Sola por los callejones

Mondphase, un pueblo muy común que se encuentra a los alrededores de la Academia, es un lugar muy pacifico y la gente de allí es muy tranquila y amable. A pesar de ser apenas un pueblo tiene muchas tiendas de interés para los magos y hechiceros pues al estar cerca del Bosque Negro este pueblo proporciona gran cantidad de objetos e hiervas mágica a la Academia Radium Alba.

Medea se encontraba entre los callejones donde usualmente se encuentran las tiendas mágicas, completamente sola y cubriéndose mejor con su capa dejando solo su cabeza fuerza mientras murmuraba para sí misma lo que debería pedir para su Academia, después de todo necesitaba material mágico para este nuevo semestre - Debería ordenar unas cuantas pociones y éteres más... Para la clases de invocación de familiares y crianza debería también comprar algunas cosas... Algunos profesores piden objetos que faciliten su clase y los alumnos necesitan material... - Suspiró y luego se sentó en uno de los barriles de por el callejón a descansar un poco - Me ha llevado toda la tarde encargas objetos, me duele todo... Y por no traer la escoba para no llamar la atención - Cerró por un momento los ojos mientras Blau, su pequeño dragón azul, sacaba su cabeza de la capa de Medea y lamia su mejilla.

Cuando el pequeño dragón azul comenzó a gruñirle al extraño, Medea de inmediato abrió los ojos, la verdad no parecía mucha amenaza, era tan solo un niño elfo que no parecía poseer gran poder mágico. Medea se bajo del barril y miro fijamente al joven cruzándose de brazos - No hay problema, no me asusto... - Observo al chico de arriba abajo, inspeccionándolo con la vista para luego oír petición - Valla, parece que aunque me cubra con la capa y no traiga la escoba cualquiera me reconoce -

Ríe un poco y luego se acomoda un poco, abriéndose la capa que la cubría toda y moviendo un poco su mano izquierda haciendo aparecer su muy característica escoba mientras con su otra mano se acomodaba su sombrero - ¿Podría primero preguntar el nombre de quién quiere entrar a Radium Alba primero? - Dijo sonriendo de manera amable.

Medea simplemente se limito a sonreír divertida mientras miraba al chico con los ojos un poco entrecerrados, era muy poco común que colocará esa expresión en su rostro, parecía como si estuviera oyendo cuidadosamente lo que decía el chico al igual que lo miraba fijamente de una manera un tanto intimidantemente... Clavaba sus ojos carmesis sobre los del chico.

- Oh... ¿Podrías decirlo con más detalles? Como directora debo conocer siempre a quién acepto dentro de mi Academia - Le sonrió volviendo a una expresión más relajada mientras se recostaba a la pared.

Medea miraba tranquilamente como el chico hacia crecer una pequeña planta del suelo y escuchaba su pequeña historia de cómo termino vagueando por las calles de Mondphase, que aunque pensaba que ocultaba pequeños datos le creía, al menos en algunas partes. La bruja sonrió y acaricio suavemente la cabeza del elfo llamado Ren - La verdad no es necesario que me des tu historia, con gusto te aceptare en la academia, tus poderes son algo... curiosos para ser del elemento tierra - Le sonrió – ¿No deseas comer algo primero? Tienes aspecto de que no has probado una buena comida en mucho tiempo -

Se acerco al chico y acerco sus labios a su oído hablándole seriamente - Solo espero que tengas cuidado no quiero que termines siendo un mal estudiante - Se alejo y volvió a su sonrisa normal tomando suavemente de la mano a Ren - Ven conmigo, te llevare a algún lugar a comer, debes estar muy cansado y hambriento de haber llegado hasta aquí tu solo - Le sonrió y comenzaron a caminar un poco hasta mirar un pequeño local de comida en una esquina de las callas, no era muy elegante pero el olor en el aire era suficiente para atraer a cualquiera.

Medea entro junto al chico y busco una pequeña mesa de a dos sentándose en una de las sillas para luego mirar a Ren - Pide lo que quieras, yo paso - Sonrió - Y tranquilo que no huiré -

Luego de que Ren leyera la carta vino una hermosa joven con un lindo uniforme a pararse frente al joven y la bruja, el elfo pidió su orden y esta dio una pequeña reverencia tomando la carta y menciono que vendría enseguida con la comida y se marcho a las puertas de la cocina.

