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La primera resaca.
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La primera resaca.
(Bueno, lo siento muchachos, pero este es un thread privado entre Caelan, Aiwe y Evan... Aunque al principio solo aparecerán Cae y Aiwe. Porque Evan ¡está dormido! Y camuflado... En fin. Situado a la mañana siguiente de "Caperucita y el lobo")
Caelan atravesó el vestíbulo del recinto femenino como alma que lleva el diablo, importándole poco que, teóricamente, los hombres no pudieran entrar allí, y apoyándose en su estatus de veterano profesor para hacer lo que le saliera de las narices.
La verdad era que estaba bastante cabreado. La noche anterior, cuando había llegado a su habitación después de cenar, se había encontrado con Moses atravesado en su cama con su aspecto de adolescente, pálido, despeinado y tiritando. Caelan pensó que, tal vez, el familiar hubiese sido alcanzado por algo de agua (suponía que uno de los castigos de Aurora... Que él se tenía más que merecidos de vez en cuando y siempre lo dejaban débil), pero grande fue su sorpresa cuando, al examinarle, había percibido el olor a alcohol en el muchacho.
"Bebí de tu vodka de moras esta tarde", le lloriqueó el familiar, mareado, cuando Caelan lo arropó. "Estaba con Aiwe. Lo siento..."
El profesor no le había dicho nada porque sabía que no era el momento y que tenía que cuidarle. A Moses, ese tipo de cosas (la comida humana, la bebida, el agua) le sentaban mal y lo enfermaban en diferentes grados. Al escuchar que había estado con Aiwe, pensó que tal vez debería pedirle explicaciones a ella sobre el deplorable estado de su familiar. Así, la mañana siguiente (después de pasarse la noche entera sin dormir, nutriendo a Moses con su energía, cuidándole y aguantando sus lloriqueos de moribundo) se había levantado temprano y se había lanzado hacia la habitación de la profesora de viento. Uh, que cabreado estaba.
Una vez plantado frente a la puerta, entró sin llamar, preocupándole poco o nada que ella pudiese estar todavía dormida, y comenzó a soltar su perorata en voz premeditadamente alta. Para añadir énfasis a su deseo de despertarla, corrió las cortinas con brusquedad.
- ¡Aiwe Johnson, levántate ahora mismo de esta cama! Tienes que darme una buena explicación sobre el motivo por el que no he pegar ojo esta noche. ¡Levanta!
Caelan atravesó el vestíbulo del recinto femenino como alma que lleva el diablo, importándole poco que, teóricamente, los hombres no pudieran entrar allí, y apoyándose en su estatus de veterano profesor para hacer lo que le saliera de las narices.
La verdad era que estaba bastante cabreado. La noche anterior, cuando había llegado a su habitación después de cenar, se había encontrado con Moses atravesado en su cama con su aspecto de adolescente, pálido, despeinado y tiritando. Caelan pensó que, tal vez, el familiar hubiese sido alcanzado por algo de agua (suponía que uno de los castigos de Aurora... Que él se tenía más que merecidos de vez en cuando y siempre lo dejaban débil), pero grande fue su sorpresa cuando, al examinarle, había percibido el olor a alcohol en el muchacho.
"Bebí de tu vodka de moras esta tarde", le lloriqueó el familiar, mareado, cuando Caelan lo arropó. "Estaba con Aiwe. Lo siento..."
El profesor no le había dicho nada porque sabía que no era el momento y que tenía que cuidarle. A Moses, ese tipo de cosas (la comida humana, la bebida, el agua) le sentaban mal y lo enfermaban en diferentes grados. Al escuchar que había estado con Aiwe, pensó que tal vez debería pedirle explicaciones a ella sobre el deplorable estado de su familiar. Así, la mañana siguiente (después de pasarse la noche entera sin dormir, nutriendo a Moses con su energía, cuidándole y aguantando sus lloriqueos de moribundo) se había levantado temprano y se había lanzado hacia la habitación de la profesora de viento. Uh, que cabreado estaba.
Una vez plantado frente a la puerta, entró sin llamar, preocupándole poco o nada que ella pudiese estar todavía dormida, y comenzó a soltar su perorata en voz premeditadamente alta. Para añadir énfasis a su deseo de despertarla, corrió las cortinas con brusquedad.
- ¡Aiwe Johnson, levántate ahora mismo de esta cama! Tienes que darme una buena explicación sobre el motivo por el que no he pegar ojo esta noche. ¡Levanta!
Caelan- Mensajes : 393
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
Aiwe se despertó al oír la puerta, la oyó muy fuerte y apretó fuerte los ojos pues notaba que la cabeza le iba a estallar. Con los ojos cerrados pudo oír unos pasos y las cortinas abrirse. Creía que su cabeza iba a estallar y se colocó las manos en la cabeza.
- ¡Aiwe Johnson, levántate ahora mismo de esta cama! Tienes que darme una buena explicación sobre el motivo por el que no he pegar ojo esta noche. ¡Levanta! - En ese momento no pudo más, quería quitarse la cabeza y lanzarla muy lejos. Se incorporó mientras se ponía un dedo en la boca - ¡Shht! No grites - susurró con una voz muy ronca. Al oírse se sorprendió y se puso la mano en le cuello, le dolía mucho. Miró a Caelan, parecía enfadado pero cerró los ojos de golpe, había demasiada luz. Movió la mano para cerrar un poco las cortinas y el sonido que hicieron la molestó mucho. No sabía qeu le estaba pasando. Solo sabía que quería dormir más a ver si se le pasaba un poco ese dolor de cabeza que no sabía de donde venía.
- ¿Qué te pasa a ti? ¿Por qué vienes chillando? - susurró mirando a Caelan. Se hizo un pequeño masaje en la cabeza para ver si el dolor pasaba.
- ¡Aiwe Johnson, levántate ahora mismo de esta cama! Tienes que darme una buena explicación sobre el motivo por el que no he pegar ojo esta noche. ¡Levanta! - En ese momento no pudo más, quería quitarse la cabeza y lanzarla muy lejos. Se incorporó mientras se ponía un dedo en la boca - ¡Shht! No grites - susurró con una voz muy ronca. Al oírse se sorprendió y se puso la mano en le cuello, le dolía mucho. Miró a Caelan, parecía enfadado pero cerró los ojos de golpe, había demasiada luz. Movió la mano para cerrar un poco las cortinas y el sonido que hicieron la molestó mucho. No sabía qeu le estaba pasando. Solo sabía que quería dormir más a ver si se le pasaba un poco ese dolor de cabeza que no sabía de donde venía.
- ¿Qué te pasa a ti? ¿Por qué vienes chillando? - susurró mirando a Caelan. Se hizo un pequeño masaje en la cabeza para ver si el dolor pasaba.
Aiwe- Mensajes : 520
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
Lo primero que hizo Caelan cuando consiguió que Aiwe se incorporase, fue abrir las cortinas de nuevo para que la luz inundase la habitación. Se le antojó graciosa la cara que puso mientras se llevaba las manos a la cabeza, pero reprimió las ganas de reír y observó fijamente como Aiwe se frotaba la frente y apretaba los ojos.
