¿ Que fue eso ? ( priv. Jem y Hiyako )

Hiyako volvía de estar en las áreas verdes. Entro en su habitación y se sentó en su cama y acarició la frillante colcha verde. Había estado con Jem y este... sin ella saber por que... la había besado. Solo pensaba en eso. No conocía mucho a Jem y no creia que sitiera algo por el, pero aquello... aquel beso... Pero, no comprendía el por que Jem la habia besado, nunca antes había mostrado algún tipo de cariño como para hacer eso de repente.

Hiyako miró por la ventana a la puesta de sol. Se había echo bastante tarde y ya estaba anocheciendo

-Jem... ¿ Por-Porque...? ¿ Que.. que fue eso ?- dijo la chica en voz alta como si esperara a que le respondieran -

Hiyako dio una rapida ojeada a su cuarto. Su amplia cama - siempre penso que allí cabían mas de dos personas - con su colcha verde echa de algo que parecía seda. Sus cortinas del mismo color. Y sus paredes, del mismo color que todo , pero en una... habia un mural. Un mural que ella había pintado en una ocasión. Era un arbol. Un gran árbol y que alrrededór de su corteza crecían hiedras. Y abajo, rodeando el arból había diversos animales. Era algo hermoso. Y todavía era mas hermoso a aquella ora, cuando la luz del ocaso hacía que aquel verde se convirtiera en un verde rojizo y hacia que la corteza del árbol tomara una forma casi real. Parecia que si tocabas aquella pintura hibas a tocar aquella corteza y aquellas pieles de los animales. Aquello le encantaba a la pequeña Hiyako. La noche se habecinaba.

A continuación se fue deslizando poco a poco por la pared asta quedar sentada en el suelo. apoyo una mano en el tronco del arbol del mural y se quedo mirando a la nada

-Jem... ¿ por... que... ? - volvio a repetir, pero esta vez entre susurros y con los ojos cerrados.

Jem caminaba a su habitación confuso. ¿Por qué había besado a Hiyako? No lo entendía. Pero estaba cambiando algo en su interior. Normalmente se tiraba a las chicas sin importarle los sentimientos, solo quería tener sexo con ellas para luego dejarlas tiradas. Sin embargo, con Hiyako no era igual. No quería tener sexo con ella, solo besarla, tocarla, acariciarla... Solo el estar junto a ella le había hecho feliz. Se ruborizó enormemente, parando en seco. La tenía que ver, se dijo para sí. Corrió en dirección contraria, veloz por los pasillos, viendo al cielo tornarse de un azul oscuro.

Jadeante, llegó al recinto femenino, caminado despacio hasta la habitación de la chica. Por lo que él sabía, aun no tenía compañera de habitación, eso sería mejor para hablar con ella y disculparse por su comportamiento. Cuando llegó vio la puerta de su cuarto medio abierta. Hiyako estaba en el suelo, apoyando la mano en una pared con un mural. La miró, paseando su mirada por su pelo, las curvas de su espalda, sus caderas...

-Jem... ¿ por... que... ?

Abrió los ojos, atónito. A Hiyako no le había gustado nada lo que le había echo, o eso pensaba él. Empezó a estar furioso por dentro, termino de abrir la puerta y le dijo en un tono severo, con el ceño fruncido:

-Porque te amo, pero veo que no compartes los mismos sentimientos, así que siento haberte besado, adiós.

Salió caminado, cejando la puerta abierta, volviendo para su habitación ,dolido por el rechazo.

Hiyako se volvió de repente al ver a Jem. Al escuchar sus palabras, algo recorrió su cuerpo un sentimiento extraño . Vio como Jem se marchaba de su habitación. Ese mismo sentimiento que le recorrió el cuerpo , le impidió dejar a Jem marcharse así tan de repente . No podia

-Jem!!! no!! esperaa!!!- se levanto corriendo a la vez que decía esto.

salio corriendo de su cuarto en busca de Jem. Cuando llegó a el le cojio de la camisa por la camisa y le dió la vuelta, seguidamente, sin esperar a nada absolutamente le beso en los labios, aquellos labios, los mejores labios que había en el mundo para ella. Despues de unos largos segundos de besarle le soltó el cuello de la camisa y le abrazo , hundiendo su cabeza en su pecho.

