Un comienzo desastrozo

Su inscripción fue algo tarde más no parecía importarle aquel hecho. Acababa de ingresar a aquella celda, digo, Academia donde todo seria “mejor”, como bien le había informado su padre. No era su culpa venir de una familia tan complicada y menos tener tal manejo con el agua, desastroso, pero al menos tenia manejo sobre ella.

Lo primero que hizo luego de que su padre hablase con la directora fue ir a pasear por el edificio central, no había mucho más que hacer ya que no tenía ni idea aun sobre las clases ni cuando comenzaban, ese día seria su “descanso”. Él pensaba totalmente despreocupado entre pasillos y pasillos, caminaba más nunca una salida encontró, extrañamente sentía que se había perdido y no sería raro en él. Suspiro al ver el pasillo sin fin y el notar que parecía que caminaba en círculos, todo era igual o al menos a simple vista muy similar, tampoco sería raro en él hacer eso mismo.

Soltando otro suspiro suave se apoyo contra una pared, recargándose, mientras de reojo observaba por la ventana que a su lado se encontraba, en esos momentos deseaba salir de aquella construcción sin fin.
Uno de sus brazos se posaba a un lado de su cuerpo, descuidadamente, mientras el otro un poco flexionado se posaba en su cintura, de alguna forma siempre aquella posición le sonó muy afeminada pero siendo como fue su crianza ya no sabía que lo era y que no afeminado, así que permaneció en aquella posición ya que cómoda le era, mientras miraba el verde que se podía verse de aquel jardín que había fuera, su mirada denotaba algo de deseo e intranquilidad, más su porte algo serio decía lo contrario, en silencio se mantuvo sumido en sus pensamientos.

(Como no pone nada de que sea privado, me decidí a entrar C: Espero que no te importe)


Nerine dio la vuelta por uno de los pasillos secundarios y apareció en el gran pasillo principal de las clases, alegrándose de no tener que asistir a ninguna de ellas aquella mañana. No era ningún secreto que a la niña no le gustaba demasiado estudiar ni hacer tareas, y por eso disfrutaba al máximo de los días libres que tenían, por eso parecía tener prisa por salir fuera del edificio y no andar más entre las clases.
Al hacerlo, pero, casi tropieza con un muchacho alto y delgado al que no había visto en un primer momento. Le dirigió una mirada curiosa, a él (porque durante un momento dudó si se trataba de él o de ella) y a su postura. Era un alumno de agua, según parecía por su uniforme, pero a Nerine no le sonaba haberlo visto con anterioridad por la academia, y por la mirada curiosa que este dirigía a su alrededor, parecía que no sabía donde se encontraba. Se enervó todo lo que puco (teniendo en cuenta que era muy bajita y ni así le llegaba a los hombros al muchacho) y le sonrió.
- ¡Hola! - le gritó, llamando su atención. - ¿Te has perdido? ¿Eres nuevo?

Se encontraba sumido en sus pensamientos sin sentido, pues estos solamente derivaban del hecho de que ya no sería “torturado” por su madre y que ya no olería a flores del campo como cualquier dama, o si, ahora podría ser “normal”.

No se percato de la presencia de la chica hasta que la oyó semi-gritar un saludo, cosa que lo desconcertó bastante y casi pierde el equilibrio. Tremendo susto se pego más intento de ocultarlo con una sonrisa algo nerviosa dibujada en su rostro. Observo a la muchacha frente a él, pequeña niña según él.

Saludo al fin soltando un poco de aire para así sonreír más calmado, se acomodo nuevamente en el lugar como si nada hubiese pasado solo que esta vez ambos brazos descansaban a los lados de su cuerpo. La observo un poco más detenidamente, su uniforme, le sonaba familiar y haberlo visto en algún lugar, ella era alumna de… o si, él y su mala memoria. Más antes de seguir intentando de recordar se dispuso a contestar la pregunta de esta, sería poco cordial no hacerlo. Asintió principalmente con su rostro y luego se dispuso a contestar con palabras.

Rio un poco por ser tan torpe de perderse en la Academia aunque bien era su primer día y quizás más de uno se había perdido allí o al menos eso prefería creer él para no sentirse mal consigo mismo.

