Esperando en los jardines

Ayashi apoyó la espalda en uno de los árboles y se metió las manos en el bolsillo. Suspiró. Seguramente Nerine se había dormido, o se había olvidado que aquella mañana iría a verla a la academia, porque Ayashi llevaba un buen rato esperándola y allí no había aparacido nadie. Se rascó la cabeza en un gesto típico y pensó que tal vez lo mejor era que él mismo se dirigiera hacia la academia, pues al fin y al cabo había sido invitado y no creía que fuera a molestar a nadie. Sintió un poco de vértigo en el estómago al pensar en la nota que Nerine le había mandado, firmada por el puño y letra de la profesora Aurora, y luego se reprimió a sí mismo. "No te hagas ilusiones, estúpido", pensó. Le dirigió una mirada a la extensa campiña verde y decidió quedarse un rato más allí para calmarse un poco, ya que aquel lugar siempre le relajaba, antes de dirigirse a la academia.

Abby estaba paseando cuando vio a un hombre apoyado. Por su apariencia se notaba que no era un alumno, pero tampoco era un profesor. Se acercó un poco más, intentando no ser descubierta hasta que vio mejor al hombre. Se fijó en sus ojos y por un momento le pareció ver a Neri. Fue en ese momento que recordó que Neri le había dicho que su hermano iría a verla. Así que no había duda, ese hombre era Lone. Se acercó para agradecerle que le hablara de la academia, una vez estuvo delante del hombre lo miro - Ho... hola. - No pudo decir nada más, se quedó en blanco, tenía tantas cosas qeu decirle qeu no sabía donde empezar.

Levantó la cabeza y vio a una niña parada frente a él. Irguió una ceja cuando esta le saludó con un tímido "hola", creyendo que tal vez era Neri, pero luego cayó en que ella nunca se acercaría silenciosamente y menos hablaría de aquel modo, así que suspiró y le sonrió.
- Hola - la saludó con una inclinación de cabeza respetuosa. - Perdona, ya sé que no debería estar aquí, pero es que estoy esperando a mi hermana y... - se quedó callado un momento mirando a la muchacha pelirroja. Su cara le resultaba familiar.

- Ah! No... No he venido a echarte. - Se sonrojó - ¿Tu hermana se llama Nerine?

- ¿Eh? - Ayashi parpadeó, confundido, y dejó de pensar de qué podía conocer a la chica al darse cuenta que ella conocía a Nerine. Asintió. - ¡Sí! Nerine es mi hermana. ¿Sóis amigas? No váis a la misma clase...

No había duda, era Lone - Conozco a Neri, se podría decir que es... amiga mía, supongo - Se quedó pensando en lo qeu había dicho, ¿podía considerar amiga a Neri? ¿Qué es exactamente ser amiga? "Ya se lo preguntaré a Neri cuando vuleva" acabó pensando. Vovlió a Lone - Yo... la verdad es que tenía ganas de conocerte, pensé que nunca te reencontraría. - Bajó la cabeza avergonzada.

- ¿Reencon...? - se quedó callado un momento, frunciendo el ceño, y de repente se acordó de ella. - ¡Ah! ¡Eres tú! Eres Abigail, ¿verdad? - sonrió. - Caramba, no te había reconocido con el uniforme. Tampoco pensaba - frunció los labios - que fueras a dar conmigo tan pronto.

- ¡Oh! - Se sorprendió de que la recordase, aunque era normal, ¿cómo te vas a olvidar de alguien a quien le diste dinero? - Yo tampoco lo creía, fue gracias a Nerine, ella me habló de ti y yo caí en la cuenta que fuiste el que me ayudó. Aún no he podido reunir le dinero que me diste, pero te lo voy a devolver de verdad. - Bajó la cabeza, Abby había tenido muchas deudas y los acreedores no les gustaba que el dinero no estuviera cuando tocaba. Por eso se asustó y se puso a la defensiva.

