Saliendo a correr

No lo dudó ni un momento, con el buen día que hacía, Kira salió a correr hasta que su cuerpo dijera basta. Fue una de las cosas que más le gustó al llegar a la Academia, sus vastos y verdes alrededores.
Aún estaba descubriendo la escuela, iba por los pasillos descubriendo cosas nuevas, pero no le gustaba estar encerrada, así que aprovechó que tenía libre para salir, olvidarse de todo y echarse a correr. Le encantaba la sensación de sentirse libre, el viento en la cara y saltar rocas y troncos de árboles.

Acabó exausta de su pequeña carrera particular y se quedó apoyada en el tronco de un árbol.
-necesitaba estirar las piernas-y sonrió

Aliana estaba caminando entre los árboles, en uno de sus numerosos paseos por las áreas verdes de la academia. Le encantaba estar rodeada de naturaleza, le ayudaba a pensar. Mientras disfrutaba del paisaje, algo le llamó la atención... algo que siempre llama la atención entre el verde de las plantas: el color rojo.

Vio a Kira apoyada en un árbol, resoplando, pero parecía feliz. A pesar de que era su compañera de habitación, pocas veces la había visto sonreír, así que animada por esto, se acercó a saludarla:

¡Hola Pecosa! No pasas desapercibida en un bosque, ¿eh? - Le dijo mirándole el pelo, lo cual puede que no se notara, ya que a Kira le llegaba el pelo hasta los ojos.- ¡Uf, estás sudando! ¿Qué has estado haciendo? - dijo, sin poder evitar una leve mueca de asco. Aliana no era consciente de que esto podría haber resultado un poco rudo, pero como semielfa, el sudor humano no le gustaba demasiado.

((uyyy, siento el retraso U_U))

Kira estaba en su mundo, sonriendo, dejando caer las gotas de sudor por su piel y con todo su pelo alborotado...se sentía muy relajada en ese momento, pero pensó que pronto empezaría a refrescar y pensó que sería mejor ir volviendo dentro...bueno, sólo unos minutos más...

-Hola Pecosa! No pasas desapercibida en un bosque, ¿eh? - Kira abrió los ojos sorprendida, no se esperaba a nadie por allí, y menos que alguien le dirijiese la palabra. Vio la mueca de Ali y en vez de sentarle mal, dibujó una pequeña sonrisa. Le hacían gracia las diferencias que tenían las dos, cosas que para Kira parecían normales (ya ves, correr y sudar, muy humano) y al revés...

-Es por este color de pelo...no podría camuflarme en el bosque si no necesitara algún día...- Kira miró a Aliana- ¿que haces por aquí? No hay libros en el bosque....

Al parecer su comentario había conseguido sacarle una pequeña sonrisa a Kira, así que Aliana no pudo evitar borrar la mueca y cambiarla también por una sonrisita.

- Es por este color de pelo...no podría camuflarme en el bosque si no necesitara algún día...- Kira miró a Aliana- ¿que haces por aquí? No hay libros en el bosque....


Aliana se rió levemente con el primer comentario: - sí, la verdad es que el rojo no es el color más propicio para esconderse en el bosque, pero bueno, afortunadamente, no es que aquí lo necesites, ¿verdad? - Sonrió a Kira. La verdad es que había hecho ese comentario sin conocer nada del pasado de la chica, no sabía si se había visto obligada a huir o esconderse en algún momento, pero, fuera como fuese, estaba convencida que aquello había cambiado, porque en la Academia estaban seguros. O al menos ella lo sentía así. - Bueno, no siempre estoy en la biblioteca - Aliana no se había inmutado por ese comentario, porque era verdad que pasaba mucho tiempo en la biblioteca, - pero ten en cuenta que soy de tierra, y las áreas verdes son el lugar idóneo para rodearme de naturaleza y practicar magia, ¿no crees? - Y le volvió a preguntar: - Bueno, y tú, ¿qué haces por aquí?

-Bueno, y tú, ¿qué haces por aquí?- le preguntó Aliana a la pelirroja.

Kira pensó que era algo obvio, ya que iba despeinada y con la respiración entrecortada, pero contestó para no parecer la chica borde que siempre le decían que era en su pueblo por no contestar a lo que ella creía que se sobreentendía y no dar más explicaciones de las que se necesitaban. Pero la verdad es que no todas las cosas eran tan obvias como ella creía, y a veces era un poco maleducada. Pero vino aquí decidida a cambiar y Aliana era de las pocas personas que Kira confiaba.

-Estaba corriendo, me sienta bien estirar las piernas y respirar el aire fresco-contestó Kira-¿Sabes? Mi pueblo estaba encima de una colina, rodeado de bosques, y me gusta este lugar, me recuerda un poquitín a él- y aunque no quiso admitirlo, le gustaba más la Academia. Tenía muchos más lugares bonitos, y la gente no se asustaba al verla, al contrario,era ella la que se asustaba al ver que todo el mundo usaba la magia para todo.

Aliana escuchó cómo Kira hablaba de su hogar. - Ah, ¿si? Yo vivía en una aldea situada en el corazón de un bosque - sonrió a la pelirroja - por eso a mi también me gustan los alrededores de la Academia.

Miró a Kira - oye... la próxima vez que salgas a correr... ¿podrías avisarme? Me gustaría ir contigo, si no te importa... - se rascó un poco la mejilla, porque en verdad le daba un poco de vergüenza preguntar- No soy mucho de hacer deporte, pero creo que debería empezar a entrenar para ser más fuerte.

Aliana estaba decidida a entrenar cuerpo y mente hasta llegar a ser fuerte, sueño que compartía con la mayoría de sus compañeros. Quería demostrar a todos que era capaz de ser una buena maga y le pareció que aquella era una buena forma de empezar.