- Estas horrible - le gruñó, cruzándose de brazos mientras observaba sus intentos por abrir los ojos. Realmente no lo pensaba, tan solo estaba graciosa, pero Caelan estaba demasiado enfadado como para dejar pasar la oportunidad de restregárselo. - No grito - admitió, aunque su voz sonó fuerte, firme y clara, perfecta para molestar a alguien con resaca. Irguió las cejas con sorna, molesto. - ¿Qué? ¿Me lo vas a explicar? Espero que la cabeza esté a punto de estallarte.
- Estas horrible - le gruñó, cruzándose de brazos mientras observaba sus intentos por abrir los ojos. Realmente no lo pensaba, tan solo estaba graciosa, pero Caelan estaba demasiado enfadado como para dejar pasar la oportunidad de restregárselo. - No grito - admitió, aunque su voz sonó fuerte, firme y clara, perfecta para molestar a alguien con resaca. Irguió las cejas con sorna, molesto. - ¿Qué? ¿Me lo vas a explicar? Espero que la cabeza esté a punto de estallarte.
Caelan- Mensajes : 393
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
Aiwe bajó la cabeza y cogió otra vez las cortinas para taparse la cara, le molestaba mucho el sol. Hizo otro intento para abrir bien los ojos pero no pudo, levantó la cara para poder verlo con los ojos medio cerrados.
- Estas horrible - Aiwe abrió mucho los ojos y los volvió a cerrar de golpe por el sol. Instintivamente se peinó con la mano como pudo mientras buscaba con la mirada el espejo de Evan. Se miró e hizo una mueca, horrible era poco. Suspiró, le daba igual, solo quería que se le pasara el dolor de cabeza. - No grito - añadió Caelan. Aiwe lo miró feo, muy feo. Estaba gritando y eso hacía que su cabeza quisiera estallar. Iba a decirle que se fuera cuando él habló. - ¿Qué? ¿Me lo vas a explicar? Espero que la cabeza esté a punto de estallarte. - Aiwe se volvió a poner las manos en la cabeza. - Si, me esta a punto de explotar, por lo que te agradecería que te callaras un poco o no gritaras. - Cerró los ojos, había subido demasiado al voz, aunque en realidad no había ni hablado en su tono de voz normal. levantó al mirada para verle la cara a Caelan, aún no sabía porque estaba así. - ¿Qué quieres que te explique? No te he hecho nada.
- Estas horrible - Aiwe abrió mucho los ojos y los volvió a cerrar de golpe por el sol. Instintivamente se peinó con la mano como pudo mientras buscaba con la mirada el espejo de Evan. Se miró e hizo una mueca, horrible era poco. Suspiró, le daba igual, solo quería que se le pasara el dolor de cabeza. - No grito - añadió Caelan. Aiwe lo miró feo, muy feo. Estaba gritando y eso hacía que su cabeza quisiera estallar. Iba a decirle que se fuera cuando él habló. - ¿Qué? ¿Me lo vas a explicar? Espero que la cabeza esté a punto de estallarte. - Aiwe se volvió a poner las manos en la cabeza. - Si, me esta a punto de explotar, por lo que te agradecería que te callaras un poco o no gritaras. - Cerró los ojos, había subido demasiado al voz, aunque en realidad no había ni hablado en su tono de voz normal. levantó al mirada para verle la cara a Caelan, aún no sabía porque estaba así. - ¿Qué quieres que te explique? No te he hecho nada.
Aiwe- Mensajes : 520
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
<<Te agradecería que te callaras un poco o no gritaras>>.
Caelan observó fijamente como Aiwe se levantaba y, con ojeras y el pelo enmarañado, se horrorizaba con su propio reflejo. Reprimió otra sonrisa y un pensamiento que tenía relación con ella y la palabra "ternura", y se dio cuenta de que Aiwe le había pedido silencio, pero no que se marchara. Inspiró profundamente y la miró. Todavía estaba molesto.
- Si que me lo has hecho - la regañó, pero en voz mucho más baja y los brazos todavía cruzados. Se acercó a ella para no verse en la obligación de gritar para que le prestara atención, y para comprobar que ella lo escuchaba y no se quedaba dormida de nuevo. - Moses está enfermo por tu culpa.
Caelan observó fijamente como Aiwe se levantaba y, con ojeras y el pelo enmarañado, se horrorizaba con su propio reflejo. Reprimió otra sonrisa y un pensamiento que tenía relación con ella y la palabra "ternura", y se dio cuenta de que Aiwe le había pedido silencio, pero no que se marchara. Inspiró profundamente y la miró. Todavía estaba molesto.
- Si que me lo has hecho - la regañó, pero en voz mucho más baja y los brazos todavía cruzados. Se acercó a ella para no verse en la obligación de gritar para que le prestara atención, y para comprobar que ella lo escuchaba y no se quedaba dormida de nuevo. - Moses está enfermo por tu culpa.
Caelan- Mensajes : 393
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
Aiwe se giró y se encontró con Caelan, que se había acercado. Estaba segura que le iba a recordar cada día lo fatal qeu se encontraba en esos momentos cuando mencionó a Moses. Se rascó un poco la cabeza - ¿Moses? - Intentó pensar en lo qeu había sucedido el día anterior. Solo recordaba haber salió del despacho y haberse encontrado a Moses. Nada más. - ¿Moses está enfermo? Yo me lo encontré en el pasillo, delante de tu despacho y... - intentó hacer más memoria, era raro que no recordara nada más. En su cabeza había imágenes, ella saliendo de su despacho, a Moses delante la puerta del despacho de Caelan, y los dos ahí dentro - ¡El vodka de mora! - gritó cosa que hizo que casi se cayera al suelo con las manos en la cabeza. Se incorporó. - Yo no le hice nada, él me hizo entrar en tu despacho y me dio ese maldito vodka de moras. - Iba recordando poco a poco.
Aiwe- Mensajes : 520
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
- Ya lo sé - gruñó Caelan, molesto, al pensar en aquella botella que seguramente estaría casi vacía. Clavó la mirada en ella y tuvo ganas de darle un caponazo para que espabilara, pero no lo hizo porque aquello solo sería peor. - Sé que Moses es un liante y todas esas cosas, pero... ¿¡Cómo se te ocurrió hacerle caso!? - Aiwe puso cara de dolor y Caelan entornó los ojos, bajando la voz pero no el tono. - Sabes perfectamente que mi familiar no puede comer ni beber, porque se enferma. ¿En qué estabas pensando cuando accediste a ello? Y alcohol, ¡alcohol! Te tenía por alguien más responsable.
Cerró los labios, molesto, mientras observaba a Aiwe boquear y frotarse las sienes con expresión agotada. Esperó a que lo asimilase y pudiera razonar.
Cerró los labios, molesto, mientras observaba a Aiwe boquear y frotarse las sienes con expresión agotada. Esperó a que lo asimilase y pudiera razonar.
