¿Duermes hoy conmigo...? (priv.)

(( Que no os confunda el título, en principio no va a pasar nada "raro" ò3ó Esa es la pregunta que le hizo Layla a Lyan en las termas... este tema es la continuación de aquella noche))


Lyan llevaba aún de la mano a Layla cuando llegó a la puerta de su habitación. La había llevado así desde las termas, con paso ligero y sigiloso. No quería que se separara de él, porque que la pillaran en el recinto masculino podría meter en líos a ambos. Abrió la puerta rápido y, una vez estuvieron dentro, la cerró, echando el pestillo. No quería que nadie irrumpiera de repente y viera a la chica allí.

La habitación de Lyan era de tamaño mediano. Había solo una ventana, ahora abierta, dando al cielo nocturno, que iluminaba por el lateral a una mesa de madera, coronada por una estantería. En esta, había solo un par de libros con pinta de viejos.... el resto lo llenaban pequeñas figuritas, la mayoría de entre 10 y 15 cm, hechas de piedra, representando animales, personas y objetos varios. En la mesa, por su parte, había varias piedras, de diversos colores y formas, una especie de cuenco, una tabla de madera y una figurita. Esta estaba a la mitad, pero ya se podía ver que sería una persona. Había una pequeña mesilla de madera al lado de la cama, en cuya superficie podían verse dos botellas sin etiquetas: una casi vacía con un líquido transparente, y la otra a la mitad, con un líquido color miel. A los pies de la cama había un arcón, estaba abierto y se veía algo de ropa tirada de cualquier forma en su interior. La cama, colocada en la esquina, estaba hecha, solo con fina sábana (porque a Lyan le daba mucho calor cualquier otra cosa), pero esta estaba arrugada, como si se hubieran echado o sentado encima sin querer deshacerla. Encima había un paquete de tabaco y, al lado, un ukelele.

Además, algunas partes de aquella habitación tenían aspecto de quemado, como si se hubiera producido un incendio. La más notoria era una zona vacía a la derecha de la puerta, donde perfectamente podría caber otra cama.

Lyan se quedó un momento parado, observando a la chica, que se había quedado allí, mirando la habitación atentamente. - Bueno, pues... aquí estamos... pu-puedes dormir en la cama. - Se acercó y cogió el pequeño instrumento y el paquete de tabaco, poniéndolos en el arcón y cerrando este. - Bueno... yo estaré por aquí, ¿vale? Buenas noches... - Estaba nervioso, nunca antes había tenido una chica en su habitación. Ahora se le venían a la cabeza cosas en las que no había pensado al ceder al ruego de Layla... ¿dónde dormiría él? Esta claro que no en la misma cama... Ahora se arrepentía de haber quemado la otra cama que había en aquella habitación durante aquel ataque de ira.

Además, su nerviosismo se incrementaba por la duda que le estaba carcomiendo... ¿Había hecho bien al llevarla allí? ¿Qué pasaría si Alex apareciera? El chico estaba algo asustado ante esa idea.

(en principio?? eso me asusta! XDDDD )

Layla entro a su cuarto aun con los ojos hinchados de tanto llorar y pegada al brazo de lyan, con la mirada baja y un poco deprimida. Pero al entrar a la habitacion del muchacho, que, apesar de tener la ventana abierta olia a el. No se asusto en absoluto cuando el chico cerro la puerta, quiza estaba tan ocupada mirandolo todo que ni se dio cuenta. Cada cosa del cuarto del muchacho decia algo de el y layla estaba emocionada, un poco nerviosa poruqe era la primera vez que estaba a solas con un chico, pero sabia que lyan era de fiar. De repente sus ojos se fijaron en la enorme mancha negra, que le indicaba que algo se habia quemado alli, le parecio que podia haber sido un accidente que el chico moreno no era tan diferente a ella. Sus ojos multicolor siguieron mirando ese cuarto, tan lleno de cosas, muchas ni sabia que eran otras le llamaban la atencion, como por ejemplo esa guitarra pequeña que layla nunca antes havia visto. Lyan cojio "algo" de la cama y la guitarra esa y las guardo con la ropa.
El chico le dijo que podia dormir en la cama, pero, como , y el? donde iva adormir? layla no podia permitir que el muchacho durmiera en otro sitio que no fuera la cama, ya que esa era SU habitacion, nego con la cabeza.- No, es tu habitacion yo.... me buscare un sitio...- miro al rededor y vio el arcón- mira soy pequeña, puede que quepa aqui dentro - en cuando lo abrio, vio el ukele- por cierto... ¿tu tocas esto? ¿que es? - ladeo la cabeza- me gustaria saber como suena....- decia mienras lo cojia con delicadeza.

