Las consecuencias de una mentira

-¿Clio-san?? ¿qué ocurre con ella?? ¿Y quién te ha hecho esto??- preguntaba Evan en tono desesperado. Sentía cómo el corazón se le oprimía al ver a Phyro en aquel estado, sobretodo luego de notar sus lágrimas y escuchar que mencionaba a Clio. Un nudo se le formó en la garganta al escuchar cómo Zeilan le prometía al rubio encontrar a la profesora de Cocina. - ¿Encontrarla?? - preguntó todavía sin entender completamente la situación, mientras se quitaba la camisa apresuradamente para formar un bulto con ella y evitar que más sangre saliera del vientre del rubio.

"Profesor, por favor llevelo a la enfermeria" "Tal vez...si voy a las montañas pueda encontrar a la profesora"

-Ni se te ocurra hacer esa estupidez! - le gritó a la niña, en tono de reto, mientras cargaba a Phyro en brazos - Llevaremos al mocoso a la enfermería y te encargarás de avisarle a Helio sobre esto. - ordenó, mientras le daba la espalda y la miraba de reojo como indicándole que se trepara - Ese lugar es muy peligroso, incluso para magos experimentados! Deja que nosotros nos encarguemos, y por favor cuando llegues a la Academia corre la voz- una vez subida la chica, emprendió un veloz vuelo hacia la enfermería.

Observó al Familiar -Pyo... ¿puedes hablar? Necesitamos saber qué pasó exactamente con Clio-san, por favor! - dijo, sintiéndose culpable de pedirle articular algunas palabras en aquel estado, aunque realmente necesitaba aquella valiosa información para poder acudir en ayuda de la profesora.

"Que no vaya... si Helio la pierde también..." Pensé, pero... Evan habló primero. Me llevaba a toda prisa a la enfermería, en verdad... esto se iba a poner peor. - Fuimos a las montañas. Flo, ella y yo... un demonio... un demonio la posesionó hace varios años. - Cerré los ojos. - Se manifestó hace poco, ni... ni siquiera... teníamos idea... de ello... - Gemí un poco. - Me hirió para poder sellar... a unos monstruos... los monstruos que le hicieron eso a Clío... yo... yo... tengo la culpa... - Moví la cabeza. - ¡Un demonio vive en ella! Yo... no quiero perder a Clío... - Estaba cansado, y el frío ya estaba aumentando. - No quiero morir... - Dije casi en un susurro.

(( EVAN-BUS!! a mi me dejas a la entrada del castillo XD?))

Su cuerpo se tenso al escuchar el grito de negativa que le dio Evan; el profesor se reusaba a dejarla marchar a la montaña por el peligro -...Talvez tenga razon- penso ahora con mas sensatez, sin embargo se encontraba impotente. No habia podido ayudar a Phyro ella sola, y ahora le impedian aquello.

Dudo un momento al ver como Evan le ofrecia su espalda para viajar mas rapido, pues ya llevaba al Familiar en brazos, pero se decidio a trepar por fin, No podian perder mas tiempo

Apenas si podia creer lo que Phyro relataba de lo sucedido, ¿Clio posecionada por un demonio?.

''Phyro resiste, ya casi llegamos'' intento animar al familiar de fuego, mientras se acortaba la distancia al castillo

((Puro relleno XD no mucho que decir))

((Sí, sí, ahora te dejo =v=))

Evan escuchó atentamente la explicación que a duras penas podía dar Phyro sobre la situación de la profesora de cocina. Su sorpresa era tal que había llegado al punto de desear que todo aquello sólo fuese una pesadilla, pero el peso del cuerpo casi inmóvil del Familiar en sus brazos y el de la niña que iba a sus espaldas le arrojaba la realidad duramente sobre la cara.

-Sano eres torpe, pero moribundo aún más! ¡No morirás! - dijo a modo de reto e intentando aparentar algo de tranquilidad mediante bromas. Sintió cómo la temperatura del chico bajaba a pesar del calor de la brisa con la que lo envolvía, y eso sólo le recordó la urgencia con la que debía ser tratado el rubio.

Finalmente llegaron a la Academia. Lo primero que hizo fue dejar que la castaña descendiera. -¡Encuentra a Helio, dile que me busque en la enfermería. Estaré con el mocoso hasta que llegue! - dijo luego de haber disminuído la velocidad del vuelo para dejar a Clio sobre la superficie pero sin haberse detenido. Por último, se dirigió rápidamente a la enfermería, observando hacia todos lados para ver si tenía la suerte de encontrar a algún enfermero o a Helio en el camino - Estarás bien, pajarraco. Aguanta sólo un poco más! -

Seguíamos avanzando. " Helio enfurecerá si lo sabe..." Suspiré mientras veía alrededor. Ya habíamos llegado a la Academia. " Disculpame..." Cerré los ojos y esperé a que llegaramos a la enfermería. Ese día prometía ser bastante largo.

(finito X3)