Caelan- Mensajes : 393
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
Aiwe asimiló poco a poco las palabras de Caelan, se encontraba fatal y solo le faltaba él. - ¿En qué estabas pensando cuando accediste a ello? Y alcohol, ¡alcohol! Te tenía por alguien más responsable. - Esa frase se quedó en su cabeza. Sabía que era una mala idea, que lo tenía prohibido por algo. Suspiró - Fue culpa de Moses, insistió mucho y me dijo que no subía nada. Y él bebió para que yo bebiera. Yo no quería, de verdad. - finalizó con un susurró si hubiera sabido que se levantaría así no hubiera bebido ni una gota. Yuki siempre se emborrachaba y nunca se levantaba tan mal como lo había hecho ella. Se sentó en el suelo, no podía más.
Aiwe- Mensajes : 520
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
- Ya, claro - Caelan rodó los ojos. Cada vez se notaba menos enfadado y más divertido, pero no podía solo dejarselo pasar a Aiwe y que esta se fuera de rositas. ¡Entre ella y Moses habían terminado con su vodka de moras! La resaca galopante de la muchacha, no era suficiente castigo para aquella afrenta. - Y tu, que eres tan lista, confías en Moses. De verdad, de verdad... Estúpida.
Aiwe se tapó la cara con las manos y uno de los tirantes de su camisón se deslizó por su brazo, dejando su hombro al descubierto y dándole a Caelan una magnífica vista de la piel blanquecina de su cuello. El hombre notó por primera vez el tipo de ropa que llevaba y rodó los ojos de nuevo, soltando un bufido para disimular el calor que de repente le había entrado. Se acercó a la ventana y la abrió.
- Ventilemos esto. No puedo regañarte en este estado lamentable en el que te encuentras, y no me apetece marcharme sin más - le dijo. Le buscaría algo de ropa y le prepararía un baño para hacer que se espabilara, y luego, cuando estuviera mejor, seguiría gritándole. - Me he pasado la noche sin dormir, y vas a tener que paga... -. Se quedó callado a media frase. La cama de Aiwe se había movido. Mejor dicho, un bulto oculto bajo las sábanas, que hasta entonces le había pasado desapercibido, se movió, y Caelan se quedó callado con la mirada fija en él, notando como el corazón se le aceleraba... Y luego se detenía.
Aiwe no había pasado la noche sola.
Aiwe se tapó la cara con las manos y uno de los tirantes de su camisón se deslizó por su brazo, dejando su hombro al descubierto y dándole a Caelan una magnífica vista de la piel blanquecina de su cuello. El hombre notó por primera vez el tipo de ropa que llevaba y rodó los ojos de nuevo, soltando un bufido para disimular el calor que de repente le había entrado. Se acercó a la ventana y la abrió.
- Ventilemos esto. No puedo regañarte en este estado lamentable en el que te encuentras, y no me apetece marcharme sin más - le dijo. Le buscaría algo de ropa y le prepararía un baño para hacer que se espabilara, y luego, cuando estuviera mejor, seguiría gritándole. - Me he pasado la noche sin dormir, y vas a tener que paga... -. Se quedó callado a media frase. La cama de Aiwe se había movido. Mejor dicho, un bulto oculto bajo las sábanas, que hasta entonces le había pasado desapercibido, se movió, y Caelan se quedó callado con la mirada fija en él, notando como el corazón se le aceleraba... Y luego se detenía.
Aiwe no había pasado la noche sola.
Caelan- Mensajes : 393
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
Voces, sonidos, cortinas moviéndose a cada rato... ¿Por qué tantas cosas se habían puesto de acuerdo para interrumpir su sueño? Su cuerpo aún no estaba preparado para despertar, pero aquellos factores lo obligaron a hacerlo. La primera sensación que tuvo al recobrar un poco la conciencia fue la de una cama distinta a la suya, y la necesidad de abrazar algo a su lado. Tanteó con su mano el colchón, buscando quién sabe qué, pero al encontrarlo vacío no le quedó mas remedio que moverse y destaparse, sin muchas ganas.
Intentó abrir los ojos, pero tanta luz en la habitación se lo hacía difícil. -....hm?....- llegó a musitar. Lo primero que se encontró fue con la figura inmóvil del profesor de fuego, y eso produjo que diera un sobresalto en la cama. Pero luego visualizó a Aiwe, que tenía las manos en su rostro, y el camisón verde que él mismo había elegido la noche anterior.
La noche anterior... No le costó trabajo recordar todo, y automáticamente, cayó en la cuenta de que algo no muy bueno estaba pasando en esos momentos.
Intentó abrir los ojos, pero tanta luz en la habitación se lo hacía difícil. -....hm?....- llegó a musitar. Lo primero que se encontró fue con la figura inmóvil del profesor de fuego, y eso produjo que diera un sobresalto en la cama. Pero luego visualizó a Aiwe, que tenía las manos en su rostro, y el camisón verde que él mismo había elegido la noche anterior.
La noche anterior... No le costó trabajo recordar todo, y automáticamente, cayó en la cuenta de que algo no muy bueno estaba pasando en esos momentos.
Re: La primera resaca.
Aiwe se quitó las manos de la cabeza y se las puso en al cara, para hacerse un poco de masaje en la frente y los ojos. Caelan no paraba de hablar y eso la ponía aún peor. Estaba a punto de decirle que se callara cuando él paró de golpe. Aiwe lo miró y vio que tenía la vista fija en su cama por lo que miró hacía allí.
El corazón le empezó a latir muy rápido, en su cama estaba Evan devolviendole la mirada. Aiwe abrió la boca e intentó recordar qeu hacía Evan allí, recordaba el despacho, ella y Moses riendo y llorando y... y que él al acompañó hasta su habitación. Aiwe se elevó y se fue a sentarse a su cama, demasiadas cosas para el estado en el que estaba. Una vez sentada en la cama se dio cuenta de que Evan iba sin camisa, se puso roja como un tomate. - ¡Evan! ¿Qué haces sin camisa? Tápate un poco hombre. - Dijo poniéndose las manos en la cabeza, había gritado demasiado.
El corazón le empezó a latir muy rápido, en su cama estaba Evan devolviendole la mirada. Aiwe abrió la boca e intentó recordar qeu hacía Evan allí, recordaba el despacho, ella y Moses riendo y llorando y... y que él al acompañó hasta su habitación. Aiwe se elevó y se fue a sentarse a su cama, demasiadas cosas para el estado en el que estaba. Una vez sentada en la cama se dio cuenta de que Evan iba sin camisa, se puso roja como un tomate. - ¡Evan! ¿Qué haces sin camisa? Tápate un poco hombre. - Dijo poniéndose las manos en la cabeza, había gritado demasiado.
Aiwe- Mensajes : 520
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
Caelan abrió la boca y luego la cerró. Repitió el mismo movimiento un par de veces y siguió ahí, quieto y parado, porque no sabía qué mierda decir.
Había vuelto a respirar en cuando había visto aparecer a Evan entre las sábanas, pero lo hacía con dificultad, como si le costase, porque de todas las personas a las que Caelan habría esperado encontrar allí esa mañana (y, sinceramente, no eran demasiadas), Evan probablemente era quién le hacía menos ilusión.
