De vuelta al inicio...

Sonreí. - ¿Qué quieres hacer, Kris? ¡Vamos, será divertido! Si somos novios, podemos hacer lo que nuestros corazones dictan, yo quiero hacer lo que tu digas. - Ladeé la cabeza mientras cerraba los ojos.

Bajé la cabeza permitiéndo que el cabello me cubriera el sonrojo, y le hablé así mientras ella me sonreía y ladeaba su cabeza -pues... si no fuera mucha molestia eeeh... me agradaría, al menos solo por esta vez... dormir contigo como lo hacen las parejas sentimentales, leí un poco de ello pero... no sé para que sea, algo debe significar... creo que es lindo- le dije mientras bajaba los brazos y los estiraba hacia abajo, un reflejo de nerviosismo que suelo manifestar aunque ya rara vez me ponía así, Clio es la única persona que puede hacerme sentir así por indefinidas veces.

La noche ya empezaba a caer, y terminabamos de cenar los panques. Yo esperaba su respuesta, el sonrojo me traía por las nubes y con los besos se acentuaba el efecto más y más.

Miré con una sonrisa a Kris. - ¡Dormiremos juntos esta noche, entonces! - Parpadeé un par de veces. - Hey, ¿me quito la ropa entonces? Y si tengo frío, ¿me abrazarás? - Dije mientras ponía mis manos en mis rodillas y sonreía. En verdad, era la primera vez que dormiría con alguien que no era mi hermano, y si era Kris, me emocionaba bastante.

Era como si la lluvia estuviera cayendo sobre mi cabeza, el nerviosismo de la situación y el sonrojamiento no solo me habían provocado sudar bastante, sino además algo de dolor en las sienes (traducción: >/////////<) por lo que me levanté de la silla y le miré... ¿por qué ella no se sentía igual y yo si? ¿será que no entendía? no lo creo... ella también suele sonrojarse por los besos y algunas actitudes mías -Bueno pues... si tu gustas desvestirte adelante, solo que lo que hagas yo también lo hago por lo que si te desvistes yo también lo haré, y no te preocupes que yo te abrazo si te llega a dar frío... es curioso, dudo que tengas frío esta noche a pesar de la lluvia pues soy una persona que genera mucho calor, no entiendo bien porque pero... te serviré de cobija extra en dado caso-

Me había dirigido a ella con una sonrisa nerviosa y un tono agradable, la verdad es que... era emocionante esto, algo completamente nuevo para mí.

Nos dirigimos hacia mi habitación, Terracanis dormía en la suya muy profundamente "seguro no despertará hasta mañana, ya lo conozco... duerme a pierna suelta, es lo único que no tiene de perro" pensé; y la mía se encontraba al fondo.

-Y... bueno Clio... ¿lo harás? si tu gustas hacerlo adelante que yo también lo haré- le dije bajando la cabeza y volviéndo a sonrojarme, me sentía muy nervioso de estar junto a ella y así pero... no me arrepentía en absoluto, por el contrario.

Me puse un poco nerviosa y lo miré de reojo. - B-Bueno... - Dije mientras bajaba un poco la mirada y me sonrojaba. Me quité el vestido rápidamente y corrí a la cama, abrazando un cojín. - Eh... eh... me pongo un poco nerviosa... no sé por qué... - Lo volteé a ver bruscamente. - ¿Tu también te quitarás la ropa? ¿Estás seguro que no te dará frío? Creo que siento una ligera brisa por aquí... - Dije mientras veía por encima de mi hombro.

-Umm tiene poco de construida la habitación, pero ya había llovido anteriormente por aquí y no tiene fugas por lo que yo creo que la brisa es simplemente el ambiente de la habitación- le dije ya despreocupado, intentando calmarla... creo que este juego del nerviosismo era como una pelota que nos lanzábamos entre uno y otro, cuando yo lo tenía ella no y cuando ella lo tenía yo no

-yo también me la quitaré, no te preocupes ya que... mientras estemos cerca uno del otro no nos dará frío, además el clima por esta temporada no es excesivamente frío así que con los cobertores mas la textura de la cama, mas el estar juntos... serán más que suficientes- le dije mientras me quitaba la ropa por igual hasta quedar completamente desnudo al igual que ella. Me metí a la cama junto a ella y la cubrí con los cobertores al igual que me cubría con ella, yo tenía algo de calor incluso pero ella empezaba a tiritar de frío...

