Soy un familiar fuerte y rudo, soy un familiar fuerte y rudo ~

Caminaba en el bosque negro con eso en mente: "Soy un familiar fuerte y rudo" - Pyo~ - Sonreí mientras juntaba los puños. "Lo soy", pensé con una sonrisa en la boca.

- Lo eres... - Escuché que alguien susurraba, volteé bruscamente, mientras mi piel se erizaba completamente.

- ¿Q-Quién anda ahí? - Miré a alrdedor, no parecía haber alguien. Tomé aire y seguí caminando.

(( Tema libre para aquel que se quiera divertir un rato XD))

- Looo eeeressss..... - volvió a repetir Evan imitando la tenebrosa voz de alguna criatura asquerosa. Nada quería más que ver al pajarraco espantado.

Aquel día había decidido ir a visitar a su maestro, a quien no veía por más de un mes, y el camino lo obligaba a cruzar aquel bosque que para muchos era tenebroso. Sin embargo, para él, era una suerte poseer un espíritu tan pobre en el que ni los demonios de aquel bosque estarían interesados. Por eso podía pasear por aquel lugar casi libremente.

((No se por qué dice "lo eres" xD, si se supone que Phyro sólo pensaba eso de "soy un familiar rudo y fuerte" =v=, pero digamos que en lugar de pensarlo, sin darse cuenta, lo estuvo repitiendo en voz baja XD))

(( Ok XDDD))

Me pasó otro escalofrío y moví la cabeza. - I-Imaginación... sí, eso debe ser... py-pyo... - Creía que si iba al bosque negro y me encontraba con cualquier demonio y lo derrotaba, me demostraría algo, comenzaba a arrepentirme de haber tomado esa decisión. - Fue... bastante tonto de mi parte, pyo ~ - Solté una risa floja, cuando escuché que una rama se partía cerca de mí... alguien estaba conmigo. Ni lento ni perezoso, lancé un par de bolas de fuego, mientras brincada de pavor. - ¡No te me acerques! ¡Soy lindo, pequeño y adorable! Mi amo es el profesor Helio Gio... - Me quedé callado. - Pyo ~ Sólo es Evan...

((Por qué Phyro es taaann adorable ;A;???))

La cara de diversión de Evan se transformó en una de casi odio al percibir las bolas de fuego que había lanzado el familiar en dirección suya. De no haber sido por la barrera rápida que había logrado crear por reflejo, su cara se encontraría ahora completamente tostada.

-Hola "Pyo ~" ¬w¬... - saludó. - ¿Qué hace un niño tan "lindo, pequeño y adorable" en un sitio como éste? ♥ - preguntó en tono de burla. Quitó la barrera y se puso a caminar al lado del Familiar. Iba todos los meses a visitar a su maestro, y nunca se había topado con nadie en aquella parte del camino, por lo que se encontraba realmente intrigado frente a la presencia del pajarraco esta vez. - ¿O debería preguntarle a tu amo, "el profesor Helio Gio..." - hizo una pausa, pestañeando para hacer memoria - "Gior.......... Giorg.....-- ¡P-Pelagatos!" -

( No lo sé! XDDDD)

Gruñí mientras me daba la vuelta. - ¡Ah! Eso no te incumbe... - Miré a todos lados. - Primero me asustas, y luego... - Gruñí de nuevo. - Pyo ~ - Crucé los brazos. - Helio no sabe que vine aquí, y si se entera, me regañaría... de nuevo... - Lo miré de reojo. - Oh, es Giorgatos, por cierto... - Sonreí divertido. - ¿Qué haces tu aquí? ¿Esperas que los demonios te coman? ~ - Me llevé las manos a la espalda y volví a ver a todos lados.

-¿Que los demonios me coman?...- pestañeó dos veces y luego echó una carcajada al aire.

