Gran apertura: Baile de Máscaras - Clio y Kris

La chica se acercó a mi junto con su hermano, ambos se habían vestido bastante bien pero... - ¿Clio? te ves... - no dejé terminar la expresión, no pude en ese momento hacerlo y preferí atragantarme con los bocadillos que traía entre las manos para evadir mi gesto de nerviosismo. Clio respondió con una risita lo cual terminó por sonrojarme.

Algo le dijo Helio pero no lo noté, estaba desviando la atención buscando la manera de tranquilizarme, Clio simplemente asintió a lo que haya dicho su hermano y el chico alado se retiró de donde estabamos "podría haber escuchado lo que le dijo pues para algo tengo estas orejotas pero... ¿por qué me pongo así? ¡me quita la coordinación!"

Invité a Clio a salir a la pista de baile, sabiendo que la pieza anterior había terminado pues era algo que había pedido al director de orquesta y quien accedió loco de contento a interpretar la composición.. Siempre quise escuchar en vivo esta sinfonía que a mi parecer está perfecta para un baile de esta calidad:


- Sé que es algo escandaloso pero... quisiera saber si te gusta la pieza que ahora mismo toca la orquesta - le dije a Clio, desbordando duda pues no estaba seguro de que tanto le gustaría la música que en ese momento se estaba tocando, la miraba con duda.

Sonreí mientras juntaba las manos. - Es... preciosa... - Los violines tocaban a la perfección, siendo una ninfa, adoraba escuchar música en donde fuese. Tomé la mano de Kris. - No te quedes ahí, Kris, ¡bailemos!

La majestuosa melodía iba acompañada de nuestros movimientos y las tenues luces que acompañaban el enorme recinto. Encontré ese momento un buen lugar para platicar y... despejar dudas.

- Dime, desde un tiempo atrás que te conozco siempre te ha gustado la cocina y la naturaleza... ¿qué te atrae en si de ambas cosas? porque es espectacular tu manejo cocinando y conviviendo con los seres vivos... pareciera que incluso te hacen caso - le pregunté esperando maravilladamente su respuesta, aunque ella hizo cara de extrañada.

- Siento si mis preguntas son raras, pero... me interesaría saberlo - le dije avergonzadamente llevándome una mano a la nuca.

Sonreí mientras colocaba un dedo en mi boca y levantaba la mirada. - Pues... soy una ninfa. La naturaleza y yo somos uno, practicamente. Soy hija de la tierra, y debo respetar todo lo que esta tenga. Adoro cocinar porque... ¡es delicioso! Y adoro las plantas... aunque las flores me hacen daño - Solté una risita mientras me encogía de hombros. - ¿Qué hay de ti? ¿Por qué te dedicas a la invocación de familiares? - Moví la cabeza. - Y espero no ser sosa preguntando esas cosas, ¡créeme que a mi no me molesta responderte nada!

- Bueno... básicamente y sin entrar en muchos detalles lo que sucedió es que entre tantos problemas que tuve en casa una de las pocas cosas que alegraron mi vida fue mi familiar Terracanis, es un guardián del desierto que se me apareció cuando huía de casa de... un problema - dije a Clio mientras bajaba la mirada ligeramente, sabía que si me ponía a hablar de ello sacaría ese lado triste que tanto detesto mostrar.

Clio me buscó la mirada pero yo se la desvié mas de dos ocasiones - supongo que querrás saber mas, ahora mismo no te puedo contar, podría ser en otra ocasión donde no estemos en una fiesta con varias personas - recobré en ese momento mi estabilidad y le dirijí una sonrisa.

- Es una promesa, entonces - Dije mientras sonreía. Kris asintió. Lo conocía desde hacía tiempo, y verlo de esa manera no era agradable. - Esta... es una noche muy bonita, ¿no lo crees? - Intenté desviar el tema, Kris sonrió mientras asentía.

- ¡Lo es! el lugar es hermoso y afuera de la academia por igual con sus luces multicolores... nunca había visto luciérnagas de colores, solo de tono amarillo. Son de tantos colores como los que reflejan tus ojos a la luz... - le dije a Clio, mientras le ví sus ojos como cambiaban de tono según la luz del recinto.

Noté que la chica se sonrojó ligeramente mientras cerraba sus ojos a lo que exclamé - ¡¡Nooo!! no lo dije por-- me enmudecí y terminé bastante sonrojado, me callé de la manera que menos pensaba pasaría.

"¿qué carajo sucede? ando muy raro..."

- Últimamente se comenta sobre el color de mis ojos, menos mal, si fuera Helio, me estaría pavoneando por la atención, jeje - Me encogí de hombros. -Por eso supongo que no tengo alas - Guardé silencio, mientras veía como Kris asentía distraído. - Kris... ¿hice algo malo?

- ¡No claro que no! - le respondí distraidamente... estaba perdido entre la reflexión y su mirada, supongo que me habré dado cuenta de como me sentía al estar con ella, era muy agradable.

La fiesta parecía ir en aumento de actividad: gente comiendo y bebiendo, alguno que otro alumno y profesor ya pasado de copas, la música a buen volumen a pesar de tener clase, gente feliz y llena de alegría, y tantas cosas mas... esta fiesta no se acabaría de seguro hasta la madrugada.

La siguiente canción entre la lista a petición de parte mía había comenzado...

- ¡Me agrada la idea! Desde hace tiempo quería saber un poco más de ti. Nos has ayudado a Helio y a mi. - Sonreí, Kris era la única persona más cercana a nosotros en la que confiaba. Y me sentía bastante tranquila con él.