((hombre, hombre.... yo dejo la puerta abierta a posibilidades XDDD))


- ¿¿¿Qué dices, loca??? - fue lo que a Lyan le salió de forma natural al oír la ocurrencia de Layla - Ni se te ocurra meterte en el arcón. Duermes en la cama, y no hay más que hablar.

Se acercó a donde estaba la chica, a los pies de la cama. Layla estaba mirando dentro del arcón, donde había guardado el ukelele, lo había cogido con delicadeza, y ahora le hacía preguntas.

- Pues... es un ukelele.... y sí, lo toco... o bueno... más o menos... Me sirve para calmar a... - carraspeó, él pensaba en Alex, pero no podía decirlo - para calmarme... me relaja su sonido. Verás - cogió el pequeño instrumento. Normalmente no cedería tan rápido a ese tipo de pedido, pero esta vez pensó que quizás el tocar su querido ukelele tranquilizaría a Alex el resto de la noche, ya que su otra personalidad odiaba el alegre sonido de la pequeña guitarrita.

Se sentó en la cama y se puso en posición, dejando que sus dedos sacaran la siguiente melodía de sus cuerdas:





((vale, no puedo evitar sonreír cuando me imagino a Lyan tocando esa canción en el ukelele XDDDDDDDD))

(jajaja pues la misma cara que se nos queda a mi y a layla al imaginarlo .///.)

Layla abrio los ojos cuando le pregunto de esa manera si estaba loca, ella lo decia en serio, muy convencida, pero penso que tal vez se lo havia tomado como una broma, lyan se acerco a ella y cojo el instrumento, ella de lo cedio, pensando que le haria una muestra de la musica que tomaba. Vio como lyan se sentaba a la cama y ella hizo lo mismo, sentandose a su lado. Se quedo embobada con una sonrrisa mirando a lyan, mientras tocaba el ukelele. Cerro los ojos y empezo a tararear bajito sonrriendo levemente un poco sonrrojada. Le parecia que era una melodia muy bonita, y para layla, algo tan bonito no podia salir de una mala persona. Cuando acabo, sonrrio y le dijo - sabia que eras bueno, alguien que hace una musica tan hermosa no puede ser malo..- cerro los ojos sonrriendo y siguio mirando todas las cosas , sus ojos se posaron en ese cuenco con piedrecitas. -¿ y eso..? - señalo- ¿que es?- dijo mientras le miraba con sus ojitos y su carita curiosa.

((Ay, qué guapa Layla en el nuevo icono .///. ))

Lyan sintió como un sentimiento de tranquilidad y felicidad le invadía mientras tocaba el ukelele. También escuchó vagamente a Layla tararear al son de su melodía, provocando que su corazón se acelerara un poco. La chica pelirroja tenía una voz preciosa... lo podía afirmar por ese simple tarareo.

El chico moreno se sorprendió con el comentario que Layla había hecho al acabar su canción. Sintió desazón con aquellas palabras, le daba miedo que ella pensara eso porque él mismo no se consideraba una buena persona. Alex, que era parte de él, no era una buena persona... Entonces, ¿por qué aquella chica (habiendo conocido a ambas personalidades) confiaba tanto en él? Los sentimientos que sentía entrechocaban y se mezclaban en su interior, provocándole tal confusión que no pudo decir nada en respuesta.

