Dos que no se entienden o eso parecía

"¿Noto cierto tono de celos, brisillas?", bromeó, elevando también su vaso para verla a través del líquido oscuro. El juego parecía haber quedado un poco apartado. "Tu has besado a Caelan también". No era una pregunta, era una afirmación. "¿Acaso eso no te hace ni un poco feliz?". Sentía curiosidad, porque aquello era algo que escapaba a su conocimiento. Era la primera vez que hablaba con alguien sobre aquellas cosas, porque con Caelan no podía hablar de nada relacionado con los sentimientos, y Moses no era de abrirse mucho con los demás. Sentía realmente muchísima curiosidad.

- ¿Feliz? Sí, estaba muy feliz cuando me lo dio. - Bajó la cabeza, no sabía porque se lo estaba contando, pero siguió haciéndolo - Pero luego hablé con él y me dijo que no había significado nada, que solo le apetecía hacerlo. - Golpeó la mesa con el vaso. - ¿Sabes lo que duele eso? - Una lágrima empezó a caerse por su mejilla pero ella ni lo notó - ¿Sabes lo que es sentirte invisible? Llevo detrás suyo des de que estudiaba aquí, y él ni sabía que yo existía hasta que empecé a trabajar como profesora. Aún así solo me habla para tomarme el pelo. - Lo miró a los ojos con los suyos llenos de lágrimas - ¿Crees que puedo estar un poco feliz? - Se puso las manos en la cara, no quería llorar, pero las lágrimas no cesaban. Aiwe supuso que eso era efecto del alcohol, porque tampoco entendía porque le había dicho todo eso a Moses.

Moses botó un poco en su silla, y escuchó la voz aguda de Aiwe mucho más alta que normalmente. Se tapó las orejas y la escuchó de todos modos.
"No te enfades", lloriqueó, debido al alcohol. "Era solo una pregunta... ¿Cómo iba a saberlo? Te recuerdo que yo nunca...", se calló, pensativo. De modo que Aiwe había besado a la persona que amaba pero aquello solo le había provocado más dolor, porque las cosas no habían salido como ella esperaba. No pudo evitar poner mala cara. "Que tonto es Caelan... En serio..."

- Yo.. ya se que no debo enfadarme contigo - sollozó con al voz más baja - No quería chillarte... pero... - Se puso las manos en la cabeza - Creo qeu la cabeza me va a estallar Moses. - Dijo de golpe volviendo a la normalidad.

"¿Quieres irte?". Moses se sorbió la nariz viendo a Aiwe casi deshecha. "Lo siento", lloriqueó, levantándose y yendo hacia ella para sentarse a su lado.

- ¿Lo sientes? - Aiwe miró al muchacho - No sientas nada - se levantó y se apoyó a Moses - Para de mover el suelo, ¡no es divertido! - todo a su alrededor giraba.

"Pero Aiwe...". Moses parpadeó y miró el suelo, centrándose, notando que en realidad no pasaba nada. Pasó un brazo por la cintura de la profesora y la miró con culpabilidad. "Vamos, te llevaré a tu cuarto... O Geel me matará"

- Pero si yo estoy bien, solo se tiene que parar de mover el suelo - Rió, no atinaba en los pasos y se elevó un poco - Ahora esta mejor, además, tú no puedes entrar en el recinto femenino, y Geel.. - hizo una pausa la ver que la patita la estaría esperando en su habitación - Geel se va a enfadar conmigo, porque llego tarde.

"Geel no se enfadará contigo", pensó Moses con fastidio en cuanto Aiwe se elevó y comenzó a flotar de aquí para allá con expresión ausente. El familiar guardó la botella, que estaba medio vacía, de nuevo en el armario y gruñó, molesto, porque la boca le sabía a vodka de moras y a metal y aquello era asqueroso. "¿No te acuerdas? Está con Fidel". Sus pensamientos adoptaron un tono molesto y amargo, y, con la cabeza dándole vueltas, agarró a Aiwe de las piernas para hacerla bajar un poco (sin que tocara el suelo) y poder llevarla hasta su habitación.

Aiwe se puso la mano en la cabeza, sorprendida. - ¡Es verdad! Me dijo que estaba preocupada por él y que quería ir a buscarlo. Espero que se encuentren bien... - susurró mientras Moses al dirigia hasta la puerta para salir del despacho e ir a su habitación. Estaba a punto de llegar a al puerta cuando giró la cabeza hacía Moses, se mareó y acabó chocando contra la pared. - ¡Corcholís! - Chilló - ¡No me muevas las puertas de sitio bolucha!

Moses suspiró, derrotado, y se le escapó una risilla a traición. Agarró a Aiwe para que no se le escapara y se golpease de nuevo, y ambos salieron de nuevo al pasillo, cerrando el despacho tras ellos ruidosamente.
"Venga, váaaaamonosh", murmuró, empujando a Aiwe para que se pusiera a flotar en la misma dirección que él.