-IDIOTA! como as podido irte así!?!?! Te odio ! te odio! ¿ como te atreves a decir que no siento lo mismo por ti ? - después de decir esto , la chica empezo a llorar llenando la camisa del chico de lagrimas, no podia reprimir las ganas de llorar, no sabia por que lo hacia, seria por la rabia de haber contenido sus sentimientos y no querer aceptarlos.-Te necesito!! te necesito solo a ti idiota !! eres lo uníco que quiero y lo unico que necesito!! - Dijo entre sollozos.

Todo aquello, todo aquello lo dijo sin pensarlo , lo que queria decir que todo era verdad. Ni siquiera sabia por que estaba llorando. Aquellos sentimientos la invadian por dentro. No le había gustado que Jem se hubiera ido tan de repente y no queria que se alejaras todavia mas ¡. No soportaba verle enfadado.

Jem sintió como la chica le cogía la camisa, lo giraba y lo besaba. Abrió los ojos por el gesto tan extraño de Hiyako, pero, aunque no la tocó en ningún momento, cerró los ojos, disfrutando del beso cada segundo. Después lo abrazó, apoyando la cabeza en el pecho de Jem. Lo siguiente que siguió a aquello, las palabras que dijo sinceras la chica... hicieron que el corazón del demonio palpitara como una locomotora. Esperando a que Hiyako no se diera cuenta de eso, la abrazó muy fuerte.

-Hiyako... Yo también te necesito.. eres la única que me ha echo sentir algo tan fuerte...- se separó de ella y miró a los lados- Pronto empezaran a venir gente y no quiero que me vean en plan pasteloso contigo...

Jem la cogió por uno de sus brazos, arrastrándola a su habitación, ruborizado a más no poder. Se sentía realmente bien después de las palabras de la chica. La empujó dentro del cuarto, cerrando la puerta y poniéndola contra la pared, mirándola y acariciándole los brazos suavemente. Se inclinó y la beso, delicadamente.

-Te amo...-dijo entre besos-Te amo más que a mi vida...

(( Musiquita de fondo pa que quede mas romantico X///DDD --> https://www.youtube.com/watch?v=TDRT-bYRvMI ))

La chica noto como Jem la ponía contra la pared. Su corazón no paraba de latir a toda velocidad. Miro a Jem a los ojos y noto como le acaraciaba los brazos, estaba tan nerviosa... Era la primera vez que alguien le decía que la amaba de aquella manera. Noto como Jem la besaba

-Jem... yo... - dijo entres los besos de Jem -

Estaba tan nerviosa. Tenia tantas cosas que decir y tan pocas palabras para expresarse.Intento expresarse como pudo. Mientras besaba a Jem, la chica le rodeo el cuello con los brazos atrallendole hacia ella poco a poco, disfrutando cada segundo del momento. Se separo de Jem por un momento y le miro a los ojos con una cara nostálgica con sus carnosos labios ligeramente separados viendosele un poco los dientes.

-Te... quiero... - le dijo con la misma cara- Eres el único en mi vida al que e querido así, solo quiero estar junto a ti y nadie mas.- Se paro unos segundos -Eres solo mio - dijo como si de una sentencia se tratase.

Sabia que sonaba egoísta pero necesitaba decir eso, necesitaba que Jem fuera solo de ella. Hacia tanto tiempo que nadie le decia eso, hacia tanto tiempo que nadie la había querido a su lado. Había sufrido tanto... y quería dejar de hacerlo y quería que él fuera la que por fin la quisiera de verdad.