A Layla, sin embargo, no pareció importarle ya que la chica seguía mirando con curiosidad la habitación, hasta que su mirada se depositó en el escritorio. Lyan la miró cuando le hizo la pregunta, y le devolvió la mirada a aquellos ojitos que le miraban con interés. En verdad Layla tenía una mirada preciosa e hipnotizante, al menos desde el punto de vista de Lyan. A él no le gustaba que le preguntaran de sus cosas, pero por alguna razón, no le importaba que Layla lo hiciera... De hecho, quería responderle, pero no sabía si era por cambiar de tema y al fin decir algo o porque realmente le hacía ilusión su muestra de interés. Fuera por lo que fuese, el chico se levantó y se dirigió a la mesa, mirando a Layla e invitándola a acercarse también.

- Este cuenco es de un material especial que aguanta el calor, pero a la vez lo transmite a lo que haya dentro. Lo uso para fundir las piedras - Cogió un puñado de piedras y las echó en el cuenco. - Una vez están derretidas, se pueden usar para hacer varias cosas... por ejemplo, esas figuritas. -dijo, dirigiendo la mirada a la estantería.

Layla miro a lyan emocionada cuando este le explico para que usaba esas piedras, sus ojos se abrieron y solto un pequeño- ¡oh!- que le hizo sonrrojar un poco por su inesperada salida, pero sacudio la cabeza para dirigir la mirada a las figuras que adoranban la estanteria. Layla se movio hacia alli y pasando el dedo por la estanteria observo una por una esas figuritas de animalitos, formas y objetos. - son muy bonitas... estan muy bien hechas- dijo mientras se giraba para pirar a lyan y se volvio a voltear para no perder detalle de ninguna, se paro en seco delante de una en especial. Era una figura con forma de poni, el animal preferido de layla, se asombro mucho y exclamo con las mejillas sonrrojadas y las manos delante de la boca.- ¡esta esta genial! ¡me ecanta!- exclamo girando la cabeza de nuevo para mirar a lyan con una carita de felicidad - ¿la puedo cojer?- le pregunto ya casi con las manos encima del animalito de piedra.

Lyan se sonrojó ante los halagos de Layla. Iba siguiendo con la mirada el dedo de la chica, que viajaba por la estantería, como señalando la figura que en cada momento ocupaba su atención. En un momento dado se paró delante de la figurita de un poni.

La chica parecía emocionada con aquella figurita. Con cara de felicidad le pidió cogerla. - Sí, claro, cógela... - A Lyan le había extrañado que Layla tuviera aquella reacción ante el pequeño caballito de piedra. Lyan, por su parte, no le tenía un cariño especial y pensaba, además, que no era una de sus mejores obras. - ¿Te gusta? - se sonrojó un poco y, antes siquiera de esperar contestación, dijo: - si te gusta mucho, te la puedes quedar... A mí no me importa - Lyan pensó que, si a Layla le gustaba tanto esa pequeña figura, se la regalaría, sin problemas, y así adquiriría un valor especial que hasta entonces nunca había tenido.

al escuchar las palabras de lyan, layla se emociono muchisimo , cojiendo el pequeño poni y mirando a lyan con cara de " no me lo puedo creer" - en...serio... no te importa..? - ilusionada y sonrrojada abrazo a esa mini figura de piedra mientras daba saltitos de alegria. -waw.... Gracias!!- y corriendo hacia lyan le abrazo y le beso en la mejilla, un poco sonrrojada, para luego volver y dejar la figura encima de la mesa , para no olvidarsela. Una vez observadas todas las figuras, se dirigio al mueble con libros, muy curiosa pregunto - ¿de que son los libros...?- cojiendo uno de la estanteria.