(Y aquí ya puede entrar Evan n__n)

Evan tarareaba por lo bajo una canción alegre mientras terminaba de cerrar la puerta de su despacho, al fin había acabado la larga jornada de aquel día. Se disponía a seguir camino hacia la cocina para buscar a Clio y pedirle caprichosamente que le preparara algo, pero unos ruidos en dirección opuesta llamaron su atención. Echó un vistazo y visualizó dos figuras al final del pasillo.

Irguió su figura de forma entusiasta [[Oh~ ♥ es Aiw--]] pero pestañeó y rápidamente volvió a una expresión seria [[¿Quién es ese crío?...¬¬]] se preguntó al notar que había cierta confianza entre Aiwe y su acompañante. En principio creyó que se trataría de un alumno, pero no llevaba el uniforme, y además los alumnos no solían pasearse por los despachos de los profesores.

Decidió ir a investigar saludar. Se acercó a paso lento y con una sonrisa formal en su rostro - Aiwe-chan, buenas tardes ♥ - saludó, echando un vistazo rápido al pelirrojo.

Habría tenido mejor oportunidad de estudiar a aquel chico si su atención no se hubiese concentrado en el fuerte olor a alcohol que se hacía presente de repente.

Aiwe se dejaba conducir por Moses, con una mano en la cabeza que le dolía por el choque contra al pared. Se estaba intentado serenar cuando oyó que la llamaban - Aiwe-chan, buenas tardes ♥ - Aiwe miró en busca de la procedencia de la voz y vio a Evan, dejó a Moses y se fue volando a los brazos de Evan. Lo abrazó - ¡Evaaaaaaan! Buenas tardeeees.

Moses sintió un tirón, un escalofrío y un pinchazo en la cabeza a la vez, mientras andaba algo ausente, tirando de Aiwe en dirección a los dormitorios. Una voz chillona fue la responsable de aquel pinchazo.
"¿Ah?", pensó, aturdido, levantando la mirada hacia el hombre que, parado frente a ellos, abría los ojos con sorpresa ante el abrazo de Aiwe. El escalofrío se repitió cuando clavó los ojos en él, y algo le dijo que no era de fiar. Lo miró con cautela y trató de dar un paso hacia atrás, pero casi tropezó con sus propios pies y prefirió quedarse quietecito, mirando con los ojos entornados.

¿Olor a alcohol? ¿chico pelirrojo? ¿pasillos? ¿Academia??? Todo se le desencajó de la mente al ver y sentir la reacción de Aiwe.
Por instinto le devolvió el abrazo, pero la expresión de desconcierto fue casi tan grande como el olor que volvía a percibir en el ambiente. A duras penas logró relacionar aquel olor con la profesora de Aire y su acompañante, y reaccionó. -Eek, Ai..w...e-chan?? ;;;;; - preguntó, separándola un poco para ver bien su rostro.

Aiwe miró a Evan cuando él la separó. Estaba roja a causa del alcohol y con los ojos un poco hinchados de llorar. Al ver al cara que ponía Evan de no entender nada rió, demasiado, volvió a mirarlo y se puso la mano en la boca para intentar parar de reír. - Lo siento Evan, yo no quer... - no pudo acabar al frase porque involuntariamente volvió a reírse. Se puso las manos en la tripa que le dolía de reírse tanto. No podía parar, y ella quería porque tampoco le encontraba tanta gracia a al situación.

Moses entornó los ojos y se irguió de nuevo, levantando la cabeza para ver bien a ambos profesores (Porque supuso que aquel hombre debía ser un profesor. Era extraño. Caelan no le había hablado de él. Volvió a sentir un escalofrío).
"¿Aiwe?", dijo, y su voz sonó pastosa y descarada. "¿Quién es este? No me gusta", gimoteó, estirándola del vestido para marcharse.

Evan veía con asombro cómo Aiwe se perdía entre sus carcajadas sin poder completar sus palabras. Luego de unos segundos entrecerró los ojos y puso cara de "está más borracha que barril de cerveza" y dirigió la mirada al pelirrojo, que lo observaba con mala cara y tironeaba del vestido de Aiwe.

"¿Aiwe? ¿Quién es este? No me gusta"

Frunció el ceño - Pues tú tampoco pareces de lo más agradable ¬¬ ¿Qué tienes que ver con Aiwe-chan? - una clara mirada de celos se le dibujaba en el rostro.

Aiwe se cogió del brazo de Evan para no perder el equilibrio mientras Moses tiraba de su vestido. Cerró los ojos para que la cabeza parara de darle vueltas, pero aún se mareaba más. Los abrió y se intentó quedar quieta. - Chicos, no os mováis tanto, por favor. ¡Quietos los dos!