Medea colocó sus manos sobre la mesa mientras miraba a Ren - Ren... ¿Quién te hablo de Radium Alba? - Pregunto curiosa mientras esperaban su comida - Y... Te me haces conocido... te pareces a alguien pero aun no caigo en quién... ¿Te conozco de algún lugar? - Miro al chico fijamente, aunque fuera muy común entre los elfos tener el cabello de color claro había características físicas de Ren que se le hacía familiares.

- No eres un fenómeno Ren... La magia puede ser usada tanto para cosas buenas como malas, no eres un monstro por usarla... La magia puede ser una virtud preciosa si sabes usarla correctamente - Medea sonrió pero Ren desvió la mirada evitando por completo por la última pregunta que había formulado Medea, esta algo enojada, no por no responderle sino por mirar a otro lado con apariencia enojada, Medea se levanto un poco de la silla inclinándose hacia delante y con su dedo índice empujar un poco la cabeza de Ren hacia atrás - No tienes que responderme, no es una orden, pero no me tienes que voltear el rostro - Suspiro y se echó hacia atrás recostándose de nuevo en la silla.

Medea sonrió amablemente a Ren, amaba tratar a sus alumnos como si fueran sus propios hijos a pesar de no tener uno de sangre, la mujer soltó un suspiro - Claro que no lo eres Ren, tú solamente eres tú, que uses magia es solo algo de más - Medea pensó un poco y se cruzo de brazos recostándose a la silla - Los únicos monstruos que existen sobre la tierra son las personas que lastiman a otras... Sean magos o no... La gente avariciosa, la que envidia, las que son soberbias... Aquellos que no se ayudan mutuamente y solo saben hacer cosas para sí mismos sin importarles los demás, ellos son los verdaderos monstros, no tienen moral... -

Soltó un pequeño suspiro cuando la mesera salía de la cocina y colocaba un plato frente a Ren junto a un vaso de jugo, su comida estaba servida - Bon appetit - Dijo Medea sonriendo un poco.

Medea bajo un poco la cabeza pensando un poco, se guardo silencio por unos minutos para luego mirar a Ren sin perder la dulsura en su mirada - Bueno... Es algo difícil de explicar... La verdad ni yo misma sabría que hacer si se llega la situación pero de lo que si estoy segura es que no se gana nada vengándose de alguien... La venganza es un círculo vicioso, está lleno de mil y unas intenciones negativas, la venganza puede venir en paquetes pequeños como molestar a la persona sin parar, humillarla... Pero también puede venir en otro más grande... Que en este caso sería matar a quien te halla humillado u odies... - Miro por unos momentos a Ren para volver a hablar la verdad era un tanto dificil hablar sobre el tema, venganza, ¿Porque un chico preguntaria eso?...

- ¿Venganza para qué? ¿Para sentirse mejor con uno mismo dañando a quien te daño?... ¿Si la persona se aprecia y sabe que es valiosa para que vengarse?... A todos nos hieren, nos engañan, nos humillan, nos hacen mal... ¿Pero por eso lo harías tu también? cuando actúas con venganza lo único que haces es bajarte al nivel de la persona que te daño... En mi opinión es mejor levantarse y seguir. Si crees que esto es como una cadena y te toco ser parte de alguno de sus eslabones… Tienes la oportunidad de salir de ese círculo llamado venganza... Sino… Te convertirías en un verdadero monstruo… - Sonrió y suspiro - O al menos es esa mi opinión… ¿Tu qué piensas sobre la venganza? - Agrego.

Medea se limito a sonreír - Sabes... Si lastimas a alguien... El peso de eso quedara contigo de por vida... ¿Tú que eres joven podrías con eso?... - Menciono con un tono deprimente mientras se acomoda un poco el sombrero y suspiraba - No importa cuántos años pase, el recuerdo de lastimar a alguien... - Se quedo callada antes de terminar su oración, lo murmuró tan bajo que no estaba seguro si Ren la había escuchado o no, simplemente guardo silencio...

La mirada de Medea estaba sobre el chico, su expresión se volvió oscura - Simplemente te diré que no se porque continuo con esta existencia... - Soltó una risa un tanto sarcástica un tanto dolida, quien sabe si lo que decía iba en serio o no - Hago lo que hago ahora para enmendar... Mi vida - Se mordió el labio de inmediato y se levanto de la mesa dirigiéndose hacia la camarera pagándole la comida

- Ren, vámonos, hare el papeleo para que entres a la academia... - Dijo de manera seca sin mirarlo caminando junto a él hacia la academia.