Cuando Layla le abrazó y le dio un beso en la mejilla en señal de agradecimiento, Lyan no pudo evitar sonreír y sonrojarse un poco. Sin embargo, como la chica había vuelto a dirigirse hacia la mesa para dejar su nuevo tesoro en un sitio donde no se le olvidara, lo más probable es que no hubiera visto la cara de felicidad del chico.

Layla siguió curioseando, y Lyan empezaba a esperar con cierta ilusión la siguiente pregunta de la chica. Le gustaba que se interesara por sus cosas y que quisiera saber más de él y, sorprendentemente, a él le gustaba contarle. Nunca le había hecho especial gracia hablar de él y sus cosas, entonces, ¿por qué con Layla se sentía diferente? Vio como la pelirroja cogía uno de sus libros de la estantería y le preguntaba por él.

- Mmm... - Lyan se rascó un poco la nariz.- Uno, el que has cogido, es un libro de cuentos infantiles. Recuerdo que de niño me gustaba mucho... y bueno... - se sonrojó un poco - supongo que es lo único que aún me recuerda mi infancia, mi pueblo y a mis padres.... Por eso.... lo sigo teniendo conmigo. - Sonrió con nostalgia y algo de tristeza - El otro era un diario. - Lyan se quedó callado.

Aquel diario... Lo solía usar para comunicarse con Alex cuando aún se llevaban bien. Hasta que su relación empezó a volverse siniestra. Entonces Lyan garabateó algunas páginas para que nadie pudiera leerlas y, en venganza, Alex quemó otras tantas... Ahora, la mayoría de cosas eran prácticamente ilegibles. Ni él mismo sabía por qué seguía cargando con él en su equipaje.

lyan le explico que ese libro que tenia entre las manos era de su infancia, y eso le parcio muy tierno...tanto que algo en su corazon dio un salto haciendo que tubiera un leve mareo y se sonrrojara muchisimo, despues añadio la importancia que tenia, haciendo que layla lo viera como un tesoro valuoso, pero ubo algo mas... que le hico sentir mucha pena..... la forma de la que hablo de sus padres....ella sabia ( o creia saber, gracias a alex) que sus padres habian muerto en un ataque de unos bandidos, y esa pena que sitintio se reflejo en su carita, cayendo una lagrima por su mejilla - ah, p-perdona...- volvio a dejar el libro en su sitio. Lyan se quedo callado, layla se seco la lagrima de la mejilla sonrriendo y muy tiernamente se acerco, le cojio de la mano y mirandole a los ojos le dijo - seguro que tus padres te querian mucho... yo lo haria...- y le beso en la frente.... buscando consolarle un poco, porque ella penso que la cara triste de lyan y el silencio, significaban que algo le dolia.. y lo que le dolia era la perdida de sus padres...sin que el pudiera evitarlo.

Lyan comprobó cómo, ante sus palabras, la chica cambiaba el semblante. Parecía triste al mirar el libro, y al chico le pareció ver una pequeña lágrima rodando por su rostro. Layla dejó el libro en su sitio y se acercó a él. El moreno observó con atención lo que la chica hacía y, aunque no comprendía muy bien su reacción, ciertamente se sintió aliviado.

Es verdad que la muerte de sus padres le había afectado mucho, porque eran sus propias manos los que los habían matado, pero no lo había hecho él, sino Alex en posesión de su cuerpo... Pero Layla no podía saber eso, por lo que Lyan pensó que podía ser que sus palabras le hubieran recordado a los suyos propios y por eso se había entristecido.

- Gracias Layla.... - el comentario de la pelirroja le había llenado de felicidad. La miró a los ojos, aquellos ojos que tanto le gustaban, aguantándose las ganas de acariciarla, porque le daba vergüenza... al fin y al cabo la acababa de conocer. - Bueno... mmm... es tarde ya... ¿no tienes sueño?