((No te preocupes, era libre (: ))

Nerine le sonrió de nuevo mientras lo miraba. Le gustó el modo en que sonó la voz del muchacho cuando le habló, la mirada que le dirigió (porque ella era bajita y las miradas de la gente alta le hacían gracia) y el modo en que dejó caer los brazos a ambos lados de su cuerpo y pareció quedarse distraído. Entrelazó las manos a su espalda y dio una especie de saltito.
- Gustave - repitió, ensanchando su sonrisa. - ¡Encantada! Yo soy Nerine, también soy alumna. De tierra - especificó, viendo que él no parecía ubicarla. Ladeó la cabeza con algo de curiosidad, al fin y al cabo ya no esperaba ver ningún alumno nuevo. - ¿Quieres que te enseñe un poco la Academia? No eres el primero ni el último que se pierde por aquí, yo misma lo hice cuando llegué...
Terminó soltando una risita por lo bajo y mirándole, esperando una respuesta. Al fin y al cabo, a parte de perder el tiempo trepada a algún arbol, no tenía nada mejor que hacer.

Por unos momentos quedo desconcertado por la energía y animo de la chica, levanto sutilmente su ceja izquierda mientras la observaba como se movía alegremente y como se presentaba.

Era alumna de la Tierra, claro, tenía sentido por el color del uniforme, que tonto había sido al no darse cuenta de tal detalle. Estuvo a punto de decir algo antes de que ella preguntase algo que le intereso bastante, sería tan buena idea tener un guía aunque sea por la compañía –ya que de igual manera terminaría olvidándose de cada indicación-.

Le sonrió con un deje de vergüenza propia por su último comentario, ella lo había notado y eso no le agradaba del todo se sentía como si transparente fuese para ella, y nunca había sido un concepto bueno, siempre era bueno mantenerse al margen y demostrar solo ciertas cosas.

Se separo de la pared para indicar así su total afirmación ante su propuesta y el esperar a que ella lo guiase, por lo tanto, esperaba a que ella comenzase a caminar.

Nerine amplió su sonrisa al escuchar que él aceptaba y, tomando por completa sorpresa al muchacho, lo agarró de la mano y tiró un poco de él para que echaran ambos a andar. Nerine era una chiquilla enérgica y efusiva, que hacía y decía las cosas tal qual las sentía, y a menudo actuaba con tanto ímpetu que podía hacer que los demás se sintieran incómodos o intimidados (al fin y al cabo acababan de conocerse, ¿a qué venían esas confianzas? Bien, el caso era que para ella, todo aquello era lógico y normal).
- ¡Vamos! - dijo, aunque mejor sería decir que casi gritó.
Arrastró a Gustave tras ella a lo largo del pasillo principal, mostrándole dónde estaban las clases elementales, los talleres y la biblioteca. Hablaba rápido y deprisa sobre aquellos lugares, explicando lo qué se hacía en cada uno de ellos, los horarios, los profesores y comañeros y otras mil cosas, y de repente se paró, no muy segura de qué Gustave estuviera siguiendo el curso de sus palabras. Se giró a mirarlo.
- ¿Te estás quedando con todo?

No le llamo la atención su gesto, realmente se lo agradeció pues así sentía que no se perdería y con lo animada que era quizás lo haría de no ser así. Miro su mano unos instantes antes de seguirla sin rechistar.

Escucho lo que decía atentamente, pero su manera tan alegre y rápida de decirlo comenzaba a marearlo, los primeros 5 conceptos quedaron más al ir diciendo otras cosas se le fueron sobreponiendo y confundiéndolo bastante pero no se atrevía a detenerla.

La vio girarse y por unos momentos agradeció que se detuviese, suspiro suavemente para luego sonreírle, la pregunta era completamente adecuada para ese momento. Agradeció internamente aquello, y mirando de reojo el lugar, volvió su vista a ella dispuesto a contestarle.