Volvió a besar a Jem, no podía dejar de hacerlo, quería que estar siempre unto a Jem. Miro hacia la ventana y luego miro dulce a los ojos de Jem, a la vez sonriendo con la misma dulzura. Ya era de noche y las estrellas estaban fuera. Le encantaban las noches así. Se separo de Jem, pero le cogío de la mano, y se dirigió a la ventana para observar la noche.

-La noche esta preciosa hoy... es... tan magica...- Se separo de la ventana y miro a Jem sonriente.

Jem miró por la ventana. A simple vista parecía una noche normal, pero para él era la noche más bonita de todas. Apretó más la mano de la chica, pegándose más a ella.

-Sí que lo es...

Mantuvieron el silencio durante largos minutos, contemplando la noche estrellada. Después de un rato, las palabras de Hiyako volvieron a la cabeza del chico como mariposas. Había dicho que él era lo único que necesitaba en la vida y que era solo suyo. Se rió por lo bajito, cerrando los ojos y ruborizándose. Esas palabras le habían echo muy feliz.

-La verdad-dijo al cabo de un rato- eres la única que me ha echo sentir así. Ha habido docenas de chicas en mi vida, pero ellas ni con sexo me satisfacían-sonrió, recordando esos momentos en los que las chicas gritaban que parará porque le hacía daño mientras lo hacían, y él no había parado porque no le complacía- Pero contigo es todo lo contrario. Solo con estar a tu lado me satisfaces, y, vaya-se rascó la cabeza sonrojado-es raro pero... no quiero tener sexo contigo-le cogió la barbilla y la alzó- Me sacas de quicio...-la besó durante unos instantes y después añadió:-¿Quieres salir conmigo?

Jem se sorprendió de sus propias palabras. Habían salido solas. Nunca antes le había propuesto eso a nadie, tal vez, porque nunca se había enamorado de verdad. Se separó de ella, soltándole la mano y sintiendo como toda la sangre del cuerpo se le subía a las mejillas. ¿Le estaba pidiendo de verdad que fuera su novia? Esa chica había conseguido cosas imposibles.

-¿Quieres salir conmigo?

Abrió los ojos sorprendida. No podía creerse que ese chico le hubiera pedido que fuera su novia.¿ De verdad había ocurrido eso ? ¿De verdad Jem quería ser su novio o era una simple broma del destino?. Sabía que tenia que responder con una simple palabra. Pero... Aquella palabra que le habia resultado tan fácil decir en otras ocasiones, eran muy difíciles de pronunciar ahora. No era por que no le quisiera, sino por que le daba miedo de que aquello no fuera verdad. Estaba confundida. Decidió que lo mejor era decir todo. Aún si eso no servia para nada, pero no podía guardarse todos sus sentimientos hacia Jem.

-He perdido tanto asta ahora. Y la verdad quiero dejar de hacerlo.- Dijo moviendo su cabeza hacia un lado y poniendo su mano sobre su otro brazo.-A tu lado, las visiones guardadas dentro de mi se desvanecen lentamente. Son cosas que no puedo olvidar por completo, cosas que siempre estoy pensando, pero cuando estoy contigo consigo olvidarlas.

Hiyako se dirigió hacia la gran ventana de su cuarto y se sentó en el hueco de esta mirando por ella al cielo estrellado y a la gran luna rojiza que tanto le gustaba.

-Y... Cuando te veo sonreír...- Se paro durante unos segundos.De repente vio una estrella fugaz. - Esta noche, las estrellas estan callendo por nosotros. - Hiyako suspiro y trago aire antes de decir lo que híba a decir, le daba " miedo " pero una vez que lo dijera, dicho estaba.
>>Tu eres,mi amor verdadero,todo mi corazón, por favor no desaproveches eso, por favor no te vallas, quedate .

Miro hacia Jem y vio que estaba en su cama, no sabia como había llegado allí pero eso no era lo que importaba. Le miro a los ojos. Eran tan hermosos, aunque en los ojos de la chica había un tono de tristeza. Tenia ganas de llorar y no sabía por que, pero de todas maneras, sus lagrimas no caian, ni siquiera llegaban a sus ojos.