((buah, casi no me acuerdo que esto es el primer día que se conocen XDDD aún le dice Layla y no se atreve a darle mimos XDDD))

( jajaja si, muchas cosas pasaron desde entonces )

Layla sintio en su pecho, como una sensacion de vacio, como si le ubiera gustado recibir algun tipo de aprobacion fisica, por parte de lyan, pero sintio en el gesto de mirarle los ojos que le agradecia de corazon sus gestos. Le solto la mano y conrrespdio a esa mirada con otra mirada, algo sonrrojada pero firme y sonrrio. - sueño..? no. Para nada, creo que estoy mas despierta de lo normal- dijo algo preocupada.- creo que es la emocion de todo lo que ha pasado- despues de decir eso, se sento en la cama y se hecho hacia atras mirando el techo. - oohhh - abrio los ojos- tienes telarañas... ¿no limpias tu cuarto?- miraba con curiosidad otra vez todo el cuarto, para memorizar cada rincon, para poder entender mas a ese chico que le parecia tan solitario..y a veces triste. - si quieres, me puedo pasar a limpartelo de vez en cuando, no me molesta en absoluto.- le propuso con una amplia sonrrisa.

- Ah, ya, sí.... - Lyan por su parte, se sentía como te sientes cuando duermes dos horas e intentas despertarte con un café: estaba nervioso, emocionado, por la presencia de Layla en su habitación, pero a la vez estaba agotado, cansado por todo lo que había pasado aquel día. Una parte de su cerebro le gritaba que durmiera, mientras que otra, más cercana al corazón, le indicaba que aguantara un poco más ((como a mi cuando roleo a las 3 de la mañana XD)).

Observó como la chica se echaba en la cama, quizás dispuesta a dormir a pesar de lo que había dicho y escuchó lo que decía. - ¿qué? ¿telarañas? - Lyan se echó al lado de Layla para ver mejor donde ella miraba. - Ciertamente.... es que es verdad que no limpio mucho, supongo que es normal.... - El chico observó a Layla de reojo y la vio sonreir ampliamente tras su proposición. - Mmmm.... ¿limpiar? Me daría un poco de reparo... pero si a ti no te importa, supongo que a mi tampoco.

Lyan se sonrojó un poco al pensar en la posibilidad de ver a Layla más veces... de que fuera a su cuarto más veces, de estar a solas los dos. La volvió a mirar. Llevaba puesto el uniforme de la escuela, claro, era con lo que había salido de las termas. A Lyan se le pasó la fugaz imagen de la ropa interior que había visto en el vestuario, y que ahora ella tendría puesta..... y.... también pensó que no era lo único que había visto en las termas. Estos pensamientos le hicieron sonrojarse aún más y miró hacia el lado contrario al de Layla.

-¿ V...vas a dormir con el uniforme? - A pesar de como pudiera sonar, no había hecho esta pregunta con ninguna segunda intención, solo quería tranquilizarse y borrar aquella imagen de su mente. Pero al darse cuenta de lo que conllevaba lo que había preguntado, se puso aún más nervioso.

layla sonrrio con la aceptacion de su propuesta, penso que asi podia agradecerle a lyan que ubiera sido bueno con ella, ademas, a ella le gustaba ayudar. - entonces mañana me pongo.- dijo sin que pareciera que lyan la escuchara mucho, porque le parecio que se sonrrojara. Suspiro y volvio a mirar el techo, tan diferente a su cuarto, sus ojos se cerraban pero ella los abria en seguida, porque queria estar mas tiempo despierta, al lado de ese chico que le despertaba tanta curiosidad, de repente hablo, haciendo que layla se sobresaltara un poco porque no se lo esperaba. - dormir con.... -repitio, se incorporo y se miro la ropa- es verdad....¡se me arrugara! pero si salgo... no puedo entrar en el cuarto... abby me veria y... - se quedo pensado- ¿podrias tu.. prestarme una camisa o...algo?- dijo apoyando las manos en la cama y el peso sobre ellas, inclinandose levemete en direccion a lyan, para mirarlo desde arriba, ya que el havia girado la cara mirando hacia el otro lado.

