Todo tiene un precio ((Tema sin respuesta))

((Bien, este tema está ubicado después de el Viaje (Ren y Abby - https://academiaradiumalba.foroactivo.com.es/t482-viaje-pri-abby-ren ) y explica lo que Ayashi va a hacer para "rescatar" a Aurora de esa boda maldita!!!.... Perdón por lo largo exagerado ·__· ))




Ayashi se frotó las manos con nerviosismo y desvió la mirada hacia la ventana. Aunque hacía más de siete años que había estado allí por última vez, todavía recordaba a la perfección la sobria decoración de aquel despacho, y todavía le producía la misma sensación de decepción y desapego que había sentido desde que era un niño y acudía a aquel lugar para ser regañado.

La puerta de abrió con un crujido y un hombre serio y recio, de pelo canoso y expresión dura, castigada por los años, entró.
- Siempre supe que volverías - dijo, a modo de saludo. Ayashi se levantó y realizó una fría inclinación de cabeza hacia él, pero salvo eso no demostró ninguna emoción más.
- Padre... - murmuró, también en tono frío.

El hombre se acercó a él y apoyó una mano en su hombro. Fue el primer gesto que le dirigía desde que Ayashi había huído de casa con su hermana hacía ya tanto tiempo, y más que una muestra de cariño, al moreno le pareció más un castigo.
Se sentaron uno frente al otro en la gran mesa de madera del despacho del señor Ayashi, y Lone estubo un rato callado porque no sabía como empezar para explicar su presencia allí. Su padre le preguntó por sus negocios, por la casa que haía adquirido recientemente en Mondphase y por el estado y los estudios de su hermana, aunque Ayashi no quiso responder a nada que tuviera que ver con Nerine por el momento. Ese hombre no se lo merecía.

- Padre - dijo en un susurro, bajo pero firme -. La verdad es que, si estoy aquí ahora, es porque...
- Necesitas ayuda con algo. Dinero, seguramente - terminó él de forma fría. Ja. Como si hubiera algun otro motivo por el que quisiera recuperar la relación con la persona que casi destroza la vida de su hermana.
- Sí, exacto. Verás...
Lone le explicó entonces a su padre todo lo que tenía relación con Aurora y la situación en la que la elfa se encontraba. Le habló de su relación, de como esta había terminado abruptamente y del tema de la boda a la que esta se había visto arrastrada después (todo lo que Ren y Abby habían averiguado durante su viaje, vamos). Y le contó que, pese a todo, deseaba liberarla.

- Estamos hablando de mucho dinero, hijo.
- Muchísimo - coincidió él, muy serio, odiando el tono que había empleado al llamarlo <<hijo>>, pero sin tener el valor para enfrentarle -. Por eso necesito vuestra ayuda.
- Piensa un momento y responde con sinceridad. ¿Por qué íbamos tu madre y yo a ayudarte a pagar la dote de esa mujer elfa, si tú y tu hermana ni siquiera habéis dado señal de vida durante los últimos siete años?

Ayashi apretó los labios pero no dijo nada. Su padre, se dijo, estaba esperando una disculpa seguida de una súplica y un profundo arrepentimiento por su parte, pero algo en su interior (que nada tenía que ver con su orgullo. Su orgullo se había hecho pedazos en el mismo instante en que había decidido arrastrarse hasta esa casa) se rebeló ante aquello. No podía simplemente bajar la cabeza y tratar con cariño y respeto a sus padres, porque ellos nunca habían querido a su hermana, y Ayashi no podía traicionar a Nerine de ese modo.

- Vuelve a casa, hijo - dijo su padre, obligándole a apretar los labios un poquito más -. volved los dos, Nerine y tú. Tu madre desea fervientemente que regreséis.

Ayashi sabía que aquello no era cierto. Su madre podía desear que él regresara a casa, pero seguro que no deseaba que Nerine lo hiciera. Y él no podía hacerle eso a su hermana.

- Volved a casa - el tono de su padre se hizo algo más autoritario -. Volved y recuperarás tu casa, tu familia, y a tu amada. Vuelve y pagaremos la dote para la familia Rawen. Pero vuelve.

Aurora...
La imagen de la elfa, cálida y sonriente como la recordaba él (de como quería recordarla) atravesó su mente dolorosamente y disipó cuanquier rastro de tinieblas.
Porque él no podía traicionar a su hermana pero, sobre todo, por encima de todas las cosas, no podía abandonarla a ella.

- Volveré, padre - susurró, y su corazón se apretó fuerte al partirse, porque una parte había dejado a Nerine atrás y la otra había sido apartada por su amor por Aurora -. Volveré a casa, me ocuparé de todo lo que deba ocuparme aquí, y me quedaré contigo y madre. A cambio, tú pagarás la dote de Aurora para que yo pueda salvarla. Y volveré a casa...
>>Pero volveré yo solo.

Ambos Ayashi compartieron una firme mirada y, tras unos larguísimos segundos de silencio, el hombre canoso asintió y se levantó, callado.
Lone bajó la cabeza como un niño al que acababan de castigar por cometer una travesura.