Se reprendió a sí mismo por aquel pensamiento.
¿Por qué le molestaba ver al profesor de arte allí? Aiwe no era de su propiedad ni tampoco estaba a su cargo. Ya era lo suficientemente mayorcita como para decidir lo que hacía o dejaba de hacer (aunque la cara de sorpresa de la muchacha en aquel momento fuera, cuando menos, desconcertante), y él no tenía ningún derecho a enfadarse o a no hacerlo.
Se quedó callado, fulminando a Evan con la mirada. Definitivamente, él era su problema.
Había vuelto a respirar en cuando había visto aparecer a Evan entre las sábanas, pero lo hacía con dificultad, como si le costase, porque de todas las personas a las que Caelan habría esperado encontrar allí esa mañana (y, sinceramente, no eran demasiadas), Evan probablemente era quién le hacía menos ilusión.
Se reprendió a sí mismo por aquel pensamiento.
¿Por qué le molestaba ver al profesor de arte allí? Aiwe no era de su propiedad ni tampoco estaba a su cargo. Ya era lo suficientemente mayorcita como para decidir lo que hacía o dejaba de hacer (aunque la cara de sorpresa de la muchacha en aquel momento fuera, cuando menos, desconcertante), y él no tenía ningún derecho a enfadarse o a no hacerlo.
Se quedó callado, fulminando a Evan con la mirada. Definitivamente, él era su problema.
Caelan- Mensajes : 393
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
- ¡Evan! ¿Qué haces sin camisa? Tápate un poco hombre. -
Aunque le parecía lo más logico que Aiwe recordara poco o nada de lo sucedido
la noche anterior, aquella frase no dejaba de parecerle demasiado directa XD
Entrecerró los ojos mirando a Aiwe, mientras utilizaba su magia para atraer su camisa hasta la cama, pero no podía culparla. Se limitó a suspirar, resignado, y se puso la camisa porque no le quedaba más opción.
Retomó conciencia de la situación. El profesor de fuego se encontraba alli, el tipo que Aiwe amaba, por el que había llorado toda la noche, el que tenía todo lo que él quería y no lo aprovechaba. Se encontraba observándolo con una mirada fulminante, por lo que no pudo hacer otra cosa más que responder a aquella mirada, aunque su mente se encontrara más inquieta por Aiwe que por él. ¿Qué sentía ella en esos momentos? ¿Realmente no recordaba nada, o sólo intentaba salir del paso?
Sabía que no era la mejor idea hablar, pero no podía evitarlo. La sangre le comenzaba a hervir involuntariamente. - ¿Tengo monos en la cara? - preguntó, mirando a Caelan y terminando de acomodar su camisa. Realmente quería saberlo, ya que el profesor no había parado de observarlo desde que había abierto los ojos.
Aunque le parecía lo más logico que Aiwe recordara poco o nada de lo sucedido
la noche anterior, aquella frase no dejaba de parecerle demasiado directa XD
Entrecerró los ojos mirando a Aiwe, mientras utilizaba su magia para atraer su camisa hasta la cama, pero no podía culparla. Se limitó a suspirar, resignado, y se puso la camisa porque no le quedaba más opción.
Retomó conciencia de la situación. El profesor de fuego se encontraba alli, el tipo que Aiwe amaba, por el que había llorado toda la noche, el que tenía todo lo que él quería y no lo aprovechaba. Se encontraba observándolo con una mirada fulminante, por lo que no pudo hacer otra cosa más que responder a aquella mirada, aunque su mente se encontrara más inquieta por Aiwe que por él. ¿Qué sentía ella en esos momentos? ¿Realmente no recordaba nada, o sólo intentaba salir del paso?
Sabía que no era la mejor idea hablar, pero no podía evitarlo. La sangre le comenzaba a hervir involuntariamente. - ¿Tengo monos en la cara? - preguntó, mirando a Caelan y terminando de acomodar su camisa. Realmente quería saberlo, ya que el profesor no había parado de observarlo desde que había abierto los ojos.
Re: La primera resaca.
Aiwe se recogió el pelo como pudo para estar un poco más presentable. Aunque vista la escena, muy surrealista la verdad, tampoco creyó que a nadie le interesaran sus pelos.
Miró a Caelan, estaba muy desconcertado, cosa que por una parte le alegraba ya que así estaba en silencio y no le dolía la cabeza. Pero por otro lado a Aiwe le gustaría saber que pasaba por su cabeza, para poder darle una explicación, aunque no la necesitara, pues por mucho que le doliera no estaba saliendo con el profesor de fuego y no hacía falta que explicara con quién pasaba la noche.
Después miró a Evan, había pasado la noche allí y ella solo recordaba que el profesor de arte la había acompañado hasta su habitación. Y nada más. Se rascó la cabeza, intentó recordar que pasó, pero no podía. Le dijo algo a Caelan, pero ella estaba tan puesta intentado recordar lo ocurrido qeu ni lo oyó.
- Esta fue la primera y la última vez que bebo - susurró y bajó la cabeza. En ese momento vio que no llevaba el camisón que tocaba. Ese camisón le iba pequeño y lo tenía guardado porque a Geel le gustaba ponérselo a veces. Un montón de imágenes aparecieron en su cabeza, y se empezó a poner roja como un tomate. Ya sabía porque Evan se había pasado toda la noche allí. - ¡Ya se que porque estas aquí! - dijo abriendo mucho los ojos y mirando a Evan más roja que un tomate. - ¡Tú.. tú me besaste! - Una vez lo dijo se puso la mano en la boca porque había chillado demasiado para su cabeza y porque no debería haber dicho eso en voz alta.
Miró a Caelan, estaba muy desconcertado, cosa que por una parte le alegraba ya que así estaba en silencio y no le dolía la cabeza. Pero por otro lado a Aiwe le gustaría saber que pasaba por su cabeza, para poder darle una explicación, aunque no la necesitara, pues por mucho que le doliera no estaba saliendo con el profesor de fuego y no hacía falta que explicara con quién pasaba la noche.
Después miró a Evan, había pasado la noche allí y ella solo recordaba que el profesor de arte la había acompañado hasta su habitación. Y nada más. Se rascó la cabeza, intentó recordar que pasó, pero no podía. Le dijo algo a Caelan, pero ella estaba tan puesta intentado recordar lo ocurrido qeu ni lo oyó.
- Esta fue la primera y la última vez que bebo - susurró y bajó la cabeza. En ese momento vio que no llevaba el camisón que tocaba. Ese camisón le iba pequeño y lo tenía guardado porque a Geel le gustaba ponérselo a veces. Un montón de imágenes aparecieron en su cabeza, y se empezó a poner roja como un tomate. Ya sabía porque Evan se había pasado toda la noche allí. - ¡Ya se que porque estas aquí! - dijo abriendo mucho los ojos y mirando a Evan más roja que un tomate. - ¡Tú.. tú me besaste! - Una vez lo dijo se puso la mano en la boca porque había chillado demasiado para su cabeza y porque no debería haber dicho eso en voz alta.