- ¿Eh? - Lyan seguía colorado, pero no pudo evitar mirar a Layla cuando esta hizo aquella pregunta - ¿una camisa? - una camiseta suya. Layla le había pedido ponerse una camiseta suya... Ninguna chica se había puesto nunca una camisa suya, porque en verdad tampoco nunca había pasado la noche con ninguna chica. Estos pensamientos no ayudaron a calmar su nerviosismo - Sí, claro, coge.... Bueno, mejor te doy yo una.

Se levantó de la cama y fue hasta el arcón que se encontraba a los pies de esta. Lo abrió y rebuscó un poco en su interior. Sacó una camisa blanca, como casi todas las que tenía, que estaba un poco arrugada. - ¿Esta está bien? - Se la tendió a Layla - Y--yo... si quieres me salgo al pasillo mientras te cambias...

Y de paso aprovecharía su visita al pasillo para tranquilizarse y pensar dónde dormiría él, porque acababa de caer en que aún no lo había decidido.

layla cojio esa camisa arrugada y hizo un gesto de..... pena( para no decir horror) al ver que estaba tan arrugada, pero le havian enseñado a nos ser descortes y solo era para dormir asi que..... asentio con la cabeza y sonrrio a lyan con los ojos cerrados - claro, ademas es tan larga que me sirve de camison.- se la estubo mirando un rato - ¿oye... quieres que tambien te haga la colada...? tengo que limpiar mi ropa, y no me importa .. un poco mas de ropa.- intento no ser repelente pero layla penso que realmente necesitaba un toque femenino..y bueno... ella estaba encantada de ayudarle. Oyo al moreno decirle que le cedia el cuarto para cambiarse, le supo mal pero claro....ella no podia ir al pasillo a cambiarse ... pero no iba a dejar que se fuera de su cuarto, seria como echarle. - si quieres girate... no hace falta que te vayas.... yo.... se que.. no miraras... ademas...- recordo lo que havia pasado en las termas y se quedo callada, bajando la mirada y cojiendose el borde de la falda, iva a decir no veria nada que no haya visto ya , pero realmente le daba mucho corte. Se puso muy roja, rojisima, al pensar que el muchacho le havia visto sus........ sacudio la cabeza intentando olvidar, al fin y al cabo fue un accidente y no lo hizo a posta, ademas habia mostrado su caballerosidad cuando le ofrecio su toalla y se giro sin mirar, ella sabia que podia confiar en el, le miro con seguridad y añadio- yo confio en ti, se que no miraras.-

Lyan sintió por un momento que a Layla no le había gustado su camiseta.... Quizás estaba demasiado arrugada, y eso a las chicas no les gustaba, pero es que no tenía otra mejor. Sin embargo, cuando Layla asintió, aceptándola como pijama, se relajó un poco.

- ¿La colada...? Mmmm.... - ciertamente Lyan no solía hacer la colada muy a menudo debido a su odio al agua. - Bueno, si no te importa... te lo agradecería.... No... bueno, no tengo mucha ropa.... - se rascó el brazo. Se estaba sintiendo un poco incómodo de que aquella chica, que casi acababa de conocer, se estuviera ofreciendo a ayudarle en tantas cosas, aunque ciertamente sus ofrecimientos no le desagradaban del todo - Si quieres puedo acompañarte... bueno, mientras no tenga que estar en contacto con agua (sobre todo fría), estaré bien y.... puedo ayudar secando la ropa... – Se sorprendió a sí mismo cuando se dio cuenta de todo lo que estaba hablando con aquella chica pelirroja porque, ciertamente, Lyan no era persona de muchas palabras.

