Buscando azúcar (libre)

((este tema es libre, y lo he hecho dando la posibilidad a quien se meta de que pueda elegir si interactúa con Alex o Lyan (personalidad hiperactiva o seria de Lyan, respectivamente), dependiendo si le dais azúcar o no XDD))

Lyan, o más bien Alex, andaba tambaleándose por los pasillos de la Academia. Después de haber estado molestando a todos los que se había encontrado (alumnos, profesores y familiares), su cuerpo necesitaba azúcar. Desde hacía rato estaba vagando sin sentido en busca de algún caramelo o algo que le aportara glucosa (o cafeína, que también le serviría, pero le gustaba menos), porque si no la encontraba, sabía muy bien lo que le pasaría: no aguantaría y se quedaría dormido, desapareciendo en la mente de Lyan una vez más. Y esa idea no le gustaba en absoluto.

-A-zú-car... Necesito...azúcar - su cuerpo no pudo más y cayó de rodillas, medio agarrándose al alféizar de una de las ventanas del pasillo. Seguía consciente, pero Lyan no tardaría mucho en volver a tomar posesión del cuerpo.


((ah, y siento si los temas de mi querido y bipolar Lyan resultan un poco paranoicos XDDD))

((¡Yo, yo, yo, yo, yo!!! *acaparando temas como loca*))


Nerine andaba por los pasillos de la academia felizmente, alternando sus pasos con pequeños saltitos inconscientes y descoordinados y llevándose de vez en cuando a la boca alguna de las galletas que había estado preparando esa tarde y que teóricamente estaba llevándole a Yuki para hacerle un poco la pelota. En un momento dado dio un nuevo saltito y pasó junto a un bulto negro al que ni siquieta habría visto si este no se hubiera movido, y entonces se detuvo, giró la cabeza hacía allí, y abrió la boca.

- Uuuui... - susurró, abriendo mucho los ojos y sorprendiéndose al descubrir que el bulto en cuestión era un muchacho acurrucado sobre sí mismo. Se acercó a él y se arrodilló en cuclillas a su lado, temiendo que le estuviera pasando algo malo, y apretando el saquito con galletas contra su estómago para estirar la mano libre hacia él -. Hola, chico - saludó, pasando la mano por su cabello oscuro para llamar su atención y que él la mirara -. ¿Te encuentras mal? ¿Necesitas ayuda? ¿Estás enfermo? ¿Estás... herido? - supuso que cabía esa posibilidad y no debía descartarla. La gente allí era muy rara. Al ver que él no respondía (aunque ciertamente ella tampoco estaba dejándole tiempo para contestar entre pregunta y pregunta), abrió la boca de nuevo y siguió hablando ella, con rapidez, casi atropellándose a sí misma con sus propias palabras -. Te llevaré a la enfermería, si, será lo mejor. Conozco a los enfermeros (se llaman Fred y Arsi, ¿sabes? Son muy majos) y seguro que ellos te curan en un periquete. Vamos, te ayudo a levantarte, ¿puedes levantarte? Te dejo apoyarte en mi.
La niña tironeó un poco de él aun y cuando el muchacho todavía no había tenido tiempo de responder, con un solo brazo porque con el otro seguía sujetando las galletas. Esperó unos segundos antes de seguir insistiendo. Recordó que tenía que darle tiempo a la gente a reaccionar.



((Bieeeen, pues aquí estan Neri y sus galletas altas en azúcar. A tu elección dejo el que se las quite para comérselas o no, y ningún drama con que fueran para Yuki. ¡Que le den! haha)

(( wa yo quiero meterme!!! n.n))

En esos momentos Kanade estaba caminando por los pasillos y al doblar vio a nerine pero no se percato del chico el el piso sino rato despues

*saluda con la mano* Hola Nerine chan! oh!! *se da cuenta del chico en el piso* ah!! estas bien!? te sientes mal?

kanade estaba muy nerviosa al ver al chico en el piso y le dijo a Nerine

Neri chan, que es lo que le ocurre *con la voz entre cortada por la preocupacion*

((Muy bonito, Neri! XD Lo hago para dejar que el invitado decida, y resulta que me dejas la decisión a mi! jajajajaja Bueno, pues dados sus primeros encuentros con ambas personalidades, dejaré a Alex, que al menos no la saca de sus casillas XDDDD Hola Kanade también... tú siempre estás en mis temas, no? XD))


Alex se sentía muy débil y estaba a punto de perder el conocimiento, por ello intentaba concentrar todo su poder en no desvanecerse. Parecía algo inútil, porque en ese estado ya no encontraría azúcar. Tal era su esfuerzo por intentar arrebatarle el control del cuerpo a Lyan unos minutos más que no era consciente de nada de lo que pasaba a su alrededor. No se dio cuenta que una chica de pelo larguísimo se acercó feliz por el pasillo, que se acuclilló a su lado, que le acariciaba el pelo y que incluso le hablaba y preguntaba cosas. Todo quedaba muy lejano en su mente, como si no estuviera pasando en aquella dimensión. Poco después llegó otra chica, que preguntó más cosas, preocupada, pero Alex tampoco se percató de ella.