Observó hacia todos lados, con ojos sospechosos, y bajando la voz le comentó, con un gesto que parecía el de una persona confesando un secreto. - Pues... no quería que nadie lo supiera, pero yo... - puso la mejor cara de malo y pervertido que podía, y le dedicó una mirada - ...soy uno de ellos... - bromeó seriamente. Se llevó las manos a la cintura y volvió a subir el tono - ¿O por qué crees que estoy tan vacío por dentro y que los demonios de aquí no me hacen nada? ♥ - dijo, como prueba respaldatoria - ¿Y sabes qué más? - rodeó los hombros del Familiar con su brazo y le tocó la punta de la nariz con su dedo índice - Hoy nos apetece el alma de algún Familiar~...-

- Weeh ~ - Dije mientras escuchaba lo que decía Evan. - E-Evan... ¡¿en serio?! - Me estremecí al escuchar lo último. - Aléjate de mi, ¡no! ~ - Sentí una brisa fría. Levanté la mirada, sombras se acercaban a nosotros.

Evan se quebró en risas ante el pedido de Phyro. No podía entender cómo se lo había creído. Estaba por separarse de él para reírse con más ganas y burlarse un poco más, pero sintió una brisa fría y levantó la mirada automáticamente, al igual que el Familiar.

-Ho~ Creo que sí acerté en lo que les apetece comer... - dijo volviendo a formar una barrera para proteger esta vez al pajarraco. Las sombras que se dirigían hacia él permanecieron pegadas a la barrera, intentando neutralizar la magia para atrapar a su presa. Evan entrecerró los ojos mirando aquella escena - No estoy acostumbrado a enfrentar a éstas cosas, pero parece que con esta cantidad de magia alcanza, no?...- dijo, curioso. Le parecía raro que fuesen tan débiles, pero no le prestó mucha atención.
Sin embargo, abrió los ojos en grande al percibir una nueva brisa helada y notar cómo nuevas sombras se dirigían ahora hacia él.

-....?!... Qué dem--??...- casi como autorreflejo, logró crear una nueva barrera para cubrirse del ataque, pero su cuerpo permanecía inmóvil por el asombro. -¿¿Por qué me atacan ahora?...- preguntó, más para sí mismo que para su compañero. Le echó una mirada a Phyro, ¿sería por estar protegiéndolo? Sonaba raro...

Miré a Evan, ¿qué sucedía? Miré alrededor. Eran varios, y nosotros sólo eramos dos. - ¿Qué... qué quieren? El no tiene nada bueno que ofrecer, y más les vale no tocarme ni un pelo, no soy agradable enojado...

Tres sombras se acercaban a nosotros.


- ¿Irrumpen en nuestro territorio y se atreven a intentar, si quiera, mofarse de nosotros? - Esas alas... esa aura. Me arrodille al sentir toda esa vibra, era terrible...

- De... demonios... son demonios... no creí que... fuera tan horrible estar cerca de... demonios... - Moví la cabeza. Esos ojos rojos... - ¿Cuánta gente has matado?

- Demasiada... pero... no más que tu amo... - Me estremecí al escuchar eso. ¿Conocía a Helio? - Patéticos familiares, llevan en su mirada los pecados de sus amos...

Enfurecí, me levanté de golpe. - Malditos... ¡malditos demonios! No conoces a Helio, no te atrevas a juzgarlo - Mis brazos se envolvieron en llamas. - Evan... vete de aquí, me encargaré de estos tipos...

El profesor de arte tuvo la sensación de haber escuchado cosas que no debía. Después de todo, el pajarraco no había querido dar detalles de por qué estaba allí cuando se lo preguntó. Sólo dedicó un segundo para observar de reojo a Phyro, y pensó que tal vez él tenía asuntos pendientes con aquellos demonios, pero eran muchos en cantidad, y no pensaba dejarlo solo.

Devolvió la vista al frente, dibujando una sonrisa. - Ni lo sueñes, Pyo... - las barreras que envolvían al Familiar y al profesor se renovaron. Evan había decidido mantenerse al margen para respetar la decisión del Familiar, pero si llegaban a tocarle una sóla pluma al pajarraco, intervendría sin dudarlo.

- Anda... ¿podrías enfrentarte a nosotros? Eso buscabas, derrotar a uno... jamás pensaste que llegarían tantos... - Una de las sombras sonrió estirando las alas.

Me estremecí y cerré los ojos. - Tiene razón... disculpa... por haberte metido en esto, Evan... - Lancé una de las bolas de fuego a aquella sombra, sin lograr afectarle mucho.

