tratando de enseñar esgrima al "pendex"

-¿carta?, no es una carta, es solo un dibujo, y nada mas ¬_¬# -, a Hugue no le quedo otra mas que mostrarle el papel.

Era el dibujo de un Hugue mas joven, y feliz y una niña mas pequeña, en el dibujo ambos estaban sonriendo, en esa misma hoja hay unas pequeñas gotas de sangre.
-bueh... es solo eso... -_-# un dibujo, ni mas ni menos-, le comento como si no fuera nada importante , aunque en realidad ese dibujo si que era de mucha importancia.

Al dorso del papel decia:
"para mi querido hermanito: yo se... que amas a este mundo. Cuando todos ellos nos engañaron, te sentiste traiciondo, pero aun asi...
tu los sigues amando... ¿no hermanito? Recuerda que nunca es tarde... para las reconciliaciones... recuerdalo."

((siii Hugue tenia una hermanita menor a la que quiso mucho mucho mucho =w=))

Cuando Marien vio el dibujo detuvo sus pasos. A simple vista le había llamado la atención, así que dejó de caminar para poder verlo con más detalle.

-Así que alguna vez fuiste joven...- dijo bromeando, aunque tanto su rostro como su interior estaban casi en shock. Nunca se había imaginado que el ogro pudiese sonreír de aquella forma, y eso, de alguna manera, la inundó de un sentimiento que no podía explicar en aquel momento. Observó luego a la niña; su sonrisa demostraba el cariño que le tenía al joven elfo, pero unas gotas de sangre decoraban el papel, y por un instante sintió que estaba viendo más de lo que debía.
Dio vuelta la hoja, para evitar mirar más de la cuenta, y se encontró con un mensaje que no pudo evitar leer.
Al finalizar, su mirada no encontraba un buen lugar sobre el cual posarse; se había quedado en silencio, releyendo el mensaje en su mente y echando un último vistazo al dibujo, antes de devolvérselo al hombre.

-Tu hermana era muy bonita - dijo sonriendo. Era uno de los tantos pensamientos que se le había cruzado al ver la imagen. No quiso preguntar por el paradero de la niña, por miedo a recibir una respuesta predecible y lamentable.
Comenzó a caminar otra vez, a paso lento. -Hugue....- llamó, si no se lo preguntaba, estallaría. - ¿cuál fue la traición... por parte de los humanos... que todavía no quieres olvidar? -

-Hugue....¿cuál fue la traición... por parte de los humanos... que todavía no quieres olvidar? -, le pregunto la chica al elfo.
El permanecio en silencio, durante un buen rato, sin responder a su pregunta, puesto a que aunque tal y como decia ese pequeño mensaje, los odiaba a todos, pero tampoco no podia evitar quererlos.
-de todo el pueblo en donde vivia... solo quedaron unas muy pocas familias, y bastantes reducidas...-, lo dijo como si Marien supiera a que se referia el.
-... los ojos rojos que me aparecen a mi y resto de los integrantes de la familia, que se trasnforman en ese color por cierta circunstancia, o bien eran codiciados por otras personas... o secuestraban a los habitantes para venderlas o darles algun uso...-. Termino diciendo, un tanto enojado, por los recuerdos amargos que tuvo y otro tanto arrepentido, nunca le habia contada este tipo de cosas a ningun humano, ni siquiera a ninguno de los integrantes de su familia, pero por lo menos, sentia que podria confiar un poco en ella.
"la codicia de los hombres... ¿hasta donde podra llegar?", se pregunto en sus propios pensamientos.
-por culpa de ellos... perdi a la persona que mas queria...-, en sus ojos se reflejaba la ira y el odio, nada mas.
-ella... hasta el final... tenia fe ciegamente en los humanos... era la unica de la familia que a pesar de toda las cosas que sufrio el pueblo ella seguia creyendo de que de seguro las cosas no fueron "accientales"... JA ¿y como le contestaron ellos? de seguro vos ya te lo deves de suponer.-, finalizo diciendo.

Marien permaneció en silencio mientras escuchaba las palabras de Hugue.

-... los ojos rojos que me aparecen a mi y resto de los integrantes de la familia, que se trasnforman en ese color por cierta circunstancia, o bien eran codiciados por otras personas... o secuestraban a los habitantes para venderlas o darles algun uso...-

Ella pestañeó, algo confundida. -...¿Ojos rojos? ¿qué tienen de especial tus ojos? Los míos son casi rojos, pero no hacen nada... o eso creo- dijo inocentemente, aunque de sólo recordar el escalofrío que había sentido aquella vez, cuando había presenciado el cambio de color en la mirada de Hugue, se imaginó que los ojos del elfo y de su familia serían especiales de alguna forma. Sobretodo si los humanos los perseguían por aquel motivo. [[...Entonces... Hana-chan...]] pensó para sí misma; algo le decía que toda esa historia se relacionaba de alguna manera con el motivo por el cual aquel hombre vigilaba de cerca a su hija.
Hugue continuó hablando, estaba vez contando lo que le había pasado a la persona que más quería, y Marien volvió a callarse, dejando que el sonido de los pasos de ambos fuese lo único que se escuchara durante un buen rato.