Con la mano que tenía libre señaló a Moses mientras miraba a Evan - Él es Moses, también conocido como bolucha, es el familiar de Caelaaan... - alargó el nombre de Caelan e hizo una mueca rara cuando acabó de pronunciar el nombre, estaba enfadada con él y no quería ni nombrarlo. Pasó a señalar a Evan y a mirar a Moses. - Bolucha, este es Evan, profesor de arte que hace unos marcos para espejos preciosos y unas trenzas maravillosas. - Se los miró y rió - Encantada de presentaos.

Dicho esto se apoyó contra la pared. - Creo... creo qeu no me encuentro muy bien - la cabeza no paraba de darle vueltas.

Moses entornó todavía más los ojos y emitió un sonido parecido al bufido de un gato enojado. Miró alternativamente a Evan y a Aiwe, molesto, y la misma sensación de disconformidad que iba creciendo dentro de él cada vez que miraba al profesor de arte se sumó a una molestia por las palabras de Aiwe.
"Yo no soy una bolucha", dijo, ofendido, como un niño pequeño. "Eres fea y mala, ya te las apañarás par volver a tu cuarto. Y tú", señaló a Evan y entrecerró los ojos. "También eres feo", dictaminó sin saber por qué. "Cuídate de Aiwe, que esh maaaala y... Y... Aquí habrá peligro". Dio un paso hacia el pasillo y se alejó, adoptando de nuevo su forma natural de limníade y alejándose de ellos. Iría a buscar a Caelan y se alimentaría. Ya se las apañarían sin él....

Evan observaba con curiosidad los movimientos y gestos de Aiwe. No se imaginaba que la muchacha tuviera la costumbre de emborracharse de esa manera, y al escucharle pronunciar el nombre del profesor de fuego terminó de comprender. Había notado sus ojos hinchados, eran ojos de haber llorado, y no sólo de risa. Sintió un poco de pena y odio al mismo tiempo.

[[Aunque... no puedo negar que se ve graciosa]] pensó aguantándose la risa.

Aiwe se encargó de presentar a Moses con Evan y viceversa. Una gota de sudor bajó por su frente al escuchar que Moses no sólo era un Familiar, sino que su dueño era aquel fumador compulsivo al que llamaban Caelan. [[Tsk... lo que me faltaba... ]] pensó. Intentó calmarse recordando la buena experiencia que había tenido con Blau-tan y, por qué no, con Phyro. Pero por alguna razón presentía que éste caso iba a ser diferente.

El pelirrojo respondió ofendido algunas palabras a Aiwe, y también repartió algunas para él. "Eres fea y mala, ya te las apañarás par volver a tu cuarto. Y tú", señaló a Evan y entrecerró los ojos. "También eres feo", dictaminó sin saber por qué. "Cuídate de Aiwe, que esh maaaala y... Y... Aquí habrá peligro"

Evan observó cómo se alejaba, transformándose en limníade. -Mejor que te cuides tú... con esa borrachera....-

Giró la mirada hacia el lado y se encontró con Aiwe.

[[Entonces... ¿al fin te tengo para mí?...]] pensó maravillado.

Mientras Moses se alejaba Aiwe se mordió el labio. La había llamado fea, fea y mala. Y ella no era ni fea ni mala, ¿o si? La cabeza empezó a darle más vueltas. Miró a Evan con los ojos lagrimosos. - Evan ¿yo soy fea y mala como ha dicho la bolucha? ¿Verdad qué no? - Se pasó una mano por el pelo para apartarselo de la cara y empezó a recogerselo en un moño, tenía mucha calor.

-Por supuesto que no, no deberías escuchar a esa bolucha- dijo, riéndose por aquel sobrenombre. - Eres hermosa y única - sonrió. Le hubiera gustado más decirselo cuando estuviese sobria, pero aquella tampoco era una mala oportunidad.

Le tomó la mano y comenzó a caminar - Vamos, te llevaré a tu cuarto - dijo. - aunque me muero de ganas por verte tambalear como un flan otra vez - bromeó entre risas.

Durante el camino se instaló un pequeño silencio. La cabeza del profesor de arte trabajaba a mil por hora, al punto de llegar a sentirse como el lobo de Caperucita Roja. Sabía que algún provecho intentaría sacar de aquella situación.

((lo dejo hasta ahí porque creo que deberiamos abrir otro thread en el recinto femenino después de tu respuesta, no? ^^))

-Por supuesto que no, no deberías escuchar a esa bolucha. Eres hermosa y única - Aiwe se puso las manos a la cara, avergonzada. Mientras reía iba susurrando con una melodía - Soy hermosa y única, soy hermosa y única.... - Evan le cogió la mano y ella se dejó guiar canturreando que era hermosa y única. La cabeza ya no le daba tantas vueltas pero aún no era responsable de sus actos y no podía caminar sola.

Durante el camino estuvieron en silencio que Aiwe rompía de vez en cuando para reír. Estaba agarrada a Evan y no lo dejaba, se estaba relajando un poco. En un momento de lucidez pensó que el tendía qeu agradecer a Evan el llevarla a su habitación, pero ya lo haría más tarde.

((Abre el thread y yo contesto ^^))