Confeso riendo nerviosamente, se sentía algo avergonzado por aquel hecho más no le mentiría, en su naturaleza el mentir no existía y el ser sincero siempre era algo primordial, aunque bien esto no solía ser algo bueno, para él o la otra persona. Con su mano libre rasco su mejilla, con el dedo índice, sutilmente, dándose así una apariencia más “cómoda”.


(owo me había olvidado que esta el foro xD perdo~n)

Nerine observó la cara de confusión de Gustave y reprimió una risita tapándose la boca con la mano (un gesto que había aprendido de su amiga Abby), porque el muchacho se le antojaba muy gracioso.
- No te preocupes - le dijo alegremente para que no se desanimase. - Todo es cuestión de práctica. Veamos... ¿Serías capaz de llevarme a la biblioteca? - preguntó, porque creyó que sería más fácil para él quedarse con todo si iba practicando, en lugar de tener que escucharla a ella parlotear todo el rato sin tomarse a penas un momento para respirar.
La niña le sonrió para darle ánimos y volvió a tomar rápidamente la mano de Gustave entre las suyas (no por nada en especial, es que Nerine era muy cariñosa y parecía que, si no lo demostraba constantemente, se ahogaría en su propio nerviosismo). Entonces, se dio cuenta de algo en lo que antes no había reparado.
- Oye, ¿te has dado cuenta de que has perdido un guante? - cuestionó la mano que ella había tomado estaba cubierta por un guante blanco, mientras que la que él tenía sobre la mejilla, estaba desnuda.



(Jajajaja, ¡no te preocupes!!)

Se quedo pensativo ante su propuesta, la biblioteca, estaba seguro que estaba en algún lugar cerca, bueno, eso realmente no era de ayuda. Suspiro suavemente mientras intentaba de recordar, cerró sus ojos para así facilitar la búsqueda y cuando creyó encontrarlo la pregunta de la chica lo descoloco totalmente. Era de esperarse que en algún momento preguntaría, más le sorprendió la forma de preguntar ya que parecía y sonaba tan inocente su pregunto que de alguna forma le causo ternura la chica.

Aseguro tranquilamente mientras le sonreía. Intentando de desviar el tema jalo sutilmente de la mano de ella para llevarla por los pasillos de regreso y ver, si encontraba la dichosa biblioteca.

Murmuro para sí mientras hacía memoria, se detuvo en una puerta y la abrió creyendo que esa seria pero incorrectamente abrió la puerta de la clase de cocina, había una gran diferencia entre esa habitación y la buscada, tontamente las confundió, bueno, nunca se caracterizo por tener buena memoria al instante.

Nerine quiso insistir en el tema del guante, porque aquello era confuso, pero todas sus preguntas (¿Cómo? ¿Solo uno? ¿Por qué? ¿Dónde está el otro? ¿Por qué lo necesitas?) se quedaron en su garganta sin poder salir, porque Gustave la estiró de la mano y a la niña se le olvidó. Esbozó una sonrisa mientras lo seguía, contenta. ¡Ahora era él quien tiraba de ella! Aquello era genial, porque indicaba que, aunque fuera solo un poco, el muchacho le estaba tomando confianza.

Gustave se detuvo frente a la puerta del aula de cocina y la abrió muy convencido aunque, por supuesto, lo que buscaban no estaba allí. Nerine soltó una risita.
- Bueno, no es la biblioteca, pero es un comienzo - sonrió y señaló otras puertas al final de pasillo, mucho más grandes y elegantes que esa. - Ahí está la biblioteca. Si te guías por las puertas, la ubicarás fácilmente: son las más grandes y bonitas de todas. Y, para las demás clases... - sonrió y le señaló un cartelito junto a la puerta, en el que el muchacho no había reparado, y donde se podía leer claramente <<Clase de cocina>>. - Esto te podría servir de ayuda.


(¿Te gustaría que alguien, como Nerine por ejemplo, indagara un poco más en el tema del guante? xD Porque puedo hacerlo... Aunque, si prefieres dejarlo así, hago que se olvide del tema y punto C:)

No pudo evitar reírse de sí mismo, no había notado el cartel a pensar de ser bastante grande, a su criterio. Rio bajo pero alegre, como si realmente no le importase equivocarse o simplemente parecer torpe ante ella, realmente le era irrelevante aquel hecho. Se estiro sutilmente hace atrás para poder ver la puerta dicha, efectivamente tenia razón, había diferencia de tamaño y elegancia en ella.