Aiwe- Mensajes : 520
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
Caelan boqueó de nuevo y volvió a sentirse imbécil. Evan se lo quedó mirando y ambos compartieron una mirada que parecería cercana al odio si no fuera porque Caelan estaba demasiado aturdido como para odiar a nadie.
- ¿Tengo monos en la cara? - le escuchó decir, aunque en ningún momento le vio abrir la boca. Caelan parpadeó al darse cuenta de que le había hablado a él y volvió a abrir la boca, reaccionando, dirigiéndole una mirada sombría.
- No - dijo, con la misma voz firme que había empleado antes con Aiwe. Le dirigió a la profesora de viento una leve mirada aturdida, aunque sabía que no debería haberlo echo, y luego la volvió a clavar en Evan, dispuesto a añadir algo más, con más brusquedad que antes. No pudo decir nada porque Aiwe gritó.
- ¡Ya se que porque estas aquí! ¡Tú... Tú me besaste
Caelan la miró, abriendo los ojos exageradamente, y definitivamente se sintió imbécil. Mil pensamientos pasaron por su cabeza y los quiso compartir, pero a la hora de la verdad ninguno de ellos le parecía ni siquiera mínimamente razonable y se limitó a callar.
Regresó la mirada a Evan y entrecerró los ojos hasta convertirlos en dos finas rendijas. El pecho se le inflamó con odio. Primero Aban, después Aiwe... Evan parecía haber llegado dispuesto quitarle todo lo que le importaba.
Y, en el preciso instante en que se dio cuenta de lo que había pensado (que Aiwe le importaba. ¡Que le importaba, joder!), se llevó las manos a la cabeza, soltó una risa baja de pura frustración y se dio la vuelta para que ninguno de los dos pudiera mirarlo a la cara.
- ¿Tengo monos en la cara? - le escuchó decir, aunque en ningún momento le vio abrir la boca. Caelan parpadeó al darse cuenta de que le había hablado a él y volvió a abrir la boca, reaccionando, dirigiéndole una mirada sombría.
- No - dijo, con la misma voz firme que había empleado antes con Aiwe. Le dirigió a la profesora de viento una leve mirada aturdida, aunque sabía que no debería haberlo echo, y luego la volvió a clavar en Evan, dispuesto a añadir algo más, con más brusquedad que antes. No pudo decir nada porque Aiwe gritó.
- ¡Ya se que porque estas aquí! ¡Tú... Tú me besaste
Caelan la miró, abriendo los ojos exageradamente, y definitivamente se sintió imbécil. Mil pensamientos pasaron por su cabeza y los quiso compartir, pero a la hora de la verdad ninguno de ellos le parecía ni siquiera mínimamente razonable y se limitó a callar.
Regresó la mirada a Evan y entrecerró los ojos hasta convertirlos en dos finas rendijas. El pecho se le inflamó con odio. Primero Aban, después Aiwe... Evan parecía haber llegado dispuesto quitarle todo lo que le importaba.
Y, en el preciso instante en que se dio cuenta de lo que había pensado (que Aiwe le importaba. ¡Que le importaba, joder!), se llevó las manos a la cabeza, soltó una risa baja de pura frustración y se dio la vuelta para que ninguno de los dos pudiera mirarlo a la cara.
Caelan- Mensajes : 393
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
Una gota de sudor bajó por la frente de Evan al escuchar el anuncio casi con bombos y platillos que había hecho la profesora de viento. Era verdad, él la había besado y se le había insinuado en primera instancia. Ella sólo se había dejado, tal vez por los efectos del alcohol sumados a la necesidad de olvidarse de aquel hombre que ahora lo miraba con los ojos convertidos en dos finas rendijas.
Asintió con la cabeza, sonriendo sin ninguna gana, sólo por inercia. No tenía por qué ocultarlo, y si eso servía para ayudar a Aiwe a recordar lo ocurrido, mejor.
Vio cómo Caelan llevaba las manos a su cabeza, soltando una risa baja y luego dándose vuelta. Aquella no era una reacción muy neutral que digamos, y lo pudo notar muy bien.
Antes de levantarse de la cama, puso una mano sobre el pelo de Aiwe, que aún estaba roja como un tomate y con cara de desconcierto. Le sonrió como pudo - No te preocupes, no hemos hecho nada - dijo, en parte divertido. No podía negar que su cara de espanto era muy graciosa.
[[No se me ocurre cómo continuar TT_TT. Nat, lo dejo todo en tus manos~~~ A_A]]
Asintió con la cabeza, sonriendo sin ninguna gana, sólo por inercia. No tenía por qué ocultarlo, y si eso servía para ayudar a Aiwe a recordar lo ocurrido, mejor.
Vio cómo Caelan llevaba las manos a su cabeza, soltando una risa baja y luego dándose vuelta. Aquella no era una reacción muy neutral que digamos, y lo pudo notar muy bien.
Antes de levantarse de la cama, puso una mano sobre el pelo de Aiwe, que aún estaba roja como un tomate y con cara de desconcierto. Le sonrió como pudo - No te preocupes, no hemos hecho nada - dijo, en parte divertido. No podía negar que su cara de espanto era muy graciosa.
[[No se me ocurre cómo continuar TT_TT. Nat, lo dejo todo en tus manos~~~ A_A]]
Re: La primera resaca.
Aiwe no se movió nada. Empezó a recordar todo lo sucedido, todas las sensaciones que creía ya olvidadas que habían vuelto a florecer dentro suyo, y debajo de su mano aún en su boca esbozó una leve sonrisa que nadie vio. Aunque esa sonrisa se fue al recordar como se había dormido, llorando como una niña pequeña a brazos de Evan. Lo miró, tenía que agradecerle lo que hizo por ella.
El profesor de arte le puso la mano en el cabello y ella cerró los ojos. Cuando los abrió vio que sonreía, pero esa sonrisa no era al que recordaba de la noche anterior. - No te preocupes, no hemos hecho nada - Aiwe ser quitó la mano de la boca y susurró un - Ya lo sé - que no llegó no a sonar. Ya lo había recordado todo, más o menos. Le sonrió tímidamente, después de lo de ayer no sabía muy bien como tratarle. No tenía claro si seguir como siempre, como si no se hubieran besado o si podrían llegar a ser algo más. Ser algo más... esa idea se le hacía extraña, inconscientemente miró a Caelan.
El profesor de fuego estaba de espaldas a ellos con las manos en la cabeza. Aiwe lo miró confusa, ¿qué le ocurría? Parecía que estaba molesto con la situación y eso le gustaba a Aiwe, quería decir qeu aunque fuera un poco le importaba a Caelan. Pero eso no era lo que se suponía que debía sentir, si se quería olvidar de él le tendría que dar igual su reacción pero no era así. Aiwe se frotó la frente, le dolía demasiado la cabeza para estar pensando tanto, por lo que mirando fijamente a Caelan decidió romper el silencio incomodo que se estaba creando - ¿También te duele la cabeza como yo Cae? - Sonrió maliciosamente como hacía siempre que Caelan hacía enfadar. - ¿O es que estas celoso?