- El dinero.... - Ayashi se recostó contra el arbol de un modo pensativo, recordando la bolsa que le había dado a la muchacha al encontrarla, con el suficiente dinero como para que pudiera comprarse un caballo para llegar a la academia y algo de comer. Sinceramente había dudado que ella llegara a hacerle caso y temió que lo usara para otras cosas. - Tranquila. De momento me considero pagado viendo que me hiciste caso y viniste aquí - le sonrió. - Si de todos modos quieres pagarme, no te preocupes. Podemos encontrar otra manera....

- ¿Otra manera? - se puso muy nerviosa, otra manera.. eso solo quería decir una manera, y ella no quería. La única manera de salvar deudas cuando no tienes dinero. Le abrazó al barriga y miró la suelo, no quería volver a pasar por eso. - Lo.. Lo reuniré en breve, lo prometo. No hace falta buscar otra manera. - Empezó a recordar los momentos en la calle, que des de que había llegado a al academia había empezado a olvidar.

- Hey, espera, ¿qué te ocurre? ¿Te encuentras mal, o algo?- preguntó, nervioso, viendo como la muchacha se encogía y parecía a punto de ponerse a hiperventilar. - Tranquila, no pasa nada, te digo que no te preocupes por eso ahora - se puso nervioso él también y puso sus manos sobre los hombros de Abigail. - ¿Te llevo a la infermería? ¿A tu habitación?

- No - dijo apartándose, ya sabía como iba eso, empezaban por el pelo, los hombros y acababan entre las piernas. Cuando decidió ir a la academia se prometió a ella misma que eso había acabado, no le gustaba. Y ahora otra vez. Las piernas le fallaron y cayó al suelo.

Nerine apareció conrriendo en los verdes jardines de la academia, saltando casi a la pata coja para terminar de atarse la bota y con el pelo revuelto. ¡Se había dormido! Ayashi debía haber llegado hacía mucho rato y ella le estaba haciendo esperar. Gimoteó, tenía muchas ganas de verle.
Cuando lo encontró, vio que no estaba solo, ya que Abby, de espaldas a ella, parecía estar hablando con él. Cuando se acercó, pero, la vio desplomarse y se asustó.
- ¡Abby!! - gritó, acercándose a la carrera. Vio a Ayashi con la cara desencajada del susto y ambos se arrodillaron junto a ella.

Imágenes inundaban su cabeza. Imágenes que creía olvidadas, de la rabia y la impotencia rompió a llorar. de golpe oyó la voz de Nerine, se giró y la vio arrodillada delante suyo, la abrazó y se quedó llorando en su hombro, sin decir nada.

- Pero... Pero... - Ayashi se quedó parado, sin saber qué hacer. Nerine abrazó a la muchacha y le miró como diciendo "¿Pero qué diablos le has hecho?", y él se encogió de hombros, perdido.

- Vámonos, Abby - le dijo, acariciándole la cabeza. - Tranquila, no te voy a hacer nada malo. Te llevo a tu cuarto - le dijo, ayudándola a levantarse. Miró a su hermano y se encogió de hombros. Sabía que él no le había hecho nada malo, pero Abby era muy sensible y tal vez había dicho algo inapropiado. - ¿Estás tranquila? Estoy contigo...

Con la mirada baja aún vio a Neri muy seria. - Si estas conmigo sí, estoy bien. Yo... Lo siento mucho, de verdad. No quería pero... - se le cortó al voz al girarse y ver a Lone allí parado con cara de no saber que esta pasando.

- Lone, vete - dijo Nerine con suavidad, mirando a su hermano. Le sonrió de lado. - Entra tu, nos vemos esta tarde. No te preocupes.
Luego medio abrazó a Abby y ambas echaron a andar hacia la academia, dejando al hombre allí parado, confundido y extrañado.

Ayashi se rascó la cabeza y se sintió culpable. Tomó nota mental de ir a buscar a su hermana más tarde para preguntarle cómo estaba Abigail, y para preguntarle qué había hecho para que se pusiera de aquel modo y si podía hacer algo para arreglarlo. Metió la mano en su bolsillo y tocó la nota de la profesora Aurora con la yema de los dedos. Se olvidó por un momento de sus preocupaciones y, algo nervioso, echó a andar hacia la academia antes de que volviera a pasarle algo como aquello otra vez.

