Un lugar perfecto

Arsi no pudo evitar dejar asomar una leve sonrisa cuando llegó a la playa, prácticamente desierta. Todavía hacía bastante frío por allí, así que a nadie se le podía pasar por la cabeza la idea de sumergirse en el mar.
Sin embargo, sí que se podía pasear por la costa y disfrutar del sonido de las olas... de aquel aroma tan característico de la playa...
-Ah... la playa es perfecta...
Arsi bordeó la linea del mar con los pies descalzos, sentándose en el suelo al cabo de unos pasos y mirando sin más hacia el horizonte. Le gustaba ese lugar. Rebuscó en los bolsillos de esa chaqueta morada que siempre llevaba consigo y extrajo una pequeña fotografía, que ya se sabía de memoria de tanto observar.
Al creer que alguien se le acercaba, la guardó antes de que pudiesen verla, mientras preparaba la mejor de sus sonrisas.

(Entrada libre ^^ Todo aquel que quiera conocer a Arsi, quiera ver la playa, y/o no tenga nada mejor que hacer, puede entrar jaja!)
(Y para los que no lo sepais y no os apetezca buscar; Arsi es la nueva enfermera de la academia)

Aiwe tenía ganas de mojarse un poco los pies, poner su mente en blanco y olvidarse de todo un rato. Por lo que se dirigió a la playa. Antes de entrar se quitó los zapatos y entró caminando. Cuando estuvo cerca de la orilla vio una figura decidió acercarse con la mejor de sus sonrisas. - ¡Hola! Me llamo Aiwe y trabajo en la academia Radium Alba, mucho gusto. - dijo como presentación.

-¡Aiwe! -Arsi no pudo evitar exclamar aquello, lo cual dejó bastante sorprendida a su acompañante. Ahogó una leve risita, disculpándose por su brusca exclamación- Oh, disculpa, pero es que Fred me ha hablado tanto de ti... es ya como si te conociera -exageró-. Yo soy Arsi, enfermera de la academia, también. Encantada.

- ¿Fred te habló de mi? - Se sonrojó, se había enterado de que Fred estaba en la enfermería de la academia pero aún no lo había ido a saludar. - Ya, claro supongo que todo le día en la enfermería da para mucho. ¿Qué te ha dicho exactamente? - La curiosidad la invadió. des de que había cortado con él porque se enamoró de Caelan no habían hablado mucho, solo lo necesario. A parte de las veces que Fred le había pedido de que salgaran de nuevo. Pero lo conocía y no era una persona de ir explicando las cosas así como así.

-Si, la verdad es que hablamos un poco de todo -reconoció Arsi, poniéndose en pie para estar a la misma altura de la profesora. Se retorció un mechón de su cabello ondulado mientras respondía- Nada, me ha contado que ya te conocía de antes y que me caerías bien. De hecho, creo que a él también le caes muy bien.

- Creo que a él también le caes muy bien. - Pronunció ese muy bien con demasiado rintintin. Pero prefirió no decir nada la respecto. Al menos hasta estar segura de que le había dicho Fred de ellos dos. - La verdad es que no tengo recuerdos de cuando era niña en los que no estén él. Crecimos juntos. - Sonrió a Arsi - Te ha tocado un buen compañero, de verdad.

-Si, parece un muchacho muy agradable -admitió Arsi, sin poder contenerse su siguiente pregunta- Pero, por cierto, ¿entre él y tú...?
Dejó el resto de la cuestión en el aire, aunque supuso que Aiwe comprendería lo que iba detrás. Y es que si había algo que caracterizase a esa mujer eran sus ganas de enterarse de todo.

Aiwe adivinó las intenciones de Arsi con esa pregunta, y se sonrojó. - Fred y yo nos hemos estado siempre juntos. - Observó a Arsi, se intuía que sabía algo más así qeu decidió añadir - Unos años estuvimos mucho más unidos, pero él dejó la academia y nos distanciamos. - Creyó que ya era suficiente. Demasiada información por el momento. Se limitó a sonreír.

Arsi asintió convencida con la cabeza, posando una mano sobre su barbilla suavemente, como si de veras se tratase de una auténtica detective. Detective... en asuntos amorosos, claro. Sonrió ante semejante estupidez.
-Ya veo -aceptó, sin pedirle que le contase nada más. Aiwe parecía sentirse algo incómoda en ese tema, y Arsi no quería molestar a la primera conocida que tenía en esa academia. Le mostró una sonrisa, sin decir nada, y dejando que el silencio las invadiese.

Arsi no dijo nada al respecto y un silencio las invadió. A Aiwe no le gustaba estar en silencio por lo que decidió sacar un tema de conversación. - Y dime Arsi, ¿Por qué una enfermería de Radium Alba y no una clínica de un pueblo? ¿Qué te hizo decidir?

Arsi se encogió de hombros, sonriente, y fijando su mirada en el horizonte.
-No lo sé, la verdad -reconoció- Me parecía interesante la academia, ya que yo no he estado nunca. Además, importa bien poco estar en una clínica de pueblo o en otro sitio, cuando tu labor siempre es ayudar a la gente, ¿no te parece? -determinó, dejando asomar una cordial sonrisa.

- Tienes razón - dijo devolviendole la sonrisa. - Y tranquila, que aquí tendrás trabajo. Sin más lejos hasta hace poco tenía la espalda llena de quemaduras por un combate que hice. Pero tranquila, que ya esta solucionado - Le sonrió para que no se preocupara.

Arsi abrió sus ojos de par en par al escuchar las palabras de Aiwe.
-¿La espalda llena de quemaduras? ¡Dios mío! ¿Qué ocurrió? -se asombró, cayendo en una profunda preocupación- ¿Alguna práctica de fuego salió mal? ¿Se produjo un incendio en la academia...?
Sin duda, la imaginación de Arsi daba para inventar muchas cosas.

Aiwe rió ante la reacción de Arsi. - No, no. No es nada de eso tranquila. Para practicar un poco de magia reté a Caelan, el profesor de fuego, al final gané, pero mi ropa de entreno quedó toda rota. - Le sonrió divertida. - Ahora ya no queda ni rastro de las quemaduras, así que tranquila.

Arsi levantó las cejas conforme la explicación de Aiwe iba avanzando. Después, sonrió levemente mientras sacudía la cabeza.
-Hay que ver... vaya prácticas más arriesgadas -se extrañó, apresurándose a inquirir con un supremo interés- ¿Soléis practicar mucho los profesores así?

Aiwe rió - No, es más, no solemos practicar. Pero nos queríamos poner al día. Aún no habían empezado las clases. - Miró a Arsi preguntándose qual sería su magia. - Por cierto, ¿Cuál es tu elemento?

-Ah... comprendo -aseguró Arsi, ante la explicación de Aiwe. Seguidamente se apresuró a responder- Controlo la tierra. Tú eres la profesora de aire, así que no hace falta que te lo pregunte, ¿no? -rió.