Kris era tan cálido. Me recargué en su pecho, sonrojada. Poco a poco se que quitaba el frío. - Gracias, Kris... ¡ya no me siento tan rara! Eres... tienes mucha paciencia conmigo. - Dije mientras cerraba un poco los ojos.

No estoy seguro de que haya pasado esa noche, ya que... luego de que Clio cerrara los ojos se quedó profundamente dormida, y por consiguiente yo también lo hice luego de verle... es tan hermosa cuando está dormida, pareciera un ángel en letargo.

Pero algo más pasó que nos involucró a los dos, me sentí muy cerca de ella como si... algo nos hubiera puesto a la deriva de la razón, donde la explosión física y emocional convergen, una balanza entre sentimientos y atracción corporal que fue dada casi por instinto... no lo puedo comprender bien aún, fue un tanto difícil ya que no me encontraba del todo consciente, incluso dudo que pueda haber pasado y que mi imaginación me haya jugado una mala ¿o sería real? si así lo fuera... sería lo más apasionante que haya vivido hasta la fecha, puesto que ella compartió ese mismo mar de reacciones para conmigo, y eso... nos convirtió en uno solo.

Fue una noche lluviosa, siendo probablemente hasta la madrugada cuando paró ya que al amanecer el cielo se encomtraba completamente despejado. Desperté pero no había abierto los ojos, estaba recostado de lado pensando seriamente si lo del día anterior no había sido un sueño, o una ilusión mía... pero sentí una mano suave y delicada en mi hombro, que estaba seguro no era mía pues moví mis dos manos buscando sentirlas. Abrí los ojos y tenía frente a mi dos hermosos ojos multicolores, un caso especial de heterocromia que me hechizaba siempre que la veía, si era Clio...

Abracè su delicado cuerpo y le besé lenta y cálidamente... luego de un momento me separé un poco y abriendo los ojos le dije.

-buenos días Clío... ¿cómo amaneciste?-

Sonreí mientras me levantaba de la cama. - ¡Bastante bien! - Lo miré de reojo. - ¿Quieres algo de desayunar en particular? - Sonreí mientras me acercaba al vestido y me lo ponía. La noche había sido larga, y habían varias cosas que me resultaban borrosas y poco creíbles. Miré a Kris con una sonrisa. - Puedo hacerte algo rico de desayunar e irme a la Academia, aún es temprano.

Se levantó y se puso el vestido que guardaba de ella, el mismo que traía ayer luego de que se cambiara de ropa. Pareciera que se hubiera arreglado previamente sin embargo yo le ví despertar y levantarse junto conmigo ¿es que acaso era por ser ninfa? ¿o sería su belleza natural la que conseguía esa apariencia?. Al escuchar que se retiraría más tarde a la academia recordé que yo también tenía que ir a revisar algunas cosas, pero faltaba todavía parte de la mañana por transcurrir para que fueramos.

Lo de la idea de que volviera a cocinar en mi casa se me hizo maravillosa, Clío es una talentosa cocinera desde que empezó en la antigua cabaña donde vivíamos con Helio, solo que el en ocasiones echó a perder la cocina por mala gana... tal vez por la discusión que a veces se suele dar entre hermanos, que más que problemática incluso tarde que temprano resulta divertida.

-¡Claro que si! quisiera probar algo que a ti te guste comer, puedes revisar la alacena que tengo varios ingredientes ¡espero te guste mi cocina!- sonreí y enérgicamente me levanté, poniéndome al menos mi ropa interior y mi pantalón. Fuimos bajando lentamente hacia la cocina... y honestamente, luego de estar con ella así, siento que estoy entablando una comunicación más amena con ella ¿tendrá algo que ver lo que podría haber pasado?

Me sentía en las nubes... tanto que al terminar de bajar la escalera sonreí sonrojado y le abracé por la espalda -Te amo como a nadie más en mi vida ¡me has hecho tan feliz desde que te conozco! quisiera... que de ahora en adelante vivas conmigo, si necesitas algo aquí me tienes y mi casa es tu casa, como tu quieras decidir...- le dije mientras olía su cabello y pegaba mi mejilla con la suya.