El profesor de arte le puso la mano en el cabello y ella cerró los ojos. Cuando los abrió vio que sonreía, pero esa sonrisa no era al que recordaba de la noche anterior. - No te preocupes, no hemos hecho nada - Aiwe ser quitó la mano de la boca y susurró un - Ya lo sé - que no llegó no a sonar. Ya lo había recordado todo, más o menos. Le sonrió tímidamente, después de lo de ayer no sabía muy bien como tratarle. No tenía claro si seguir como siempre, como si no se hubieran besado o si podrían llegar a ser algo más. Ser algo más... esa idea se le hacía extraña, inconscientemente miró a Caelan.
El profesor de fuego estaba de espaldas a ellos con las manos en la cabeza. Aiwe lo miró confusa, ¿qué le ocurría? Parecía que estaba molesto con la situación y eso le gustaba a Aiwe, quería decir qeu aunque fuera un poco le importaba a Caelan. Pero eso no era lo que se suponía que debía sentir, si se quería olvidar de él le tendría que dar igual su reacción pero no era así. Aiwe se frotó la frente, le dolía demasiado la cabeza para estar pensando tanto, por lo que mirando fijamente a Caelan decidió romper el silencio incomodo que se estaba creando - ¿También te duele la cabeza como yo Cae? - Sonrió maliciosamente como hacía siempre que Caelan hacía enfadar. - ¿O es que estas celoso?
Aiwe- Mensajes : 520
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
De espaldas a la cama y con las manos sobre su cabeza, a medio camino entre las orejas y las sientes, Caelan bufó de pura frustración y se quedó parado sin saber qué demonios estaba haciendo allí todavía. Su primer pensamiento coherente había sido el de "Lárgate, que aquí no pintas nada gilipollas", pero sin embargo se quedó plantado mientras ignoraba su voz interior. Un leve pulso de rabia lo golpeaba en las sienes constantemente, provocándole los habituales pinchazos que acompañaban sus jaquecas, y aunque sabía que no tenía ningún derecho, estaba enfadado.
¿Era por Aiwe? ¿Estaba enfadado por culpa de Aiwe? No paraba de repetirse a sí mismo una y otra vez que sí, que estaba enfadado, porque por culpa del infantilismo de la profesora de aire él se había pasado la noche sin dormir y porque siempre conseguía provocarle jaquecas, y porque ya llevaba muchos años tratando con ella y la situación le cansaba. Pero, a la vez, lo molestaba que viniera alguien y se inmiscuyera entre ambos del modo en que lo estaba haciendo Evan. Porque Evan se estaba metiendo entre ellos dos y aquello, de algún modo, lo molestaba.
Pero ¿celos?. Ja. Él no estaba celoso. Él no tenía ningún motivo para estar celoso de ellos dos. Por él, podían hacer lo que quisieran.
Por eso, que la muchacha se atreviera a insinuar con voz melosa y aquella sonrisa maliciosa en los labios que incitaba a la burla aquello de - ¿O es que estas celoso? -, le hizo darse la vuelta con la mirada sombría y el pulso latiendo fuerte contra su cuello.
- ¿Celoso? - repitió lentamente, casi siseando, arrastrando las palabras con rabia y con un leve acento cerrado más propio de su idioma natal que de la lengua común que se usaba allí. Entornó los ojos y los fulminó a ambos con la mirada. - ¿Celoso... Por ti? ¿De este? - soltó un sonido burlón más por efecto del enfado que de sus sentimientos reales. - No me hagas reír.
Caelan- Mensajes : 393
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
Una expresión de aburrimiento apareció en el rostro de Evan al escuchar las últimas palabras de Caelan.
[[...Está tan celoso que da asco...]] pensaba, analizando el obvio y breve discurso del profesor de fuego. Le daba rabia darse cuenta tan fácilmente de algo que ellos no podían o no querían ver. No sabía si lo que sentía Caelan era amor, pero que no sintiera nada especial por Aiwe no podía ser más que una broma.
Todavía tenía sueño, y la tensión en el ambiente no bajaba. La verdad era que se estaba cansando un poco de estar en el medio de una escena entre la chica que sutilmente lo había rechazado un día antes y el tipo por el cual lo había rechazado. Así que se dirigió hacia el guardarropas de la profesora de viento y eligió una prenda, esta vez verdaderamente al azar, y se la alcanzó a su dueña.
-Ese camisón es un poco revelador para una mañana tan luminosa, ¿no crees?- dijo sonriendo. En parte porque no le gustaba nada que otros ojos la vieran tanto, y por otra parte porque había encontrado la excusa justa. Si Aiwe aceptaba ir a cambiarse o darse un baño, tendría al menos unos momentos a solas con Caelan.
[[¬w¬ ya que ninguna se anima a crear el conflicto de una vez... XDDD]]
[[...Está tan celoso que da asco...]] pensaba, analizando el obvio y breve discurso del profesor de fuego. Le daba rabia darse cuenta tan fácilmente de algo que ellos no podían o no querían ver. No sabía si lo que sentía Caelan era amor, pero que no sintiera nada especial por Aiwe no podía ser más que una broma.
Todavía tenía sueño, y la tensión en el ambiente no bajaba. La verdad era que se estaba cansando un poco de estar en el medio de una escena entre la chica que sutilmente lo había rechazado un día antes y el tipo por el cual lo había rechazado. Así que se dirigió hacia el guardarropas de la profesora de viento y eligió una prenda, esta vez verdaderamente al azar, y se la alcanzó a su dueña.
-Ese camisón es un poco revelador para una mañana tan luminosa, ¿no crees?- dijo sonriendo. En parte porque no le gustaba nada que otros ojos la vieran tanto, y por otra parte porque había encontrado la excusa justa. Si Aiwe aceptaba ir a cambiarse o darse un baño, tendría al menos unos momentos a solas con Caelan.
[[¬w¬ ya que ninguna se anima a crear el conflicto de una vez... XDDD]]
Re: La primera resaca.
El corazón de Aiwe se aceleró ante las palabras de Caelan. Había sonado enfadado, pero a Aiwe le había dado la sensación de que estaba muy molesto con la situación. Eso hizo que se alegrara por dentro, después de todo le importaba, aunque fuese un poco al profesor. Abrió la boca para contestar pero no le salió nada, no tenía la cabeza para pensar mucho, cada vez el dolor iba a mas.
-Ese camisón es un poco revelador para una mañana tan luminosa, ¿no crees?- Aiwe miró a Evan y volvió su mirada al camisón. Se puso roja al instante. Cogió las sábanas y se cubrió aunque los chicos ya la habían visto. Con las sábanas puestas como si fueran una toga se elevó y se dirigió a Evan que le tendía un vestido. - Gracias - dijo mientras cogía el vestido. - Me voy a dar un baño, que creo qeu me hará bien. - Dicho esto a la puerta qeu le dirigía a su baño, a llenarse al bañera de agua caliente y esperar qeu su cabeza parara de tener vida propia y le molestase tanto. Y, ¿por qué no? Reflexionar sobre lo sucedido.
