Segundo intento

Scott y yo nos logramos escabullir hasta la ventana de la oficina de la Directora. Volaba mientras cargaba al chico. - Eh... ¿estás seguro de esto, Scott? La directora es "La" y debe ser una "la" muy bonita... - Dije mientras cerraba los ojos y acercaba a Scott para que abriera la ventana.

-Tu tranquilo, además esto es una misión de "reconocimiento" que nos servirá para saber que hay en su oficina y poder cambiar las boletas u ofrecer cambio de expediente a quien lo necesite, todo por el bien de nosotros los alumnos así que... estamos contribuyendo a esta escuela ¡merecemos un nobel Rune! Aprovechemos que ahora no está y no entras en tu tonto lapso de timidez- le dije mientras sonreía maléficamente y empujaba la ventana.

Me subí rápidamente y sin hacer ruido, y luego jalé a Rune para que subiera. No hubo ningún problema al escabullirnos pero debíamos mantener el silencio ya que el que poseía esa habitación era muy amplio y cualquier falso podría causar que nos descubrieran.

Dije a Rune mientras nos agachábamos detrás del escritorio de la directora Medea -Vamos a ver que hay en sus cajones, puede que aquí guarde los expedientes de cada alumno, y toma nota de como vienen clasificados. Yo veré el otro lado del escritorio-

- Ok... - Abrí los cajones, había uno con una llave puesta. - ¡Aquí debe haber algo importante! - Sonreí mientras sacaba una vara, parecida a un látigo, y una máscara. - Mira... ¡colección de disfraces! - El chico se acercó para ver las cosas

-Pero... ¿qué rayos es esto?- dije mientras sostenía el látigo, tenía un corazón estampado en su empuñadora y el nombre de Boden escrito con manuscritas... -vaaaaaya... así que el bibliotecario con...- dije mientras tragaba saliva, creo que deberíamos de dejar de tocar los objetos personales de la directora.

Rune me puso encima una prenda de látex para el torso, que me apretaba del abdomen y además tenía un espacio enfrente para eso que traen las chicas naturalmente pero uno como chico no lo trae... aunque casi no traía nada para cubrirlo. Rune quería jugar con los disfraces que habíamos encontrado, otras pequeñas y ajustadas prendas, pero se estaba saliendo del objetivo principal: los expedientes y las boletas.

-Rune, una vez saliendo dejaremos de jugar con los disfraces, recuerda que venimos a ver si están los expedientes. Si sucede algo aquí nos meteremos en un enorme problema- Dije mientras me quitaba la ajustada prenda de látex, pero entre las reclamaciones que le hacía por accidente golpee el escritorio y se cayó un jarro de frágil porcelana con una flor encima y agua, con evidente riesgo a romperse...-¡agarralo Rune! ¡agarralo!-

- Kyaaaah - Dije mientras lanzaba una bola de aire, evitando que cayera. - ¡Hecho! - Sonreí mientras levantaba la mano con el látigo en ella. Pero me duró poco el gusto, pues la burbuja explotó, dejando caer el jarro. Guardé silencio y vi un trozo. - Dinastía Ming... ¡vaya, la directora se apellida Ming!

-¡No saques conclusiones previas Rune! este jarrón pudo haber sido comprado en el mercado negro y... la directora lo tiene, así que seguramente es contrabandista de antigüedades ¡eso debe de ser!- dije llevándome una mano a la barbilla y cayendo en cuenta de nuevo sobre el jarrón, y empezando a tomarlo con verdadera seriedad -rayos... ahora si se verá que dejamos huella, será mejor que nos apuremos a ver donde se ubican los expedientes y nos larguemos de aquí ¿de acuerdo Rune? deja ese látigo y esa cosa en su cajón... ¿Rune?-

Al voltear a verlo el chico había calzado unas enormes zapatillas con tacones de enorme altura, parecían plataformas y... había encontrado lo que parecía ser una diminuta prenda violeta de ¿ropa interior? me llevé una mano a la cara y le dije -veo que no puedes dejar de jugar... vas a romper alguna de esas cosas ¿me entiendes? oye no ¡Rune no te pongas eso! lo vas a romper-

Dicho y hecho, lo que en nuestro mundo masculino sería descriptivamente "truzas o calzoncillos enanos/pigmeos para lucir los gluteos en su totalidad"; tal prenda se rompio de lo que va sujeto a la cadera gracias a que la pierna del chico no entró.