- Aaaaaah, ¿es todo? No vales ni mi tiempo, mocoso... - Las garras del demonio salieron mientras corría hacia a nosotros.

Miré a Evan. - ¿Qué tanto resisten tus barreras? - Dije mientras cerraba los ojos, y estiraba las manos, intentando crear tornados de fuego.

Evan dibujó una sonrisa tonta en su rostro - ¡Ni la menor idea, Pyo!... nunca he enfrentado a este tipo de cosas, hahaha! -
El profesor se interpuso entre el demonio y el Familiar, con eso le daría algo de tiempo a Phyro para concentrarse en el ataque y además comprobaría qué tan fuertes eran aquellos seres. Aunque resistía sin dificultad, se llevó una sorpresa al ver que tres más se tiraban contra él, y lo peor, que unos cuatro volaban directo hacia Phyro. - ¡Mocoso! - Atinó a envolver las manos del Familiar con unas fuertes brisas que pudieran fusionarse con el fuego que el chico había generado, antes que la barrera que lo envolvía se rompiera.

Los tornados nos envolvieron, quemando a algunos de los demonios. Los miré acercándome a Evan. - B-bueno... creo que son menos... - Estiré las manos. En verdad deseaba convertirme en un "demonio de fuego" como Helio cuando se molestaba, pero me faltaba control, aún.

- Un error... eso fue... el haber venido aquí esperando ser mejor de lo que eres... - Uno de los demonios sonrió sacando sus colmillos.

Bajé la cabeza. - Soy un familiar fuerte y rudo... pyo~ - Abrí mis alas mientras mis brazos se envolvían en fuego de nuevo.

- No puedes derrotarnos... y acabaremos con tu amigo también... - El demonio sonrió complacido.

Abrí fuertemente los ojos. Si algo le pasaba a Evan... la pequeña dragoncita seguro me odiaría. - ¿Para qué lo quieres? Ven por mi... sé que prefieres matarme a mi...

El demonios sacó sus garras. - En eso tienes toda la razón... - Saltó a mi, me elevé, mientras dejaba un pequeño rastro de cenizas, y miré al demonio, atravesandolo con mis manos de fuego. Este sonrió complacido. - Tan estúpido... dejándolo sólo...

Miré a Evan... los pocos demonios que quedaban ya lo tenían rodeado. - ¡Evan! - Bajé en picada, esperando que no lo atacaran.

El profesor se vio rodeado de repente por los últimos demonios que quedaban, y tras ser cortado en el brazo por las garras de algunos de ellos, no tuvo más opción que elevarse en el aire para ganar algo de distancia y poder formar unos pequeños tornados que, al tomar rigidez, fueron arrojados como lanzas a gran velocidad contra cada uno de los demonios que volaban hacia él, atravesando sus cuerpos y devolviéndolos a la superficie del bosque.
Evan observó hacia atrás - ¡Pyo! - llamó, como una señal para que el Familiar les diera el último golpe.


((esto me suena al famoso "Hazlo ahora, Sailor Moon!" que se oía en todos los capítulos de la serie xDDDDD))

Lancé las llamas mientras me colocaba al lado del profesor de Arte, los demonios se encendieron cayendo al suelo, vueltos ceniza. - Pyoooooo ~ no quiero volver a venir aquí nunca en mi vida... - Moví la cabeza mientras pisaba el suelo, asustado. Miré a Evan. - Y si nos atacaron, fue por tu culpa...

Una vena se sobresaltó en la frente de Evan. - ¿¡Pero qué dices?! ¡Nunca he sido objetivo para los seres que habitan en este sitio! - exclamó, irritado, y luego se cruzó de brazos - Encima que te reservo el último golpe para subirte el ego... ¬w¬ -
Cortó una parte de su ropa y la utilizó para envolverse el brazo.

Lo miré de reojo. - Uh... no lo cubras aún... - Saqué un pequeño frasco. - Le robé este ungüento a Helio antes de venir, es bueno para curar heridas... - Le coloqué un poco en la herida. - En verdad lo siento, Evan... no quise que te lastimaran... - Lo miré de reojo mientras cerraba el frasco.