- úsame como quieras.Tira de mi cadena si quieres solo para deleitarte. Se que esteré bien.- ke miro con extraña expresión. Mientras lo decía se puso las manos en el pecho cerca del cuello.-Quiero estas contigo siempre.Nunca te dejare caer, me levantare contigo siempre, estare ahy por ti a pesar de todo, aun cuando salvarte me mande al cielo...

Hiyako se levanto del hueco la ventana y se sentó en el suelo junto a Jem que estaba sentado en su cama. Le miro durante un instante. Luego se levanto y acercó su cara a la de el para besarle en sus carnosos labios.

(Siento la tardanza, pero por fin me vino la inspiración xD)

Jem sintió los labios de Hiyako hundirse en los suyos. Tras esa confesión, Jem se sentía enormemente feliz. La miró por unos instantes. La chica había abierto su corazón, y ella también lo quería a él. El corazón le empezó a latir fuertemente, una sensación de nerviosismo y tranquilidad a la vez le embriago, una sensación bastante extraña para él. Se acercó un poco más a ella, sintiendo como el viento que entraba por la ventana le despeinaba el pelo y hacia que rozara en su cara. Sonrió, una sonrisa sincera, difícil de conseguir en su rostro, y dijo:

--¿Eso significa que saldrás conmigo no? Pues bien, te diré algo –la beso suavemente y despacio- No sabes lo feliz que me hacen tus palabras y tus gestos…

La cogió de un brazo violentamente y la tiró hacia atrás, pero, antes de que se cayera al suelo desde la repisa de la ventana, Jem la cogió y la alzó como una princesa en sus brazos. Empezó a caminar en dirección a la puerta, con una sonrisa burlona en su rostro, demasiado típica de él.

-Bueno, pues ya que somos novios, habrá que ir a algún sitio, ¿no? Esta noche tendremos nuestra primera cita, así que hay que aprovecharla al máximo, pero a mí no me preguntes qué hacer en una cita porque yo nunca he tenido una… - -carraspeó los dientes, apartando la mirada-… Bueno, quiero decir, una “cita” si que he tenido a montones, pero nunca con una novia, no sé si me entiendes… -se sonrojó un poco, sintiendo que había metido un poco la pata al decirle que había tenido muchas citas con chicas solo para una noche de sexo- Bueno, no importa, olvida eso último. Dime, ¿a dónde quieres ir, princesa?

Abrió la puerta de la habitación de chica despacio, esperando la respuesta de Hiyako ante la pegunta que le había echo.

Hiyako noto como el chico la empujaba hacia atras, fuero unos segundos solo, pero mientras aquello pasaba.... , Hiyako noto una gran angustia en su pecho. Pero noto que antes de caerse Jem la cogía en brazos. Hiayako soltó una pequeña lagrima y mientras Jem la cogía en brazos se agarro a su camisa. Le miro con los ojos muy abiertos y sin soltarse de su camisa se seco las lagrimas con la mano que le quedo libre. Se sentía tan segura en los brazos de Jem que se agazapo un poco en su pecho.

-Eh... eh...- Le había gustado aquello de que le llamara princesa, por primera vez le había gustado y no le habia saltado con alguna contestación de la suya.-No se... po...podemos ir a.... al lago... e estado allí varias veces y se esta bien- dijo sorbiendo. aunque hubiera pasado un rato desde el susto aquel todavía sentía el miedo en el cuerpo.

Jem salió por la puerta y caminó pro el pasillo. Se rió ante el miedo que aun sentía la chica por lo que le había echo antes, pero la agarró más fuerte, para que su miedo desapareciera. Cuando notó que la chica ya no estaba tan asustada, Jem la puso en el suelo, parando de caminar y cogiéndola de la mano.

-Está bien, iremos al lago, pero no sé como llegar hasta allí, así que me tendrás que guiar.

Hiyako asintió alegre y le tiró de la mano, haciendo que los dos corrieran por el pasillo en dirección a la puerta de entrada.