-Ese camisón es un poco revelador para una mañana tan luminosa, ¿no crees?- Aiwe miró a Evan y volvió su mirada al camisón. Se puso roja al instante. Cogió las sábanas y se cubrió aunque los chicos ya la habían visto. Con las sábanas puestas como si fueran una toga se elevó y se dirigió a Evan que le tendía un vestido. - Gracias - dijo mientras cogía el vestido. - Me voy a dar un baño, que creo qeu me hará bien. - Dicho esto a la puerta qeu le dirigía a su baño, a llenarse al bañera de agua caliente y esperar qeu su cabeza parara de tener vida propia y le molestase tanto. Y, ¿por qué no? Reflexionar sobre lo sucedido.
Aiwe- Mensajes : 520
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
Caelan entornó los ojos mientras Aiwe y Evan charlaban sobre lo adecuado o políticamente incorrecto del camisón de la muchacha (que, por otro lado y ahora que se fijaba, era bastante favorecedor. Aunque nunca, nunca lo admitiría. "Oh, cállate"). Su rabia parecía encontrarse in crescendo, y él se moría de ganas de darse la vuelta y largarse de allí, pero la presencia del profesor de arte lo retenía en su sitio porque, si Evan estaba allí aunque no pintase nada tampoco, Caelan no sería en primero en marchar.
Aiwe anunció que iba a darse un baño y él la ignoró premeditadamente, con los brazos cruzados y la mirada compungida y clavada en las cortinas color vino. La puerta que daba al baño se cerró segundos después y la habitación quedó sumida en un silencio incómodo que él no tenía ganas de romper.
Caelan se dio cuenta, un par de minutos después, una vez la profesora de aire hubo desaparecido de su vista, que ya no estaba tan cabreado ni sentía tanta rabia en su interior. Parpadeó para mirar hacía la cama, dónde Evan estaba sentado y lo miraba con una ceja erguida, y el odio que hasta hacía unos momentos había sentido contra él se disipó para dejar paso a la molestia de siempre. Molestia sana y manejable.
"Nada que una buena taza de té no pueda calmar", pensó.
Sin decirle nada, se acercó al pequeño armarito dónde Aiwe guardaba la tetera y las bolsitas de infusión, y sacó un par de tazas con total confianza. Cuando llenó la tetera de agua y la puso a calentar en la diminuta cocinilla con un gesto de manos, miró a Evan y le dirigió una sonrisa torcida. Torcida y extrañamente relajada.
- Son muchos años, uno aprende ciertas cosas de sus compañeros de trabajo - dijo, preparando el té y dirigiéndole una mirada de reojo a la puerta del baño. Suspiró, extrañamente deshinchado, y sin ganas de iniciar una pelea, se dirigió a Evan. - Supongo que, a partir de ahora, tu también...
Aiwe anunció que iba a darse un baño y él la ignoró premeditadamente, con los brazos cruzados y la mirada compungida y clavada en las cortinas color vino. La puerta que daba al baño se cerró segundos después y la habitación quedó sumida en un silencio incómodo que él no tenía ganas de romper.
Caelan se dio cuenta, un par de minutos después, una vez la profesora de aire hubo desaparecido de su vista, que ya no estaba tan cabreado ni sentía tanta rabia en su interior. Parpadeó para mirar hacía la cama, dónde Evan estaba sentado y lo miraba con una ceja erguida, y el odio que hasta hacía unos momentos había sentido contra él se disipó para dejar paso a la molestia de siempre. Molestia sana y manejable.
"Nada que una buena taza de té no pueda calmar", pensó.
Sin decirle nada, se acercó al pequeño armarito dónde Aiwe guardaba la tetera y las bolsitas de infusión, y sacó un par de tazas con total confianza. Cuando llenó la tetera de agua y la puso a calentar en la diminuta cocinilla con un gesto de manos, miró a Evan y le dirigió una sonrisa torcida. Torcida y extrañamente relajada.
- Son muchos años, uno aprende ciertas cosas de sus compañeros de trabajo - dijo, preparando el té y dirigiéndole una mirada de reojo a la puerta del baño. Suspiró, extrañamente deshinchado, y sin ganas de iniciar una pelea, se dirigió a Evan. - Supongo que, a partir de ahora, tu también...
Caelan- Mensajes : 393
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
Evan pestañeó un par de veces. Extrañamente, y de manera opuesta a lo que imaginaba, el profesor de piel morena se veía menos tenso ahora que estaban a solas. Incluso le habló de manera relajada, aunque no entendió muy bien a qué se refería con lo que había dicho.
-Huh?...- alcanzó a musitar - ¿A qué te refieres? -
Se acomodó mejor en la cama, recostando la mitad de su cuerpo contra la almohada y las piernas en el piso. Todavía tenía bastante sueño, había dormido poco más de una hora con suerte.
-Huh?...- alcanzó a musitar - ¿A qué te refieres? -
Se acomodó mejor en la cama, recostando la mitad de su cuerpo contra la almohada y las piernas en el piso. Todavía tenía bastante sueño, había dormido poco más de una hora con suerte.
Re: La primera resaca.
- Me refiero a que, a partir de ahora, vas a pasar más tiempo aquí, ¿no? -. Caelan no miró a Evan mientras le decía aquello, explicándole el por qué de sus anteriores palabras, porque si lo miraba seguramente se habría vuelto a enfadar, y como no tenía motivos para hacerlo y ya se sentía suficientemente idiota, siguió preparando el té sin inmutarse. El sonido del agua al otro lado de la puerta llegó hasta ellos y Caelan tragó saliva porque sí. - Vas a pasar más tiempo con Aiwe.
Trató de sonar neutral y no entendió el por qué de su tono levemente amargado. Entendía que aquello era algo perfectamente normal y que no había nada de raro (ni malo) en que aquellos nos comenzaran una relación o algo parecido. Se dijo a sí mismo que, lo que le molestaba y hacía que su ceño se frunciera y su estómago se apretara, era precisamente que fuera con Evan con quien la mantuviera, porque el profesor de arte le parecía un poco extraño y a él le preocupaba el bienestar de Aiwe. Aunque disfrutara molestándola y metiéndose con ella. A Caelan, Aiwe le importaba. "Un poquito", admitió para sí.
Vertió el agua caliente en las dos tazas y se dio la vuelta con los labios apretados. Tratando de mirar lo menos posible hacia la cama, donde Evan lo miraba todavía con la ceja erguida y tumbado con expresión de sueño, le tendió una de las tazas de té y arrastró la silla para acercarla a él y sentarse. Haciendo acopio de su aplomo, levantó la mirada hacia Evan y ambos se miraron en silencio unos segundos, midiéndose, analizándose. Con la nariz arrugada, Caelan reconoció para sí que no parecía tan mal tipo. "Y ya van dos veces que le invitas a tomar algo, aunque esta vez solo sea té y sea de Aiwe", se dijo. "¿Por qué será?"