Se dirigía a la puerta para salir y dejarle el cuarto a Layla cuando escuchó lo que decía la chica. Las palabras “yo confío en ti” le cruzaron el pecho. ¿Cuánto hacía que nadie le decía esas palabras? Mucho tiempo, sin duda. Al muchacho casi se le había olvidado la sensación de que alguien tuviera confianza en él. Asintió a Layla y se giró, cerrando además los ojos. Si antes no había pensado en girarse (bueno, se le había pasado rápidamente la idea de intentar mirar por algún lugar de su mente, pero la había descartado rápidamente), debido a aquellas palabras no se giraría bajo ningún concepto… ni aunque ahora alguien entrara y le obligara. Apoyó la cabeza en la puerta, para mantener bien el equilibrio con los ojos cerrados. Lyan se había sentido feliz al escuchar aquellas palabras de la boca de Layla y, si estaba en sus manos, por nada del mundo traicionaría esa confianza que la pelirroja había depositado en él.

El nervisismo de layla aumento, vale que havia sido ella quien le havia pedido al chico que no se fuera, pero... desnudarse.... sabiendo que estaba detras de ella, aunque estubiera de espaldas con los ojos cerrados, le daba muchisima verguenza. Confiaba en lyan si...pero... se iva girando de vez en cuando , mirando de reojo , observando la espalda del chico, para comprobar que realemente no miraba. Sonrrio, al comprobar que el chico no se giraba ni una sola vez, y noto, otra vez, algo calido en el pecho. Se puso la camisa, que olia a lyan y se sonrrojo, le iva algo grande... y le llegaba por encima las rodillas, le parecio gracioso, se acerco a lyan y le poqueo la espalda, penso que tenia una espalda fuerte.- Ya estoy.- le dijo con una sonrrisa, algo sonrrojada, cuando esto se giro un poco sorpendido. -Oye... ¿de verdad no tienes mucha ropa..? porque.. yo queme mucho de mis vestidos.... y podriamos ....- hizo una pausa porque buscaba fuerzas para seguir y murmuro- ir a comprar..ropa...algun dia- mientras hablaba juntaba sus dedos indice, sin mirar la cara de lyan, con miedo a que le rechazara su proposicion.

Lyan sintió el poqueo en la espalda y oyó la voz de Layla. Solo entonces abrió los ojos (que tuvieron que acostumbrarse de nuevo a la luz de la habitación) y se giró. Vió a Layla, con su camisa... la camisa le venía muy grande, pero el chico pensó que le quedaba muy linda. A esa imagen se añadió la proposición de Layla a ir de compras, que la chica pronunció en voz baja, mirando al suelo y jugando con sus dedos índice... Aquella escena hizo que Lyan sintiera un pequeño cosquilleo en el pecho... y... calidez.... Sonrió.

- Claro.... m-- me encantará acompañarte.... - se sonrojó un poco y, sin apenas darse cuenta, subió una mano para acariciarle el pelo a Layla. Segundos después se quedó quieto y apartó la mano - perdona!!... eeh... tenías un pelo mal puesto. - Al caer en la cuenta de lo que había hecho, se puso nervioso y se sonrojó un poco. - Bueno... creo que es mejor que vayamos a dormir ya.... Oh... mmm... mierda... ¿dónde iba a dormir yo? Bueno... tu puedes irte echando en la cama si quieres, estarás cansada.... Yo... dormiré en el suelo, donde antes estaba la otra cama... Puedo usar algo de ropa como almohada y estaré bien - le sonrió a la chica, para hacerle ver que no le importaba en absoluto cederle la cama por una noche.

Dicho esto, se dirigió a la parte vacía y quemada del suelo.

layla se emociono ante la respuesta afirmativa de lyan, tenia muchas ganas de ser su amiga, algo que realmente ella no podia entender el porque, pero se sentia animada cuando de repente lyan le puso una mano encima y le acaricio el pelo, se estremcecio y se sonrrojo para despues mirarlo a los ojos sorprendida, el muchacho le quito la mano rapidamente y se disculpo a lo que layla respondio- No... no importa- llevandose automaticamente la mano donde lyan la havia tocado - tengo el pelo un poco revelde asi que es normal...gracias..- bajo la mirada.
El chico le comento que ya tendrian que ir a domir. A la chica pelirroja no le apetecia mucho, estaba cansada si, pero... sentia tanta curiosidad por aquel chico tan serio con los demas y tan amable con ella, pero no tubo mas remedio que asentir, penso que habrian muchos mas dias para hablar tranquilamente... de pronto lyan digo que dormiria en el suelo y layla en la cama, otra vez! ella nego con la cabeza. - pero lyan.....- pero sabia que el muchacho no se daria por vencido asi que suspiro.- al menos...cojete la almohada..... - dijo con mirada de pena y preocupada.