Estaba a punto de quedarse dormido, cuando unas partículas olorosas especialmente dulces llegaron a sus papilas olfativas. Azúcar. En un último esfuerzo, fruto de una mezcla de desesperación y esperanza (por raro que ello suene), le hizo localizar la bolsa de galletas de Neri, aunque seguía sin darse cuenta de la presencia de las chicas. Cogió la bolsa con un movimiento brusco y se comió las galletas en un abrir y cerrar de ojos, como si de un monstruo hambriento se tratara. Neri no pudo reaccionar, ni Kanade tampoco. Todo sucedió tan rápico que, probablemente, cuando se fijaron en que había visto la bolsa, él ya había acabado con las galletas.

Alex se apoyó en la pared con una gran sonrisa, aliviado y feliz, dándose palmadas en la panza, que acababa de llenar con aquel manjar azucarado. Por un momento hubo silencio y Alex se dedicó a mirarse las puntas de los dedos y lamerse las pocas mijitas que le quedaban en ellas. Luego miró a Nerine, identificándola como la dueña de las galletas.

- ¿Eran tuyas las galletas? ¡¡Estaban buenísimas!! - le dijo, agarrándole las manos con pasión - Déjame agradecértelo de alguna forma, bella dama, pues yo estaba aquí medio muerto (o muerto entero), y las tuas galletas me devolvieron al mundo de los vivos, o quizás al cielo, pues estoy viendo ángeles.

Sí, volvía ser él. En todo su azucarado esplendor.

((Ahahaha, así soy yo, me cuesta tomar decisiones =v= Me gusta dejar las cosas a elegir a los demás, pero lo que es hacerlo yo... ¡Uf!))



Nerine apenas le dirigió una mirada de lado a Kanade cuando notó que esta se arrodillaba a su izquierda y miraba al muchacho moreno, que seguía encogido sobre sí mismo y parecía encontrarse mal. La niña no la había visto ni escuchado llegar, pero aquello tampoco era tan extraño porque al fin y al cabo la otra chica era una vampiresa, como L, y esa clase de seres solían ser muy sigilosos, como los cazadores que eran. Se encogió un poco de hombros para indicarle que no sabía qué le ocurría al muchacho, y siguió acariciándole un poco el cabello, como si así fuera a hacerle sentir mejor.
- No sé - dijo, apretando un poco los labios y apartando la meno con preocupación. Se acuclilló un poco más para ver si podía verle la cara y juzgar mejor -. Ya estaba en el suelo cuando llegué, y... ¡AH!

Se sorprendió mucho cuando un par de manos veloces (parecidas a zarpas pero, ¡diablos!, aquello no era un animal, era un chico) aparecieron de la nada y le arrancaron, literalmente, el paquete de galletas para el profesor Yuki de las manos. Nerine apenas tuvo tiempo de soltar un sollozo por lo bajo, más por culpa del susto que porque realmente le molestase haberse quedado sin las galletitas (que, al fin y al cabo, se preparaban en un momento) y, para cuando pudo darse cuenta de lo que había ocurrido, el chico ya se había erguido, rebosante de energía como si no hubiera pasado nada, y la había tomado de las manos.
- ¿Eran tuyas las galletas? ¡¡Estaban buenísimas!! Déjame agradecértelo de alguna forma, bella dama, pues yo estaba aquí medio muerto (o muerto entero), y las tuas galletas me devolvieron al mundo de los vivos, o quizás al cielo, pues estoy viendo ángeles.