Era domingo en la academia Radium Alba. Por lo general todo el mundo se tomaba el día libre para ir de visitas a Mondphase o solo dedicarse a dormir hasta tarde... Aura se había levantado temprano, tomado su clasico te de los domingos en su azotea privada mientras pensaba en las palabras que Nerine le había dicho el día anteriro "mañana al medidoía encontrará una sorpresa en el jardín, no llegue tarde!!!!!!"..... Lo primero que se le vino a la mente fue el hermano de la jove.... pero la nota había sido entregada apenas hacía dos días.... no creía que Ayashi fuera a contestar tan pronto.
Iba caminando por el pasillo en dirección al area verde, cuando vió a la distancia a Nerine acompañada por Abigail. Las muchachas se dirigieron de prisa en dirección contrario, por lo que no la vieron acercacre...

-"Me pregunto si la "sorpresa" seguirá en el patio...."- cruzó la puerta y lo vió....

Ayashi suspiró, pensativo, y se sentó en uno de los bancos de piedra blanca que había desperdigados por todo el jardín. Su hermana le había dicho que se esperase allí, pero ahora ella se había ido y lo había dejado con un palmo de narices. Tuvo ganas de irse a casa (Porque tal vez las cosas mañana estén más calmadas), pero entonces levantó la mirada y la vio, y el corazon le dio un vuelco tan grande que se levantó de un salto del banco.
- ¡Profesora Aurora!

Auroa aobservó al muchacho que se había levantado de un salto... observó al hombre que tenía en frente escudriñando cada detalle... El muchacho que había visto por última vez hacía ya unos cuantos años había cambiado: los rasgos de su rostro eran más marcados, pero aún conservaba esos ojos de niño y la sonrisa más dulce que Aurora había conocido.
-"Ayashi.... visnite"- dijo con una sonrisa algo timida que no pudo disimular. Se acercó dando pasos cortos pero rápidos... Ayashi había crecido bastante. Quedaron frente a frente mirandose sin decir nada con una exprecion algo tonta en el rostro.
-"Ayashi.... tanto tiempo....estas... mas alto..."- no sabía que decir, asi que guardó silencio.

Sonrió y se mordió el labio inferior con nerviosismo.
- Tu estás igual que siempre - reconoció en voz baja, nervioso. Le hubiera gustado decir "Tan guapa como siempre", pero solamente no tuvo narices. Se quedaron parados los dos, mirándose como un par de niños en silencio, y Ayashi terminó por soltar una risa nerviosa y, con un movimiento torpe, atrapó a la elfa entre sus brazos para darle un abrazo. Ella se lo devolvió tímidamente, y Ayashi se habría quedado en aquella posición mucho tiempo más de haber podido hacerlo, pero entonces (mucho antes de lo que le habría gustado) la soltó y se la quedó mirando tímidamente. - Lo siento - se rió. - Es que... Me alegro mucho de volver a verla.

Aurora se quedó petrificada entre los brazos de Ayashi... eso había sido inesperado ... pero finalmente pudo mover los suyos y brazarlo tambien... se alegraba que él hubiese tomado la iniciativa.... el corazón le latia al punto que en cualquier instante parecía que se iba a agotar y detenerce... lo cual le causo mucha gracias, pues recordaba la charla que Caelan, Aiwe y ella misma habían tenido con Aban.
-"Yo estoy muy feliz tambien.... y por favor.... no me llames profesora... Aurora solo esta bien ^_^.... ya no eres alumno..."- Intentó dale un poco de enfasis a esta última frace.

- Ya... Ya lo sé - se rascó la cabeza algo avergonzado, pero satisfecho consigo mismo por haberse atrevido a abrazar a Aurora sin que ella lo rechazase. - Es la costumbre, supongo...
Clavó la mirada en ella y, a pesar de lo que le había dicho, volvió a sentirse como ese jovencito que la miraba y sentía admiración por ella. Aurora no había cambiado nada, si cabe parecía todavía más sabia, y ahora que la miraba más como un hombre que como un niño, todavía le pareció más... Meneó la cabeza para apartar aquellos pensamientos.
- Y dime, ¿cómo has estado? ¿Qué ha sido de tu vida estos últimos siete años... Aurora?