-Ya veo... entonces era eso... - atinó a decir, todavía imaginando los sucesos del pasado. - Lamento mucho lo que le sucedió a tu hermanita... - y volvió a callarse, sintiéndose de alguna manera culpable, por compartir la misma raza que aquellas personas que lo habían traicionado a él, a su familia y a su pueblo.
Volvió a recordar el mensaje del dibujo, "Cuando todos ellos nos engañaron, te sentiste traicionado, pero aún así tú los sigues amando", se lo repitió mentalmente dos o tres veces, y sin darse cuenta cerró un poco más su puño, arrugándole un poco la camisa a él. También recordó lo que le había dicho antes, "puede que sea verdad que mate a las personas sólo cuando es necesario", y dejó que el silencio entre ambos se extendiera un poco más. Su odio era razonable; si a ella le hubiese sucedido aquello seguramente guardaría el mismo tipo de rencor, sobretodo luego de vivir tantos años como él.
Pensó en la mejor forma de decir lo que quería, para evitar ser malinterpretada. -...Hugue... creo que de verdad... la sed de venganza es lo que te ha enceguecido, y por eso odias a todos los humanos... - levantó la mirada, viéndolo seriamente a los ojos - y probablemente eso no cambie hasta que logres vengarte de una vez por todas...- dijo, algo oprimida por la parte que le tocaba, pero tranquila de cierta forma, ya que el hecho de que el elfo le hubiese contado esas cosas le hacía sentir que había cierto grado de confianza entre los dos.

((perdón por lo largo del postttttt))

HUgue permanecio en silencio, serio, e inmerso en sus pensamientos.
-... ahora que lo pienso... creo que me arrepiento un poco de haberte contado todo esto...-.
El aun tenia sus propias deciciones, y no sabia si a eso se podia llamar venganza, o una simple idea macabra.
-y....? ¿ahora puedes caminar o no?- Le pregunto Hugue de repente como si no le importara nada y sin ninguna razon aparente.


((waaaa no importa!!.. juro que lo estaba leyendo en la clase de fisica y me puse a llorar un poco, y mis amigas me preguntaban por que lloraba, ;3;))

Ella percibió el tono cortante del elfo, e imaginó que, aunque había intentado cuidar lo que decía, se había excedido en algo, y que eso no le había caído nada bien al hombre.
Se soltó del brazo de Hugue con delicadeza - No finjas que no te importa...- sintió cómo se le formaba una presión en el pecho, y no había manera de detenerla. - Si te arrepientes de haberte expuesto un poco frente a una humana, ¡lo lamento! ¡Pero lo hecho, hecho está!- dijo, sin saber por qué había subido el tono de voz. Tragó saliva para calmarse un poco, y bajó el tono nuevamente - Nunca imaginé que fueses de piedra... así que no finjas estupideces... - concluyó, desviando la mirada hacia otro lado.

Se volvió a callar, la presión en el pecho seguía aumentando.

-¿finjir?-, Hugue aun seguia caminando, y ante lo que habia escuchado, largo una carcajada. -jajaja finjir!? ¿¡de que "estupideces" estas hablando!?-

Sintió la carcajada de él como un puñal en el mismo lugar donde había comenzado la presión, y notó que no tenía sentido seguir aguantándose, así que volvió a subir el tono, indignada. -¡¡De lo tranquilo que te muestras luego de haberme contado tal cosa!! ¡Actúas como si realmente hubiese sido algo sin importancia, aún cuando después de tantos años conservas ese dibujo y llamaste a tu hermana "la persona que más querías"!- sabía que lo que había vivido el elfo no había sido poca cosa, pero no sabía que lo que en realidad necesitaba era comprobar que aquel Hugue del dibujo, sonriente y con seres especiales para el, no se había perdido dentro del asesino sádico que tenía en frente.

-y a ti... ¿¡por que te interesa!?-, le contesto.
Se detuvo y mantuvo la cabeza baja, como si estuviera pensando en algo.
-solo yo se si es verdad o no lo que dije-, concluyo.

-tu ni siquiera me conoces del todo, aun asi... ¿que sabes si lo que dije es verdad? y si lo supieras... ¿de que te serviria? ¿por que te interesa tanto en saberlo?-, le pregunto.

-¡¡Porque me-- - se detuvo en seco; tuvo que emitir un suspiro antes de poder corregirse a sí misma. -...importas. -

Tal vez era por su natural optimismo para encarar las cosas, pero había querido tomarse aquella respuesta que el elfo le había dado como una razón para creer que no todo estaba perdido.
[[...Aún así...]] pensó [[....duele un poco..... duele... bastante, ogro estúpido....]]

-¡¡Porque me-- - , Marien dejo de hablar y emitio un suspiro -...importas. - , dijo ella.

-¿aun asi? ¿despues de todo?...- pregunta el sin terminar de decir lo que queria decir. -tu... ¿confias en un asesino como yo?-, se rie sarcasticamente.
-...creo... que hubiera sido mejor si te conociera antes...-, reconoce un poco.

