia atrás nada más escuchar aquello de no acercarse al agua- Así que criaturas extrañas... -dejó escapar una leve sonrisa- Eso ya suena mejor.
Siguiendo las órdenes de Rayen dejó lo que él cargaba en el suelo y fue preparando lo que necesitarían, sin dejar de dedicarle ojeadas al agua... eso no le daba en absoluto buena espina...