Cuando Layla dijo aquello, Lyan ya se había sentado en el suelo, así que asinitó y se levantó de nuevo a por la almohada. - ¿Seguro que no te importa dormir sin almohada? - Si la había aceptado era sobre todo porque pensó que así Layla no se sentiría tan mal por ocupar su cama esa noche. - Eh... oye... yo... mmm... ¿te importa si me quito la camiseta? - Esperó a que Layla le diera su consentimiento y se la quitó. Lyan no sabía si de verdad a la chica no le importaba o le había dejado por educación... al fin y al cabo estaba en su cuarto. De todas formas, le comentó la razón - Es que... siempre tengo mucho calor y me cuesta dormir por la noche si me la dejo.... - dejó la camisa a un lado y se acomodó en el suelo como pudo, con la almohada. - Bueno.... buenas noches Layla....

A pesar de la dureza del suelo, el chico no tardó en quedarse profundamente dormido. Todo lo que había pasado aquel día lo había agotado.

(vale, voy a soltar una chorrada muy grande, pero no se me ocurre otra cosa, asi que no me odies llus xD)

La chica de ojos bicolor sonrrio aliviada cuando lyan cojio al menos la almohada, no era mucho, pero...al menos..... le observo callada, sentada en la cama. Ante la pregunta del pecoso, layla se sonrrojo levemente, en ese dia, le havia visto tantas veces sin camisa que.... ya no importaba, ademas era su cuarto asi que, quien era ella para prohibirselo. Asintio con la cabeza y murumuro- claro, no importa- miro al suelo, levantando la mirada levemente y sonrrojandose mas cuando el chico se la quito. Se sinto mirona, pero.... que carai...eran solo amigos... y los chicos andaban siempre sin camisa... por si acaso, volvio a bajar la mirada, y no la levanto de nuevo hasta que el chico no dio sus razones por las cuales se havia quitado la camisa. El chico se hecho en el suelo y le dio las buenas noches, ella sonrrio alegramente echandose en la cama, aun mirandolo y dijo -Buenas noches lyan, gracias.- Miro a lyan acomodarse en el suelo, con cara de pena, le sabia terriblemente mal verlo echado en el suelo, como... un perro..... se acordo su perrito, que tenia de pequeña, el cual siempre escondia dentro de su cama, porque le daba pena verlo en el suelo. Estaba claro que no podia cojer a lyan como al perrito, se levanto de la cama y se fue donde estaba el, susrro- l-lyan...?- pero el chico estaba profundamente dormido. Layla se sento a su lado, le aparto un par de mechones de la cara.... lyan era tan lindo...y mas durmiendo.... Se puso roja, descubiriendose a si misma acariciandole la cara, aparto la mano nerviosa y se pregunto a si mimsa que estaba haciendo. Volvio la cama y se hecho. De pronto volvio a sentir ese sentiemiento de soledad, de frio, volvio a mirar a lyan echdo en el suelo y sintio esa angustia de nuevo en el pecho, se mordio el labio y se armo de valor. Se levanto y se dirigo de nuevo donde estaba echado el moreno. Lo rodeo, y se hecho delante de el, cojiendo su brazos se lo levanto y se lo puso encima, acurrucandose entre sus brazos, sintiendo menos frio. Levanto la mirada y le miro de nuevo, con esa cara de paz dormido, le dio un beso en el pecho y el muchacho gemio y inconciententemente la abrazo, ella avergonzada se sonrrojo y bajo la mirada, para despues acomodarse un poco mas entre ese espacio tan pequeño y finalmente se durmio.