Al volver a su posición, anotó mentalmente lo dicho para tenerlo en cuenta, debería de prestar aunque sea un poco más de atención al ir caminando por los pasillos, aunque al menos ahora sabia como identificar la biblioteca.

Le sonrió divertido ante su confesión, realmente no era una persona de andar tan “animado” o “alegre” pero por alguna razón le agrado demasiado la chica y no podía reprimir aquello, lógicamente, él no reprimiría nada que tuviese guardado, no iba con su estilo.



(Claro que no me molesta xD sería interesante ver a Gustave en la situación de no mentir pero no decir pero que algo dentro le incita a decir, ok, me maree xD)

La niña le devolvió la sonrisa alegremente e hizo un gesto con la mano, como si se estuviera sacando un sobrero que en realidad no llevaba mientras decia "A su servicio...". Luego amgos se echaron a reír. Nerine le dirigió una mirada de lado, curiosa, y se dijo que Gustave parecía un chico muy majo y simpático, y aquello le agradó. Tironeó de la manga de su camisa y llamó de nuevo su atención. Parecía que tenía que hacer aquello cada vez que quería decirle algo, porque Gustave se distraía constantemente y de otro modo no se enteraría de nada. Le hizo gracia.
- ¿Quieres que te enseñe algo más? - preguntó. - ¿El recinto de dormitorios de chicos? ¿Los jardines? ¿El campo de entrenamiento? ¿El comedor? ¿Por qué dices que llevas solo un guante? - lo dijo todo muy rápido y muy seguido, y aunque la última pregunta desentonaba claramente con el resto, Nerine la había integrado completamente en su retahíla atropellada. Se quedó sonriente, mirando al chico, esperando a que él contestase o, simplemente, le dijera qué quería hacer.

Mientras miraba distraídamente el techo, si, miraba el techo, escucho las preguntas rápidas y sin respirar de la chica. Desviando su mirada a ella mientras su cerebro intentaba de acomodarlas y buscar respuestas simples y rápidas, intentando no olvidarse de ninguna y sin prestarles la suficiente atención, contestó.

Llevo una de sus manos a su estomago y la coloco apenas rozando su chaleco. Miro su mano y negro luego con su rostro, aunque dudando, no tenía hambre pero en algún momento le daría y quizás saber donde estaba sería una buena idea, pero desistió, demasiado esfuerzo.

Antes de terminar la frase comprendió que estaba por decir algo que no debería, calló abruptamente mientras la miro sorprendido por unos momentos y luego desvió su mirada a la pared como si fuese lo más entretenido del mundo, claro que no lo era. A él no le importaba el pensamiento de otros pero si el propio, solo por esa razón se auto-discriminaba.

A Nerine no le pasó desapercibido aquel apunte final que Gustave había soltado, al estar casi a punto de responder la pregunta que le había colado, y tampoco le pasó desapercibida su intento de distraerla mirando solo la pared. Sabía que no debía presionarle, mucho menos si él no quería hablar (y ella no era una cotilla. No lo era), pero algo le dijo que aquel tema le causaba al muchacho bastante recelo y ella solo quería ayudarle.
Otra cosa no, pero Nerine era una persona que tomaba cariño a la gente muy facilmente. Tal vez acabasen de conocerse, pero ella ya consideraba a Gustave como un amigo (porque ellos serían amigos en un futuro, estaba segura) y tan solo quería ayudar.
- Te llevaré fuera entonces. ¡Ya verás que bonitos son los jardines! - indicó, fingiendo que no se había dado cuenta de nada. Le regaló una sonrisa gigante y volvió a tomarle de la mano para tirar de él.
Tuvo cuidado de tomar precisamente la mano que Gustave llevaba cubierta con un guante. No sabía qué se ocultaba bajo ella, ni iba a obligarle a enseñárselo.
Solo lo hizo como queriéndole decir "No eres un monstruo"