Nerine soltó una risita nerviosa por lo bajo, sorprendida, y el sollozo pequeñito que estaba a punto de escapársele un segundo atrás se extinguió.
- Eeeeh... - comenzó, dudosa, rodando los ojos para pensar -. Pues... No sé qué te ha pasado, pero... Supongo que, si mis galletas te han ayudado, me doy por pagada OwO Aunque ahora tendré que preparar más... - frunció un poco el ceño y miró las manos de ambos, entrelazadas, sin percatarse de nada raro en el tono de voz de ese muchacho que... -. Oh, no te conozco. ¿Quién eres? O.O Yo me llamo Nerine.

despues la vampiresa tiro un tierno suspiro de alivio y se llevo la mano al pecho aliviada

que bien que estes bien, por dicha con las galletas de Nerine chan ya estas bien, me alegra que solo sea el azucar

Despues jiro su cabesa mirando a Nerine,

jeje descuida neri chan, si quieres te puedo ayudar a hacer mas galletas mas tarde

en eso Kanade se puso de pie, se recojio un poco su largo cabello y extendio sus manos para que el chico y Nerine se pusieran de pie
sonrio dulcemente y cuando ya estaban de pie volvio a ver al chico y le sonrio dulcemente


un gusto me llamo Kanade! n.n

Le dirigió una rápida mirada a Kanade, pero, sin poder evitarlo, miraba más a Nerine... Aquella chica, con su oportuna llegada y sus galletas, le había salvado de desaparecer... Era como su dulce ángel salvador o su pequeña diosa de las galletas.

Vio que Kanade les ofreció la mano para levantarse, pero no la aceptó, ya que hubiera sido raro de un "caballero" apoyarse en la mano de una dama tan frágil, como aparentaba ser Kanade, para levatarse. Se puso de pie sin ayuda y ayudó a Nerine a ponerse de pie también. Se sacudió un poco los pantalones y la camisa y se dispuso a presentarse, en respuesta a las chicas:

- Yo soy Alex, y espero que no me confundáis con otro tipo que hay por ahí y que, casualmente, se parece mucho a mí, llamado Lyan, y que es un imbécil. Yo, por mi parte, estoy a vuestra entera disposición - hizo una reverencia a ambas chicas y les dedicó una sonrisa. - Con respecto a las galletas, siento muchísimo mi comportamiento, sobretodo si eran para otra persona. Será un placer para mi ayudar a tan lindas damas a preparar más y, así de paso, aprendo yo también, porque estos bajones de azúcar me dan a menudo y no me vendría mal el poder llevar galletas conmigo.

Aquello le había parecido una idea genial... No solo pasaría tiempo a solas con aquellas chicas tan guapas, sino que también conseguiría galletas (y quizás incluso puede que aprendiera a hacerlas)... Y eso lo armaría con una eficiente "arma" contra Lyan: azúcar.

(Alex me está hablando raro, así como muy caballeroso y rimbombante, no? XD Debe ser es azúcar ·____· Bueno, siento haber tardado tanto en responder, chicas, pero es que no se me ocurría qué poner >_< pero aquí está! Mejor tarde que nunca =P)

((¡Siento haber tardado tanto en contestar! Maldita selectividad... ¡Quiero que termine de una vez! XD
Y calma, Merlu. Alex sabe ser un amor, aunque en realidad sea un...
Oh, por cierto, yo pongo que Neri y Lyan se conocen, ¿eh? ·___· Aunque están aun en la "primera fase" XD Es decir, que se caen mal))



A Nerine se le escapó una risita cuando el muchacho (Alex había dicho que se llamaba) la ayudó a levantarse y dijo aquello sobre Lyan de un modo tan rimbombante. La niña había conocido a Lyan unos días antes y, la verdad, era que le había caído bastante mal. Aunque Abby había intercedido a su favor y la había convencido para que intentara ser buena chica con él, a Nerine aquel chico no acababa de gustarle, porque era raro y tenía muy mal humor, y le decía las cosas de mala manera y le daban ganas de pegarle una patada en la espinilla. Era verdad, ahora que se fijaba, que Alex se parecía a él mucho, muchísimo, y su sonrisa se amplió un poco más. ¡Alex parecía infinitamente más simpático que ese (-como él mismo lo había llamado-) imbécil de Lyan!

- ¿Acaso sóis hermanos? - preguntó, pensativa, tratando de entender por qué motivo dos personas podrían parecerse tanto si no era por eso -. Que digo hermanos, ¡gemelos! ¿Sóis gemelos?