Me sonrojé mientras pensaba. ¿Mudarme con Kris? Lo miré de reojo. - ¿Vi-Vivir contigo? Bueno... - Me encogí de hombros mientras desviaba la mirada. - Sería una maravillosa idea. ¡Lo haré! - Sonreí mientras tomaba sus manos, él seguía abrazandome. - También te amo... ¡eres una de las personas más importantes para mi!

Le solté mientras nos dirigíamos lentamente hacia la cocina, creo que esa había sido la mañana más feliz que haya pasado en mis cortos 2 siglos y algo de vida... y todo gracias a ella.

Mientras entrabamos a la cocina y ella revisaba las alacenas poco a poco para ver que preparaba le dije -Entonces hoy terminaré mi trabajo temprano y vendré a acomodar la habitación ¡ya verás que queda lindo y acogedor! espero que te guste el estar aquí, haré todo lo posible porque te la pases a gusto y descanses en nuestra casa-

Clio había sacado muchas cosas y las puso en una barra que utilizo para picar, ordenar ingredientes y demás -esperaré a ver el platillo que hagas, cualquier cosa o duda que tengas dime y te ayudo- le dije sonriendo.

- Ya veo... - Lo miré de reojo. - ¿Ya no dormiremos juntos? - En realidad me había agradado pasar la noche con él, me preguntaba si eso tampoco se hacía.

Su semblante cambió instantáneamente de felicidad a decepción, y su tono de voz también. En realidad pensaba que si dormíamos separados sería mejor aunque... algo dentro de mi me decía que es mucho mejor dormir con ella a un lado, acompañado, y la verdad es que me encantó dormir con ella, es una manera muy dulce y tierna de despertar que nunca cambiaría por nada.

-N... ¡nooo! digo... es decir ¡siii! ¡dormiremos!... juntos- me puse rojo como un jitomate y me encogí de hombros, aún a pesar de que parecía que ya había pasado toda mi vergüenza con las acciones de Clio me di cuenta que hay cosas de ella que tal vez nunca me hagan cambiar. Me fascina cada momento que paso con ella, y por difícil que suene de creer me gusta sonrojarme, al menos por causa de Clio que creo que es la mejor manera de pasar por ello.

Me acerqué a ella y le toqué suavemente su mejilla con mi mano derecha, tenía una duda...

-Oye Clio... no sé si fue un sueño lo que pasó anoche pero... necesito saber si tu...- quería saber que había pasado, era importante ya que... nunca había vivido algo así.

Lo miré fijamente. - Eh... sea lo que sea que pasó... pasó... ¿también fue algo que no debía de pasar? - Ladeé la cabeza. No estaba segura de lo que había sucedido, pero... pensaba que había sido lindo.

-No... para nada Clio, creo que todo lo que pasó debía de haber pasado después de todo, y es correcto- respondí pausadamente algo perplejo, ya que efectivamente se había dado pero con poca razón de conciencia ya que fue casi en su totalidad, plenamente por instinto ese acercamiento -fue una reacción muy... placentera ¿no crees? no sé bien que fue lo que pasó pero, espero que tu también lo hayas sentido de la misma manera, además de que fue hermoso... estar tan cerca de ti-

La abracé nuevamente, algo pasaba en mi que cada vez que me acercaba a ella y tenía contacto deseaba estar junto a ella más y más, era extraño ¿sería que ese deseo era parte del enamoramiento? ¿por qué crece y nunca termina?

Susurraba casi con mi propia respiración a Clio, muy de cerca a su oído -Amo estar contigo... por encima de cualquier cosa que sea permitida e incluso prohibida. Seguiremos durmiendo como esta noche... ¿verdad? si tu gustas claro...-

- ¡Claro! - Dije mientras lo volteaba a ver. - En mi aldea decían que siempre hacía falta tener una mujer en casa. - Sonreí. - Seguro Terracanis estará complacido de tener a Flo cerca, igual.

-Sip... una mujer en casa... me recordaste a mi madre ya que, después de ella tu eres la segunda mujer en mi vida... me pregunto como estará luego de lo que pasó- me quedé pensando y regresé al pasado nuevamente, tantos recuerdos tristes de cuando vivía en los erosionados bosques de Costa Fría... no entiendo como pude vivir en un lugar tan seco y árido hasta ahora, y por lo que decía Clio... recordé a mi madre y su difícil situación con nosotros, como mi padre cambió tanto de un momento a otro y como yo...