- ¿Gustas que nos vayamos a sentar a alguna mesa? - le dije a la chica quien no tuvo ningún problema en ello, había unas mesas fuera del recinto donde se alcanzaba a escuchar completamente la música pero se eliminaba el ruido del bullicio y sin embargo se podía sentir aún el ambiente de la fiesta que se desarrollaba nuclearmente dentro del salón.

Había varios familiares camareros sirviendo comida y bebida al gusto, para lo cual ambos pedimos algo, en particular un poco de carne BBQ con papas y ensalada aparte; no sé que pediría Clio.

En lo que nos traían los platos y las bebidas a ambos le pregunté - Me habías dicho que eres una ninfa, y yo que sepa las ninfas son seres que viven en los bosques entre la naturaleza ¿cómo fue que llegaste aquí a la academia? algo debió traerte para que salieras de donde vivias ya que los bosques donde habitan ustedes son acogedores... -

"Acogedores"... guardé silencio mientras desviaba la mirada. - Donde vivía, lo era... bastante. Pero... todo se perdió. Helio y yo tuvimos que huir, y llegamos aquí. - Sonreí mientras me encogía de hombros. - Soy afortunada de estar aquí, pudo haber sido peor.

- Oh... cuanto lo siento - le dije mientras me reclinaba hacia atrás y ella bajaba su mirada - quisiera saber, al igual que tu sabrás sobre mi y los familiares, como fue que pasó todo eso... sé que ahora no es el momento pero espero pueda saber - le dirijí una sonrisa.

- Asi que ¿Helio es tu hermano? ¿cómo es que el es tu hermano si tu eres ninfa y el... bueno parece un ángel? dime -

Sonreí, sí... había veces hasta que yo me preguntaba lo mismo. - El es un querubín, una especie de... ángel de fuego. Somos hijos de los elementos, a él le tocó nacer querubín, y a mi ninfa, no hay más explicación. - Solté una risa. - ¡Y menos mal! ¿Te imaginas como sería si el fuera un "ninfo" y yo una querubín?

Reí bastante luego de escuchar lo que Clio me dijo, en verdad era gracioso el imaginar a Helio vestido de manera "coqueta" y cantandole a la naturaleza, aunque a Clio no le quedarían mal unas alas.

El familiar que traía mi comida la sirvió correctamente, pero la bebida al momento de servirla la derramó torpemente sobre mi pantalón, a lo que la chica respondió con risa.

- No puedo creer que no tengan cuidado con lo que hacen - le respondí molesto al familiar, a lo que Clio respondió con una seña, que conservara la calma.
- Disculpeme, no era mi intención. Le traeré otra bebida enseguida señor - dijo el familiar avergonzado.

- ¿Estás bien? - Miré a Kris con una sonrisa. - No dejes que eso arruine la noche, es perfecta. - Sonreí mientras miraba las estrellas y sonreía. Miré a Kris y me sonrojé al analizar mis palabras. - Bueno, yo... yo... quise decir que...

- Estoy bien, no te preocupes - me tranquilicé y al ver su nerviosismo noté que se sentía similar a mi, le dirigí una sonrisa y le tomé la mano - efectivamente, la noche es perfecta porque estás haciendola así. Se me cayó la bebida encima sin embargo y a pesar de todo mantienes la calma y lo transmites... eres especial -

Buscaba que su nerviosismo cediera sin embargo creo que lo aumentó, y creo que el mío también. Ahí fue el momento donde yo me comencé a reir por dos razones: disimular un poco mi rubor y me pareció gracioso el verla sonrojarse... aunque es lindo.

Sonreí, me había quedado sin palabras. Las orejas de Kris bajaron mientras nos invadía un enorme silencio. - Y... - Dije mientras sonreía. - ¿... luego? ¿Qué procede, ahora? - Lo miré fijamente. ¿Era ese el momento en que me debía abrazar y besar mientras la noche caía sobre nosotros?

Pasaría tal vez como algo desapercibido, tal vez como una reacción natural... o tal vez como algo que marcaría para siempre nuestras vidas... pero eso fue lo más dulce que pude haber probado en esa noche, y tal vez en toda mi vida.

En ese momento me sentí tranquilo, como si muchas de las penas que traía cargando dentro se esfumaran. "Ojalá que no se pase todo esto a ella" pensé, creyendo que era alguna clase de transferencia... pero caí en cuenta de algo sumamente importante: "espera Kris, nada que se relacione con las sensaciones y sentimientos de uno son mecánicos, ni de lógica difusa... son cosas que pasan sin saber uno por qué suceden, y que sin embargo nos llenan de felicidad, sólo disfrútalo."

Tal vez haya durado 5 segundos, tal vez un minuto, tal vez 5; tal vez una hora, podrían ser dos, o cinco. Pudo haber sido una eternidad incluso, pero eso no importó porque durante todo ese momento me sentí feliz: labios que se sellaron uno sobre otro sin importar nada, ni nadie.

Abriendo los ojos y regresando a la realidad no pude decir mucho, un par de palabras sin coherencia. Sencillamente en ese momento nos abrazamos y guardamos silencio...

Sonreí y me encogí de hombros. - Pues... así será, entonces. - Dije mientras lo abrazaba fuertemente. Había poco que decir, pues la acción ya había dicho todo lo posible. Nuestros corazones latían al mismo tiempo... uno por el otro.