Dando la voz de alarma

Caelan se tambaleó un poco y empujó la puerta de la oficina de Medea sin molestarse en llamar. En cualquier otra ocasión, el profesor habría seguido un procedimiento mucho más educado y juguetón (habría golpeado suavemente tres veces seguidas y otra un poco después, tal y como hacía siempre, y se había asomado con una sonrisa amable o picarona. Habría saludado a Medea y se habría dejado caer en la silla todo repantigado antes de ponerse a hablar con ella o, solamente, mirarla socarronamente), pero en ese momento no tenía tiempo.
La puerta cedió y se abrió hacia dentro, y Caelan perdió el equilibrio y cayó de rodillas sobre el suelo de madera. Aiwe gimoteó. Estaba completamente recostada sobre su cuerpo y también había perdido el equilibrio, pero como en algún momento durante el trayecto desde el campo de entrenamiento había perdido el conocimiento, Caelan dudó que se hubiera dado cuenta de la caída. Tosió.
- Medea... - la llamó con voz débil. Tanto él como Aiwe estaban sucios, heridos y agotados. Aiwe tenía un feo corte que atravesaba su pierna izquierda, multitud de cortes por los brazos y cuello y un feo golpe en el pómulo derecho, y él... Caelan no quería saber como estaba él. Solo sabía que su propia pierna apenas se movía y que todo el cuerpo le dolía como si una roca gigante le hubiera aplastado (lo cual, pensó con ironía, tampoco se alejaba tanto de la realidad).
El estado de ambos era tan lamentable que Caelan sabía que tendría que haber arrastrado a Aiwe hasta la enfermería y no hasta allí. Pero no podía hacerlo. Era de vital importancia que hablara con la directora en ese mismo instante. Era demasiado importante. Había demasiado que perder.
- ¡Medea! - la llamó, más agitado.

Caelan sintió el miedo de Medea al verlos, y como esta se acercaba rápidamente a ellos y apartaba a Aiwe de sus brazos. "No...", quiso decirle, pero comprendía que la bruja lo estaba haciendo para tratar de sanar sus heridas y él no tenía que evitar eso. Se quedó en el suelo, con la mente embotada y sin apartar la mirada de las dos mujeres (porque él tenía que proteger a Aiwe, ya no sabía no por qué ni de qué, pero tenía que hacerlo) hasta que al final Medea se arrodilló frente a él y lo miró. Caelan se fijó por primera vez en el vendaje de su hombro.
- ¿Qué te ha... - ocurrido?, quiso preguntar, pero no lo hizo porque ella se le adelantó y le preguntó por lo acaecido. Frunció el ceño. Por primera vez, Caelan se preguntó cómo diablos le explicaría a Medea lo que les había ocurrido, cómo haría para explicarles quién les había atacado, cómo les daría el mensaje de...
- Boden - soltó un jadeo, mezcla de su propio agotamiento y heridas y también del dolor que le causaba pensar en su amigo. Imaginó que, para Medea, sería mil veces peor. - Boden ha sido... Poseído. Nos ha... atacado. Nos ha--- traicionado -por sus ojos pasó un ramalazo de dolor al pensar en eso. Le resumió, todo lo rápido que pudo, lo ocurrido en el campo de entrenamiento: su llegada, el combate entre Golem y Aiwe, su intervención, como las cosas se habían ido poniendo cada vez más feas... Le habló también de los esfuerzos del propio Boden, prisionero, para ayudarles, y como casi había fracasado.
Por desgracia, lo más importante en ese momento no era si Boden era prisionero de nadie o no. Jadeó. Lo importante era la Academia.
- Medea - soltó, y su tono de voz sonó extrañamente suplicante. - Tenemos que evacuar la Academia, tenemos que hacer algo. Los niños... - Los alumnos. A Caelan le horrorizaba pensar qué podría ocurrirles a los alumnos, si dos magos experimentados como Aiwe y él habían terminado así. - Golem dijo que volverían... que el ataque... Estaba cerca...

estaba realmente debil... pero necesitaba decirselo a ella... el sujeto al que medea confiaba y queria.. nos a traicionado... estaba muy cansado... orgullo me dejo cerca de la puerta y se marcho.. a el no le interesaba para nada el asunto si no obtenia algun beneficio en eso... trate de levantarme...- ayuda...- trate de hablar... intente tocar la puerta...- medea... - rayos... senti como si me desgarraran lentamente...intente tocar mas fuerte... la falta de esa alma ma el frio de aquellas montañas me estaban matando..., no quiero volver a reencarnar... no debo morir.. mi madre y mi hermano.. aun no eh podido verlos...no quiero morir...

hace...mucho frio....- trate de cubirime un poco... - el remedio que me dio me calentaba lentamente...

Te ayudará un poco... ¿Pero que sucedió Fala?.

boden... el... desperto a un dragon...... luego el cambio de apariencia... me atravezo y me separo... y...- llegando en ese momento una estela negra.. el alma de runo regresaba a mi...- arrgg!!!- me costaba asimilarlo.. runo fue travesado por esa arma... lentamente la herida empieza a surgir en mi..- AHH!!!- la sangre surge de mi pecho.. justo donde estaba la herida

trataba de aguantar el dolor... esta cosa ardia .. como acido comiendome por dentro...- no.. no puedo ir a la enfermeria...- hablaba con dificultad..- s-solo necesito aguantar un poco... empezara a sanarme lentamente...- intentaba cerrar la herida clavando mis garras en la herida... intentando usar carbon de mis garras para cerrar mas rapido...- ademas... que lograrias hacerme ahi?... acaso podrian sanar a un demonio?...- dolia mucho y mas el intentar cerrar la herida...- si.. habia un dragon... y creo que ese era su nombre.. radium... ese maldito de boden...- intente respirar mas lento...- la herida.. tardara en cerrar...- solo me quedaba subdividirme para ahorrar energias...deberia tomar nuevamente la apariencia de un infante... o quizas aun peor.. la de un bebe.. eso me dejaba totalmente indefenso..pero pararia la herida...- apartir de ahora.. estare indefenso a lo que sea...- volviendo lentamente a la apariencia de un bebe...