Ladeó la cabeza y se le escapó otra risita cuando el muchacho hizo una reverencia ante ellas y se disculpó por haberse comido sus galletas.
- No pasa nada... - aseguró -. Solo eran galletas, se hacen muy rápido. Y, como ha dicho Kanade, si te han ayudado a sentirte mejor, ya me está bien. ¿Acaso estás enfermo? - abrió mucho los ojos con curiosidad, cayendo en que tal vez era eso, pero luego negó y casi se le ovlidó -. ¡Bueno, eso! - los miró a ambos y soltó una risa -. No hace falta que me ayudéis a hacer más, como he dicho, es algo muy simple. Si os hace ilusión, yo no tengo nada en contra, pero... - miró a Kanade y se sorprendió -. Los vampiros no comen galletas. Y... - miró ahora a Alex y se sorprendió aun más -. ¡Y nunca he cocinado con un chico! ¿Por qué a los chicos no os gusta cocinar?


((Dios, esta niña divaga mucho ·___· Y salta de un tema a otro. Se le va la pinza. ¿Será que se me ha ido a mi con lo de la Sele? XDD))

kanade vio que Alex se paro por si solo y se sintio un poco triste y despues vio que hiso una reverencia y se quedo shockeada

no, no hace falta formalidades n.nu

despues empeso a escuchar lo de Lyan y pego un pequeño sobresalto y penso: un gemelo?, no ... una copia? no.... sera que el es como yo y Akane.... dos personas diferentes... en un solo cuerpo?.... no se, mejor no saco conclusiones tontas.... eso es peligroso


despues kanade vio a nerine un poco triste y le dijo

Yo se que los vampiros no comen galletas! D: por eso Akane no lo hace, yo si como galletas y yo preparo galletas desde hace muchoo ;3;

despues escucho a nerine decir

¡Y nunca he cocinado con un chico! ¿Por qué a los chicos no os gusta cocinar?

*kanade luego se agarra un poco de cabello y dise* en realidad nunca que cosinado con un chico 0.o, pero Alex kun puede ser el primero, verdad? n.n *le dijo dulcemente*

Alex observó a Nerine con curiosidad, aquella chica tan mona hablaba mucho, muy rápido y de diversos temas, y eso le divertía.

- Pues... ¡sí! ¡sí! Podría decirse que somos gemelos. - le dedicó una sonrisa y una leve risa - Me alegra y me tranquiliza tu bondad, pues es cierto que tengo bajones de azúcar continuos y tus galletas me hicieron sentirme mejor. - Entonces miró a las chicas, mientras hablaban de galletas y vampiros. ¿Vampiros? La verdad es que esa raza no le gustaba ni un pelo a Alex. Miró a Kanade. ¿Aquella chica era un vampiro? ¿y quién era Akane? Empezaba a estar un tanto confuso, y no le gustaba en absoluto aquella situación. Sin embargo intentó parecer tranquilo y natural - Bueno, y lo de que a los chicos no les guste cocinar... no sé si será verdad, pero a mi no me importaría aprender - Les dedicó una sonrisa a las chicas, fingiendo felicidad e ilusión. - Sin embargo... quizás sea mejor en otro momento. Me he acordado que tengo cosas que hacer. - Le cogió la mano a Nerine y se la besó - Espero poder probar de nuevo tus galletas y tener la oportunidad de que me enseñes a hacerlas.

Después le hizo una leve reverencia a Kanade, dirigiéndole una sonrisa, y se dispuso a alejarse.

Nerine parpadeó, confundida, porque en realidad no había entendido la explicación de Akane sobre las galletas pero no le apetecía demasiado volver a preguntar (¿y quedar como una tonta? Venga ya, mejor asentía lentamente y ponía cara de intelectual, a ver si colaba), y se volvió hacia Alex cuando este dijo que a él le daba igual y que sí quería preparar galletas con ella.
- Sin embargo... quizás sea mejor en otro momento. Me he acordado que tengo cosas que hacer.
El muchacho se dio la vuelta para alejarse y Nerine respingó, haciendo lo propio y corriendo tras él.
- ¡Espera, espera! Voy contigo, que vamos en la misma dirección - dijo, agarrándole de bracito y girando levemente la cabeza para decirle adiós a Kanade con la mano. Luego, cuando estuvieron lo suficientemente lejos, lo soltó y miró al chico con una sonrisa culpable -. O bueno, en realidad no me quería quedar sola con ella. No entiendo nunca la mitad de lo que me dice y me da un poco de miedo... ¡Pero bueno! - dio un salto hacia delante y sacudió la mano también en su dirección -. ¡Encantada de conocerte, Alex! ¡Cuando quieras hacer las galletas, no tienes más que ir a buscarme!
Dicho esto se alejó dando saltitos alegremente, y pronto dejó de pensar en él.