Marien irguió su figura, aunque la pierna todavía le doliera, y le hizo frente al elfo, sin importar que apenas le llegara a mitad del pecho en estatura. -¡Disculpa por confiar en un asesino! - dijo, sarcásticamente - Confío en los que se me antojan, ¡y tú eres uno de esos! - finalizó, como diciéndole que no le quedaba otra alternativa más que lidiar con aquello, y siguió su camino, ofuscada por quién sabe qué cosa.
Sin embargo, al escuchar lo último que él mencionó, abrió un poco más los ojos; realmente no sabía cómo debía tomarse aquello, así que no volteó a verlo, pero sí le contestó, dibujando una leve sonrisa que demostraba confianza en sus palabras - Créeme... es mucho mejor que nos hayamos conocido ahora - dijo, conociendo sólo ella el significado de aquellas palabras.

-hmmm... como digas...-, se encojio de hombros.

Hugue estaba algo cansado, otra vez, se sienta en el suelo, y se queda mirando un rato a Marien. -... parece que ya puedes volver a caminar... ¿no?-.

Desvio un poco la mirada, miro la pierna lastimada de Marien, sigue todavia un poco enojado por lo sucedido anteriormente.

Hugue se sentó en el suelo, parecía cansado, aunque Marien no podía saber si se había cansado físicamente o de escucharla a ella.
-Sí.. ya puedo caminar - dijo, aunque ni siquiera ella estaba segura de eso.
Se tomó unos segundos para mirarlo, sintiéndose algo culpable (aunque sin saber por qué), y antes de seguir su camino se acercó a él y lo abrazó.
Notó que el elfo permaneció inmóvil, pero no le importó; de todas formas no lo había abrazado esperando a que él hiciera lo mismo.
-Gracias por todo lo de hoy - sonrió, sonrojándose un poco por sentir su cabello tan cerca de su rostro - por la clase y por contarme esas cosas... y lamento si dije algo que te molestara - se separó un poco para mirarlo, con ojos firmes - ¡pero no me arrepiento de nada! ò.ó - dibujó una última sonrisa y se alejó a paso lento, para seguir su camino.
-Ah, te pagaré el maniquí como sea... aunque tendrás que esperar un poco porque no se cómo conseguir uno nuevo ._. -

-lo del maniqui...eh... eso no importa...-, Hugue no sabia que le daba mas verguenza, intercambiar ese simple pedazo pequeño de zafiro que traia Hugue, o el saber que uno de esos muñecos no duro mucho.

Seguia sintiendose cada vez mas cansado, los parpados le pesaban. -...-, sin razon aparente, casi termino cayendo de no ser por que Marien estaba ahi, no le gustaba para nada la idea de que se preocuparan aunque sea un poco por el.

Marien le dirigió una última mirada antes de retirarse por completo, algo preocupada, pero sonrió al pensar que seguramente el estaría más tranquilo a solas.
-Bien, nos veremos en la próxima clase...- levantó una mano para saludarlo mientras se daba vuelta - ¡Cuídate, abuelo! - y dicho esto, se marchó de una vez.

- ¡Cuídate, abuelo! -, le saludo Marien a Hugue a modo de despedida.
-jm... hasta pronto, pendejo..-, se despidio el.


Alguien estaba vigilando a ambos desde un largo momento, y Hugue ya suponia quien era -...serpiente tarada... ya puedes salir... el pendejo ya se marcho...-, evidentemente ante ese mandado, una chica, elfa apareciom tenia el tatuaje de una cobra en el brazo izquierdo , el cabello rubio cortado y con un mecho rojo del mismo lado que el tatuaje, -vaaaayaaa... para ser mi hermanito menor, si que tienes el mismo mahumor que nuestro padre... y tu forma de mandonear tambien... jujuju-, le contesto la elfa.

-ve al grano y dime para que demonios viniste... Achlys-, le contesto. -tranquilo, tranquilo... solo vengo a avisarte que en unos pocos meses... tu hermano mayor va a querer ocupar el puesto de lideeer~♥-, Hugue la miro como si nada, -y si fuera asi, ¿que me importa?-.

Achlys se acerco a Hugue con una sonrisa un tanto divertida. -por dios... te ves horrible... jijiji... por cierto... esa niña... ¿acaso te agrada... o algo por el estilo?...-.
-y si fuera asi... ¿que? esto no es de tu incumbencia.. boba... ¬¬ -, -bueno bueno... esta bien... pero de aqui en adelante... quiero que sepas que vas a estar en constante vigilanciaaa~♪-.
Hugue se para del enojo, -¿por que? si ni siquiera te preocupas por mi, siempre andas metida en tu cuarto inventando nuevos venenos y nada mas!-, la chica suspiro y rio nuevamente, -hermanito hermanito hermanito... pooooobre hermanito~♪ soy tu hermana mayor... y tengo todo el derecho de vigilarte... jiji~♥-

"oh... carajo... ¿por que a mi...? ¬¬# ", y asi paso toda la tarde en el bosque negro.