-¿Estás seguro de que no tiene veneno? =v= - preguntó el profesor mientras el Familiar le colocaba aquel ungüento sobre la herida. - Y no te preocupes, mocoso... no fue tu culpa - dijo, desviando la mirada. "Estoy un poco oxidado al fin y al cabo..." quiso decir para terminar de tranquilizar a Phyro, pero su orgullo no le permitiría mencionar aquello para humillarse a sí mismo frente a alguien más; ni siquiera podía aceptarlo completamente él mismo, aquella corta pelea había sido un golpe bajo para su ego.
Una vez vendado su brazo, le dirigió una mirada. -Y bien, ¿qué harás ahora? ¿Necesitas que este apuesto caballero te acompañe de regreso a la Academia? ♥ - preguntó, aunque antes de dejar que Phyro respondiera, puso una mano en su hombro y lo empujó hacia el camino de regreso, caminando con él.

((si, si Q_Q Phyro es demasiado encantador como para que Evan no le coquetee un poco =v=Uuu))

(( XD ya, pobre Phyro))

- ¿Veneno? No... Helio no le pone nada tóxico a sus ungüentos... creo... - Miré el frasco y sonreí. Evan estaba siendo agradable, a pesar de todo... - ¿Pyo? ~ - Me tomó del hombro y me hizo caminar de regreso a la Academia. - ¿Apuesto caballero? ¿Tú? Oye, puedo regresar sólo a... - Me sonrojé completamente. - Gracias... eres demasiado amable... ¿pero no tenías algo que hacer?

-El viejo puede esperar~ - se justificó, notando el color rojizo de la cara del Familiar, y en consecuencia echando una carcajada victoriosa.

Durante el camino de regreso sólo se escuchaban los sonidos de las ramas que pisaban y algún que otro cuervo a lo lejos. Una brisa fría envolvía el ambiente de aquel lugar.
Finalmente, Evan decidió romper el silencio. - Y bien, ¿todavía no puedo saber qué hacías por aquí, pajarraco? =v=? -

Suspiré. Tan terco. Lo miré y me quedé en blanco. - Quería... enfrentarme a un demonio. Terracanis y Flo discutían sobre ello... decían que eran difíciles, y que no cualquiera podría... - Suspiré mientras salía la llama y desviaba la mirada. - Quería demostrarme que soy un familiar fuerte y rudo como ellos... suena tonto que Helio, siendo fuerte como es... me tenga a mi... pyo ~ - Me rasqué la cabeza. - Debería defenderlo, y casi siempre es al revés...

Evan abrió los ojos un poco más al escuchar la explicación del familiar. -Hmmm...- musitó, pensativo. -cuánta lealtad la tuya... hasta siento un poco de envidia del Plumero =n= - reconoció, con total sinceridad - A veces siento algo de envidia de los magos que poseen familiares - sus mejillas se inflaron como dos globos.

Lo miré de reojo. ¿Para qué servían los familiares, entonces? ¿No debíamos ser fieles? Suspiré rodando los ojos. - Uh... deberías intentarlo... ¿por qué no hablas con Kris? - Sonreí un poco. - Es cierto que eres medio tonto, pero... ¡no pierdes nada con intentar conseguirte un familiar! Aunque, si te consigues un familiar... ya no podré molestarte como ahora, pyo ~ - Alcé las manos soltando una risa nerviosa.

-Oye ¬w¬, de tonto no tengo nada! - se quejó, para luego cambiar su expresión a una menos actuada - Y no quiero estar de niñera =v= - se excusó - Así que prefiero dejar lo del Familiar para dentro de un tiempo...-
Volvió a rodear el cuello del rubio con su brazo y se acercó a su oído, con sus típicos ojos de coqueteo - Aunque tu amo podría tener la amabilidad de compartirte conmigo, no crees? ♥-

Levanté la mirada arqueando una ceja. - Eso es imposible, Helio no haría eso... no digas tonterías, pyo ~ ¬__¬ - Sonreí mientras lo veía fijamente. - Eh... entonces, ¿prefieres estar de mi niñera? ovo ~ - Cerré los ojos mientras negaba con la cabeza. - ¡Claro que no! No soy un niño... tengo treinta años... aunque no lo aparente, pyo ~ =___= - Dije mientras lo empujaba un poco y me acomodaba el cabello... "estilo Evan".