Tenía que regresar en mi mismo, detestaba recordar eso y si me ponía a relatarle a Clio pasarían dos cosas: no iríamos a la escuela o llegaríamos tarde, y revelaría algo que tal vez no esté listo para decirle a ella.

-Pero bueno, eres la mujer que más feliz me ha hecho, si que has hecho falta durante todos estos años que te retiraste a buscar complementar tu conocimiento. Me alegro que nos hayamos vuelto a ver después de todo, y Terracanis si que estará complacido de tener a Flo cerca... aunque se hace el fuerte y cree que es de piedra- me reí luego de eso, ya que es divertido ver a Flo coquetearle a Terracanis mientras el pone la cara dura pero por dentro está hirviendo -por cierto... y Flo ¿dónde está?-

Levanté la mirada. - Bueno, Flo y Phyro casi siempre andan juntos, aunque Flo suele hacerlo molestar. Supongo que deben estar juntos... - Sonreí mientras volteaba la mirada. Kris parecía distante al hablar de su pasado, era algo parecido a mi... sólo que había aprendido a fingir sonrisas cuando lo hacían... algo que tanto Phyro como Flo, tristemente, aprendieron. - ¡Listo! ¡Espero te guste! - Dije mientras le daba un plato a Kris y tomaba otro. - Le dejaré un poco a Terracanis, por si se le antoja...

La mañana había alumbrado al flojo canino, quien como buen perro que fuera se estiraba para todos lados. Bajó lentamente de la habitación donde estaba, siendo que tenemos tres en la cabaña y como le gustan los espacios pequeños se queda en la más pequeña de ellas.

Aún amodorrado por el sueño y caminando algo torpe y lento se aproximó a la cocina, viéndonos a nosotros prepararnos para desayunar.

-Y hablando de el... mira Clío que flojo viene- le dije a Terracanis mientras le acercaba su plato -¿quieres desayunar? Clío preparó el desayuno y estoy seguro que te va a encantar- pero el canino andaba viendo a las nubes probablemente ya que no me puso gran atención, al parecer aún traía sueño.

-Creo que debería quedarse a dormir este día ¿no crees Clío? o mejor debería acompañarnos para traer a Flo- miraba a Clío mientras movía las cejas de arriba a abajo. El familiar se puso rojo de vergüenza y se hizo el duro mientras comía lentamente... Clío y yo reíamos.

Pasó la mañana y a todo esto, y luego de estar dos veces a punto de decirle lo que fui creo que era momento de decirle la verdad a ella. Incluso Terracanis se enterará de todo...

-Oye amor... tengo algo que decirte, pero quisiera comentártelo esta noche y que si gustan Terracanis y Flo escucharnos, están en su derecho. Es acerca de mi pasado y como es una larga historia necesito tiempo para contarlo todo, mereces saber quien soy... más que nadie- tomaba su mano mientras le dije todo esto, y después de todo quería asegurarme que dijera solamente la verdad y nada más que ello.

Asentí. - Supongo que si es importante, podremos platicar... - Sonreí mientras corría hacia él. - Me iré adelantando, ¡platicaré un poco con Helio antes de comenzar las clases! - Le di un ligero beso en los labios y me fui corriendo.

Caminaba lentamente a través del camino de cerezos en dirección a la escuela de nuevo, con un maletín al hombro pero esta vez venía solo, Terracanis se quedó en casa y quiero suponer que fue para hacerle arreglos, al menos destrozos. No sé, con todos es comunicativo pero con Flo es un caso aparte, y se hace de piedra... tal vez si siente algo por ella.

-Oye Clío, ten cuidado con lo que le digas a Helio, ya sabes que luego se molesta de nada. Yo estaré en mi despacho documentando un proyecto, te veo en la hora de la comida ¿ok? te amoo- todo eso se lo grité mientras ella corría presurosamente hacia la escuela. Espero que se encuentre bien durante el trayecto, y espero terminar pronto mi trabajo ya que Terracanis no vino y me pudo haber sido una útil ayuda.