En ese momento me vi en un vórtice de problemas y desilusiones, diciendo despacio pero en tono de despedida -estamos muertos Rune... muertos... si no corremos de aquí ahora mismo-

Agarré todas las cosas que había tomado arrebatándoselas y las metí en el cajón con la llave como estaba, revisamos rápidamente uno de los archiveros cercanos a la puerta, que afortunadamente no tenían ninguna cerradura.

-¡Eureka! ¡lo tenemos! encontramos los expedientes, ahora hay que salir de aquí Rune antes de que algo peor pase-

Pero ya estando en la ventana me percaté de que Rune no se había quitado las zapatillas -¿cómo fue que te las pusiste? ¡hay que quitarte eso rápido! ¿y tus zapatos?-

Regularmente no le hubiera dicho nada pero, no conocemos a la directora. Y el enfrentarse a alguien así, y siendo directora de una escuela de magia debe suponer enfrentarse al mago más poderoso, por lo que si nos llega a descubrir sería peor que terminar haciendo harakiri.

Me incorporé luego de esa estrepitosa caída, y luego de que me metiera ese terrible espanto de lo cual si la creí capaz...

-Pagaré por los daños y cualquier desperfecto... la idea fue mía directora Medea. Solo dígame que tengo que hacer y lo haré, pero dé oportunidad de que Rune se retire sin mayor problema, yo pagaré los daños de ambos en todo caso...- dije con un tono de profunda decepción propia, había fracasado pero en ese momento me sentí humillado por las cosas que hizo Rune y por como nos atrapó la directora Medea.

-¡Y tu Rune! seguro ahora tiemblas como niñita porque la directora está aquí ¿cuál es tu excusa? ¿¡qué la directora es bonita como todas las chicas de la academia!? por favor... tienes mas de 200 años y no has conocido una chica ¡más de 200 años con esa ridícula timidez! será mejor que te largues con Hana, con Aurora o con Clio, o con alguien más... en lo que yo arreglo todo-

Lo dije enfrente de la directora, lleno de coraje. En ese momento no me importó nada mas que arreglar todo y... pensar, reflexionar, sobre lo que hice "¿acaso en esta academia todos son omnipresentes? ¿cuál es el punto de alterar el orden si todos te observan? tal vez me haya llegado la hora de madurar... después de todo Rune ya lo estaba haciendo, se fijaba en las chicas más que nunca, ni siquiera en mis vidas pasadas el era así..."

- Awww... - Dije mientras veía a la directora, después vi de reojo a Scott. ¡No podía dejar que se echara toda la culpa! ¿Qué clase de Hamingja sería si lo hacía? Me levanté y jugué con mis dedos, mientras desviaba la mirada de Medea. - Profesora Medea Ming... yo... yo... yo no quiero que le haga nada a Scott. La verdad es que todo fue idea mía... digo, ¿quién más si no? El no vuela aún... y... tampoco se hubiese puesto a jugar con esos disfraces de su alumna. - Me sonrojé aún más. - Eh... pero... pero si me castiga... ¿podría trabajar para usted? Aaaah... Directora Ming... ¡es tan linda! Sí... ese sombrero la hace ver linda... y su traje... y esa cara de molestia que tenía antes... linda.. muy linda. - Me rasqué la nuca. - No tengo más de 200... a penas rebaso los 100

Luego de cerrar la puerta me llené de coraje -creo que seré honesto y dejaré esos papeles ahí ¿si tengo las cosas como quiero cuál es el punto? el reto es obtenerlo en base a un esfuerzo... ya fuera asaltando este lugar o sacándolas por mis propios méritos... me largo de aquí- abandoné por la puerta de la oficina, dejando a Rune adentro. Tenía que largarme a pensar a algún lugar... previamente estando afuera.

-Maldita sea... tendré que hacer las cosas más profesionalmente, y como se vuelvan a burlar de mi ¡la pagarán!- dije mientras le pegaba al piso con una bomba aérea... nunca tuve equilibrio con mi poder, y terminé haciendo un enorme agujero de varios metros de diámetro en el piso. Una explosión tremenda se escuchó por cientos de metros a la redonda -Te veré mas tarde Rune, me iré a pensar al lago-

Me quedé helado mientras veía el hueco de Scott. Había una razón por la que estaba ahí... y era evitar que el muchacho se hiciera daño. - Eh... ¡acabo de pensar en él como muchacho! No... es de mi edad... supuestamente, ¡es un amigo! - Mi mejor amigo... lo habían molestado, habían tocado su orgullo. Sonreí mientras sacaba mi soplete. - Oh, vamos... Scott... seguiremos igual, tal vez no volvamos a la oficina de la directora... ¡pero podemos molestar a los profesores! - Me eché a correr mientras soltaba una risita.