Trató de sonar neutral y no entendió el por qué de su tono levemente amargado. Entendía que aquello era algo perfectamente normal y que no había nada de raro (ni malo) en que aquellos nos comenzaran una relación o algo parecido. Se dijo a sí mismo que, lo que le molestaba y hacía que su ceño se frunciera y su estómago se apretara, era precisamente que fuera con Evan con quien la mantuviera, porque el profesor de arte le parecía un poco extraño y a él le preocupaba el bienestar de Aiwe. Aunque disfrutara molestándola y metiéndose con ella. A Caelan, Aiwe le importaba. "Un poquito", admitió para sí.
Vertió el agua caliente en las dos tazas y se dio la vuelta con los labios apretados. Tratando de mirar lo menos posible hacia la cama, donde Evan lo miraba todavía con la ceja erguida y tumbado con expresión de sueño, le tendió una de las tazas de té y arrastró la silla para acercarla a él y sentarse. Haciendo acopio de su aplomo, levantó la mirada hacia Evan y ambos se miraron en silencio unos segundos, midiéndose, analizándose. Con la nariz arrugada, Caelan reconoció para sí que no parecía tan mal tipo. "Y ya van dos veces que le invitas a tomar algo, aunque esta vez solo sea té y sea de Aiwe", se dijo. "¿Por qué será?"
Caelan- Mensajes : 393
Fecha de inscripción : 19/01/2011
Re: La primera resaca.
- Me refiero a que, a partir de ahora, vas a pasar más tiempo aquí, ¿no? [...] Vas a pasar más tiempo con Aiwe. -
El profesor de arte volvió a pestañear varias veces frente a aquella respuesta. Pero enseguida devolvió los ojos a su posición original, un poco caídos por el sueño. Acomodó mejor su cabeza en la almohada - Quién sabe... - murmuró, aunque lo volvió a pensar - No creo que Aiwe-chan tenga pensado volver a emborracharse pronto... - completó, sonriendo por las imágenes de la tarde anterior que se le venían a la cabeza.
Observó aún con curiosidad cómo Caelan terminaba de preparar el te y se le acercaba para ofrecerle una taza, sentándose cerca de él y esquivándole la mirada. Al cabo de unos segundos, se miraron por fin a los ojos, midiéndose y analizándose mutuamente. Llegó a pensar que era bastante apaciguado para ser el profesor de fuego, pero lo vio más como una cualidad que como una falta.
No creía que sacarían mucho con un cruce de miradas, así que le agradeció el te levantando un poco su taza, como si de un vaso de cerveza se tratara. Tomó un poco y decidió romper el silencio. - Me alegra tener un rival en lugar de un enemigo- dijo, sonriendo aliviado. Estaba seguro de que el profesor de fuego conocía la diferencia entre aquellos dos términos. Al rato, una risa se le escapó de repente, y fue creciendo paulatinamente, hasta sentir la necesidad de encorvarse con una mano en su abdomen de tanto reir.
-...Te debo algunos tragos...!- dijo como pudo, con la voz ahogada en risas y los ojos llorosos de cerrarlos con tanta fuerza. Recordaba las mil y una vueltas que había tenido que dar Caelan aquella noche de cervezas, con él y Aban borrachos a cuestas, y más fuerte se reía.
El profesor de arte volvió a pestañear varias veces frente a aquella respuesta. Pero enseguida devolvió los ojos a su posición original, un poco caídos por el sueño. Acomodó mejor su cabeza en la almohada - Quién sabe... - murmuró, aunque lo volvió a pensar - No creo que Aiwe-chan tenga pensado volver a emborracharse pronto... - completó, sonriendo por las imágenes de la tarde anterior que se le venían a la cabeza.
Observó aún con curiosidad cómo Caelan terminaba de preparar el te y se le acercaba para ofrecerle una taza, sentándose cerca de él y esquivándole la mirada. Al cabo de unos segundos, se miraron por fin a los ojos, midiéndose y analizándose mutuamente. Llegó a pensar que era bastante apaciguado para ser el profesor de fuego, pero lo vio más como una cualidad que como una falta.
No creía que sacarían mucho con un cruce de miradas, así que le agradeció el te levantando un poco su taza, como si de un vaso de cerveza se tratara. Tomó un poco y decidió romper el silencio. - Me alegra tener un rival en lugar de un enemigo- dijo, sonriendo aliviado. Estaba seguro de que el profesor de fuego conocía la diferencia entre aquellos dos términos. Al rato, una risa se le escapó de repente, y fue creciendo paulatinamente, hasta sentir la necesidad de encorvarse con una mano en su abdomen de tanto reir.
-...Te debo algunos tragos...!- dijo como pudo, con la voz ahogada en risas y los ojos llorosos de cerrarlos con tanta fuerza. Recordaba las mil y una vueltas que había tenido que dar Caelan aquella noche de cervezas, con él y Aban borrachos a cuestas, y más fuerte se reía.
Re: La primera resaca.
- Quién sabe... No creo que Aiwe-chan tenga pensado volver a emborracharse pronto...
Caelan esbozó una sonrisa casi sin darse cuenta, y le acabó dando un trago a su té porque no quería parecer demasiado relajado y dar una imagen que no acordaba con su estado de ánimo, pero... Es que le hacía gracia. Caelan se dio cuenta de que, si algo había ocurrido la noche anterior entre Evan y Aiwe, había sido porque ella había bebido y no solía hacerlo ("¿Como no lo pensé antes? Pero si yo ya lo sabía..."), y aunque aquello no aseguraba nada ni le hacía confiar más en él, lo calmo. Extraño y cierto.
- Me alegra tener un rival en lugar de un enemigo - dijo el otro de repente, tomándolo por sorpresa.
- A mi también - respondió unos segundos después casi sin pensarlo dos veces, levantando la taza a su vez con un mohín serio que hasta parecía de broma. Evan, que hasta el momento se había mantenido serio y calladito, sonrió y comenzó a reír. Caelan irguió una ceja en su dirección y le devolvió levemente la sonrisa, curioso. - ¿Qué te hace tanta gracia?
Caelan esbozó una sonrisa casi sin darse cuenta, y le acabó dando un trago a su té porque no quería parecer demasiado relajado y dar una imagen que no acordaba con su estado de ánimo, pero... Es que le hacía gracia. Caelan se dio cuenta de que, si algo había ocurrido la noche anterior entre Evan y Aiwe, había sido porque ella había bebido y no solía hacerlo ("¿Como no lo pensé antes? Pero si yo ya lo sabía..."), y aunque aquello no aseguraba nada ni le hacía confiar más en él, lo calmo. Extraño y cierto.
- Me alegra tener un rival en lugar de un enemigo - dijo el otro de repente, tomándolo por sorpresa.
- A mi también - respondió unos segundos después casi sin pensarlo dos veces, levantando la taza a su vez con un mohín serio que hasta parecía de broma. Evan, que hasta el momento se había mantenido serio y calladito, sonrió y comenzó a reír. Caelan irguió una ceja en su dirección y le devolvió levemente la sonrisa, curioso. - ¿Qué te hace tanta gracia?
Caelan- Mensajes : 393
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